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Oh. . .mierda
Marvul se había levantado más temprano de lo normal, le dolía mucho la cabeza y sentía que si se movia iba a caerse o por mareo o por los golpes, cualquiera de los dos son una opción. Pero honestamente quería dormirse nuevamente y que Halluciv le hiciera de comer. Volteo a buscar al mencionado anteriormente con la esperanza de que siguiera ahí dormido o que se encontrará jugando alrededor del arbol. A la distancia se podía oir al pequeño cantando el opening de algún anime que fue "obligado" a ver por parte de Reboot. Se sentó en el suelo, esperando a su hermano mientras buscaba sus cápsulas en donde atrapaba los sentimientos positivos y sueños de las personas.
— Oye estupido! —Grito, reviviendo de respuesta un "que" con un tono fastidiado.— ¡Tengo hambre! —grito a todo pulmón para recalcar.
— Y porque me dices? ¿Soy tu madre o que pedo? —Preguntó algo fastidiado.
— ¿Andas en tus días? Porque estas con un carácter que matas al que se te cruce
— ¡No soy hembra! —grito con notable enojo, mientras se acercaba de manera amenazante a su hermano.
— Ni tampoco hombre —Confirmo. A lo que el menor lo vio con cara de "este pendejo" a lo que solo bufó para luego buscar algo de comer. Dejando un Marvul complacido, con una sonrisa burlona implantada en su cara.
Ya había pasado más de medió día, Marvul se habia ido a quien sabe donde a robar los sueños de la gente. Y Halluciv comía dulces que le habían sido regalados por Reboot, el menor se encontraba en un estado de bipolaridad muy severa y por eso su hermano lo dejo solo un rato, el que se encontraba cubierto de oscuridad estaba intentando calmarse y no tener cambios bruscos de personalidad. Se sentía mareado de tantos cambios de humor asi como le dolía el estómago por reaccionar de manera violenta a ciertas cosas sin importancia. Por un momento pensó que estaba embarazada, pero se acordó que es hombre y se le pasó.
Suspiró, se encontraba con sueño, pero abusar de eso era malo para la salud, y prefería estar despierto esperando algún evento emocionante, a estar dormido y tener el mismo sueño otra vez. Pero las insistentes llamadas de Morfeo a su mundo del descanso eran grandes, a cada momento pestañeaba y se daba pequeños golpes para no dormir. No debía dormir, tenía que trabajar, vigilar a su hermano y molestar a Xcellence o Eraser. Pero era inevitable, ya había caido en el mundo de los sueños.
Nuevamente en aquél arbol
Donde aquella pesadilla que lo atormenta cada noche, volvía una vez más. Como de costumbre. Solo que se sentía diferente, la brisa que proporcionaba la colina era cálida, y su hermano hablaba con los habitantes. Algo no le agradaba, sentía que ya se había encontrado en esta situación. El sentado en el suelo leyendo un cuento de hadas, su hermano hablando con los campesinos y el viento sonaba al pasar por el árbol.
Algo iba a salir mal.
El soñador se acercó, mencionando que lo retaba a que ambos comieran una manzana del árbol. Aquéllo le hizo pasar un escalofrío por la espina dorsal. El se negaba, más su cuerpo no le respondía. Ambos tomaron una manzana, ambos la mordieron, y luego, oscuridad.
Un dolor insoportable empezó a brotar de su cuerpo, era horrible, quería que parará, que se detuviera, dolía y gritaba debido a ello. El sabía que esto ya no era un sueño, si no un recuerdo, uno que dolía a montones. Se removía en busca de parar aquel dolor. Sus ojos se habían puesto acuosos y caían lágrimas de sus cuencas, un camino se empezaba a formar en su barbilla.
Al mismo tiempo notaba como la masa de oscuridad se retiraba de su cuerpo, aquello le causó temor. Pedía ayuda, más nadie respondió a su llamado. Lloraba y gritaba. Solo deseaba que el dolor cesará.
Para luego caer desmayado, el dolor había parado.
El ya no se movía.
El ya no estaba cubierto de aquella oscuridad.
Acaso. . .¿había muerto?
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