Capítulo 4. Lo que piensa él.
Ya habían pasado 2 semanas desde que iniciaron los cursos especiales, ya toda la clase de los Toros Negros eran amigos entre sí. Claro que no eran amigos tranquilos, pues eran muy escandalosos y enérgicos, pero cualquiera se lo pasaba bien entre ellos.
En estos momentos estaba el grupo paseando por los alrededores del colegio.
—Oigan oigan, ¿y si le hacemos otra broma al Capitán Yami? —decía Zora emocionado.
—¿Cuántas bromas quieres hacerle al Capitán? A penas van 2 semanas y ya le has hecho 24 —le sermoneaba Vanessa.
—Si, y además de eso, sabes que te va a poner otro castigo como correr 20 veces por todo el colegio mientras llevas una gallina en la cabeza —añadía Noelle.
—Nah, ese sólo lo hizo para echarse unas risas. Pero estoy seguro que está vez no me atrapará - el pelirrojo apretaba su puño con convicción.
—Eso no te lo crees ni tú —decían todos al unísono.
—¡Oh, vamos chicos!
—Es la dura realidad, hermano, hay que aceptarla —dijo Magna mientras ponía una mano sobre su hombro.
—Es verdad, Magna tiene razón Zora —Asta ponía también una mano en su otro hombro imitando al de aspecto de delincuente.
—¡Ya van a ver cómo no me atrapa! —dice Zora antes de salir corriendo en busca de Yami.
15 minutos después...
—Pfffff Jajajajajajjajajaja —se reía el grupo ante la escena que estaban presenciando.
En frente de ellos estaba Zora con ropa de bailarina, saltando por todo el colegio mientras una cabra lo seguía y a cada rato le mordisqueaba el tutú. (Bueno, al menos sabemos ya de dónde Asta sacó el tutú XD)
—¡No se rían pendejos! ¡Agh!, ¿por qué siempre me pasa?
—¿Tal vez porque eres idiota? —se burlaba la adicta a la coca cola mientras soltaba risitas.
—¡¡Deja de burlarte de una vez, maldita bruja!!
—¡¡OYE!! —le gritó el Capitán a Zora, el cual estaba sentando en una silla, calando un cigarrillo mientras leía el periodico como si en vacaciones estuviese—. Menos charla y más saltos, o si no te haré un vídeo y lo subiré a YouTube.
A Zora un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo y rápidamente comenzó a dar más saltos, provocando más risas de sus compañeros.
Pasaron las horas y ya el pelirrojo había cumplido su castigo haciendo que todos se decepcionaran ya que querían reírse un poco más.
Después de unos minutos comenzaron de nuevo las clases.
Yami, como normalmente hacía se demoró una hora en llegar al aula, por como todos saben, estar en el baño.
La clase transcurría de manera normal. Esta vez Noelle sí que le prestó más atención a la lección. Pero su compañero tenía otros planes.
El de ojos verdes discretamente le pasó un papel para que ella lo leyera. A esta le sorprendió porque no era como la otra vez así que decidió leer el contenido del misterioso papel.
“Esto... ¿me puedes ayudar? No entiendo este ejercicio”.
La chica sólo suspiró mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro. Definitivamente ese chico era un espécimen raro, muy raro.
“Claro, idiota”.
Toda la clase se la pasaron mandándose papelitos con dudas y respuestas. Ellos sin darse cuenta ya habían creado una complicidad muy fuerte. Porque aunque nadie lo supiera esos dos se pasaban la noche estudiando y se ayudaban mutuamente, además que muchas veces a la velada nunca faltaban risas y puñetazos. Y también no era una novedad que alguno tuviera que llevar al otro a su habitación porque se hubieran dormido. Asta y Noelle en muy poco tiempo habían construido una sólida amistad, aunque ellos ni siquiera lo sabían.
Luego de unos minutos el Capitán apoyó sus manos el su mesa y les habló a todos con fuerza.
—Bueno, mocosos. Hoy haremos una actividad diferente. Es demasiado aburrido estar todo el día con el bla bla bla, así que a partir de este día las cosas serán un poco distintas —decía con una sonrisa muy poco habitual en él.
—Si no nos pone como actividad extra estar en el baño todo el día a tal punto de soltar los intestinos, estoy bien —dijo Finral lo que provocó muchas risas por el aula y la mirada amenazadora de Yami.
—No, mocosos del demonio, lo que haremos ahora será... ¡Actividad física!
La declaración del Capitán tuvo muchos comentarios. La mayoría de las chicas no querían realizarlos ya que se sudaba y eso era un asco. Algunos, como Asta, estaban emocionados y a otros simplemente ni les importaba.
Después de 30 minutos para que todos se cambiaran ya estaban en el enorme patio del colegio con sus buzos listos para todo... o al menos casi todo.
—Bueno... ¿Qué vamos a hacer Capitán? —preguntaba el de pelo cenizo con su cara tonta de admiración.
—Buena pregunta, enano gritón. Quiero ver que tan buenos son superando sus límites.
—¿Superar... nuestros límites? —todos preguntaban confusos.
—Exactamente. Como ejercicio de hoy quiero que corran el círculo como unas... 100 vueltas.
—¡¿100 VUELTAS?! —ahora sí que el Capitán su había vuelto loco, la clase lo miraba boquiabiertos y completamente estupefactos.
—Tranquilos, tranquilos. Ese sólo es el estándar, quiero ver hasta donde son capaces de llegar. Si sienten que no pueden más pueden retirarse de la pista pero sólo lo harán si realmente están tan cansados como para ni poder ponerse en pie.
Todos sintieron el terror llegar hasta la punta de sus dedos. Definitivamente, esto sería muy duro.
Comenzó la carrera y era visible en sus caras lo molestos que estaban todos... excepto Asta, claro.
A medida que iban más vueltas cada vez menos gente quedaba. Grey y Charmy aguantaron hasta la vuelta número 10. Por como se veía la condición física de la peliazul era de esperarse y para la azabache ese era todo un logro ya que con todo lo que comía lo más posible era que se le hubiera salido el alma con la vuelta 3.
Siguieron corriendo todos juntos, en muchos se notaba el cansancio pero igual seguían esforzándose, para, como decía Yami, "superar sus límites".
En la vuelta 21 Vanessa ya no podía más y en la 24 Finral llegó al mismo estado, por lo que sólo quedaban Zora, Magna, Luck, Noelle y Asta.
La suerte del de pelo cenizo era que como antes tenía que trabajar en cualquier cosa con tal de ganar dinero para el pago del alquiler en su departamento pues ya había desarrollado cierta resistencia y sabía soportar el agotamiento y la fatiga. Pero igualmente ese entrenamiento sí que era fuerte, incluso para alguien como él.
Zora en la vuelta 43 desistió y ese fue el mismo destino de Magna en la 44.
Sólo quedaban 3 estudiantes: Asta, Luck y Noelle.
Ya iban por la vuelta 52 y el de ojos verdes empezó a contemplar su entorno con más detenimiento. Luck iba muy por delante del chico y para su sorpresa no parecía cansado, conservando esa sonrisa que siempre llevaba a todos lados.
Noelle estaba a casi un metro por delante de él. El chico la observó con admiración, esa chica sí que era fuerte, no cualquiera puede llegar a la vuelta 55 en un pista tan grande como la era la de su colegio. Pero luego de mirarla por unos segundos se dió cuenta de algo que pasaba desapercibido por cualquier persona. La peliplateada sudaba mucho, los movimientos de sus pies eran un tanto raros y jadeaba mucho, pero discretamente. Asta llegó a la conclusión que hace mucho, pero mucho tiempo ella había superado su límite de resistencia.
Asta la miraba con los ojos abiertos como platos y nunca apartó su vista de la chica. El de ojos verdes no podía negar que la admiraba desde hace mucho por su enorme inteligencia y precisamente en ese momento ese sentimiento creció de maner monstruosa haciendo que sus mejillas adoptaran un leve color rosa.
«Es asombrosa...» ese era el único pensamiento que habitaba en la cabeza de Asta. Aquel espíritu de nunca rendirse que desprendía la de cabellos plateados desde que se conocieron era lo que más le maravillaba al de pelo cenizo. La meta de demostrar que podías ser alguien a pesar que todo a tu alrededor te diga lo contrario. Querer enseñarle a los que están en tu misma situación que con esfuerzo todo se puede lograr. Si se ponía a pensar, ella no era tan distinta de él y encontrar a alguien que compartiera contigo esas ideas tan intensas no era algo que pasaba todos los días.
Esa chica era única... lo sabía.
Justamente en ese instante los pies de Noelle flaquearon y para los ojos de cualquiera se sabía que su trágico destino sería estrellarse contra el suelo.
—¡¡NOELLE!! —gritó intranquilo el de pelo cenizo, la desesperación habitaba en sus ojos mientras veía como su amiga estaba a punto de precipitarse contra el suelo.
Pero algo impidió esa suerte... o más bien dicho alguien. El chico la había agarrado de la cintura mientras la miraba preocupado y se dió cuenta de que se había desmayado a causa de la fatiga. Al ver su estado la cargó al estilo princesa y la miró con ternura mientras le dedicaba una cálida sonrisa. Ella había logrado "superar sus límites".
—Lo hiciste bien —le susurró Asta mientras la llevaba junto a los demás. Los cuales estaban muy preocupados.
Cuando el chico de pelo cenizo llegó junto a todos de manera instantánea también cayó inconsciente y sus compañeros rápidamente tuvieron que ir en su ayuda.
Al cabo de los minutos despertaron...
—¡Qué alivio! —decía Magna y su expresión demostraba que se sentía a como si hubiera soltado un peso de encima.
—¿Q-qué paso? —preguntaba la peli-plateada mientras se incorporaba de manera lenta.
—¡¡Nos tenían muy asustados, idiotas!! —Vanessa estaba enojada y depositó un buen golpe en la cabeza de cada uno.
—¡Auch! ¡Perdón! —dijo Asta mientras soltaba pequeños quejidos a causa del golpe—. Pero... ¿Por qué pido disculpas?
—¿En serio no lo recuerdan? —preguntaba Zora con su cara de fastidio a lo que los dos negaron con la cabeza.
—Bueno, lo que pasó fue que se trajeron un dinosaurio y hablaban de destruir la escuela —dijo Luck con su sonrisa.
—¡No les metas ideas raras en la cabeza, estúpido! —la de cabello rosa había agarrado al rubio de la oreja y este se quejaba del dolor— Por cierto... ¿Qué eres? Hiciste las 100 vueltas como si nada.
—¡¡WOW!! ¡¿EN SERIO?! —preguntaba emocionado Asta mientras se paraba como si nada y ponía su expresión de admiración.
—¡Este no es momento para eso! —la adicta de la coca cola depositó otro de sus buenos golpes en la cabeza del chico haciendo que brotara un no tan pequeño chipote—. Miren, lo que pasó es que se desmayaron.
—¡¿Qué?! —gritaron sorprendidos los dos.
—Sep, al parecer el la fatiga los consumió.
En ese momento todos los presentes excepto Asta y Noelle miraron a su capitán con un aura amenazadora y un brillo asesino en sus ojos.
—¡Oigan! Yo les dije que si estaban muy cansados se podían retirar de la pista —se excusó Yami.
—Bueno, al demonio, vamos Noelle ——dijo la exhibicionista mientras se la llevaba al baño—. Hay que quitarnos este sudor cuanto antes.
Todos se fueron a los baños. El sol ya había hecho demasiado efecto sobre ellos y el olor de la clase no era el mejor.
—¡¿¡¿¡¿QUE ASTA HIZO QUÉ?!?!?!?! —gritaba Noelle con la cara roja cual tomate.
Las chicas se encontraban en las aguas termales de su baño relajándose. Aunque la palabra "relajación" no iba con la de pelo plateado en ese momento.
—Si, cuando caíste inconsciente él te cargó como una princesa y te trajo con nosotros. Una escena muy rómantica desde mi punto de vista —ante lo último Vanessa le guiñó un ojo a la de ojos violetas, haciendo que esta desviara la mirada y se hundiera en el agua con las mejillas tan rojas que los tomates le tendrían envidia—. Ohhhhhh, ¿Acaso te gusta? —los ojos de la adicta a la coca cola se iluminaron mientras miraba a la otra con curiosidad.
—¡¡C-CLARO QUE NO!! —gritó—. ¿En serio crees que yo me enamoraría de ese idiota?
—Bueno, hace un momento estabas muy sonrojada —la de pelo rosa soltaba pequeñas risitas.
—S-solo es el agua, el agua.
—Si si claro
—¡Cállate! —decía está mientras le salpicaba con agua.
Y comenzó un pequeña riña por parte de las dos.
—Bueno, con un chico que me traiga comida todos los días soy feliz —decía Charmy mientras seguía comiendo en el baño.
Ante este comentario todas empiezan a reír alegremente olvidándose de lo que había pasado hace unos minutos.
Mientras tanto con los chicos...
—Oigan ¿saben lo que hay que hacer en situaciones como esta? —les decía Finral a todos de manera seria. A lo que todos negaron con la cabeza—. ¡¡Espiar a las chicas!!
—¿Eh? —los demás muchachos estaban confundidos.
—¡Miren la oportunidad que se nos ofrece! ¡Esta pared es la única que nos separa del baño de las chicas! —dijo el castaño apoyándose en la pared a la que se refería.
—Ehh... eso no nos importa —dijo Magna quitándole la emoción a Finral.
—Bueno, ustedes se lo pierden. Sólo hay que hacer un pequeño agujero —dijo con un martillo y un clavo (otra cosa que no sé sabe de dónde sacan, lo más probable es que el chico lo tenga incorporado a su inventario).
—Oye, ¿qué haces? ¡¡Vas a romper la pared!! —le gritó alarmado el chico de pelo cenizo.
—Sólo un pequeño....¡¡¡AHHHHHH!!! ¡¿¡¿PERO QUÉ MIER...!?!? —lo que el mujeriego no se esperaba era que las chicas habían oído de sus planes y habían puesto una botella de coca cola agitada y había explotado en la cara de Finral nada más hecho el agujero.
—Eso te lo ganas por pervertido —rió Zora.
—Agh, voy a tener que ducharme de nuevo. Pero seguramente... —el chico se dispuso a mirar por el agujero que había hecho pero nuevamente terminó empapado de coca cola—. Sep, sabía que esto iba a pasar.
Todos los presentes empezaron a reírse del chico y este se molestaba. Lo pasaron muy bien en ese momento.
Luego de que todos se dieran una buena ducha como el todopoderoso manda, cada cual se fue por su lado ya que había terminado el horario escolar.
Muchos se fueron a sus habitaciones, otros se quedaron estudiando en la sala y otros sólo se quedaron en el salón para divertirse con los demás.
—¡Ay no! ¡De nuevo no! ¿por qué siempre pierdo? —el pelicenizo estaba jugando a las cartas con Magna, Zora y Luck y ya iba su derrota 25.
—Bueno, al menos tú sólo pierdes. No eres como el idiota de Magna que quiso apostar sus ahorros y perdió —se burló Zora.
—No me lo recuerdes desgraciado que voy a tener que esperar casi como un mes antes de que mi mamá me dé la paga —le reclamó el de aspecto de delincuente.
—Ay, miren, Magna es un niño de mamá —ahora las burlas iban de parte del rubio.
—¡Cállate maldito loco!
—¡Oh! Y ¿sabes? El pudín de la nevera estaba delicioso.
—¡Te lo comiste tú, infeliz! —en eso Luck empieza a escapar mientras se reía como siempre—. ¡Oye! ¡vuelve aquí, cabrón! ¡Te mataré!
En eso empieza una cómica persecución por parte de esos dos. Lo que causó muchas risas en los presentes. Pero esta fue detenida por Yami ya que causaban mucho alboroto y no lo dejaban trabajar (cagar) en paz. Por lo que los chicos siguieron jugando cartas como hace unos momentos.
—Oigan, ahora me vino a la cabeza el mujeriego de Finral —decía Magna pensativo.
—¿Y eso por qué? —preguntó el de pelo cenizo confundido.
—Es que no sé. Sólo que el se ve tan interesado en las chicas...¿alguno de ustedes se ha interesado por alguna?
—La verdad es que no —dijo Luck junto con una clara risa.
—Esas cosas no me interesan —dijo Zora adoptando su cara de fastidio.
—Pues a mi tampoco —dijo Magna—.¡Oh! Asta, ¿Estás interesado en alguna chica o algo así?
—¿Eh?... Hum... Pues... —en ese momento sus ojos se encontraron con unos hermosos orbes violetas que miraban un computador atentamente, el chico sólo los contempló unos segundos y luego volvió a fijar su vista en sus amigos con una sonrisa para responder—. Si soy sincero... sí.
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Bueno, aquí estoy yo con mi cursilería que me encanta un montón XD.
Y.....¿qué les pareció el cap? :3
La verdad es que me encanta hacer las perspectiva de los chicos XD.
Pero, ñe. Como que creo que este cap no me quedó tan bien. Bueno, ustedes opinen!
Bueno, hasta pronto!!
Los quiamo!!
Lou~swan se va a esperar a que su hermana le traiga más caps de One Piece!!
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