Unique
Un chico de contextura delgada y hebras azules fosforescentes, de nombre Choi YeonJun, se encontraba encima del sofá perteneciente a la sala principal del pequeño, pero hogareño y minimalista, departamento que compartía junto a su novio, un chico alto y tímido, llamado Choi SooBin.
El sonido del televisor resonaba por toda la casa debido a la, ahora, olvidada película que corría en la pantalla. Ninguno de los 2 chicos, que la estaban viendo momentos antes, se encontraban prestándole atención.
Uno, por qué había tomado un pequeño descanso de tanto terror para llenar su estómago con algunos de los productos alimenticios que se habían encargado de comprar horas antes de su noche de "películas de terror y muchos mimos" . Y el otro, porque, a pesar de haberse quedado en el sillón, al momento de oír aquel característico sonido de una bolsa siendo abierta, le dió la espalda a la pantalla para observar desde su lugar, con ojos llenos de furia, la traición que se llevaría a cabo.
Con rodillas apoyadas sobre los mullidos cojines, espalda encorvada para no ser visto, manos y mentón apoyados sobre el espaldar del sillón, uñas clavadas en la tela en signo de rabia y ojos afilados fijos en la espalda de su novio, YeonJun observó como el pelinegro abría con entusiasmo una pequeña bolsa transparente decorado con tiernos dibujos florales que formaban el nombre de la panadería dónde había sido adquirida.
Con un rapido movimiento, SooBin abrió la bolsa, sacando de su interior, aquel pedazo redondo y mermeleado de masa recién horneada; inundado sus fosas nasales de su delicioso aroma. Los ojos del más alto se alumbraban con devoción, sonriendo en grande antes de llevarse a la boca lo que YeonJun veía como una atrocidad comestible hecha por el mismísimo lucifer.
Odiaba tanto ese pedazo de masa, que, estaba seguro, había sido creada nada más para hipnotizar, al igual que el peligroso canto de las sirenas, los corazones de todo aquel que disgutara su sabor; y por desgracia, su tierno e inocente novio había caído en ellas.
Desde el momento en el que tal atrocidad había caído en las manos del pelinegro, YeonJun intentó muchas veces hacerlo despertar de su seductor sabor, pero aún así, su novio parecía totalmente hechizado por su dulzura.
No había caso, SooBin ya estaba perdido y el no podía hacer nada.
Su SooBin había caído en sus redes de tal manjar prohibido por lo que ya no tenía ojos para él.
Un gruñido brotó de su pecho y apretó con más fuerza el espaldar del sillón.
De solo pensarlo las ganas de golpear a su creador le invadían de golpe.
Lastima que el vejete ya estaba muerto, por qué o sino YeonJun se encargaría de ir a su casa nada más para golpearlo sin parar con su instrumento de cocinar, por haber creado una delicia roba novios.
Haciendo puchero al ver tan deslumbrante sonrisa en los labios de su novio, YeonJun resopló hacia arriba, que levantó y revolvio su flequillo, viendo como, en menos de tres pestañeos, SooBin acabó con el delicioso manjar. El menor suspiró con satisfacción al momento de limpiar la comisura de sus labios por la mermelada que había escapado de las dos capas.
Él sonrió en grande y algo en el estómago de YeonJun se apretó.
" ¿Por qué sonríe tan fácilmente con eso? ¡Es totalmente injusto!" Lloriqueo el silencio.
Apoyó su mejilla sobre el espaldar del sofá y dejó caer uno de sus brazos encima para que cayera al otro lado imitando el movimiento de un péndulo. Sus ojos fijos en SooBin quien destapó otra bolsa más.
El pelo azul, ya no soportando más la situación, alzó la mano y gritó un fuerte "No" antes de que SooBin le diera el primero, de pocos, pero mortales y grandes, mordiscos a la masa.
Sin embargo, su intento por detenerlo, se vieron silenciados por los gritos de la chica en la película que seguía andando. Creándose una rara combinación entre sus gritos y los de la actriz, que fueron totalmente ignorados por el pelinegro, quien se metió de lleno la porción a la boca.
YeonJun volvió a su posición anterior. Completamente derrotado y muy celoso.
Hizo una mueca de disgusto al pensar en el estúpido objeto de sus celos.
Era casi gracioso pero YeonJun estaba celoso de un estúpido, o menor dicho, de algunos cuántos estúpidos, pedazos de pan.
Si, no leyeron mal.
El chico sentía celos de ese pedazo de masa horneada denominada "Pan" o como el prefería nombrar como "El amante #1 de SooBin".
YeonJun sabía que era absurdo estar celoso de un objeto biodegradable cuya existencia ni siquiera era la misma en cada situación, debido a que, cada vez que era comprado, siempre terminaban en el estómago de su novio, pero a pesar de ser consciente de eso, el peli azúl no podía evitar que le herviera la sangre cada que algún nuevo pretendiente en forma de pan, conquistaba el corazón de SooBin en un instante; acaparando su total atención.
Cada que alguno de aquellos deliciosos panes era puesto en frente del menor, YeonJun parecía dejar de existir. Primero era el pan y después YeonJun en la vida de SooBin
¿Exageraba?
Claro que no.
Recuerda una vez donde había sido obligado a ir a la boda de su tia-abuela Seok.
La mujer era peor que una bruja, y ni hablar de sus hijas. Todas parecían ser la reencarnación de algún monstruo demoníaco. No obstante, se vió en la obligación de asistir debido a que su madre estaba enferma ese día y le había pedido el favor de acompañarla por si se llegaba a sentir mal; cosa que sucedió al comienzo de la boda y tuvo que irse.
YeonJun había llamado a su novio en medio de lloriqueos para que lo viniera a buscar, puesto que lo poco que tenía para el taxi se lo había dado a su papá, quien olvidó su billetera en casa, ¿Conveniente no?, para que llevara a su madre a descansar.
Obviamente, como el buen novio que era, SooBin había aceptado ir por él antes de que sus primas siguieran comiendoselo vivo con comentarios mordaces y fuera de lugar.
"Que si por qué era gay" "Que si por qué se había pintado el pelo de un color tan horrible" "Que si era un desempleado puesto que ser coreógrafo no era un trabajo"
¡AH! Sus primas en verdad que lo desesperaban.
En las primeras 3 horas de espera pensó que el tráfico tenía que estar pesado. Las autopistas de Seul solía estar casi repleta de autos a esa hora de la tarde, así que espero pacientemente.
6 horas después se empezó a preocupar. La recepción de la boda ya iba a su fin y la noche empezaba a caer; SooBin aún no llegaba.
Lo llamó un par de... Bueno, muchas veces, pero el teléfono sonaba ocupado y después apagado.
Sus primos le propusieron un aventón rápido ya que varios ya no daba para más bebidas, pero él lo rechazó. SooBin llegaría por él.
8 horas desde que lo llamó y nada.
Con los nervios a flor de piel, se vió en la obligación de irse con odiosas primas, escuchando, y a la vez no, las supocisiones que estás inventaban acerca del porque su "Caballero con cara de conejo" no había llegado a salvarlo.
Ya al llegar a su departamento subió corriendo las escaleras e ignoró por completo la mirada curiosa que le dieron varios vecinos. YeonJun temía que algo grave le hubiera sucedido a su novio, no obstante, toda su preocupación pasó a puro enojo al entrar y ver cómo SooBin se atragantaba con un pan enorme de 1 metro de largo mientras portaba una gorra alusiva a un pan y una camisa con la leyenda "#1 bread eater".
¡El muy idiota lo había dejado a merced de sus horripilantes tías por una estupida exhibición con los más exóticos panes del mundo!
Olvidandose por completo de su rescate héroico al momento de entrar, solo por algunos "segundos", en la mágica tierra del pan.
Y lo más triste de todo era que no había sido ni la primera vez ni la última vez que sucedía.
Si estaban en medio de una sesión de mimos y caricias, y alguno de sus amigos llegaba con alguna bolsa de pan, SooBin no dudaba ni dos segundos en dejar al mayor en el sofá para ir corriendo hacia la cocina. Sí los dos salían a una cita, SooBin no dudaba en hacerlo esperar 3 horas en una panadería para hacerlo comprar pan.
Incluso YeonJun le llegó a preguntar qué era más importante para él, si el pan o su novio.
¿Y saben lo que respondió el desgraciado?
"Hyung, no compare el pan con usted, que me lo ofende"
- ¡Choi SooBin eres un insensible!.- Susurró poniendo pico de pato para deslizarse por el sofá a su posición original.
La película ya estaba terminando, dejando ver como el asesino salía de la cárcel mientras sostenía la foto de la chica que había sobrevivido a su ataque sangriento.
Era una película clasificación C por lo sangrienta y horripilante que era, aunque YeonJun no era fanático del terror, disfrutaba verlas por el simple hecho de que SooBin se la pasaba abrazadolo toda la película, ocultando su rostro en su cuello mientras ambos se protegían del terror en los brazos del otro.
O al menos, así era hasta que, por tercera vez que la intentaban de ver juntos, SooBin se escapaba, a menos de la mitad, hacia la cocina para robar uno, o más de uno, de los deliciosos panes. Quedándose ahí hasta que la película casi acababa.
Y no podía decir nada ya que su segunda madre los había hecho especialmente para el menor.
Estúpida suegra.
Estúpido SooBin.
¡Estúpidos panes del demonio!
Él solo quería un momento a solas con su novio.
Los pasos del más alto lo hicieron levantar la vista, teniendo aún, un puchero en sus labios.
SooBin se sentó cómodo y le ofreció un pan, a lo que el mayor se cruzó de brazos y movió su cuello hacia la izquierda.
- Aleja esa cosa de mi.- Rechazó con rabia. SooBin alzó una ceja interrogante.
- Hyung ¿Qué pasa? ¿No le gustan los panes de uva? Creí que eran sus favoritos.
YeonJun siguió sin contestar a lo que SooBin meneó la cabeza como un cachorro confundido. ¿Que le pasaba a su Hyung?
Las últimas semanas había estado actuando muy raro cada que le enseñaba un pedazo de pan.
¿Estaba enfermo?
Lo dudaba.
Mientras el comía algunos como desayuno, pudo notar como su Hyung se tomaba de zopeton tres tazas de ramen bien caliente con suma rapidez y una mueca de pocos amigos; obviamente, terminando llorando después por lo caliente que estaban.
Así que enfermo su Hyung no estaba.
Dándole otro mordisco al pan de uvas, tocó el hombro de su Hyung para que le diera la cara. Más este se negó a mírarlo.
- Yah~ YeonJunnie-Hyung ¿Por qué esta enfadado conmigo? No esté enfadado~
SooBin arrecostó su cabeza en el hombro del mayor. Este siguió con la mirada perdida en la entrada del departamento.
- ¿Está enojado por qué me fui de la película?.- El silencio lo recibió.- Hyung~ No se ponga así. Le dije que la podía pausar si así quería... Además, sabe que no me gustan esos tipos de película. Necesitaba algo para calmarme.
Miró los dos panes embolsados que se había traído de la cocina.
- ¿Ve? Gracias a estos lindos bebés estoy más calmado. Son como mis calmantes. No podría respirar sin ellos.- Besó las bolsas y sonrió pensando que su Hyung se reiria o se burlaría. Más, este, se levantó del sofá haciendo que su cuerpo se fuera torpemente de medio lado hasta caer en los cojines.
Observó confundido a YeonJun.
¿Que le pasaba?
- ¿YeonJun- Hyun...?
- ¡Pues si tanto los quieres es mejor que ellos sean tus novios a que lo sea yo!
Pasos furiosos se oyeron. La puerta de su habitación fue azotada después de que el mayor se encerrara en ella.
SooBin miró atónito la puerta por algunos segundos.
¿Que rayos había pasado?
El pelinegro se levantó del sofá y con pasos lentos se dirigió a la puerta, tocó con suavidad.
- ¿Hyung? Hyung abra la puerta~ ¿Que ocurre? ¿Por qué se enfada asi conmigo? ¿Hice algo mal?
- SooBin vete de aquí. Vete con tus estúpidos panes, a la estúpida tierra de los panlandia ¡Tu y ellos ya me tienen harto! ¡Deberías de conseguirte un novio hecho de pan si tanto los amas!
- ¿Hyung que está...? Espera....- Una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.- ¿Está celosos de los panes, Hyung?
- ¡Por supuesto que no!.- La puerta se abrió dejando ver al peli azul con un leve rubor en las mejillas. SooBin lo miró escéptico. Desvío la mirada mientras fruncia el ceño.- B-bueno.... A lo mejor un poco.- Murmuró. SooBin seguía sin creerle.- Bueno si ¡Estoy muy celoso, ¿y eso que?! ¡Tengo derecho a estarlo! .- Le dió un leve empujón en el pecho a SooBin.
« Me dejaste plantando en la boda de mi tía por irte a Breadland. Desde que tú mamá vino con las bolsas de pan ¡lo único que haces todo el día es comerlos! Incluso cuando tenemos nuestros momentos a solas siempre los interrumpes para ir por alguno. ¡Me dijiste que no comparara el pan conmigo por qué los haría sentir mal! ¡Amas más a esos estúpidos panes que a tu novio! Asi que, si, estoy celoso de ellos. ¡Parecen tus amantes y yo el esposo engañado!
SooBin negó divertido y río.
Su Hyung en verdad que tenía una imaginación muy creativa.
- Deja de reírte. No es gracioso.- Le pinchó una mejilla ganándose varios alaridos de dolor por parte del más alto.
SooBin se sobó su mejilla roja mientras su Hyung se cruzó de brazos.- Hyung, eso dolió.
- ¡Eso te pasa por estar engañadome con esa horrenda masa para hornear!
- Hyung, esa masa tiene nombre, es pan. Además, no es horrenda, sabe deliciosa.
- ¡Y hasta la defiendes! Mi novio es un insensible.
Lloriqueos y más lloriqueos se oyeron por parte del mayor. SooBin lo observó con una pequeña sonrisa.
Su Hyung era todo un dramático
Pero un dramático que amaba mucho.
El chico se acercó al contrario, parándose a solo centímetros solo para poder inclinarse un poco, quedándose a la altura del mayor. Depositando un rápido beso en los labios del peli azul para que esté se callara.
YeonJun paró su berrinche al sentir el toque de los labios de su novio. Unos cálidos brazos se enrrollaron poco después en su cuello.
- Hyung.- SooBin susurro ocultando su rostro en el hueco entre el hombro y cuello del mayor. YeonJun se vió en la obligación de abrazar su cintura. La risa del menor contra su cuello le dió conquillas.- Usted es muy lindo cuando está celoso, ¿lo sabía? Aunque nunca pensé que los celos serían por un pan.
- ¡Y-yah! También es vergonzoso para mí tener celos de un pedazo de masa.- Resopló a la par que SooBin levantaba la cabeza para obsevarlo. YeonJun tuvo que estirar un poco el cuello para poder verlo a los ojos.- Pero es enserio frustante ver cómo, algo tan simple y común, te hace más feliz que yo. Siento que no soy capaz de hacerte feliz . No me gusta ese sentimiento
SooBin deposito un beso en su mejilla haciéndolo quitar cualquier cara de tragedia que quiso poner; en su lugar una pequeña sonrisa apareció.
- Eso no es cierto, Hyung.
- ¡Claro que lo es! Tu mismo lo dijiste. No tengo comparación con ellos. El pan es como el oxígeno para ti.
Las grandes manos que colgaban cerca de sus omoplatos acendieron hasta posarse en el final de su cabello e inicio de su columna vertebtal. Pequeñas caricias, que lo hicieron cerrar los ojos por algunos cuantos segundos, se hicieron presentes al poco tiempo.
- Eso no es lo que quise decir, Hyung.
YeonJun en medio de un estado de soñolencia debido a las caricias, miró a novio.- ¿Que quieres decir?
- Dije que no lo comparaba con ellos por qué se sentirían ofendidos al no poder llegar a su nivel de importancia en mi vida.- Dejó las caricias en la nuca de YeonJun, bajando sus brazos hasta su pecho para continuar con su explicación. Aún así el mayor no despegó sus manos de la cintura ajena.- Si, yo adoro el pan, comerlos es como respirar para mí.
YeonJun hizo una mueca y soltó su agarre, más esta vez SooBin fue el que se encargó de volverlos a acercar, acunando la cara del mayor, quien no dudo en apoyar su mejilla derecha, aún con el ceño fruncido, en la gran mano que la sostenía. Miró a SooBin.
- Pero estar a su lado es como poder ser capaz de vivir. Los panes pueden ser mi oxigeno pero usted es mi vida, Hyung. Sin usted, en verdad que no pudiera si quiera existir. ¡echaría a la basura todos los panes del mundo solo por Hyung!
- ¿Eso es cierto?
SooBin asintió muy seguro de si mismo
- No te creo, solo exagerando, SooBinnie. Pero gracias- Sonrió el mayor depositando un pequeño beso en los labios de su novio. Quién por su respuesta hizo un puchero.
- Claro que no lo estoy haciendo, Hyung. Mire.- Y así apartó las manos que acunaban su rostro, entrelazandola con la suya para llevarlo hasta la cocina.
Con confusión pero curiosidad, YeonJun vió como SooBin abría la alacena y el refrigerador, también como sacaba de un lugar, que ni el sabía que en la cocina existía, varias bolsas de panes.
SooBin los dejo encima de la mesa, y rebuscó entre las gavetas en búsqueda de una bolsa negra, al encontrarla, se la dió a su Hyung. YeonJun al recibirla miró confundido al chico.
- ¿Por qué me la estás dando?
- ¿No es obvio? No puedo meterlos todos sin que alguien la sostenga.- Jaló su brazo para después posicionarlo frente a la pequeña isla repleta de deliciosos panes de diferentes tamaños y sabores.
SooBin le hizo un gesto para que abriera la bolsa en grande, a lo que YeonJun, aún sin captar que era lo que intentaba hacer el menor, hizo lo pedido.
Sus ojos se abrieron en grande al ver cómo SooBin pasaba su brazo por la mesa, arratrando todo el contenido hacia la bolsa. Su brazos se resintieron por el gran peso, que de un momento a otro, comenzaron a cargar. La dejó en el suelo
Al ya no haber nada sobre la mesa, SooBin amarró la bolsa, la cargó, haciendo una mueca por el peso y fue hacia la sala.
YeonJun lo siguió rápidamente.
¿Acaso él...?
SooBin fue hacia una pequeña caja que ponía "Donativos de caridad para la compañía de baile Bighit entertainment" y alzó la pesada bolsa para dejarla en su interior. El gritó que lanzó el mayor lo hizo detenerse.
- ¿Qué pasa, Hyung?
- ¿Qué crees que haces?
Dejó la pesada bolsa en el suelo. Se sobó el hombro derecho. En verdad pesaba. ¿Cuánto tendría ahí? ¿6, 7 kilos de panes? No estaba seguro.
Volteó para mirar a su Hyung, quien lo miraba con una expresión de sorpresa.- Donandolos, ¿no es obvio?
- P-pero Tú dijiste que no donarias ninguno cuando BeomGyu-ssi te lo pregunto ayer en broma. ¡Incluso le tiraste un zapato cuando intento de llevarse uno a escondidas!
SooBin se había enojado con el chico nada más por hacerle esa pregunta en forma de broma, así que, ahora, verlo haciéndolo, era incomprensible. YeonJun estaba confundido.
Sonriendo en grande, SooBin tomó la bolsa y la coloco dentro de la caja, caminó hasta donde se encontraba el mayor y tomó su mano nuevamente, repartiendo leves caricias sobre sus nudillos.
- Por qué quiero que vea que no estoy exagerando.- Besó sus nudillos con un ligero rubor en las mejillas.- Puedo renunciar a los panes, pero jamás podría renunciar a usted. Usted es lo más importante que tengo en mi vida, Hyung. Unos simples panes no son nada comparado con usted.
YeonJun no pensó ni dos veces en abalanzarse sobre su novio, dándole pequeños picos que después se convirtieron en verdaderos y largos besos.
YeonJun celebro internamente.
¡Ja, había ganando!
Un rival menos de que preocuparse.
SooBin lo quería solamente a él y ahora ningún otro pan podría interponerse en su camino.
Toma eso masa ex roba novios.
+---------+------------+------------+----------+-
Un YeonJun feliz volvía a casa debido a que, desde ese día, SooBin ya no había comprado más panes, y si lo hacía, era por qué el mayor se lo pedía.
Vamos, los odiaba, si, pero tampoco es como si YeonJun fuera alguien que no sabe disfrutar de un buen pedazo de pan con mermelada y un agradable café en las mañana.
Era una creación del diablo, pero también era condenadamente bueno y adictivo.
Al aparcar su auto, YeonJun bajó con una sonrisa en los labios mientras tarareaba feliz la canción que sonaba a través de sus audífonos. ¡Hoy era viernes de "Películas y muchos mimos!.
Por culpa de su trabajo ya hacía un mes que no tenían una. Pero ahora, que ya había terminado de enseñarles la coreografía al nuevo grupo de la empresa, unos niños, cuyo grupo se llamaría "TXT", podría disfrutar de un fin de semana largo. Siendo el día viernes perfecto para continuar con su tradición.
Además, ya no había más distracciones en forma de masa que pudiera distraer a su novio. Podrían acurrucarse toda la noche en el sofá.
Un grito de felicidad, más un bailecito raro, fueron hechos por el chico, siendo interrumpidos al pasar por la puerta de su vecino TaeHyun, y ver cómo se encontraba discutiendo con su novio, Kai, quién solo se disculpaba y se rascaba el brazo nervioso.
"Let's play for ever I just wanna be your dog wow wow wow 🎶".- YeonJun le dió pausa a su MP3 para ver qué ocurría con los dos chicos.
- ¡Huening Kai, te dije que no se lo dieras! ¿Acaso sabes todas las quejas que tuve que soportar de YeonJun- Hyung cuando le regale aquel pedazo de pan por primera vez a Hyung? ¡Casi me come vivo!
- Perdón Tae-ah. P-pero, esque solo quería ser amable con Binnie- Hyung. No pensé que después vendría a la tienda a comprar 20 botes.
- ¿Y a ustedes que le sucede? ¿Que? ¿Problemas en el paraíso?.- YeonJun se acercó al par de chicos. Kai se ocultó detrás de su novio con una expresión de miedo. TaeHyun por su parte solo lo observó.
Los dos chicos ignoraron su pregunta. TaeHyun giró su cuello para ver al chico que se ocultaba en su espalda.
- Dile lo que hiciste.- Demandó TaeHyun.
- ¿Qué? ¡No! ¡No quiero morir, TaeTae!.- Lloriqueo el chico ocultándose más en la espalda del castaño. Lo que era inútil puesto que su estatura era mayor a la de su novio.
- Huening Kai.- Amenazó
- Tae~
- Hazlo o te dejo sin tus peluches por un mes.
- ¡Nooo! Ok ok.
El chiquillo salió de su escondite, pero aún así, se agarró del brazo de su novio mientras jugaba con sus zapatos y miraba a todos lados.
- ¿Que ocurre Kai-ah? ¿Qué es lo que me tienes que decir?
- El chico miró a TaeHyun quién solo le devolvió la mirada con un silencioso "Tu la cagaste, tú lo sé lo dices". Suspiró a la par que agachaba la cabeza.- Hyung, ¿Qué pasa si le dijera que le regale un bote de helado a SooBin-Hyung y a las pocas horas vino con 10 alcancías de cochinitos para comprar 20 botes más?
¿Saben el momento en el que recuerdan un trauma y se quedan mirando a la nada mientras imagines trágicas del momento pasan por tu mente? Bueno, eso mismo le sucedió a YeonJun.
- ¡¡¿Qué tú que?!!
- ¡Perdón, Hyung!.- El menor de volvió a ocultar detrás de TaeHyun para no recibir su furia.
Antes de poder matar al menor, YeonJun salió corriendo hacia el ascensor. Presionó frenéticamente el botón de su piso hasta que las puertas se cerraron.
Pateo con su rodilla la pequeña bolsa con varios dulces, 3 películas sangrientas calcificación D y refrescos en su interior. Parecía como si estuviera sufriendo un tick nervioso.
"Por favor, no otras vez, no otra vez"
Las puertas se abrieron y el salió casi volando hacia la puerta que marcaba un 24/3, entrando en el departamento de zopetón; tropezandose con sus propios pies al intentar quitarse con rapidez las zapatillas.
Iba a ir directamente hacia la cocina para detener cualquier tipo de tragedia. Seguramente SooBin aún no se los había comido todos; más el sonido de un cuchara de metal cayendo a su espalda hizo que se detuviera y volteara.
- Oh, hola Hyung. Llegaste temprano.- SooBin lo saludó desde el sofá. Cuchara en mano, varios botes vacíos de helado esparcidos, posición india en el suelo mientas un gran bote de helado se encontraba entre sus piernas.- ¡Oh dios mío! La noche de películas. Perdón Hyung, la olvide por completo.... ¿Podemos dejarla para otro día?.... ¿Quieres un poco? Está delicioso.
YeonJun juró oír como el pedazo de hielo molido con colorante se ría de él mientras era disgustado por su novio.
¡No! ¡No otra vez!
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Presione aquí para F
XD
La dvd no c por que ando escribiendo mucho últimamente but me encanta
el pan y el helado son el amor de la vida de SooBin aghgshs
Gracias por haber leido este intento de Oneshot sin sentido alguno
Se los I lovea
-Yanii 🐰
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