CH Rutherford ~

Acababa de subir a su habitación cuando su móvil vibró. Pensó que serían sus padres para preguntarle qué tal el día. Sin embargo, para su sorpresa, era un número desconocido.

CH recordó el verdadero motivo que le había hecho salir de su zona de confort: el misterioso trabajo que le habían ofrecido

−Hola− habló nada más descolgar

−Pásese por la habitación 334, por favor− dijo una voz de computadora

Acto seguido se cortó la llamada

CH no esperó más. Estaba intrigado y necesitaba saciar cuanto antes su curiosidad.

−Acompáñame Rupert−

Ambos se internaron en el pasillo del hotel con ansias de saber qué les deparaba el futuro.

En ese momento, alguien llamó a la puerta de la habitación de Flouraura.

−Está abierta− dijo sin molestarse a ir a abrir

Flouraura se giró y se encontró con un chico alto de fracciones delicadas cuya expresión era igual de inanimada que la del robot que le acompañaba.

−Tú debes de ser Chester Rutherford−

−Soy CH− confirmó− ¿El trabajo... qué... qué es? – tartamudeó

−Me encanta tu interés− sonrió Flouraura− Mi jefe me ha pedido que me reúna contigo y te lleve a Rusia, donde él en persona te informará sobre tu trabajo−

CH se quedó pensativo

− ¿Ru-Rusia? – preguntó como si no lo hubiese escuchado bien

−Eso es− y añadió− Estarás bien pagado, aunque el mayor premio es conseguir lo que nadie ha conseguido antes−

La espía se quedó esperando una respuesta. Era muy difícil intuir lo que se le estaba pasando por la cabeza; pues su rostro, el cual parecía un antifaz, resultaba imposible de descifrar.

− ¿Nada más? – preguntó con dificultad

Negó con la cabeza

−Eso es todo lo que sé− admitió− Tu avión saldrá esta noche, no debes contárselo a nadie... ¿cuento contigo? – trató de convencerlo diciendo− No estás obligado a aceptar, puedes ir a hablar con el jefe y marcharte si no quieres participar en el proyecto más ambicioso de la historia. Respetaremos tu decisión−

CH abrió la boca para decir algo, pero se vio interrumpido por un inesperado portazo. Wolframio entró en la habitación emocionado:

−¡¡Es increíble, Flouraura!! ¡¡Ella tenía mi maletín!! Y yo que creía que...− frunció el ceño al percatarse de CH− ¿Y este quién es? –

La espía respiró hondo con tal de mantener la paciencia.

−Un nuevo miembro del equipo− dijo mientras sonreía amablemente al matemático

Wolframio le dirigió una mirada de escepticismo, después se encogió de hombros y le dio la bienvenida:

−Un placer, tío− le ofreció su mano

En vez de estrechársela, CH imitó su gesto, sin entender.

−En fin− la chica volvió a captar su atención− Aquí tienes tus billetes de avión, espero que...− una llamada cortó la conversación− Espera un momento−

Tenía que cogerlo, era el presidente

− ¿Sí? –

−Flouraura− Melnikov parecía agitado− Cambio de planes, partiréis nada más que cojas una muestra del meteorito, no podemos esperar más−

− ¿Va todo bien? – frunció el ceño

−Es posible que no seáis los únicos allí− continuó sin responder a su pregunta− Que Wolframio te acompañe, y después recoge al matemático y os vais pitando en helicóptero−

−Pero, ¿va todo bien? –

−No puedo hablar más− y colgó

Dejó el móvil encima de la mesa con rabia y soltó una palabrota en ruso

− ¿Y bien? – le preguntó Wolframio que estaba tumbado en una cama comiendo un kínder bueno

−Tienes que ayudarme en mi misión− musitó a regañadientes

El asesino escupió un trozo de chocolate a modo de respuesta

−Supongo que porque creé que alguien tratará de pararnos−

Puso una mueca de disgusto

−Está bien, lo haré solo por la acción− aclaró− Más le vale que me lo tenga en cuenta−

− ¿Y yo? –

CH estaba, pero como si no estuviese. No se estaba enterando de nada; aunque tampoco es que le importase. A él solo le interesaba saber de qué iba el supuesto trabajo que supuestamente cambiaría el mundo.

−Te recogeremos en la puerta del hotel cuando terminemos. Estate preparado si que quieres venir−

Asintió y abandonó la habitación con Rupert detrás.