28
Akutagawa había visto a Atsushi misterioso desde la noche de sus pesadillas, parecía salir seguido y según lo que había dicho Naomi lo hacía cuando Momo estaba en la escuela y Paige era cuidada por ella.
El azabache estaba preocupándose. Según la historia que el conocía, la madre de Atsushi era una mujer con bastante trabajo y por soledad y falta de amor terminó siendo adicta al alcohol y a mentir sobre ello.
El azabache preocupado de ello, decidió comenzar a investigar, primero que nada, pidió un poco de ayuda y puso a Katai un informativo a vigilarlo y a su pareja Kunikida a seguirlo.
Lo único que hallaron fue que Atsushi estaba yendo a un orfanato a cuidar niños, ¿porque? — según lo que averigüe — informaba Kunikida — el joven Atsushi acudió al lugar para aprender más de niños.
— de verdad que está estresado — mencionaba Dazai — gracias Kunikida-kun
— ¿Que debería hacer? No debe salir de casa solo ya casi tiene los 9 meses
— ¿y si planea dejar al niño en el orfanato?
— Dazai como dices estupideces — se quejó Kunikida
— pero Kunikidaaaaa-kuuuun
Akutagawa solo tomó sus cosas — gracias Kunikida-san, Dazai-San. — se marchó y el castaño miró al rubio
— bien ¿que más descubriste?
— ¿como sabía que se otra cosa?
— por que te conozco demasiado bien, y por algo Chuuya te tiene celos
— tonterías, tengo a Katai
— ¿entonces?
— parece que el mocoso llegó allí por qué al lado había un bar, al parecer se sintió tan angustiado que una se las trabajadores del orfanato lo ayudó y en cuanto entró en el orfanato decidió quedarse allí
— así que iba por el mismo rumbo — suspiró Dazai — me alegra que el camino de la vida le diera otra oportunidad
— esperemos que siga así
Atsushi era un chico con fallas, incapaz de superar del todo sus dolores pasados, eran un tormento constante que su familia siempre estaba para apoyarle. No quitaba sus ansias pero si las calmaba.
Ese día estaba cuidando a los recién nacidos cundo llegó un niño con el — señor
— ¿si?
— ¿también tiene que cuidar bebés?
— si ¿porque?
— no me gusta cuidar bebes... me obligan por que tengo un bebé en mi pancita
Atsushi lo miró sorprendido — ¿no... no lo quieres?
— no, soy un niñito ¿porque tendría un niñito?
Atsushi sonrió — si, ¿verdad?
— ¿usted le gustan los niños?
— si, me gustan... pero... me asustan
El niño sonrió y brincó frente de él — BOO! - expresó sonriente y Atsushi sonrió. Era un chico peculiar a decir verdad. Le recordaba a su madre, a Toru de cabello negro y ojos bicolor. — ¿lo asuste?
— si, bastante
— entonces ¿porque no brincó? ¿Está mintiéndome?
— quizá un poquito
— señor ¿podemos jugar?
— mmm... ya que los bebés duermen, no veo por qué no
Atsushi salió a jugar con aquel niño, se veía solitario y pareciera que el jugar con el había hecho su mundo más brillante.
Pasaron un gran rato jugando hasta que Atsushi se sintió mareado por el embarazo. Se sentó debajo de un árbol y el niño le ayudó — ¿esta bien?
— si, es que tengo un niñito dentro también
— ¿yo también me cansaré?
— quizá
— ¿me va a querer?
Atsushi lo miró y sonrió — si, te va a querer muchísimo
Aquel niño se había sentado a su lado — pero... tengo miedo
— no tienes que, pero si no lo quieres; no tienes que...
— yo... lo quiero, no es un juguete pero es raro... — Miró al albino — se siente como lombrices moviéndose dentro de mi — Atsushi no pudo evitar reír — pero las lombrices no me asustan así que.. el niñito tampoco
— entonces ¿que te asusta?
— dejarlos... no quiero que me olviden, tampoco quiero olvidarlos; no quiero dejar de amarlos...
— te aseguro que no serás abandonado, ni olvidado. A veces nuestra familia no sabe como hacer cosas o como reaccionar pero... suelen estar aunque no puedas verlos
— mi familia está lejos, pero yo estoy aún más lejos
— puedes estar tranquilo, yo me quedaré contigo
— ¿para siempre?
— no veo por qué no
— Yo cuidare de todos, por que soy el más fuerte, me aseguraré que todos siempre estén bien. Los cuidare, los vigilaré y cuando sea mayor, les compraré dulces y los llevaré a pasear siempre
— Si, será grandioso para todos
— Puede confiar en mi también
— de acuerdo, te dejaré a cargo — dijo el albino sonriente
El niño sonrió, se acurrucó a su lado y cerró sus ojos — Gracias por no olvidarme... Mamá
Atsushi miró al niño pero tuvo una punzada fuerte en el vientre — ¡aaagh! — el grito fue tal que lo escucharon en el edificio. Una de las trabajadoras llamó a una ambulancia mientras la otra se quedaba con Atsushi
— tranquilo, respira, tú puedes
— el niño
— si, ya viene el niño
— no, no. El niño a mi lado — miró a su lado pero no había nada — El niño... ¿donde esta?
— Atsushi, has estado solo
— debió estar asustado, dile que estoy bien, por favor
— Atsushi... siempre tenemos vigilancia, nos dimos cuenta que dabas a luz por eso
— pe-pero el niño
— haz estado solo...
Atsushi gritó más por el embarazo. Sentía que su parto llegaría en minutos. Para su suerte la ambulancia llegó. En el hospital reconocieron a Atsushi rápido y llamaron a Akutagawa.
El azabache llegó al hospital lo más pronto que pudo — enfermera Yosano ¿donde esta?
— está en labor de parto — respondió — esta con Mori y Fukuzawa, quédate tranquilo
El azabache por fin respiro y llamo a Naomi para que se hicieran cargo de las niñas. Después de un par de horas, Atsushi había logrado dar a luz a un bebé sano. Vio a los doctores terminar, limpiarlo y miró frente de él, aquel niño se volvía a acercar y tomaba su mano. Besó su frente y le sonrió — yo los protejo mamá...
Atsushi no aguantaba las ganas de llorar — Takeshi... — fue lo único que pronunció el albino que apenas y ambos doctores lograron escuchar
— Fukuzawa, sus signos vitales
— ay no, ay no
Las enfermeras habían sido llamadas, Yosano miró preocupada a Akutagawa, el azabache se acercó. — ¿Que pasa? ¿Que les pasa?
— el bebé está bien, nació bien. ¿Quieres conocerlo?
— si, si quiero — mencionó emocionado — espera — reaccionó — ¿cómo está Atsushi?
Yosano volvió a hacer ese rostro y el azabache trago saliva.
Akutagawa había llegado a la sala de recién nacidos, una enfermera tomó a su bebé y lo sacó para dárselo al azabache. Akutagawa sonrió con ligeras lágrimas y cargó al bebé — hola pequeño... Bienvenido al mundo...
...
Ya se, es corto pero no se ustedes, ame llenarlo de puro sentimiento.
Les quiero
¡Gracias por leer!
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