Capítulo 6. Los otros cursos especiales.

Ya era otro nuevo día en la residencia de los Toros Negros y un chico de ojos verdes se levantaba lleno de energía (como siempre) y fue a desayunar.

Cuando llegó a la cocina se percató que ya habían llegado varias personas. Concretamente: Charmy, Magna, Luck, Zora y Noelle.

—¡Buenos días! —dijo, (o más bien gritó) Asta.

—Uy, por dios, tan temprano y ya te andas con gritos —se quejó el pelirrojo de la actitud del contrario.

—Jajajajaja, perdón —este se rascaba la nuca con una sonrisa en su rostro.

El chico rápidamente paseó su vista por el comedor y vió como la chica de cabellos plateados se encontraba apartada del grupo. Al de ojos verdes claramente le extrañó eso, por lo que cuando se sentó en seguida la llamó para que esta se situara a su lado. Pero cuando la llamó, esta sólo dió un respingo y se quedó en su asiento, ni siquiera volteó a mirarlo.

—Mmmhhh, ¿qué le pasará? —se preguntó a sí mismo el de pelo cenizo.

—Déjala Asta, ya sabes como es —le dijo Zora restándole importancia.

—Pero.... —por el tono en que hablaba se podía notar que se sentía preocupado y dudoso.

En ese momento un Magna tan cansado como si hubiera ido a la guerra cae dormido por ya no poder aguantar más las ganas de dormir y su cara queda dentro de su plato de cereales.

—Pfffffff jajajajajajajaja —se reía el rubio—. Esto pasará a la historia —en ese momento el chico saca su celular y toma una foto del de aspecto de delincuente—. "Cara de cereal Virgen", perfecto. Esto me hará famoso en Instagram Jajajajajaja. Deja que se entere.

Ante la acción de Luck nadie pudo sofocar las sonoras carcajadas que se escucharon por todo el comedor.

—Tienes mis respetos, Luck —le dijo el pelirrojo al rubio mientras se agarraba la panza, la cual le dolía por tanto reírse.

Y las risas seguían y seguían, parecían no tener fin y lo más extraño fue que Magna ni se inmutó por el escándalo. Hasta Yami se había despertado y les había gritado un: "¡¡CÁLLENSE MOCOSOS DEL DEMONIO!!" Pero el de aspecto de matón parecía estar en el trigésimo cielo.

Asta seguía riéndose ruidosamente al igual que sus compañeros y de repente se dió cuenta de que alguien también se estaba riendo. El chico, con una actitud traviesa se acercó lentamente hacia esa persona que no paraba de reírse, pero trataba de disimularlo.

—¡¡BUUUUU!!

—¡¡¡¡AHHHHH CONCHO TU MADRE!!!!!! —se asustó la chica de los cabellos plateados recogidos en dos simpáticas coletas—. ¡¿POR QUÉ TE ENCANTA ASUSTARME TANTO DESGRACIADO?!

—Uy, controle su lengua princesita —se burló entre risas el muchacho, a lo que esta furiosa comenzó a golpearle cómicamente—. jajajajajaj, es que eres muy graciosa Noelle jajajaja. ¡Auch! Ok ok, perdón perdón —se quejó el de ojos verdes porque la chica le había dado un buen pisotón.

La de orbes violetas bufó y adoptó su actitud altanera mientras miraba hacia otro lado. El de pelo cenizo estaba muy confundido con su actitud. ¿Qué demonios le pasaba?

—Oye, ¿qué te pa... —Asta se interrumpió a sí mismo cuando se dió cuenta de algo, algo que estaba precisamente en el cuello de Noelle. Los ojos verdes cual esmeraldas del chico se agrandaron un poco al contemplar  dicho objeto y sus mejillas adoptaron un tierno color rosado. Ella traía puesto el collar, el collar que él le regaló. Pero este repentino asombro sólo duro unos segundos ya que después su tan característica sonrisa adornó su rostro—. Veo que te lo pusiste.

La de cabellos plateados se sonrojó mucho por sus palabras y dió gracias a Dios de que había volteado el rostro unos minutos atrás, para que el de ojos verdes no viera ese enorme rubor que estaba presente en su cara.

En un intento de reprimir esas emociones inentendibles para ella empezó a apretarse, como si así se pudiera hacer más pequeña y en casi un susurro dijo:

—G-gra-gracias.

Él sólo soltó una pequeña risita y puso su mano en el hombro de la peliplateada.

—Te robo la palabras: —el de pelo cenizo ya se disponía a irse, incluso ya  le daba la espalda a la chica—, no tiene importancia, tonta.

Y así Asta se fue de su lado dirigiéndose hacia su grupo de amigos, el cual estaba preparado para marcharse del comedor. Dejando de esta manera a una Noelle completamente roja y con el corazón a mil por hora.

—Agh, ese idiota.

Las clases comenzaron como normalmente lo hacían, con 2 horas y media aproximadamente de retraso por parte del Capitán por estar en su paraíso artificial.

—Mocosos del infierno, el viejo loco que tienen como director quiere experimentar con ustedes así que mucha suerte y velaré por sus almas. —dijo el azabache para lleversalos rápidamente a la residencia del director Julius.

—¿Pero qué demonios? ¿Por qué tenemos que ir ahora? —preguntó Finral confundido completamente.

—Vete tu a saber lo que quiere ese desquiciado. Pero me dijo que los llevara, así que arreando renacuajos. —dicho esto Yami se llevó a los jóvenes casi a rastras hacia donde el director.

«¿Se puede saber qué cojines está pasando?» pensaron al unísono todos excepto el profesor.

Cuando llegaron a la residencia del director vieron que entrando, inmediatamente se podía visualizar una oficina, típica para el director de un colegio.

—Bueno mocosos ya estamos aquí, yo me largo. Soy alérgico a las formalidades —el capitán se disponía a irse dejando a todos con una gotita en la sien, pero una persona evitó la fuga del azabache.

—Por favor Yami, sé que no te gustan este tipo de cosas, pero necesito tu presencia —dijo un hombre que había aparecido de repente, a simple vista parecía una persona bastante agradable ya que mantenía una sonrisa amable mientras hablaba con el profesor de los Toros Negros.

—Oh, Dios. ¿Se puede saber qué quieres ahora, Julius?

—Tranquilo que esto será rápido.

—Lo mismo dice el médico, y la verdad es que no le creo ni una palabra que sale de la boca de ese maldito —le dijo al director con una actitud de pocos amigos.

Todos los adolescentes presentes miraban la escena que tenían en frente con una pokerface, exceptuando a Asta, el cual tenía una cara de idiota porque no entendía qué demonios estaba pasando.

—Ejem —se limpió la garganta Vanessa—. Por si aún no recuerdan estamos aquí.

—¡Oh es cierto! —el director se dió cuenta de su presencia—. Oye chica —dijo acercándose a ella—. ¿Qué es lo que quieres estudiar? —a Julius le brillaban los ojos y varias estrellitas lo rodeaban, una actitud muy rara para el director de uno de los colegios más prestigiosos de la ciudad.

—Emm... bueno.... no lo he pensado con exactitud pero... quisiera ser diseñadora de ropa —la peli-rosa hablaba mientras soltaba algunas risitas avergonzada. Ése siempre había sido su sueño desde niña pero como que le avergonzaba decirlo en público.

Las palabras de su amiga hicieron pensar por un momento a Noelle. Era cierto, dentro de dos años entraban a la universidad, era normal que muchos ya hubieran escogido una carrera, o tuvieran alguna preferencia  por algo y en esos momentos tenían decidido que se dedicarían a eso en un futuro. Pero... ella... ella no tenía nada planificado, no existía ninguna meta que quisiera trazar... nada. Simplemente nada.

Por un segundo se sintió impotente, porque lo único en lo que había pensado todos estos años era hacer que su familia la reconociera. Aunque eso significaba matarse estudiando y la verdad es que nunca había pensado en ella, nunca había pensado en su futuro.

Pero por suerte la voz de Julius la sacó de su ensoñación antes de que acabara con ella.

—Bueno Toros Negros, estamos aquí reunidos...

—Para unir a Roberto de la Concepción y a María Ernández en sagrado matrimonio... ¡Por dios Julius, que pareces un cura! —se quejó Yami. Nuevamente todos sus alumnos lo miraron con una pokerface.

—Jajajaja, ok tú ganas Yami. Por lo que los solicité aquí es porque necesito hacerles unas pruebas, tanto física como mentalmente. Dichas pruebas se llevarán un tiempo, por eso es que estaré toda la tarde con ustedes además de los otros cursos especiales.

—¡Oh, shit! Sabía que esto pintaba mal, suerte mocosos, los veo en el infierno —y nuevamente todos lo miraron con una pokerface.

Ya estaban a punto de comenzar las pruebas. Primeramente harían un exámen escrito. Los Toros Negros en este momento se encontraban en un salón enorme junto a muchas más personas, de las cuales se suponía que serían de los demás cursos especiales.

—¡Ahhh! ¡Estoy nervioso! —gritaba, como hacía habitualmente Asta.

—Oye Bakasta, no dejarás a nadie concentrarse si estás con ese escándalo —le decía la peliplateada con actitud arrogante.

—¡Oh! ¡Es cierto! ¡Perdón! —gritó nuevamente.

—Esto es increíble —si no fuera por sus modales, la chica seguramente hubiera chocado su cabeza contra el escritorio.

El primer exámen duró 40 min, 40 malditos minutos donde el profesor, el cual por cierto, era Nozel para la desgracia de la peliplateada, cada cinco segundos tenía que mandar a callar al de cabellos cenizos porque el muy subnormal no paraba de gritar. Por suerte, como sólo eran pruebas y no era un verdadero examen como tal, no le quitaron la hoja porque si no (adicionando la paciencia de Nozel, nótese la ironía) el pobre hubiera reprobado a sólo 3 minutos de empezado el exámen.

—Uffffff, ¡pensé que me iría peor! —exclamó el de ojos verdes luego de terminar el exámen—. ¿Cómo te fue a tí Noelle?

—Emm... b-bueno... ¡Claro que no me fue mal! ¡Lo hice excelente! ¡Después de todo soy parte de una de las familias más importantes del país! —la chica adoptó su actitud altanera mientras apartaba una de sus coletas con aire presuntuoso. «¡Qué bien! ¡No tuve bloqueos en la mayoría de las preguntas! ¡Estoy tan feliz!»

—¡Ya veo! ¡Me alegro mucho por tí! —y nuevamente Asta le dedicó otra sonrisa suya que hizo sonrojar un poco a la de orbes violetas—. Bueno, ¡voy a ver cómo le fue a los demás! —dicho esto el chico se marchó de su lado y fue a buscar a sus otros compañeros.

—Tsk, ¿qué me pasa? —se cuestionó la peliplateada mientras colocaba sus manos en su cara.

Luego de que terminaran todos los exámenes que tenían planeado hacerles tocaba el turno de las pruebas físicas.

La mayoría resultó ser como las normales. Carreras de velocidad, de obstáculos, etc etc etc. Pero faltaba una última prueba, luego de esto ya podrían marcharse para su residencia.

Esta última prueba consistía en una caza de tesoro, por así decirlo. Había varias rondas donde se decidiría el ganador de estas. Esta "Caza del tesoro" se harían en grupo de a tres, es decir, un grupo de tres personas de un curso especial competirían contra tres personas de un otro curso distinto.

Todos los cursos se trasladaron hacia un territorio del colegio donde parecía un bosque, era increíblemente grande.

Después de unos minutos ya los Toros Negros tenían sus grupos armados. A Asta le tocaría con Luck y Noelle, sólo tenían que saber cuándo.

Luego de un largo rato, y verdaderamente laaaaaaaaaargo rato le tocó el turno a este pequeño grupo.

Antes de que empezara el juego los dos grupos se presentaron, al parecer les tocaría contra el Amanecer Dorado.

Cuando estaban a punto de conocer a sus contrincantes Noelle se molestó mucho al ver una cara conocida.

—No puede ser —dijo esta con fastidio—. Mimosa, ¿qué haces aquí?

—Oh, Noelle. Hace tiempo que no te veía —en ese momento habló una chica de cabellos anaranjados y ojos verdes.

—¿Se conocen? —preguntó confundido Asta.

—Sí ufffff  —«Mi prima Mimosa, ¿qué demonios hace aquí? Dios, mi familia me persigue»—. Aunque me preguntaba, ¿qué hace alguien tan torpe como tú en los cursos especiales? —le dijo con arrogancia a la de cabellos naranjos.

—Bueno, que yo recuerde Noelle desde pequeña siempre ha tenido bloqueos mentales —contraatacó, esta le sonreía a su prima amablemente, como haciendo irónia a sus palabras.

«Tan insolente como siempre» Noelle miraba con molestia el suelo, su familia nunca paraba de hacerle la vida imposible.

—¡Oh Yuno! ¡Tú también estas aquí! —exclamó Asta al ver a su compañero, poniendo fin a la incomodidad de la de cabellos plateados.

—Oh, hola enano ¿cómo te va? —dijo el azabache sin ninguna expresión.

—¡¡No me llames enano, desgraciado!! —y luego de decir esto comenzó una cómica discusión por parte de estos dos.

—Hola, soy Luck Voltia. ¿Ustedes son fuertes? —el rubio obvió completamente la pelea del pelinegro y el ojiverde y le habló a un tipo con lentes que parecía ser demasiado recto.

—Mi nombre es Klaus Lunette y por supuesto que somos fuertes. ¡Somos miembros del Amanecer Dorado! Y ustedes por lo que veo son de los Toros Negros —dijo viendo los uniformes del grupo—. Siempre se rumorea que son una clase muy vulgar y escándalosa y veo que es verdad —el chico se ajustó los lentes con superioridad.

—¡Ya veo! ¡Entonces me voy a divertir! —Luck pasó por alto el comentario del otro.

—Bueno, deberíamos alistarnos que dentro de poco va a comenzar el juego —avisó la peliplateada a su grupo. Asta le gritó un: "¡Te ganaré!" a Yuno y Luck se fue con ellos dando saltitos.

Ya era la hora de la verdad, el grupo de los Toros Negros ya había entrado en el bosque. Noelle quería hacer una estrategia entre todos pero Luck ya se había ido por su cuenta.

—Dios, esto es imposible —dijo la chica mientras ponía su mano en su frente.

—¡Tranquila Noelle! ¡Lo solucionaremos! —este puso una mano en su hombro y habló con mucho positivismo.

—Eso espero.

Luego de decir estas palabras los chicos decidieron que irían cada uno por su camino, tenían que encontrar pistas para descubrir donde estaba el tesoro pero no tenían ni idea de donde buscar.

La peliplateada sentía que ya se había alejado bastante de donde se encontraba antes, pero todo le parecía igual. Esos árboles tan altos eran muy molestos y sus raíces hacían el suelo muy complicado de caminar.

Miró con odio a un árbol porque casi se cae por su culpa pero en ese nota algo raro... tenía una marca extraña que no sé notaba a simple vista y no era por la estructura del tronco, sentía que la había visto antes y entonces miró los árboles que había dejado atrás y notó que algunos tenían exactamente la misma marca. La chica entonces comenzó a unir las marcas con una línea imaginaria y notó que hacían un camino. La peliplateada como una joven inteligente que es decidió seguir los árboles y cuando el camino de marcas terminó vió que señalaban a un tronco que estaba en el piso.

La de orbes violetas echó una mirada al interior de dicho tronco y se encontró con un papel, el cual tenía escrito:

“Siempre estoy en movimiento, mi camino en la montaña empiezo. Y en un punto en concreto, tengo que saltar aunque tenga miedo. Si adivinas de que hablo, algo allí encontrarás y sólo estarás a dos pasos de tu objetivo alcanzar”.

«¿Por qué a la gente le encantan los acertijos?, bueno como sea. Tengo que adivinar esta cosa cuanto antes mejor —pensó la peliplateada molesta—. Dice que siempre se está moviendo y su camino empieza en la montaña... ¡Piensa, Noelle! ¡Piensa!... ¡Ya lo tengo! ¡Es un río! Bueno... primer nivel superado, ahora segundo nivel —se dijo así misma de manera divertida—. Dice que en un momento tiene que caer... bueno... si es un río y las alturas tienen que ver... Me imagino que será una cascada. ¡Bien! Sólo tengo que encontrar la cascada... pero... un momento.... ¿Desde cuándo hay una cascada en el colegio? Al demonio, sólo tengo que buscarla.

Y así la chica comenzó a buscar la cascada para estar más cerca del tesoro.

Mientras tanto con Asta...

El chico de cabellos cenizos buscaba por todo el lugar pero no encontraba nada. Ni una pista ni nada. Ya se estaba frustrando pero bueno, ¿qué se le iba a hacer?

Caminaba sin rumbo, a donde los llevaran sus pies (aunque habían un par de pistas por ese lugar lo que pasa es que el muy subnormal no sé daba cuenta) 

Mientras seguía sin orientarse a ir a un lugar en específico ve como una persona estaba subida a un árbol para, al parecer, tener una mejor vista. Pero dicha persona se resbaló de la rama y estaba a punto de caer. Pero Asta, en un acto reflejo atrapó en sus brazos a quien había caído y notó que era la chica con la que Noelle estaba hablando antes de empezar el juego.

—Oye ¿Estás bien? —preguntó el de ojos verdes a la chica.

Esta se sonrojó un poco ante la situación en la que estaba y apartó la vista de esos orbes verdes que la miraban preocupado.

—S-si e-estoy bien gr-gracias —respondió nerviosa Mimosa.

Asta la bajó con cuidado por si se había lastimado pero por suerte estaba bien.

—Bueno, yo soy Asta. ¡Mucho gusto! —el chico le sonrió mientras le extendía la mano en modo de saludo.

—M-Mimosa, un p-placer —dicho esto estrechó su mano con la de él, la de cabellos naranjos no entendía porqué pero al ver la sonrisa del otro su corazón latía muy rápido y sentía como se sonrojaba, pero este comportamiento el de ojos verdes pasó por alto.

—Esto... ¡Espero que nos volvamos a ver! —dijo el de pelo cenizo mientras se aventuraba por el bosque nuevamente.

—S-si, eso espero —esta susurró por lo bajo, no entendía el porqué ese chico le hizo sentir todas esas emociones.

Mientras tanto con Noelle...

La de ojos violetas ya había adivinado casi todos los acertijos, lo malo es que casi tuvo que recorrer todo el bosque. Primero tuvo que ir a la cascada, luego buscar el árbol más grande del bosque y esa, señoras y señores, no es tarea fácil. Casi ni se sentía los pies pero tenía que seguir.

Se sentó un momento a descansar y a ver si averiguaba la última pista para poder encontrar el tesoro. Pero esta era un poco complicada. Se pasó aproximadamente 10 minutos pensando en la respuesta a ese enigma y cuando por fin lo había resuelto se escuchó de una de las bocinas de la Academia.

"Ha terminado la sexta ronda y el grupo ganador es el de......¡¡Los Toros Negros!! Felicitaciones"

—¿Qué? —exclamó la chica confusa y sintió un grito desde bastante lejos el cual ya sabía de quién era.

—¡¿¡¿¡¿¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!?!?!?!?! —gritó muy lejos de donde se encontraba Noelle el de orbes verdes.

—Uffff... menos mal que estaba alejada porque creo que me hubiera quedado sorda —se dijo a sí misma la peliplateada—. ¿Sus cuerdas vocales acaso no conocen límites? Bueno, como sea. Tengo que salir de este maldito lugar.

Luego de dos horas aproximadamente ya todo el grupo de Asta, Noelle y Luck estaba afuera del bosque.

—¡¿Cómo es que pudiste encontrar el tesoro?! ¡¿Resolviste todos los enigmas tan rápido?! —Noelle empezó a atosigar con preguntas al rubio mientras lo zarandeaba.

—¿Enigmas? ¿De qué hablas? —Luck soltó una carcajada con su aire divertido—. Yo sólo estuve andando por el bosque y encontré el tesoro a pura suerte.

—.................¡¿QUÉ?! ¡¿ESTUVE RESOLVIENDO TODOS LOS MALDITOS ACERTIJOS POR NADA?! —la chica empezó a acercarse a Luck con una actitud amenazante mientras desprendía un aura oscura muy espeluznante.

—¡¡CORRE PERRA CORREEEEE!! —le gritó Asta a su amigo antes de que pasara lo peor.

Y en ese momento comenzó una cómica persecución entre la de cabellos plateados y el rubio, aunque el último se salvó gracias a que era un gran corredor porque si no, sentía que nunca llegaría a los 16.

Al final tuvieron que esperar unas cuantas horas a que acabarán todos los grupos de su curso. Todos estaban acabados y casi ni podían mantenerse en pie cuando llegaron a su residencia.

—Hola mocosos, ¿cómo les fue en el infierno? —les dijo Yami a todos cuando llegaron. Él estaba fumando un cigarrillo mientras leía el periódico.

—Pensé que sería mejor —respondió Magna mientras se tiraba en el sofá.

—No tengo fuerzas ni para robar mi pudín diario —el rubio también se tiró en un sillón sin fuerzas. La carrera con la de ojos violetas lo había cansado muchísimo.

—¿Qué dijiste maldi.... —el delincuente virgen no pudo terminar de hablar ya que se quedó dormido al tiro.

—Jajajaja, nunca me atrapa....~ —este también se quedó dormido.

—Dios, se ve que son mejores amigos —Vanessa miraba al dúo con una sonrisa—. Bueno, me daré un baño. Vamos Noelle —la peli-rosa llamó a su amiga la cual sólo asintió con la cabeza.

Las chicas se dieron un baño, algunos chicos también. La peliplateada se encontraba en su habitación, ya era de noche, pero no podía parar de darle vueltas a lo de su carrera. Ese pensamiento no la dejaba en paz. Necesitaba despejar su mente y sabía que no lo haría rodeada de cuatro paredes.

Con mucho sigilo la muchacha salió de su habitación y fue rumbo al final del pasillo del lado de los chicos. Cuando estuvo allí con su pie empujó por debajo de la pared mostrando así una puerta secreta. La chica la abrió tratando de ser lo más silenciosa posible y en su interior se encontraba una escalera.

Cerró la puerta lentamente y empezó a subir por las escaleras. Esta tarea no le resultó complicada ya que tenía puesto una sudadera y unos shorts de tela.  La escalera terminó y ahora Noelle se encontraba en el techo de la edificación. Y se sentó en un lugar donde no había tejas y era bastante cómodo.

A la de orbes violetas le encantaba ese sitio. Era como su lugar secreto, donde nadie la molestaba y se sentía tranquila, donde podía despejar su mente y relajarse al menos por un rato.

Ese sitio lo había encontrado la semana pasada por casualidad cuando se le había caído un lápiz que se había deslizado hasta el final del pasillo y en ese momento notó que había un espacio entre la pared y el piso. Desde entonces a cada rato va y se pierde en sus pensamientos, la joven podría estar horas ahí y no hartarse. Se sentía muy bien ahí.

Noelle inspira hondo saboreando todos los diferentes aromas a su alrededor. Todo le encantaba, ese olor a humedad en la noche por la época, los perfumes de las flores nocturnas, las comidas de Charmy. Le fascinaba.

Además cuando miraba hacia el cielo, las estrellas creaban un panorama único, y es que aunque no se vieran todas por encontrarse en la ciudad, igualmente lo amaba y es que en esos momentos de paz no sé sentía como Noelle Silva de una de las familias más importantes del país, se sentía como una chica normal.

—¡Al fin te encontré, Noelle! —le dijo Asta, sorprendiendo mucho a la chica.

—¡¿¡¿B-B-BAKASTA?!?! ¡¿Q-QUE HACES AQUÍ?! —gritó la peliplateada exaltada y lo que recibió en respuesta fue a Asta poniendo su dedo en su boca en forma de callarla, aunque lo único que logró fue que está se sonrojara a más no poder, menos mal que era de noche y no se notaba casi.

—Shhhh, que si el capitán nos oye nos mata por haberlo despertado —le susurró a la ojivioleta. Esta sólo asintió y el quitó si dedo de su boca.

—De todas formas, ¿qué haces aquí?

—Te estaba buscando, tonta. La vez pasada me dijiste que íbamos a estudiar, pero no te apareciste nunca.

¡Era cierto! ¡Lo había olvidado! La chica se sentía un poco mal por haberlo dejado tirado, además de las ganas que él siempre tiene por estudiar, Noelle agachó la cabeza un poco apenada.

—Lo siento —le dijo al chico en un susurro.

—¿Qué te pasa? Estás rara —este se sentó a su lado.

—¿Por qué lo dices?

—Es que tú normalmente reaccionarías tipo: "Yo no le debo explicaciones a nadie porque soy de las familias más ricas del país y bla bla bla..." —dijo este imitándola cómicamente, pero habló de manera inocente como siempre.

—¡Cállate, tonto! —esta le pegó suavemente en el hombro mientras reía un poco por la imitación.

—Pero en serio, ¿qué te pasa? Te notas triste —el de cabellos cenizos la miraba con preocupación, no le gustaba ver a su amiga así.

—Es sólo que... Agh... Igual eres un tonto así que no importa...

—¡Oh vamos! No me gusta verte así —este todavía estaba angustiado por la actitud de su compañera, lo que hizo que Noelle se sonrojara un poco por la muestra de preocupación en ella.

—Bueno... —la peliplateada desvió su mirada hacia el cielo—. Es que veo que todos tienen sus sueños... hasta un idiota como tú tiene también y yo... yo no tengo nada que desear... Me siento una inútil ahora mismo... Siempre he estado pensando en mis problemas y nunca en mí... Nunca he pensado en qué será de mi vida en un futuro. ¿Sabes lo impotente que me siento ahora? —la chica intentaba aguantar las lágrimas que amenazaban con salir y Asta sólo se se tumbó en la superficie del techo y puso sus manos en su nuca.

—Yo no puedo sentir lo que tú sientes ahora pero, ¿sabes? Dicen que hay que pensar en el presente y no en el futuro. El futuro es incierto, nadie sabe con exactitud todo qué pasará en sus vidas, yo ni siquiera sé si podré cumplir mi sueño pero es por esta razón el porqué de mi esfuerzo. El presente, al fin y al cabo, es el camino que tomamos a lo largo de nuestra corta existencia y por eso tenemos que ser perseverantes y jugarnos todas nuestras cartas si queremos que nuestros sueños se hagan realidad y  si estos no sé llegan a cumplir, por algún que otro giro de nuestras vidas, al menos podré decir que lo intenté con todas mis fuerzas y nunca me rendí. Puede que no sepas que pasará de ahora en adelante, pero, con el tiempo, seguramente encontrarás la respuesta a todas tus dudas y no te sentirás más una inútil, aunque en verdad no lo eres.

Noelle lo miraba sorprendida, esas palabras habían llegado hasta lo más profundo de su corazón y este estaba muy acelerado. Sus mejillas se sentían muy calientes. Pero sus reacciones no le importaban sólo miraba con admiración a Asta, ese chico realmente era una caja de sorpresas.

Él también la miraba, no sabía el porqué se había perdido en esos hermosos ojos violetas que lo observaban con sorpresa. Además, su rostro iluminado por la luna hacía que la escena fuera perfecta. No entendía que le pasaba o qué sentía, sólo estaba perdido, como en un sueño, uno en el cual no quisiera despertar.

Los dos estaban muy sonrojados, pero ninguno se daba cuenta del carmesí en la cara del otro ya que la oscuridad de la noche hacía de las suyas.

De repente los dos, casi al mismo tiempo, apartan la vista avergonzados y un silencio un tanto incómodo reina en el lugar, hasta que la peliplateada decide romper el hielo.

—¿Desde cuándo te volviste tan inteligente, tonto? —le dijo esta en forma de burla mientras sonreía y le golpeaba levemente la cabeza.

—No lo sé —soltó unas risitas.

—Bueno, será mejor que nos vayamos antes de que sea más tarde —la chica se levantó y se dispuso a irse por la escalera, Asta la siguió—. Y por cierto... ¿Cómo fue que me encontraste? Y además, ¿cómo lograste subir aquí?

—Con respecto a la primera pregunta, estaba en el patio buscandote y te ví en el techo. Y la segunda... bueno... subí por un tubo.

—¿Por un tubo?

—Sep

—En serio eres idiota —dijo mientras colocaba su mano en su frente.

Al final los dos bajaron por las escaleras y se despidieron para marcharse a sus respectivas habitaciones.

Cuando ya la de cabellos plateados se encontraba acostada en su cama nota que le empiezan a llegar notificaciones de Whatsapp.

Whatsapp (pv Noelle)

Mimosa🌼

Noelle

Noelle

Noelle, por favor contesta

Ay Dios, ¿qué quieres?

Estaba a punto de dormir

Es algo muy importante

Bueno, te escucho 😒

Es que....

Creo......

Creo.......

Creo qué???

Vamos, que no tengo toda
la noche

Bueno......creo

¡¡Qué me gusta Asta
De tu curso!!😳

.....

¿Qué?

CONTINUARÁ.....

》》》》》》》《《《《《《《《

AL FIN!!!!
AL FIN!!!!!
AL FIN TERMINÓ ESTE MALDITO CAPÍTULO EL CUAL ES EL MÁS LARGO QUE HE HECHO EN MI PUÑETERA VIDA!!!!!

Creo que una parte me salió un poco cursi pero meh, como que me gusta intensificar las escenas románticas XD.

Y Bueno, ¿qué les pareció?

Espero que les haya gustado porque si no......🗡😁

Nah nah, mentira mentira XD.

Bueno, yo me voy a descansar este cerebro que ya no puede más y nos vemos en el próximo cap!!! 😃

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