Prólogo- Lo odiaba
Jin's pov
- Trágatelo.
Probablemente fuese por la nebulosa sexual, o quizá la fuerza que sus manos ejercían sobre mi cabeza a pesar de que únicamente estuviese masajeando suavemente mi cuero cabelludo, pero acabé cumpliendo sin ningún tipo de quejas con su petición.
¿O sería más acertado llamarlo orden?
No importaba, el caso es que, a pesar de mi retinencia, terminé tragando la espesa corrida de ChanYeol porque así él lo quería, porque sabía que le gustaba y porque me decía a mí mismo que a mí también por el simple hecho de satisfacerle.
Sin embargo, realmente lo odiaba. Hablando sin paños calientes: no era fan del sabor del semen.
No me gustaba el amargor que inundaba mis papilas gustativas, ni la consistencia, y mucho menos que cuando estuviera a punto de conseguir su orgasmo, me jalara más contra su cuerpo para tocar "fondo". Solo me hacía sentir incómodo, al borde del ahogamiento y con las comisuras a punto de explotar.
¿Pero sabéis qué odiaba incluso más que las consecuencias de dar una mamada?
Tener que hacerla de rodillas en un pestilente y apartado baño de universidad.
No obstante, no me quejé.
Nunca lo hacía.
Por el contrario, una vez el mortal agarre de mi compañero se suavizó, saqué su pene ya flácido de mi boca y limpié mis comisuras con el dorso de mi mano, sonriendo orgullosamente al ver el grado de satisfacción y relax que mostraba su cuerpo.
- ¿Qué tal ha estado? - Pregunté con aire fanfarrón, poniéndome de pie a la par que subía sus pantalones y calzoncillos, en vista de que el castaño aún estaba demasiado entumecido como para hacerlo por sí solo.
- ¿Tú qué crees? - Respondió en igual tono, sonriendo torcidamente y logrando que una sensación de orgullo total se expandiera por mi pecho.
- Preferiría escucharlo en palabras.
- Ha sido increíble, bebé. Como siempre - Extendió un brazo y comenzó a acariciar con su palma una de mis regordetas mejillas.
Mirándolo en retrospectiva, creo que ChanYeol a veces me trataba como a un perro, dándome caricias y actuando amablemente conmigo cuando yo era un "buen chico", como si estuviese premiándome.
Y si lo pienso detenidamente, tal vez fui yo mismo quien le dio motivos para ser así al mostrarme tan desesperado, ansioso, necesitado de su atención.
No podría decirlo con certeza.
Cuando oí su admisión en alto, sentí tal regocijo que quise acercarme a él para besarle.
Sin embargo, dicho regocijo desapareció cuando en vez de besar sus tentadores labios, terminé haciéndolo en un cachete porque giró la cara.
Oh, claro, acababa de chuparle la polla. Mis labios estaban sucios.
Aparentemente eran lo suficientemente buenos para el sexo oral pero perdían su calidad después de hacerlo.
Siempre me pasaba lo mismo, en cualquier contexto, y siempre volvía a cometer el mismo jodido error.
Llegaba un punto en el que era embarazoso.
Agradecí que, al darse cuenta de la vergüenza que me había causado su rechazo, me envolviera entre sus brazos en un juguetón apretón como para disimular.
Uno como el que se podrían haber dado dos amigos cualquiera.
Uno que me pareció frío y superficial.
Uno que no compensaba el haberme dejado las rodillas para hacerle sentir bien.
Pero, como cada maldita vez, ni siquiera dejé ver la punzada de decepción, y por el contrario, correspondí al abrazo que tan rápido como llegó, desapareció.
Al separarse, empezó a amarrar su cinturón con cierta rapidez, probablemente preocupado por todo el tiempo de más que habíamos perdido de clases. No nos dejarían entrar al turno ni por asomo, no obstante, yo también sacudí mis pantalones y fui acicalándome lentamente.
- Entonces, Jin, ¿escuchaste de la fiesta que va a dar Jaebum esta noche?
- Uhmm, sí, algo he oído. Antes Jimin me ha preguntado si iría - Respondí desinteresadamente, abriendo la puerta de la cabina en la que estábamos encerrados, y tras comprobar cautelosamente que no hubiera nadie, avancé hasta uno de los lavabos y agarré una pastilla de jabón para limpiar mis manos.
Tenía mejores planes para ese viernes, así que mi interés por tal celebración era de un 0%.
Lástima que él no pensara de igual manera.
- Oh, genial. Supongo que te veré allí - Al escuchar la respuesta, frené inmediatamente mi movimiento y giré en su dirección, dándome cuenta de que ahora estaba a mi lado lavándose también.
- Espera, Chan. Dijiste que esta noche te quedarías en mi casa a ver una peli o algo - Mi ceño se encontraba fruncido en una profunda "v" de incomprensión.
- Precioso, es una fiesta de JB - Recalcó con ese tono de que algo es demasiado obvio, como si mi afirmación hubiese estado fuera de lugar por el simple hecho de que había un acontecimiento de mayor envergadura pendiente.
Una jodida fiesta de universitarios.
- Lo prometiste... - Murmuré, y por mi tono de voz supe que una mueca afligida surcaba mi rostro.
- Oye, bebé, no pongas esa cara - Sostuvo mis mofletes con sus dos frías y húmedas manos - Podemos dejarlo para otro día - Odiaba que me hablara como si fuera un niño pequeño, casi tanto como aborrecía que en ese instante estuviera más que dispuesto a pasar de mí por una noche de borrachera y tonterías con sus amigos.
Éramos novios, sin embargo, siempre parecía haber algo infinitamente más importante que yo, o que muestra relación, para el caso.
- Ni siquiera podremos estar juntos, Chan. Quería pasarla a solas, los dos. ¿Cuánto hace que no nos vemos fuera de aquí? Han pasado semanas...
- Seokjin - Su voz se endureció, y sin que siquiera empezara, ya sabía que vendría el clásico discurso que me conocía de memoria, pero que de una forma u otra, seguía siendo igual de efectivo - ¿Crees que no lo sé? ¿Que no lo tengo en cuenta? ¿Crees que no quiero estar contigo también? ¿Salir juntos? ¿Poder agarrar tu mano y besarte en público? Bebé, quiero todo eso y más. Pero sabes cómo es mi situación, Jin. Sabes que no puedo decir así como así que estoy saliendo con un hombre, que me gusta uno. Hay mucho en juego para mí aquí y me estoy arriesgando tanto porque te quiero. Y si tú también me quisieras lo suficiente, te preocuparías un poco más por mí y no serías tan inconsciente.
- ¡Te quiero!
Odiaba que pusiera en duda mis sentimientos, sobre todo cuando había accedido a tantas cosas y dejado de lado muchas otras por seguir a flote con la relación que decíamos tener. Sin embargo, el castaño poseía completa facilidad para cuestionar mis emociones y hacer que yo mismo dudara de ellas.
Yo era como un libro, y él sabía qué página abrir para llegar a mí en cada situación, para hacerme sentir culpable.
- Te quiero, Chan. Y soy muy consciente de lo que acabas de decir, bebé. En serio, y me estoy esforzando... - Solté en tono lastimero - Pero, ¿qué tiene que ver eso con la fiesta? - Suspiró en alto, irritado.
- ¿No crees que nuestros amigos se preguntarán dónde estamos? Todos irán, pero casualmente ChanYeol y Seokjin pasarán de largo. ¿No es eso sospechoso?
- Nadie podría asociarnos. Nunca nos han visto juntos, y además, tus amigos ni siquiera saben que eres gay.
- Ya, pero los tuyos sí saben que tú lo eres. ¿Y si van a tu casa? ¿Y si alguien me ve llegar? Vives en un jodido edificio que está a dos cuadras de la facultad. La diferencia entre eso y una residencia es mínima. ¿Sabes la cantidad de posibilidades que hay de que nos pillen? - "Seguramente menos de las que hay de que nos pillen aquí", pensé - Joder, Jin. No lo hagas más difícil, simplemente déjalo así.
En los pocos segundos que duró nuestra interacción, sentí que el volumen de mi cuerpo había disminuido en la mitad, como si me hubiese vuelto más pequeño, más fácil de intimidar.
¿Cómo podía ser así de insensible con él? ¿De egoísta? ¿Cómo era incapaz de darme cuenta de esas cosas?
Eran el tipo de preguntas que pasaron por mi cabeza cuando se alejó de mí y comenzó a secar vagamente su manos en el secador.
Automáticamente me arrepentí, y la satisfacción que minutos atrás había experimentado producto a la mamada, fue sustituida por un remordimiento más amargo que el líquido blanquecino que había tragado previamente.
- Lo siento, Chan. De veras lo lamento - Como gatito asustadizo me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos por la espalda. Era más alto que yo, así que mi frente daba directamente con su nuca, zona que amaba besar - Perdóname, bebé - Repetí solo porque sentí la necesidad de hacerlo - Fui insensible. Debí haber pensado en que te estaba poniendo en un aprieto. Es solo que te extraño mucho, y a veces quiero tenerte mucho más tiempo para mí.
Suspiró nuevamente.
- Tranquilo, lo entiendo. Yo me siento igual - Giró sobre su lugar, dentro del propio agarre, de tal modo que ahora le abrazaba de frente - Te prometo que todo esto acabará pronto y entonces no tendremos que escondernos nunca más - Sonrió con esa apacible expresión que me tranquilizaba en nanosegundos, y esta ocasión no fue diferente - Ponte guapo para esta noche. No te quitaré la vista de encima - Me guiñó un ojo con coquetería y yo asentí efusivamente, aliviado de que las cosas hubiesen vuelto a la normalidad.
Mejor dicho, a nuestra normalidad.
- Y yo a ti tampoco.
Estuvimos un par de instantes más así, no obstante, al cabo de ellos, comenzó a removerse, pidiendo silenciosamente que le soltara.
- Bueno, precioso, yo ya me voy yendo - Se inclinó hacia adelante para darme un beso de despedida, pero cuando yo tenía los ojos cerrados y él estaba a milímetros de mis labios, cambió de rumbo y acabó besando mi frente - Adiós. Recuerda: cinco minutos.
Levantó cinco dedos y trazó su camino hasta la puerta, por donde salió sin siquiera girarse y hacerme un último gesto.
Entonces yo, como no podía dejar que nadie nos viera o asociase juntos, esperé los jodidos cinco minutos recostado contra la encimera del lavamanos e intentando borrar de mi sistema la decepción por el cambio en la jornada nocturna.
Y por ese último beso que me había negado.
También aborrecía eso.
Era otra de las tantas cosas que odiaba, pero en ese tiempo estaba demasiado ciego como para darme cuenta.
La saga interminable de la mujer que no acaba los fics pero saca otros nuevos :'v
Holaaaaaaaaaaa... Otra vez(?
Bueno, no tengo mucho que decir, espero que os haya gustado.
Siempre escribo fics pendejos, comedias románticas y cosillas así, por lo que quise intentar hacer un poco de drama clichesoso.
Tengo un problema con emparejar a Jin con ChanYeol :v
A diferencia de en "¡No me llames Jin!", aquí Chan no va a ser un pan con patas, aunque tampoco va a ser malooooooo, solo necesitamos un antagonista y weno, él fue la víctima.
De nuevo, espero que os haya gustado a pesar de que seguramente aún no se entienda nada y que Namjoonie no haya aparecido.
Un besazo y cuidaos mucho 😘
Pd: Pronto tendré una portada en condiciones :'c
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