capitulo 29
¿Por qué está aquí? ¿Cómo demonios llegó tan rápido a la mansión? ¿Quién le permitió entrar sin nigún problema? Maldición, fuí tan estúpido pensar que este maldito seguía en ese mundo.
No debí confiarme de tal manera, ¿por qué sigue teniendo tanta suerte el muy maldito? Todo es culpa de sus amantes, esos tres que parecen más perros que dioses.
Valentín les otorgó tal divinidad mucho antes de ser un Dios completo, todo para poder llevarlos con él al plano superior.
Kaiser fue la primera persona en lograr entrar al corazón de un cerrado Valentín, por él mi "correcto hermano mayor" rompió la primera regla del plano superior, nunca debió de enamorarse de un personaje y mucho menos un extra de ese primer mundo al que fue.
Sin embargo, nadie le dijo nada por el simple hecho de que tuvo un puntaje mucho más que perfecto, y sobre la recolección de energía fue demasiada para un novato como él.
Fue en ese instante que el anterior Dios superior del plano superior, se dió cuenta que Valentín tenía algo especial y podía realizar las misiones sin necesidad de seguír el curso original porqué, el sistema y las reglas de cada mundo en esas misiones, no podían restringir a Valentín.
Así fue como le permitieron hacer y deshacer a su antojo, era demasiado injusto que solo por ser especial, alguien como él estuviera absuelto de las regalas de plano superior.
"¿Cómo es que él siempre se llevaba lo mejor? ¿Por qué es mayor que yo? ¿Si yo hubiera nacido primero sería el que lograría todo eso?" Es lo que me preguntaba siempre que lo a lavaban por sus acciones.
El ya lo tenía todo, ¿qué le costaba darme a Kairse? ¿Para que iba a tener dos amantes? Él podía quedarse con Sasha, su segundo amante. Ese maldito salvó a Valentín cuándo yo estaba por terminar con su vida.
Había logrado tomar el personal en una de las misiones que realizaba Valentín. Tenían planeado que muriera allí, sin embargo el malnacido de Sasha recibió mi irá en vez de Valentín.
Desde tiempos inmemorables esos tipos han arruinado mis planes, ¿qué rayos les pasa? ¿Por qué diablos están bien con compartir? ¿Por qué permitir que la persona que amaba folle con alguien más frente a sus ojos?
¿Qué tiene de bueno Valentín para empezar? Yo soy mejor que él en todo los aspectos. Entonces, ¿por qué ellos lo siguen eligiendo a él? En especial, Kairse. Si tan solo me hubiese elegido a mí, solo tenía que elegirme a mí. Eso era todo.
Luego llegó la tercera persona, ese hermoso zorro de nueve colas y de bellos ojos rojos. Lo quería de mascota. Intenté hacerle entender que Valentín no era digno de tener su confianza, sin embargo no me hizo caso y le muy bastardo me llamo "basura insignificante"
Se supone que somos hermanos, ¿en qué nos diferenciamos? ¿Por qué lo miran solo a él? Aún cuando éramos simples humanos, Valentín seguía siendo el centro de atención. Era repugnante tener que presenciar eso.
Es por eso que tuve la idea de provocar un accidente dónde se viera involucrado, y en el proceso que fuera a descansar con nuestros padres. No obstante, Dios también me castigo porqué también me vi involucrado.
Pero, estaba feliz porqué por fin dejaría estar bajo la sobra de Valentín. De igual manera, la felicidad duro muy poco porqué al despertar él estaba junto a mí. Mirándome con esa mirada preocupada que para mí era hipócrita.
Creí que está vida sería diferente, que por fin me había deshacido de él. Sin embargo, cuándo tuve 18 años y recorde mis recuerdos pasados. Nuevamente me di cuenta que vivía bajo la sombra de mi hermano mayor.
Mis padres seguían desesperados buscando a Valentín, aún después de tener un segundo hijo. ¿Por qué buscarlo? Debieron de resignarse y quedarse solo conmigo. No necesitaban a su hijo mayor.
Ellos me han dado mucho amor desde que era un niño y aún así de aldulto, pero no lo suficiente. Lo quería todo para mí. Es por eso que me obligaron a impedir que encontrarán a Valentín aún cuándo siempre supe dónde estaba.
No podía permitir que se reunirán y lo trajeran aquí a quitarme todo nuevamente, es por eso que empecé a escribir una historia dónde encerrarlo cómo lo hice con sus otras reencarnaciones.
Una vez fui a verlo pero el ni siquiera me reconoció, allí fue donde se me ocurrió encerrarlo para siempre en un mundo creado por mí, hacerlo sufrir. De esa manera se daría cuenta lo horrible que era vivir siendo la sombra de una hermano o hermana mayor.
Sin embargo, ahora me arrepiento el no haberme desechó de él, en ese preciso momento. De esa manera nada de estoy estaría pasado.
—¿Quién es?—Preguntó Vadim.—¿Por qué dejaron entrar a una persona desconocida?—Ve con molestia al Mayordomo.—¿Qué le dije sobre los desconocidos?
Si las miradas hablarán y las expresiones también pudieran decir algo, en este instante ya estarían gritando o maldiciendo arbitrariamente. Por más que traté ocultar su pensar de lo que tiene enfrente, es imposible para Vadim.
Quería tomar por el cuello a Valentín, romperlo, y dejarlo sin habla, sin aire en el piso. Sacarlo rápidamente de esa mansión antes de que sea imposible hacerlo más adelante.
Valentín sonrió internamente, ver ese rostro distorsionando tan horrible era relajante para él. Quería darle una úlcera con su presencia a Vadim. Y es algo que está logrando a la perfección, esa malvada persona está sintiendo un dolor horroroso generado en la boca de su estómago.
Queriendo vomitar por los reflujos ácidos que suben por su esófago, sin embargo sigue queriendo mantener la compostura porqué también le iba dar el placer a Valentín, de verlo cómo perro jadeado con agonía en el suelo.
Por más que Vadim quisiera alejar a los señores Kunt, de Valentín. Fue complemento en vano, ellos ni siquiera se movieron un centímetro lejos de su hijo mayor. Ellos dos, seguía ahí sin la intención de dejar ver esos hermosos ojos azul turquesa.
Los padre tenía miedo hasta parpadear, sentía que si lo hacían Valentín volvería a desaparecer de sus miradas. Y no podía permitir que eso vuelva a suceder, no.
—Vadim, no regañes al Mayordomo.—Expresan sus padres.
—Él hizo lo correcto.—En ese rostro que en su momento solo alberga tristeza, poco a poco se fue deslumbrado de alegría.—¿No lo puedes ver?—Ella sostiene las manos de Valentín.—Él es nuestro Valentín, tu hermano mayor.—Sonrie.
—¿Qué?—Fingio asombroso.
Eso Vadim, sigue así. Solo véanlo cómo trata de mantener su expresión, esos puños apretados están tan pálidos. Su mirada me gritaba abiertamente que quería que desapareciera de la faz de la tierra.
Se me está siendo complicado el mantenerme serio, esa cara de estreñimiento que tiene en este instante es todo un poema. Quiero reírme de su desesperación, pero todavía no es el momento correcto.
—¿Cómo pueden estar seguro de eso?—Se pone en culcullas frente a sus padres. Sostenido la mano de cada uno.—Papá, mamá.—Su mirada cambia drásticamente.—No quiero sonar insensible, pero es necesario decirles esto.
No sé que estará planeado Valentín, sin embargo no se lo dejaré fácil. Sigo mantenido el control de mis padres y de todos en esta mansión. Venir a este lugar fue su más grande error.
—¿Cuántas personas no han fingiendo ser mi hermano mayor?—Baja su mirada con tristeza.—No quiero que se vuelvan a ilusionar para terminar más rotos de lo que ya están.
Valentín frunció el ceño en molestia al igual que se consterno al ver una débil energía filtrándose en los cuerpos de sus padres.
Al darse cuenta como los señores Kant iban perdido nuevamente el brillo en sus ojos, Valentín se enfureció por las despreciable acciones de Vadim.
——¡Ah!—Cayo al suelo.
—¡Lo siento mucho!
Valentín cubrió su boca con ambas manos, ocultado su sonrisa. Él había empujado bruscamente a Vadim, este se había golpeado la espalda con la mesita de enfrente.
—¿Esta bien?—Trata de ayudarle a levantarse.
—¡No me toques!—Evito todo con tanto con Valentín.
¿Lo hizo intencional? El muy maldito está jugando conmigo, quiere que me alteré y diga cosas que me haga ver culpable. Eso no va a suceder, ¿veamos quién finge mejor?
—No fue mi intención, solo quería irme sin que lo notarán.
Este desgraciado, ¿crees que me ganarás? ya lo veremos. solo estoy empezado, te voy aislar de todas las personas de este lugar y la empresa. Ni ese poco de poder de manipulación podrá ayudarte, malnacido.
—Sin embargo, estaba muy cerca de mi salida y terminé chocado con sus piernas.
—¡¿Te irás?!—Los señores volvieron a despertar del transe, Vadim no logró su cometido.—¿Por qué?—Se ponen de pie.—¡No puedes irte!
—¡Por favor, por favor no te vayas!—Suplicó la señora Kant.
Valentín sintió un pesar al ver las expresiones desesperadas de sus padres, era tan lamentables el ver cómo se aferran a él.
—Señores.—Los ve con una mirada complicada.—Sigo sin entender todo esto, solo viene porqué quería respuestas. No debí de creer en las palabras de ese señor—Suspira.—Él tiene razón, no soy su hijo. Tal vez solo me le parezco un poco...
—¡Noo!—Gritaron tanto los señores Kant cómo el mayordomo.
—Eres nuestro hijo, estamos seguro de yo.—Vuelven agarrar las manos de Valentín.
—¿Podemos realizar una prueba de ADN?—Sugiere el señor Kant.
Al escuchar eso, Vadim se tesón. No podía permitir que realizarán esa prueba, era más que obvio que saldría positiva en compatibilidad. No obstante, una idea brillo en la cabeza de Vadim. Podía manipular la prueba.
—La verdad, me iba ir sin mostrarles esto que también se me fue entregado hoy.—Les entrega el folder que tenía en sus manos.—No quería creer lo que había escrito ahí, sigue siendo tan absurdo.—Mira a Vadim, sonriendo ampliamente.
Vadim se estremeció al ver esa sonrisa socarrona en Valentín. Los escalofríos subieron y bajaron por su columna dorsal eran algo horrible de sentir.
—¡Padres, no se dejen engañar!—Les arrebató el folders.—Esto puede ser otro engañó.—Ve fijamente a su hermano mayor.—¿Quién te pago? ¿Quién te dijo que jugaras con los sentimientos de una familia desesperada por encontrar su hijo?
Dios, este tipo es dignó de llevarse un premio por su actuación. El dolor reflejado en su rostro no es una broma. Es muy habilidoso el muy maldito. Sin embargo, también puedo ver la desesperación en sus ojos, el temblor en su cuerpo no era fingido y tampoco era de enojó. Era de temor a ser descubierto.
Mi objetivo está siendo logrado, verlo de esa manera ya es un buen comienzo. Está sintiendo nerviosismo e inquieto de que todo se salga de sus manos.
—Joven, no sé de qué está hablando.—Pone una mirada desconcertada.—Sus preguntas me están ofendiendo mucho.—Muerde su labio.—Ni siquiera sabía que la familia Kant existía. Toda mi vida e vivido en la otra ciudad con mis difuntos padres...¡Soy yo quién debería hacer las preguntas y juzgarlos por abandonarme si es que en verdad soy su hijo!
—¡Valentín!
—¡Joven maestro!
Los presentes se asustaron al ver sus lágrimas y esa expresión frustrate por todo que está pasando. Valentín les dejaba saber cómo se estába sintiendo.
—Vadim no lo dijo con esa intención.—Expresó la señora Kant.—Mayordomo, ve por un vaso de vaso de agua.
—Sí.—Fue rápido hacia la cocina.
—Me disculpo.—Baja su mirada.—Esto es demasiado para mí, ver esa foto de cuando era pequeño también es confuso.—Ve a sus padres—¿Cómo es posible que mis padres no son mis verdaderos padres?
—Todavia no estamos seguros.—Vadim vuelve a poner sus manos en los hombros de sus padres, con la intención de volver a manipular sus emociones.—Lo sabremos cuando hagamos la prueba de...
—Eso no es necesario.—Responden ambos padres.
¿Qué? ¿Por qué no está funcionando? Se que mi poder está débil, sin embargo todavía es posible manipular la mente de mis papás. Entonces, ¿por qué se están saliendo de mi control? Valentín no puede ser el responsable porque él no tiene nada de eso. Solo es un humano común y corriente.
—Estamos cien por ciento seguro que Valentín es nuestro hijo.
—Yo también estoy seguro.—Le entrego el vaso de agua a Valentín.—Él es mi primer joven maestro, es idéntico al señor Kant en sus días de Juventud.
"Mi señor, ya puede salir." Le hablo Kairse por el auricular a Valentín. "Vadim ya no podrá manipular a sus padres. Verlo vivo y saber que pueden volver a estar con usted, volvió su mente más fuerte.
—Yo...yo lo siento.—Se pone de pie.—¡Necesito aire, salir de aquí!—Salio corriendo.
—¡Valentín!
Los señores Kant salieron de trás de él. Vadim quería detenerlos para que no siguiera yendo trás su hermano mayor.
—Se fue...—Los señores Kant se abrazan.
—¿Cómo lo vamos a volver encontrar?—Pregunta la señora Kant con sus ojos enrojecidos.
—No se preocupen, yo me haré cargo.—De desaparecer su rastro para siempre.—Sin embargo, antes tengo que confirmar si en verdad es mi hermano mayor. No puedo permitir que alguien se aproveche de nuestro dolor...
—Señores. Segundo joven maestro. Encontré esto.
Los señores Kant lo tomaron mucho más antes que Vadim. Lo que encontró el mayordomo era la tarjeta de hotel donde se hospeda Valentín. “Sin darse cuenta” la había dejado caer al suelo.
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