ESO QUE NO SABES
Capítulo único
―Volveré en un momento… lo juro. ―dijo la rubia. Scorpius no podía verla, pero sabía que estaba ahí ya que tomaba su mano, una punzada de preocupación lo azotó y la tomó más fuerte.
―No te vayas… ―le dijo con preocupación, la mujer rubia se rio y a lo lejos Scorpius vio a su padre que le ofrecía una mano a la mujer― No, papá, por favor, si se va ahora no regresará.
Draco Malfoy sonrió también― Es hora, hijo, tenemos que irnos.
― ¡PAPÁ!
― ¡SCORPIUS! ―el aludido dio un pequeño salto en donde estaba y volteó a ver a su hermana menor. Cassie estaba parada en el umbral de la puerta y lo miraba confundida― ¿Está todo bien?
El rubio platinado volvió a mirarse al espejo que tenía enfrente, y continúo acomodando su corbata― Sí, lo estoy. Solo pensaba en mamá y papá, es todo. ―Su hermana caminó hasta él, cerrando la puerta del departamento tras de si. Puso una mano en su hombro y le sonrió.
―Yo también los extraño a veces. ―Scorpius terminó de atar su corbata y la miró de soslayo.
―Yo los extraño siempre. A veces imagino a papá volviéndose loco por como te he criado. ―Casiopea rodó los ojos, pero también le causó gracia.
―Yo pienso que estaría orgulloso de ti.
―Te dejo estudiar danza en Juliard, creo que me ahorcaría si estuviera aquí. ―Antes de que la rubia contestara a eso, se detuvo viendo como su hermano estaba usando traje y puso cara de pocos amigos.
― ¿Irás a trabajar el domingo? ―exclamó con molestia― Creí que habíamos quedado en que eso se acabó. Hermano, debes aprender lo que es el descanso. ―Scorpius se sonrojó y luego caminó nervioso lejos de su hermana hasta posicionarse en la lujosa sala.
―. En realidad, tengo una cita. ―balbuceo él. Cassie abrió mucho los ojos y de no ser porque se tapó los oídos, ella lo hubiera dejado sordo por el grito que dio.
―Oh, santo cielo… no puede ser, no puede ser― chillo emocionada― ¡No puedo creer que esto pase al fin! Dios, ―Cassie había dado vueltas alrededor de la sala, mientras su hermano la miraba desde el sofá con una mueca de diversión― Scorpius no habías estado en una cita desde… ―se interrumpió de pronto dándose cuenta de lo que iba a decir, Malfoy se lo agradeció en silencio―. Como sea, estoy muy feliz por ti. ―concluyó tomándolo de las manos.
―Gracias… De veras.
―Y bien… ¿Quién es ella? ―La cara de su hermano cambió por completo, era como si de pronto se iluminara, como cuando alguien te pregunta sobre tu libro favorito.
―Su nombre es Rose, es una diseñadora de moda y trabaja en la revista Glam.
― ¿La nueva revista en el edificio donde trabajas? ―él asintió, Cassie no dejaba de sonreír, parecía que le acababan de dar el mejor presente de navidad del mundo― Y bien... ¿Qué más?
Scorpius rodó los ojos y se puso de pie ―No sé mucho de ella, solo que tiene los ojos más azules que he visto en mi vida, y que es de esas personas que saludan primero al perro, luego a la persona que lo pasea.
―Me agrada. ―concluyó la rubia luego de analizarlo por 5 segundos. Scorpius se carcajeo.
―Como digas hermanita… pero debo irme, quedé con ella en 20 minutos…
― ¡Wow, wow, alto ahí jovencito! No irás a una cita con traje, la vas a espantar… Creerá que eres raro… bueno, sí lo eres, pero ella no debe saberlo, aún. ―Scorpius se miró el atuendo, llevaba un traje Armani color azul marino, corbata y zapatos italianos, se veía impecable. A veces no comprendía a su hermana y sus críticas hacia él.
― ¿Qué tiene de malo? ―exclamó con sorpresa y verdadera confusión. Cassie rodó los ojos, lo tomó del brazo y lo arrastró de nuevo a la habitación.
―Solo cállate y ven conmigo, arreglaré esto, hermano.
. . .
Cruzó la calle, corriendo, obviamente, y siguió caminando por un par de manzanas más hasta que estuvo frente a una pequeña cafetería que tenía más pinta de una biblioteca ya que por las enormes ventanas podía apreciar cientos de estantes repletos de libros, y de no ser por las personas que salían del lugar con bolsas de papel, vasos de café, y el enorme letrero que rezaba “Weasley, books & coffee” pensaría que era el lugar equivocado.
Scorpius se dio una última mirada en el retrovisor de un auto, y agradeció a su hermana por haberlo rescatado del enorme error que, según Cassie, era llevar traje un domingo en la mañana. Incluso si se encontraba en la gran manzana, una de las ciudades más vanguardistas.
El lugar sin duda olía a café, combinado con libros nuevos y pan recién horneado, había una ligera melodía que él no conocía saliendo de los altavoces y las pocas personas sentadas en las mesas y sofás hablaban animadamente.
Antes de que el hombre comenzara a buscar a su cita, alguien le tocó el hombro.
― ¿Scorpius? ―Al girarse se encontró con la pequeña mujer de cabello rojo, piel pálida pero cubierta por pecas y ojos tremendamente azules que había estado ocupando la mayor parte del tiempo en su cabeza. Soltó un suspiro al verla por fin.
―Rose… lamento llegar tarde, mi hermana me retrasó un poco…
―Tranquilo― respondió ella― apenas llegué hace 5 minutos, ¿nos sentamos? ―Scorpius asintió y le indicó con la mano a que fuera primero ella ―espero no te moleste que haya elegido el asiento junto a la ventana. ―dijo mientras se encaminaba hasta una mesita alta de madera al lado del ventanal que daba hacia la calle.
―En lo absoluto, me encanta ver la ciudad. ―Después de ordenar, Scorpius miró con atención como ella tenía los dedos llenos de pintura, que, aunque no era demasiada, podía ver los rastros de esta. ― ¿También pintas?
Al verse descubierta, Rose se sonrojó completamente y trató de esconder los dedos― Sí … ―murmuró, sin verlo a él, si no a sus manos― diablos, creí que me había desecho de toda la pintura.
Al rubio le pareció tierna su reacción, así que rio con dulzura.
― ¿Desde cuándo pintas? ―esta vez ella sí lo miró.
―En realidad no lo tengo claro… creo que tenía 8 cuando robaba el material del estudio de mi padre, luego a los 9 me compraron el mío y ya no pude parar. ―respondió con un hilo de voz. Scorpius soltó un silbido.
―Pintas, tomas fotografías, diseñas tu propia ropa, escribes la columna más popular de la revista Glam y te queda tiempo para lucir así de adorable, ―el ultimo comentario la hizo sonrojarse de nuevo― Rose Weasley ¿hay algo que no hagas bien? ―exclamó con fingida sorpresa haciendo que la mujer soltara una carcajada.
―Bueno tal vez exageras un poco… si lo dices así suena genial…
― ¿Y no lo es? ―Rose se rio
―Tal vez solo un poco… ―admitió. Pero rápidamente cambió el tema ―Basta de mí, Scorpius. Mejor dime, ¿tienes más hermanos? Además de…
―Cassie. Y no. ―respondió negando con la cabeza― Solo somos mi hermana y yo. Tiene 19 y acaba de entrar a la universidad, así que no la veo mucho últimamente …
―Eso es genial... ¿Cuánto tiempo llevan viviendo en Nueva York? Escuché que eres británico, y por escuchar me refiero a tu acento.
―Cassie y yo vivimos en Londres casi toda nuestra vida, pero necesitábamos un cambio, y hace tres años nos mudamos a Boston, luego mi hermana ingresó a Juliard y decidí venir con ella y dirigir la compañía de mis padres desde aquí. ―Rose asentía lentamente, pero luego frunció el ceño.
― ¿Tu padre no dirige su propia compañía?
―Mis padres murieron hace 5 años en un accidente de avión. ―respondió robóticamente, como acto de reflejo y sin ningún tipo de pausa.
Rose se atragantó con su capuchino y tuvo que limpiarse los labios con una servilleta, luego de eso, tomó la mano de Scorpius por encima de la mesa y le dedico una mirada avergonzada.
―Lo lamento mucho, Scorpius… yo no quería…
―Tranquila. ―la interrumpió devolviéndole el apretón con su otra mano libre, sonrió dulcemente― Fue hace tiempo ya. Además, no me molesta hablar sobre ellos, de hecho, es una de mis cosas favoritas, el recordarlos me hace bien.
Al ver que la pelirroja seguía algo avergonzada por la conversación, decidió preguntarle algo― ¿Tú tienes hermanos?
―Sí. ―Estaba aliviada de cambiar el tema. Poco a poco se soltaron las manos, sin darse cuenta de que se las habían tomado desde el principio― Su nombre es Hugo, es mi mellizo, y vive en Italia, es corredor de formula uno.
―Wow, ¿de verdad? ―Scorpius soltó un silbido asombrado cuando ella asintió― Jamás conocí a alguien que se dedique a las carreras, ¿lo extrañas?
―La mayor parte del tiempo sí, pero sé qué es feliz dónde está. Además, no me siento sola, mis primos viven aquí, y nos criamos juntos, es genial tener con quién hablar de vez en cuando. ―se formó un silencio agradable cuando decidieron darle un sorbo a sus bebidas al mismo tiempo, Scorpius sonrió mientras se limpiaba la crema de los labios.
―Es increíblemente pacífico este lugar… Y no hablemos de lo malditamente bueno que está el café. ―comentó él mientras veía la cafetería― Son este tipo de cosas que no esperas encontrar en ciudades como Nueva York.
―Bueno me alegra que te haya gustado, porque mi tío es el dueño. ―Cuándo Rose dijo aquello, los ojos de Scorpius se abrieron mucho
―Bromeas… ―Rose sonrió como niña pequeña y negó con la cabeza.
―No lo hago. ―dijo, se estiró un poco para mirar hacia el fondo dónde se encontraba la caja y apuntó con la cabeza hacia el hombre pelirrojo que charlaba animadamente con una morena de cabello inusualmente rojizo― Ese hombre de allá, es mi tio Bill, es el dueño. Y la pequeña chica a su lado es mi primita Roxanne, trabaja aquí medio tiempo y va a la NYU… ―Scorpius miró hacia donde le indicaba y asintió lentamente, luego Rose apuntó discretamente hacia uno de los meseros, era un chico bastante joven, de unos 17 años, el muchacho no se dio cuenta que lo estaban mirando, se limitó a seguir limpiando las mesas.
》Ese rubio de ahí es mi primo Louis, es hijo de tío Bill, va a la preparatoria Dalton, está en último año pero tío Bill hace que trabaje aquí medio tiempo para que forme carácter o algo así… En realidad, Louis lo hace porque le encanta la gente que viene por aquí.
― ¿Tu tío Bill le da trabajo a toda tu familia? ―bromeó el rubio, haciendo que Rose asintiera divertida.
―En realidad sí, todos los primos trabajamos aquí al menos un verano, es como una tradición Weasley o algo por el estilo. ―Rose notó como Scorpius se emocionaba al ver a su familia, eso la conmovió.
―Siempre quise algo así. ―confesó de repente, no la miraba a ella, si no a Louis y Bill quienes ahora se encontraban hablando sobre algo respecto al nuevo menú de postres― Una familia grande, muchos tíos, primas, incluso más hermanos... Pero siempre fuimos solo mi hermana y yo, y mis padres.
― ¿Tus abuelos? ―Scorpius negó
―Jamás conocí a mi abuelo, y la abuela Cissy murió cuando yo era pequeño, no la recuerdo casi nada… Luego mamá y papá murieron, y solo quedamos Cassie y yo.
No me mal entiendas, amo a mi hermana como loco, pero sé que ella siente lo mismo respecto a la familia. ―se encogió de hombros, restándole importancia. En ese momento, la pequeña prima de Rose se acercó a ellos.
― ¿Todo está en orden? ―musito, mostrando una enorme sonrisa al ver que Scorpius la miraba. Rose carraspeo.
―Estamos bien, Roxie… gracias. ―ella asintió con nerviosismo y antes de irse, se acercó a su prima
― ¡Es lindo! ―exclamó en un susurro, Rose le dio un golpecito y Scorpius no pudo contener una carcajada, ya que estaba lo suficientemente cerca como para escuchar.
―Bien, esa es nuestra señal para salir corriendo de aquí. ―informó la pelirroja una vez su prima se fue corriendo. Scorpius frunció la seño.
― ¿Tan rápido? Oh, pero si me estaba divirtiendo ―dijo con burla― ¿también crees que soy lindo? ―Rose puso los ojos en blanco al mismo tiempo que se levantaba de su asiento, le ofreció una mano a Scorpius.
―Ven conmigo, tomemos un poco de aire, me siento abrumada.
―Sospecho que me sacas de aquí porque no quieres que conozca a tu familia… ―gruño cuando estuvieron fuera del lugar. Rose le sonrió con picardía mientras se acomodaba su chaqueta de mezclilla.
―Me has descubierto. La realidad es que te quiero solo para mi, Malfoy.
―Uy, eso fue posesivo de tu parte, Weasley ―Rose soltó una risita cantarina y comenzó a caminar de espaldas por la calle, que estaba inusualmente vacía.
― ¿Qué te digo? Puedo ser bastante territorial.
― ¿Quién lo diría? Luego de que me rechazaras innumerables veces. ―bromeó. Cruzaron la calle hacia uno de los parques donde podías comprar toda clase de comida de un carrito.
―No fueron innumerables. ―rebatió con exagerada indignación― Tal vez solo dos o cinco…
―Fueron seis, Weasley. ―Rose se detuvo un segundo y puso morritos
―Bueno, probablemente tengas razón… ―Cuando el rubio comenzó a festejar, ella lo detuvo con el dedo índice― En mi defensa… tú de verdad puedes parecer un mafioso si te lo permites. ¿Alguna vez sonríes?
― ¡Pero estoy sonriendo! ―chillo divertido, Rose lo imitó.
―Sí, quiero decir, ahora lo haces. Pero no cuando te veo en el asesor, o cuando me cruzo contigo en el estacionamiento… Puedes ser una persona bastante intimidante, Scorpius Malfoy.
Se habían metido a uno de los parques del centro, Scorpius jamás había estado ahí pero de alguna forma sintió que Rose sí. Así que la siguió hasta una de las fuentes, había un montón de niños jugando, corriendo y riendo, Rose se quedó un segundo mirándolos, tenía una expresión pacífica en el rostro, y por un segundo, solo por uno, Scorpius deseó sentirse así.
― ¿Por qué Rose Weasley, la pelirroja divertida con gran sentido de la moda y amable diseñadora, decidió salir con el intimidante y carente de sonrisas Scorpius Malfoy? ―la pregunta del rubio la sacó de sus pensamientos, y también la hizo morderse el labio con nerviosismo, unos segundos para pensar bien su respuesta. Luego; lo miró
―Te vi sonreír una vez. ―dijo Rose― Pero no solo sonreías, te reíste. No sé de qué, o por qué. Solo lo hiciste. ―mientras hablaba, Scorpius se recargó en la barandilla que rodeaba la fuente, Rose solo miraba al frente.
―Recuerdo haberte visto. Era tarde, yo iba bajando del asensor y tú estabas ahí en la recepción, hablabas por teléfono. Así que, cuando colgaste la llamada, decidí que aceptaría tu invitación.
La mente de Scorpius viajó en el tiempo, tan solo una semana atrás, entonces lo recordó:
―No puedes elegir tú la comida de mi cumpleaños. ―Había chillado su hermana del otro lado de la línea. Scorpius sonrió.
―Puedo hacerlo, y ya lo hice, hermanita. ―Cassie soltó una groseria.
―No maldigas jovencita ―la reprimió Scorpius fingiendo una voz grave.
―Eres una horrible persona, Hyperion. Te detesto.
―Tú me amas. ―afirmó.
―Solo poquito, ―mascullo ella como una niña pequeña― Y te amaría más si me dejaras escoger el restaurante…
―Sí, bueno, viviré.
―Pudrete Malfoy. ―fue ahí cuando él se carcajeo tan fuerte, que resonó por toda la recepción del edificio.
―Oye, Cass, honestamente amaría seguir peleando, pero tengo que dejarte… ¿te veré mañana?
―Sí, como sea. ―Y colgó.
Scorpius guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y tomó su portafolio negro del escritorio de la recepción, y al momento de girarse, se encontró con la preciosa chica que llevaba más de 2 meses en sus pensamientos.
Rose tenía el cabello larguisimo hasta la cintura, los rizos rojo furioso despedían un aroma que él simplemente adoraba y ella lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
―¡Hola! ―exclamó la mujer mordiéndose el labio, y cuando él la miró confundido, siguió hablando― ¿Sigue en pie la invitación de café?
Scorpius le sonrió.
―Tienes cara de haberlo recordado. ―le dijo ella con una risita.
―Debería agradecerle a Cassie, después de todo logró conseguirme una cita.
― ¿Tú hermana también juega a la casamentera? ―preguntó, él asintió ― si tan solo te contara sobre todas las citas que mi hermano organizó para mi en el último año, no dejarías de reír nunca.
―Dímelo a mi. Cassie ha estado tan obsesionada con mi vida amorosa que olvidó la suya. Creo que jamás entendió que no estaba listo, hasta ahora, claro. ―Sabía que estaba hablando de más, pero Rose lo hacia sentir seguro, como que podía confiar en ella.
― ¿Tuviste una mala ruptura?
―Algo así… ―dijo Scorpius― No me gusta hablar mucho del tema…
―Tienes razón, ¿hablar de ex-novios en la primera cita? ¡Ew! ―Ambos soltaron risitas, pero hubo un silencio en el que una duda asaltó la cabeza de Scorpius.
― ¿Por qué me trajiste aquí? ―La pelirroja miró hacia los lados y se encogió de hombros al tiempo que suspiraba.
―Mi padre me traía cuando era niña, era divertido jugar con mi hermano… A veces vengo a caminar, me gusta porque casi siempre está vacio.
― ¿Vives cerca?
―En SoHo. ―él dejó escapar un silbido haciéndola sonrojar.
―No creí que fueras del tipo de estrella de rock.
―Soy un poco más glamurosa que una estrella de rock, Scorpius, soy diseñadora. ―canturreo mientras se paraba erguida y alzaba la respingada nariz― Como diría mi tía Fleur, debo estar a la altura de mi talento.
―De acuerdo, olvídalo, sí tienes lo necesario para vivir en Soho. ―Rose hizo una reverencia exagerada, pero cuando se incorporó, lo miro con confusión.
―Aguarda... ¿Qué se supone que eso significa? ―chillo, a lo que él rubio platinado simplemente se rio, Rose le dio un golpecito en el hombro― Bueno, ¿sabes qué? Yo apostaría mis zapatos Jimmy Choo a que vives en el Upper east side.
― ¿Eres una bruja o algo como eso? ―exclamó con sorpresa.
―Sí, algo por el estilo… ―lo miró de soslayo― Aunque no deberías sorprenderte, tienes todo el perfil de Upper side.
― ¿También eres clasista, Rose Weasley? ―ella puso los ojos en blanco, y comenzó a caminar por la calle adoquinada que rodeaba el parque, él la siguió.
―Sabes que no, solo era una suposición que resultó ser correcta...
―Bien. Entonces… Mi turno de suponer. ―Se detuvo en medio de la calle y extendió su mano hacia ella, quién la tomó con extrañeza― Y también es mi turno de llevarte a algún lugar lindo y sentimental.
―De acuerdo… ¿Qué supones de mi? ―preguntó cuando cruzaron la calle St. James. Scorpius aún la tenía tomada de la mano y jugaba con sus dedos.
―Supongo que eres una sabelotodo. ―dijo
― ¡Auch! ¿parezco del tipo nerd? ―él se rio
―En lo absoluto. Es solo esa expresión en tu rostro cuando hablas, disfrutas ser escuchada y en especial disfrutas tener la razón, se nota. ―Rose sonrió discretamente, Scorpius la miró de reojo― En realidad creo que eres muy hermosa.
―Mientes. ―gruñó la pelirroja. Malfoy soltó un suspiró y la arrastró hacia un estrecho, pero bonito callejón, estaba entre dos edificios bastante altos y de aspecto antiguo.
―Claro que no, de verdad pienso eso. Me gustan tus pecas, y cuando arrugas la nariz, eso es lindo…
Scorpius guió a Rose hasta el final de la calle y cuando salieron, se toparon de frente con un pequeño local de aspecto viejo.
Por fuera daba la ilusión de ser un lugar pequeño y estrecho, pero cuando Rose cruzó la puerta y se adentró al local, vio que era todo lo contario, incluso contaba con un segundo piso donde la pelirroja se dio cuenta que había varios libreros.
―Cassie y yo descubrimos este bazar cuando recién llegamos… ―explicó el rubio mientras avanzaba lentamente por los anaqueles repletos de curiosidades― Todo el dinero va a la caridad. Tienen de todo, para decoración, discos de vinilo, arriba están los libros y creo haber visto ropa por allá.
Rose parecía estar en trance mientras veía con atención todos los anaqueles. Scorpius rio por lo bajo, entonces la tomó de la mano otra vez, ella no dijo nada, solo se sonrojó mientras caminaba tras el hombre.
―Es tu turno de suponer. ―le dijo el rubio sacando a Rose de su ensoñación.
―. Supongo que estás obsesionado con tu trabajo. ―Ella comenzó a caminar entre los anaqueles que estaban llenos de curiosidades como relojes, figuras de cristal, piza papeles y cientos de otras cosas. Scorpius se cruzó de brazos detrás de ella.
―¿Por qué piensas eso? ―Rose rio ligeramente mientras jugaba con un péndulo.
―Siempre estás en la oficina, y te veo entrar, pero no salir, alguna vez llegué a pensar que vivías en el edificio. ―Scorpius se sonrojó.
―No estoy obsesionado. Solo me gusta lo que hago, me relaja.
Rose soltó una carcajada y se giró hacia él, poniendo ambas manos en el pecho del rubio― Scorpius Malfoy, eres la única persona en el mundo que de verdad disfruta su trabajo.
―Suenas igual que mi hermana. ―gruñó―Sabes creo que ya no me gusta este juego.
Rose suspiró y retiró sus manos del pecho del hombre― Sabes, tal vez exagero… no eres la única persona que disfruta su empleo.
― ¿A no?
―No. ―musito, ambos caminaron hasta las estanterías de los vinilos ―A decir verdad, yo también amo mi trabajo, aunque algo sí es verdad, y es que no hay manera de que me relaje.
―¡Oh vamos! ¿ni un poco?
La pelirroja puso una mueca
― Solo a veces, cuando estoy dibujando bocetos de ropa o tengo una idea, pero la mayoría del tiempo debo estar tomando decisiones y coordinando modelos excéntricas.
―¿No tienes pasantes para hacer eso?
―Ellas solo se encargan del trabajo administrativo, mi trabajo es tener todo en orden, elegir las mejores fotos, las mejores modelos, las mejores telas, mantener contentos a los editores en jefe, todo esto mientras hago diseños. Es agotador, pero me encanta.
Scorpius frunció el seño― ¿Lo odias pero lo amas? ―La mujer se rio y asintió.
―Exacto, no lo podría decir mejor. ―Ella agarró uno de los vinilos y volteó hacia Malfoy― ¿Los Beatles?
―Ya lo tengo. ―respondió, Rose asintió y lo puso en su lugar, sacó otro.
―¿Y qué tal Kiss?
―Demasiado para mi. ―Rose sonrió mostrando todos los dientes
―Tienes razón, incluso para mi… ¿Rolling stones?
―Mi padre solía escucharlos… no soy muy fan.
―Bien… ―mascullo mientras buscaba otra cosa― ¿Qué tal algo mas actual? ¿Taylor es demasiado pop para ti?
― ¿Bromeas? Cassie y yo estábamos obsesionados con Taylor Swift, tenemos todos sus álbumes. ―Ella alzó ambas cejas con sorresa
—Eso sí que me sorprendió. ―dijo Rose― Mientras tu era favorita no sea Reputation...
―No me digas que eres de esos Swifties... ―Comentó haciendo énfasis en "esos" Rose lo miró con una ceja alzada― ¡Oh Dios, sí lo eres! ¡odias Reputation!
―Que Reputation no sea mi era favorita no quiere decir que la odie...
―¿Cómo no puede gustarte? Getaway car es una de las mejores canciones... de la vida.
Rose rio― No lo niego... pero Reputation no puede competir con 1989, menos con Red, o incluso Folklore.
Scorpius hizo una mueca.
―Vas a odiarme pero Folklore no está en mi top 3... ―Rose soltó una gran exclamación llevándose una mano al pecho.
―Tienes razón, voy a odiarte, mejor dejemos el tema o voy a golpearte.
Tras una carcajada de Scorpius, ella regresó el vinilo de donde lo había sacado.
―Bien, entonces… probemos con otro género… ¿Qué tal un poco de Blues? ―Él se encogió de hombros en respuesta― ¿Tom Waits?
Scorpius frunció el seño, tomó el disco y asintió luego de un segundo
― Bien, creo que este será.
Rose soltó un gritito de emoción
― Genial, tú turno.
Él la miró sin entender
― ¿Mi turno de qué?
―De elegir un vinilo para mi, duh.
―Ah, ¿eso estábamos haciendo? ―la pelirroja se volvió a reír
―Claro que sí, tonto. Vamos, elige algo para mi.
―De acuerdo… a ver… ha, este.
Rose tomó la cubierta con cuidado y miró extrañada el título del álbum― ¿Un disco de navidad?
―Sí.
―¿Por qué? ―El volvió a encogerse de hombros
―Bueno, la navidad es feliz, llena de alegría y luces… tú me recuerdas a la navidad.
La mejillas de la mujer se sonrojaron, se mordió el labio y lo miró con timidez― Gracias, creo que no me habían dicho eso jamás…
―Claro que no, yo no saco mis frases de coqueteo de un libro para conquistar, Weasley. ―Tomó el disco de entre los dedos de Rose y lo puso junto al suyo, luego la tomó de la mano.
En ese momento, el celular de Rose comenzó a timbrar, ella se disculpo y luego respondió.
―¿Hola? ¿Michelle? ¿Qué ocurrió? …. ¿Qué está dónde?... Oh por Dios, sí, claro, lo entiendo… Bueno, ahora estoy algo ocupada pero iré en un rato, ¿estarán bien hasta entonces? Genial… Adiós. ―
Ella colgó la llamada y miró a su cita― Lo lamento mucho Scorpius, era mi jefa, Michelle. Dice que una de las modelos se fue de improviso a Tokio y ahora necesitamos reordenar todo el desfile…
―Tranquila Rose, ―le dijo el rubio tomándola de los hombros, sonrió― lo entiendo. Ven, vamos a pagar esto y luego te llevo a casa. ¿de acuerdo?
…
Cassie cayó al suelo abruptamente, soltó un gruñido de frustración y se arrancó los audífonos casi con furia, luego giró en el suelo para quedar sentada y poder masajear su pie.
Llevaba horas practicando ese solo y continuaba cayéndose en la parte de gimnasia. Respiró profundamente y se puso de pie con algo de dificultad. Estaba en posición para comenzar a bailar de nuevo cuando llamaron a la puerta.
La chica Malfoy soltó otro suspiro mientras caminaba rápidamente hasta la entrada, el timbre seguía sonando y no conforme con esto, la persona también tocaba la puerta con desesperacion― ¡Ya voy! ―bramo, pero seguían insistiendo― ¡dije que ya voy!
Cassie Malfoy abrió la puerta de un golpe, y frente a ella se encontraba un hombre castaño de unos 20 años, tenía el pelo revuelto y estaba completamente pálido, la chica casi se ahoga con su propia saliva.
― ¿Trevor? ¿Pero qué haces tú aquí? Creí que estabas en Boston.
El muchacho no dijo nada, se limitó a entrar al departamento― Cass, ¿Dónde esta Scorpius? ―preguntó desesperado, mirando hacia todos lados― ¡Scorpius! ―lo llamó ― ¡Scorp…!
―¡Trevor! Él no está aquí… dime qué ocurre, Dios santo, estás pálido… ¿Qué paso?
―Cass, tengo que hablar con él.
―Me estás asustando… ―le advirtió la de ojos grises. Trevor se pasó una mano por el cabello.
―Es sobre Blair. ―exclamó el muchacho.
Cassie se paralizó en ese momento.
…
La noche había caido sobre Nueva York y las luces le daban cierto tono romántico a la ciudad.
Habían llegado al edificio donde Rose vivía.
―Me divertí mucho hoy… ―dijo ella con algo de timidez― De verdad gracias.
―Gracias a ti por aceptar. Fue una de las mejores citas que he tenido.
Rose se mordió el labio inferior― Podríamos volver a salir… digo, si quieres…
―Pelirroja, yo pensé exactamente lo mismo…
―Super… creo que te veré mañana. Que tengas buenas noches Scorpius Malfoy.
Ella se alejó de él tras despedirse torpemente con la mano, pero justo cuando iba llegando a la entrada del edificio, se paró en seco y regresó corriendo hacia él, se puso de puntillas y le besó fugazmente la mejilla.
Scorpius sintió como si fuera un adolescente de nuevo y unas ganas terribles de estrujarla contra su pecho entraron en su cabeza, así que lo hizo, la abrazó con delicadeza y enterró su nariz en el desordenado cabello rojo de ella, quién luego de un segundo le devolvió el abrazo.
Scorpius podía sentir su corazón latir tan fuerte, que casi pensó que se le saldría, era lindo poder volver a sentir aquello, era algo tan extraño pero agradable,
tuvo ganas de quedarse ahí para siempre.
No fue necesario que dijera nada, porque Rose se sentía de la misma manera, y ambos se cuestionaban el porqué, por la misma razón, y es que se conocían tan poco, pero el hecho de estar así, abrazados en ese momento, parecía ser el lugar y la persona correctos con quien estar, estaba bien, y ya.
Cuando la vio irse, la extrañó enseguida.
El timbre de su celular sonó, haciéndolo saltar un poco, era su hermana.
―No sabes lo increíble que fue ―dijo Scorpius, antes de saludar a su hermana― Rose tal vez sea la persona más divertida del mundo, y la mujer más hermosa… Cass, te juro que no había conocido a nadie así, no quería despegarme de ella… fue… fue… ¡Agghh!
―Hermano… ―interrumpio Cassie. Su voz sonaba cortada, apagada, como si algo muy malo pasara. Scorpius se paró en seco.
―Cassie ¿qué ocurrió? ―Ella respiraba con dificultad del otro lado de la línea.
―Scorpius, Trevor está aquí. Será mejor que vengas-
―No, dime qué ocurre.
―Es que…
―Cassiopeia Malfoy, te lo estoy pidiendo. Dime ahora qué está ocurriendo, ¿Qué hace Trevor ahí?
Hubo una pausa por parte de su hermana, el tragó saliva― Es ella, Scorp. Blair despertó.
Dicen que cuándo mueres, ves tu vida pasar frente a tus ojos, dicen que son miles de imágenes aleatorias de todo lo que has pasado, lo bueno, lo malo, las sorpresas, lo que habías creído olvidar, las veces que lloraste y creíste que no podrías más… dicen que hay un momento en tu vida, el último, en dónde todo regresa, todo aquello que te hace a ti, tú mismo. Scorpius no murió, pero lo vio todo… Cuándo Cassie dijo aquel nombre, ese nombre que había rondado en su cabeza por años, y solo ese día, solo ese día había olvidado completamente.
―¿Scorpius?
El portero de Rose los vio llegar juntos, también vio como el rubio se desplomaba en el suelo luego de recibir una llamada, llamó a Rose 10 minutos después.
― ¿Scorpius? ¿Te encuentras bien?
El aludido la miró con confusión, estaba en shock, no sabía que decir.
―Yo… Rose, ella despertó… ―la chica frunció el ceño, lo ayudó a ponerse de pie.
―Scorpius, creo que estás en estado de shock… te llevaré a mi departamento y te daré algo de agua, ¿está bien? ―Ella lo tomó del brazo y trató de guiarlo hacia el edificio pero Scorpius se rehusó.
― ¡No! ―exclamó, haciéndola detenerse― Tengo que ir al hospital, Rose, ella, Blair despertó del coma.
Rose se quedó confundida por un segundo― Bueno déjame llevarte… Pero, lo siento, ¿Quién es Blair?
Malfoy miró a la pelirroja y se lamió los labios.
―Hace dos años ella tuvo un accidente de auto, estuvo en coma, nadie creía que despertaría. Pero hoy lo hizo. Ella está despierta… ―Rose contuvo la respiración, lo soltó abruptamente e incluso se alejó un par de pasos de él. Scorpius la miró a los ojos.
―Blair era mi prometida.
Rose soltó todo el aliento.
Fin
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