One Shot
-¡Megumi!~- Yuji exclamó entusiasmado de ver a su mejor amiga...bueno, una de las pocas amigas & amigos del pelirrosa que siguen aún con vida después de Shibuya y Shinjuku.
Si bien a Itadori le gustaría bastante abrazar con fuerza a la chica de revoltoso cabello negro, la verdad es que él se contiene, estirando sus brazos un poco torpemente hacia adelante. Por obvias razones, el chico de 18 años trata de ser delicado con Fushiguro...
Recientemente salida del hospital, Megumi todavía necesita por lo menos una muleta para caminar adecuadamente -Yuji.- Megumi saludó un poco más secamente, tratando obviamente de contener sus emociones...
-Siempre ha sido más bien reservada- Yuji le insistió a su novia, dándose media vuelta para hablar un momento con Yuko Ozawa, que veía al par de "amigos" con una ligera sonrisa. En respuesta, la ligeramente molesta Megumi dio un golpe al chico pelirrosa con su muleta.
-¡Ouch!- Yuji exclamó, sobándose un poco el area afectada...aunque realmente no duela mucho, contando las sobre-humanas capacidades físicas del chico de Sendai -¿Te acuerdas de Fushiguro, cierto?.- Yuji le preguntó a Ozawa, emocionado como un perrito.
-No paras de hablar de ella.- Ozawa comentó tranquilamente, aunque sabiendo que la pelinegra estuvo en un accidente (del cual Ozawa no tiene muchos detalles), no puede molestarse con el pelirrosa en lo absoluto.
Megumi no pudo evitar sentir cierto calor en su pecho, cubierto por sus ropas negras de siempre (y unos cuantos vendajes debajo de eso)...
La hechicera pelinegra soltó una pequeña toz, mientras que Yuji reía un poco avergonzado -Es un placer volver a verte.- Megumi le insistió a la novia de su "mejor amigo" (esa expresión le duele un poco a Megumi, por sus motivos personales).
-¡Es un placer!- Ozawa repitió en respuesta, haciendo algunas reverencias rápidas hacia la pelinegra -¿Y Nobara?- La castaña no pudo evitar preguntar, con Yuji & Megumi intercambiando miradas un instante...
-Volvió a su hogar en el campo...- Megumi explicó secamente, con Yuji tratando de mirar hacia otro lado, es una forma de decir que Nobara está enterrrada en algún lugar de su pueblo natal. De la misma forma que muchos otros hechiceros de Japón están unos cuantos metros bajo tierra en estos momentos.
-Ah ya veo- Ozawa exclamó inocentemente -¿Quieres algo de?- La castaña está a punto de ofrecer algo de comer o beber, aunque no es su casa (de momento), sino la de Yuji, pero la novia del pelirrosa ya está casi-actuando como si fuera propiedad marital...
-Si nos disculpas. Quisiera hablar con Yuji en privado sobre algunos asuntos.- Megumi pidió educadamente a la castaña, haciendo una educada reverencia.
-¿Ah si?- Yuji comentó ligeramente sorprendido, pensó que Fushiguro estaba en una visita normal, pero parece ser más importante de lo que él creía.
-¡Oh! Por supuesto~- Ozawa exclamó un poco avergonzada, una gota de sudor bajando por el costado de su rostro -¡Voy a hacer algunas compras entonces! Nos vemos luego Itadori-kun- La castaña insistió, dando un besito inocente a la mejilla a su novio mientras salía por la puerta de enfrente.
Yuji sonríe calidamente para su vieja compañera de clase (antes de haberse convertido en el recipiente de Sukuna, y todo el caos que esto supuso...). Esa sonrisa que solo va dirigida hacia otra chica, y hace fruncir ligeramente el ceño a Megumi mientras va a sentarse junto con Yuji en el sofá...
-¿De qué quieres hablar?- Yuji preguntó amablemente a la chica de cabello negro y ojos oscuros, que dejaba como podía su muleta en su lado del sofá grande...antes de agarrarse del brazo de Yuji. Por supuesto esto no sorprende o incomoda demasiado a Yuji.
-Después de las acciones de Kenjaku & Sukuna, el número de hechiceros es incluso más reducido que antes.- Megumi empezó a explicar, y el número de hechiceros poderosos & útiles es incluso menor dentro del circulo de hechiceros sobrevivientes...
-Si, estamos bastante sobre-cargados.- Yuji reconoció, con menos hechiceros, los disponibles tienen que cubrir áreas más grandes durante más tiempo para lidiar con todas las maldiciones surgidas de las emociones negativas tras Shibuya, Shinjuku y otros eventos como la breve intervención del ejército Estadounidense en Japón.
Los dedos de Megumi se tensaron un poco encima de la ropa de Itadori, ella puede sentir los músculos debajo de su ropa. Un ligeramente confundido Yuji fija su atención en su compañera... ¿Ella está sonrojada? Él nunca ha visto a Megumi así, y lo sorprende bastante, pero antes de decir algo, primero lo hace Megumi.
-Entonces, estás de acuerdo conmigo, tenemos que hacer más hechiceros...- Megumi concluyó, segundos antes de tirar el peso de su delgado cuerpo encima de la cintura de Yuji, colocando sus manos encima del pecho del chico pelirrosa sobre el cual ella tiene un muy notable crush.
-¿Uh?- El cerebro de Yuji tardó en procesar las palabras de Megumi.
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