El desencadenante #20
Flouraura Espinosa ~
Tenía dos cuerpos desmayados en la misma habitación
Fantástico
Y justo en ese momento tenía que llamar el presidente
Fantástico
−Que yo recuerde solo te pedí que me trajeses a una chica, no a dos− fue lo primero que dijo Melnikov al ver a Xiomara atada en la cama
−La he capturado porque me ha pillado con las manos en la masa− contestó la espía− Podría chivarse y poner en peligro todo el plan, ¿qué hago con ella? –
−¡¡Eh, Flouraura!! ¿¡A que no sabes que tengo?!−
Encima tenía que entrar en ese instante Wolframio en escena, con el maletín que le había dado tantos quebraderos de cabeza y saboreando un helado como un inocente niño
Fantástico
−Pero, ¿¡QUÉ?! – balbuceó al ver a la ajedrecista inconsciente y atada
−Mátala− se oyó la voz de Melnikov a través del móvil
🖇️🖇️🖇️
El Tigre se volvió hacia Flouraura con brusquedad, cambiando su rostro de genuina felicidad por una máscara de severa frialdad:
−No sé qué está pasando aquí pero ya podéis ir soltándola, salvo que queráis estrenar mis nuevos juguetitos− dijo sacando a la luz sus cuchillos en forma de piezas de ajedrez
−Guarda las armas− le indicó su compañera de misión con voz autoritaria
Aun así, se llevó las manos inconscientemente hacia su abanico
−Ah, Wolframio...− murmuró el presidente− Casi me había olvidado de tu molesta negación a matar por matar−
El asesino apreció la burla en su tono irónico.
Apretó los puños y le entraron unas incontrolables ganas de golpear el móvil de Flouraura, estrujarlo contra el suelo y extirparle cada uno de sus diminutos chips electrónicos hasta quedar reducido a un montón de chatarra inservible destinada a la demolición.
Solo le frenó el pensamiento de que eso no haría que el presidente muriese junto con el teléfono. Por desgracia.
Flouraura notó la tensión que se había generado en la atmósfera, y le tocó hacer de árbitro:
−No pienso asistir a una de vuestras odiosas discusiones− les calló− Así que os vais a poner de acuerdo como personas disciplinadas−
−Hay que deshacernos de ella− tomó la palabra el presidente ruso− Ha visto demasiado−
−Ya veo, tu forma de deshacerte de las personas que son un estorbo es matándolas− entró Wolframio a saco− Pero claro, como las matas tú no es un asesinato, es un homicidio, una muerte desafortunada, un...−
−No me tires de la lengua− rugió Melnikov tragándose su rabia
−Solo te digo que como tú o alguno de los tuyos se atreva a tocarla− señaló a Xiomara− Aunque solo sea un pelo, te juro que te arrancaré el tuyo con mis propias manos y lo usaré como nido de pájaros−
−¡¡Callaos los dos!!− bramó Flouraura− ¡¡No hacéis nada más que echaros la mierda el uno al otro!!−
En ese preciso instante, antes de que pudiesen replicar, una cuarta voz intervino:
− ¿Qui... quienes sois? –
Los tres dejaron aparcada su pelea y se volvieron hacia Xiomara, quien acababa de despertar.
Estaba más blanca que la nieve, y sus ojos hechos trizas solo miraban a Wolframio.
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