Una hermoso Omega estaba harto sobre la presencia de ciertos Alfas, no lo dejaban en paz, siempre lo hostigaban, realmente ya no sabía que hacer para dejar en claro que quería una vida tranquila lejos de los demás y sobre todo lejos de la Realeza.

Isagi se encontraba sentado en una mesa mientras veía discutir a algunos Alfas sobre quien se convertiría en su Pareja y Alfa, el Omega quería que este martirio acabará pronto.

—Yoichi se convertirá en mi Omega y Duquesa de Kaiser— sonrió con arrogancia un Alfa rubio con mechas azules.

—No seas estúpido Yoichi será mio y futura Duquesa de Mikage—

—Eso no va a pasar Reo, Yoichi se convertirá en mi Omega— habló un Alfa albino.

—Claro que no Nagi, estoy seguro que Yoichi me escogera a mi ¿Verdad Yoichi-han? — dijo con voz dulce.

—Bachira si que sabes soñar en grande, te aseguro que no va a pasar—

—Ustedes perdedores no merecen a Isagi Yoichi el será mio— miro con sus ojos rojos a los demás Alfas.

—Tu eres el menos digno de estar con Yoichi, Barou —

—Musculitos Kunigami tampoco eres digno de querer reclamar a Yoichi cómo tuyo, es más ninguno de ustedes es digno, solo yo puedo hacerlo— hablo con voz firme Itoshi Rin.

Todos los Alfas presentes seguían discutiendo así que Isagi se levantó para retirarse de ésa absurda pelea pero las puertas del gran Salón se abrieron para dejar pasar a un guapo Alfa acompañado de otro Alfa.

—Saludos al Príncipe Heredero del Imperio de Blue Lock, Itoshi Sae— se arrodilló frente de el.

—No debes hacer eso Yoichi— Sae levanta a Isagi para tomarlo por la cintura y besar su mejilla para después voltear a ver a los otros Alfas—Isagi Yoichi se convertirá en mi Omega y futura Emperatriz de este maldito Imperio.

—Vaya Príncipe sabe que le soy fiel pero esto no lo puedo permitir, Yoichi será mio— hablo el Alfa Shindou.

Los Alfas se miraban con desafío como si se quisieran matar, Isagi solo pudo suspirar, si hubiera sabido que esto pasaría jamás hubiera aceptado la misión de Ego.