Capítulo 9. Lazos.

La chica de plateados cabellos abrió sus ojos lentamente, gracias a los impertinentes y potentes rayos de sol.

Al ir incorporándose posicionó su mano en su frente, sentía su cabeza un poco adolorida. El vago recuerdo de la noche anterior atacó a su mente, despertándola en ese instante con un enorme tinte escarlata cubriendo toda su cara.

Pero luego de unos segundos se percató que estaba en su cama, en su habitación. Y dio por sentado que todo había sido un sueño, aunque ese pensamiento logró nuevamente ruborizarla.

«E-eso q-quiere decir... Que y-yo... ¡¿S-soñé con A-Asta?!» pensaba avergonzada la oji-violeta con sus manos apoyadas en sus mejillas, completamente inquieta.

Luego de unos minutos logró medianamente tranquilizarse, y con el ceño fruncido para intentar apaciguar el leve rubor que aún adornaba sus mejillas fue en busca de su celular para saber qué hora era.

Pero lo que más la sorprendió fue un mensaje de Vanessa, el cual decía:

“Ve a mi última publicación en Instagram. No preguntes por qué ;)”

Noelle estaba confusa por ese extraño mensaje y solamente hizo lo que le pidió.

Todos los colores volvieron a su cara al ver la foto de ella y Asta durmiendo en el banco de manera tan tierna.

“Ay, que hermosos estos tortolitos.
PD: Noelle, no fue un sueño XD”

Eso era lo que ponía debajo de la imagen, acompañado de innumerables comentarios, casi todos eran de los Toros Negros:

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Finral_Busca_Novia😘: ¡Es tan injusto! ¡Yo quisiera estar así con una chica! ¡Maldito Asta afortunado! 😭

Don't_Look_Me😖: Que vergüenza, yo no podría estar así con nadie... Solo de imaginarmelo... ¡Que embarazoso!

NotCriminalVirgin😡: ¡Así los quería agarrar, puercos! >:)

Beautiful_Witch♥: responder a NotCriminalVirgin: Ajá, lo dice el que pensaba que yo estaba loca por mis delirios románticos sobre estos dos.

NotCriminalVirgin😡: responder a Beautiful_Witch: ¡Cállate! ¡Y si estás loca! 😤

NoFood_NoLife🍕: ¡Oh! Si van a tener una cita cuenten conmigo, ¡les haré toda la comida que quieran hasta reventarse!

Joker_Zora🃏: ¡Te la rifaste, Asta! xD

Luck_Voltia⚡: Vaya, vaya~

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Era demasiado, no podía explicar la vergüenza que sentía, tanto así como para echar, cual locomotora, humo por la cara de cuato le ardía.

Un grito tan potente como para despertar del tirón a un país entero no se hizo esperar por parte de la chica.

***✿❀ ❀✿**

Al mismo tiempo estaban casi todos en el comedor desayunando cuando escucharon el grito de la joven, casi  reventándoles los tímpanos.

—Ay Dios mío de mi vida —exclamó Zora al quedarse medio sordo—. Vanessa, te dije que eso era mala idea. Mira, a Magna le sangra el oído.

El pelirrojo señaló a su amigo que estaba totalmente aturdido murmurando cosas inentendibles con un hilo de sangre saliendo por su oreja.

Vanessa lo miró con una mueca de desagrado y dijo fijando la vista en Zora nuevamente:

—Un pequeño sacrificio necesario.

—Estás loca.

—Si si, como sea —la chica sintió un ruido e inmediatamente expresó—: te sugiero que te tapes los oídos en tres... dos... uno...

—¡¡¡¡VANESSAAAAAAAAAAA!!!!

Un grito nuevamente de la peli-plateada que se acercaba corriendo a donde se encontraba ella.

—Joder, si que se le están pegando las costumbres del enano —masculló con fastidio el bromista.

—¡Magna resiste! —decía el chico sonriente zarandeado al otro —. ¡Si no revives me comeré todo tu pudín de este mes!

—¡Atrevete, bastardo! —rugió el de aspecto de delincuente reviviendo mágicamente.

Vanessa observó a ese par con una risita burlona y comentó:

—La vieja confiable, ¿no?

—Sep~ —respondió juguetón el rubio.

—Oigan oigan, que ya viene la fiera —alertó el pelirrojo.

En eso las puertas del comedor se abrieron haciendo mucho ruido, y como protagonista de ese hecho estaba Noelle jadeando con la cara tan roja que salía humo de ella, intentando no hacer contacto visual con ninguno.

—Vanessa... —un aura malévola envolvía a la hermosa muchacha, pero cuando levanto la vista para enfrentarla con la mirada un sonrojo bastante notable envolvía sus mejillas, obligándola a realizar un puchero en contra de su voluntad, volviendola bastante adorable—. ¡¿P-por qué p-publicaste eso?! ¡¡E-ese no es nuestro tipo de relación!!

Todos en la sala se quedaron en silencio por unos segundos. Hasta que se oyó a Zora aguantarse la risa girando su rostro y tapando su boca con las dos manos.

—E-esto es demasiado... —murmuraba intentando apagar la carcajada que estaba a punto de resonar—. No... No puedo.

Se carcajeó ruidosamente como si no hubiera un mañana, contagiando a los demás excepto a la chica de posición acomodada.

—¡No se rían! ¡No es para nada gracioso!

Vanessa bajó un poco el volumen de sus carcajadas y se giró hacia el grupo:

—Ya, ya pendejos, dejen de reírse no fue tan gracioso —reía, y aunque intentara acallar al grupo, ella misma no tenía idea de qué estaba diciendo.

Las risas siguieron y Noelle les sacó el dedo furiosa, lo que hizo que incrementaran aún más las ruidosas carcajadas.

La chica bufó, con las mejillas encendidas de la rabia y dio media vuelta para volver a su habitación, su paciencia estaba a punto de explotar y una cosa era segura, si seguía allí iba a correr sangre.

Pero justo cuando su cabeza volteó en dirección a la puerta se paralizó al ver unos ojos verdes que la miraban de igual manera.

Noelle y Asta se quedaron unos segundos petrificados, mirando casi sin pestañear la cara del otro. Mientras sucesos pasaban por sus ojos como una película. Inmediatamente una punzada de incomodidad hizo que apartaran la mirada, con miedo del otro. Evitándose sin razón aparente.

Con ese gesto es como si dijeran: soy tan cobarde, ahora no sé con qué cara mirarte.

Sin volver a encontrarse con la vista cada uno siguió por su camino como si nada hubiera pasado.

Ese hecho causó varias miradas confusas por parte del grupo.

—Que raro... No es común de Asta no saludar a las personas... ¿Tan mal quedaron por lo de la publicación? —se preguntaba Zora a la vez giraba su vista a su compañera—. Te dije que era una mala.... ¡¿Vanessa, qué carajos...?!

Lo decía porque la peli-rosa tenía una sonrisa macabra en su rostro y un brillo en su mirada que si te lo dedicaba alguien mientras ibas solo, de noche, por la calle te mandabas a correr y no pararías hasta llegar a Pekín.

—Se guuuussssstann —decía con una expresión muy rara mientras carcajadas malévolas se escapaban de su boca.

—Dios Santo, Vanessa, creo que voy a ir comprando agua bendita para exorcisarte de una vez —le respondió el pelirrojo con gotitas cayendo por su sien—. Además, ¿cómo estás tan segura de eso? —se cruzó de brazos mientras arqueaba una ceja—. Seguramente solamente están incómodos de que los demás los estén mirando como pareja cuando en realidad no es así.

Vanessa dejó de carcajearse abrutamente y miró a su amigo de manera despreciable, que consiguió un estremecimiento por parte de Zora, al tiempo que golpeaba efusivamente la mesa.

—Miami me lo confirmó.

—Tu locura te lo confirmó —resopló con indiferencia—. Vamos Vanessa, es imposible que tus fantasía se cumplan. Creo que deberías dejar de ver y leer tanto romance, se te está fundiendo el cerebro.

—Mira quien habla de normalidad, el señor que cuando estaba locamente enamorado de una chica pintó con pintura roja sus nombres juntos en el baño de las chicas, pero tan mal pintado que parecía sangre.

Golpe bajo.

—E-esos fueron mis tiempos oscuros.

—Si, tanto que todos pensaban que eras hijo del diablo y maldecías a todas las chicas que te gustaban. Ay... Que buenos recuerdos —le dedicó una sonrisa ladina, que hizo que se avergonzara más de sí mismo.

—No me lo recuerdes... Estuve encerrado en mi cuarto un mes. Pero de todas formas —recobró su compostura—, tienes que darte cuenta que esos dos no se gustan, solo son amigos.

—¿Cuanto te apuestas?

—¿Qué? —preguntó, anonado.

—¿Cuánto te apuestas a que consigo evidencia que muestre que en verdad se gustan?

El chico pareció vacilar por un segundo, pero luego una mirada decidida se llevó toda sombra de duda y extendió su mano hacia la chica.

—Toda mi paga de dos meses consecutivos.

Ella sonrió con suficiencia.

—Hecho —y extrechó la mano del otro.

Las clases empezaron al cabo de unas cuantas horas, no falta decir que Yami se demoró cuanto quiso porque... Tenía unos asuntos pendientes con el váter.

Vanessa se fijó constantemente en el dúo que se encontraban dos mesas adelante, prestando ni la más mínima atención a la clase y solo observandolos con una pequeña libreta a un lado, apuntando cada cosa que pasaba con minuciosa rapidez.

Su compañero pelirrojo, que se encontraba a su lado, al principio la miró con confusión, como diciendo: ¿es en serio?, pero al rato la ignoró y sucumbió desapercibidamente a los brazos de Morfeo.

El lápiz de la "Alcohólica de la Coca-Cola" se movía con elegante ligereza.

Se evitan.

→Se miran el uno al otro de manera furtiva a intervalos de segundos, apartan la mirada rápidamente, con una mueca de disgusto. Obviamente están buscando atención.

→Cuando finalmente sus miradas se encuentran se quedan paralizados, no dicen nada y se vuelven a ignorar.

Conclusiones: algo pasó.

Teorías: Quiero creer que fue la foto... Pero sinceramente pienso que hay algo más grande detrás de eso. Seguiré con más investigaciones acerca de eso.

Notita: Dios, Asta, Noelle... ¿Por qué son tan transparentes? xD Ponganmela más difícil. Ya veo a Zora pagándome.

Esas y más cosas estaban escritas en el diminuto bloc de notas.

—Dios, Vanessa, no pensé que te tomarías todo eso al pie de la letra —susurró Zora con una risa apagada, despertando de su profundo sueño ocasionado por el aburrimiento.

La chica se estremeció un poco por sus repentinas palabras, ya que estaba  tan enfrascada en su trabajo que el comentario de su amigo la tomó por sorpresa.

—Bueno, es que tu paga de dos meses es una recompensa muy jugosa, por supuesto que no lo voy a dejar pasar —sonrió con malicia mientras seguía anotando.

El pelirrojo con un suspiro desplazó su vista hacia la ventana al lado suyo y abriendo un poco los ojos le dijo:

—Oye, ¡mira! Dos profesores se están besuqueando ahí afuera —exclamó en murmullos señalando la ventana.

—¡¿Qué?! ¡¿Dónde?! —gritó dejando sus notas a un lado y casi levantándose de su asiento para ver lo que estaba pasando.

Pero no vió nada, y cuando se dio cuenta de su error fue demasiado tarde.

«La cagué» pensó.

—Mocosa, ¿qué crees que estás haciendo? —gruñó con fastidio el capitán Yami.

En ese momento Vanessa sintió el verdadero terror.

Un estremecimiento recorrió su cuerpo desde su cabeza hasta la punta de sus pies, mientras oía a Zora riéndose bajito susurrando: que estúpida.

—E-esto... Nada, capitán —soltó unas cuantas risitas nerviosas—. Es solo que... que... ¡Mi mamá! Sí, mi mamá. Lo que pasó fue que mi mamá me dijo que hoy se iba a pasar por aquí, y... entonces... Me dijeron que la habían visto y yo pues... Me asombré porque no pensé que llegaría tan temprano... —más risitas—. Pero bueno, al final fue falsa alarma y no era nada.

El hombre se quedó mirándola unos segundos y la chica sentía el sudor caer por su frente.

—No te creo una palabra de lo que dices —respondió—, así que como castigo ahora vas a dar cincuenta vueltas a la escuela.

—S-sí —respondió un poco decepcionada y ahora un poco asustada de que al final su mentira no hubiera servido—. Me cago en tus muertos —escupió por lo bajo hacia el pelirrojo que aún no paraba de reírse.

—Esa boca señorita —le contestó Zora con más risitas, enfureciéndola aún más.

Con una vena hinchada en la frente la chica se encaminó hacia la puerta, pero antes de llegar a ella escuchó a Yami decir:

—Y tú rojito.

—¿Yo? —preguntó Zora.

—Sí, tú. ¿Quién va a ser? ¿Mi perro? —dijo sarcástico el hombre.

—Buen punto —murmuró.

—¿De qué tanto te ríes? No creas que no lo noté —la cara del pelirrojo perdió casi todo el color tan bruscamente que no parecía para nada sano—. A ver si te ríes tanto cuando termines las cincuenta vueltas con la adicta a la Coca-Cola.

—¡¿Qué?!

—Como lo escuchaste, así que arreando, que los dos están en el mismo barco.

La peli-rosa le mostró su más pervesa sonrisa, satisfecha de ese giro en la situación. Y mientras el chico se situaba a su lado no pudo evitar mascullar con irritación:

—Mierda.

Al final correr cincuenta vueltas rodeando todo el Instituto no fue tan malo, al menos todo el cansancio que en ese momento sentía fue recompenzando gratamente con sus ruidosas carcajadas por el tropiezo que le propinó al pelirrojo haciendo que rodara un gran tramo del camino para que al final su cara se estampara artísticamente contra el suelo.

La relación que tenían ellos era un tanto rara, llevando como himno: "tú me puteas y yo te puteo".

Se consideraban hermanos, unos muy raros hermanos.

Porque aunque no lo pareciera ellos se conocían de mucho antes. Fueron compañeros en los finales de la primaria y en toda la secundaria.

Ella aún recordaba cuando lo conoció como si fuera ayer.

A la inocente edad de 11 años se interesaba por ese niño que estaba siempre alejado de todos, que siempre quería estar solo, que no quería relacionarse con nadie y vivía enfrascado en sí mismo.

”—¿Por qué no juegas con los demás? ¿Por qué pareciera que odias a todos? —preguntaba la curiosa niña.

—No quiero jugar —respondió odioso—. Y sí, los odio.

—¿Por qué?

—No te importa, niña molesta.

Ella hizo una mueca. ¿Qué le pasaba a ese chico? Se quedó unos segundos mirándolo, hasta que él se revolvió incómodo.

—¿Por qué no te vas? —cuestionó molesto.

—No quiero —contestó ella de la misma manera que lo había hecho el otro.

—¡¿Ah?!

La niña se sentó en el suelo junto a él y lo miró decidida y obstinada. En ese momento al ver su expresión tan terca el antipático niño dio por sentado que no se la podría quitar de encima.

Pasaron unos cuantos minutos y la peli-rosa no se iba de su lado, y seguía observándolo de esa manera tan fastidiosa, que no soportaba.

Había hecho de todo, la había ignorado de todas las formas posibles, le había lanzado comentarios hirientes, se había desplazado a diferentes sitios, y aún así ella lo seguía y no dejaba de mirarlo, imponiendo atención.

Hasta que se le ocurrió una idea.

—Oye, mira esto —le dijo, y los ojos de la chica se suavizaron con curiosidad.

El pelirrojo en ese mismo momento le colocó un escarabajo frente a su rostro, que llevaba consigo, el cual le tiró una bomba fétida que impregnó su mal olor en el cuerpo de la menuda niña.

Y la respuesta de ella fue alejarse de allí corriendo, lo que lleno de satisfacción al muchacho, al ver que su plan había funcionado

«Ya no me molestará más» había pensado. ”

Pero lo que nunca se imaginó aquel desconfiado y detestable niño era que la chica al día siguiente le devolvió la broma atándole los cordones sin darse cuenta en la clase de educación física, haciendo que se cayera cómicamente cuando iban a correr.

En ese momento se empezaron a gastar bromas el uno al otro, volviéndose cada vez más cercanos.

Y de esa forma ella descubrió que él era un chico con muchas inseguridades con traumas de experiencias pasadas, convencido de que siempre estaría mejor solo. Que las personas a su alrededor eran solo una fachada, que ocultaban su verdadero ser, que no eran más que máscaras hipócritas que se dejaban llevar por los estereotipos que imponía la sociedad. Por eso se decía a sí mismo que siempre estaría solo, al menos eso era mejor que aparentar algo que no era y dejar que todos esos "soy tu amigo", "eres un gran confidente", "espero que siempre seamos compañeros" te los claven por la espalda al llegar la hora de la verdad.

Y ella lo entendió, lo consoló y lo ayudó, le hizo entender que todo no es negro ni blanco, que hay matices donde seguramente se pueden encontrar a las personas adecuadas. Que uno nunca encontraría la verdadera felicidad estando solo.

Habían formado un lazo de hermandad tan fuerte que nada ni nadie sería capaz de romperlo. Eso era seguro.

Una hermandad donde a veces él era el hermano mayor y ella la menor. Otras veces ella la mayor y él el menor.

Una hermandad llena de bromas, risas, putadas, insultos, burlas y más.

Una hermandad muy extraña a decir verdad.

La peli-rosa subió con rapidez las escaleras rumbo a la habitación de cierta oji-violeta en busca de información.

Ahora su motivación por la apuesta con Zora hacía el asunto mucho más interesante, realmente anhelaba con ansias ver la cara de estúpido que se le quedaría al ver que sus "delirios" realmente eran verdad.

Le emocionaba encontrarse con esa imagen.

Caminó por el pasillo rumbo a la habitación de la otra chica, y le sorprendió encontrarse con un Asta indeciso frente a la puerta, con la mano levantada en ademán de tocar, pero parecía estar debatiéndose en si era una buena idea o no.

La amante de la Coca-Cola se lo quedó viendo unos momentos hasta que este se percató de su presencia y dió un brinquito de sorpresa, completamente nervioso. El chico sin saber qué decir, solo saludó con la cabeza y salió disparado de ese lugar.

«Definitivamente pasa algo» pensó la chica.

Y aún con esos pensamientos presentes se situó frente la puerta y llamó.

Al cabo de unos segundos Noelle, con su cabello suelto totalmente desordenado y una expresión indescifrable abrió la puerta.

—¡Hola! —saludó alegremente la de cabellos rosados.

—Hola... —respondió al saludo con un deje de confusión.

«Ahora sí se viene lo chido» pensó la amante del refresco con una maliciosa y muy pequeña sonrisa.





»»————««

Lo sé muchachos, esto no es lo que esperaban. Lamento decepcionarlos, si quieren pueden lanzarme tomates xdxd.

Pero, hablando en serio, yo necesito hacer esto. Yo necesito observar desde la perspectiva de otros personajes, me gusta que observen al menos un poco lo que piensan otros personajes que no son los principales.

Porque... Simplemente algo que siempre gira al rededor de los protagonistas me parece un poco aburrido.

Yo necesito darle al menos el mínimo de importancia a los personajes secundarios, escarbar al menos un poco en los personajes y mostrarles un poco de ellos.

Y lo sé, pensarán que estoy un poco loca por todo esto que leyeron, pero es que yo soy así. Descubrí que no puedo seguir a rajatabla la estructura de todo, porque quisiera que se aprovecharan más cosas y darle más participación al potencial de los personajes que siempre se está desperdiciando.

A mi me gusta mucho romper la estructura, cambiar las piezas, remoderarlas, unirlas a otras y así. Es algo que descubrí escribiendo.

Porque hay cosas que me gustaría poner, pero que no puedo porque la estructura es así y así.

Espero que me sepan perdonar y entender.

Además, que me puse a pensar y las personalidades de los dos son... Como decirlo... Fuertes y por esta razón como que sus personalidades (en mi cabeza) se complementaban bastante bien para este tipo de relación.

Podría haber puesto a Finral, que es uno de los chicos más cercanos a Vanessa pero es que él no la vería de la manera que me gustaría para realizar este lazo.

Y weno...

Vanessa se interesa aún más en el asunto Astelle.

¿Creen que ganará su apuesta con Zora?

Lector: pues si wey no mames, o sea, la historia es Asta x Noelle, obvio que ganará.

Tienes razón :) pero hay varios sucesos que se descadenarán por esto.

Oh, y explicando otra cosa. No hice este cap tan concentrado en Asta y Noelle porque los muchachos necesitan tiempo. Hay muchas confusiones en su cabeza y muchos sentimientos aflorando en su corazón que aún no entienden. Así que calmarsus xdxd.

Bueno, así me despido.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Y diganme si quieren que haga un especial sobre estos dos hermanastros xd.

aZtA lA pRoCsImAAAaaaaaaaAAAaA

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