A fuera de esa pequeña propiedad, por los árboles de fruta del jardín cerca de la cerca, se encuentra Valentín. Acostado en una hamaca de playa.

Siente que esa poca de calma está haciéndole sanar un poco, de lo vivido en esa historia. Aunque, a simple vista no se note sus traumas dejados en él, todo eso sigue muy presente en su vida.

Mantener su mente ocupada y disfrutar de los mimos de esos tres jóvenes, lo hace sentir pleno de alguna manera. Pero, Valentín tenía pensado ir a terapia luego de terminar con ese enemigo que lleva su misma sangre.

Pese a eso, Valentín piensa que llevar la misma sangre no lo define como su familia, en ocasiones tu familia es la que no tiene ni una pizca de parentesco.

Es por eso que está disfrutando de está pequeña calma antes de que esa tormenta bañe sus cuerpos en sangre quizás. Porqué no piensa tener piedad con nadie, la piedad es para los débiles y en ocasiones eso les lleva aprovecharse de uno.

"Desde un principio hay que ser firmes,  sin titubeos innecesarios. Porqué en el momento en que te descuidas has perdido la cabeza." Eran los pensamientos de Valentín.

—Oh, Dios. No aguanto mi cintura el solo caminar es incómodo, a penas llegué a esta hamaca.—Murmura entre suspiro.

A sus ojos esos tres sujetos, son unos animales hambrientos cuando lo ven ya sea desnudo o con ropa, se enloquece hasta dejarlo seco por todo ese ejercicio al momento de darse amor.

—Debí de ponerles un alto a esos tres sementales. Es bueno disfrutar el triple de placer, pero el día siguentes eso te pasa factura.—Vuelve a suspirar.

Decía eso pero no se arrepentía de verse entregado hasta ese punto, se ha vuelto muy lascivo y si su cuerpo se calentará en este instante, volvería a estar con sus tres amantes, olvidado el dolor de espalda.

Creí que me rompería al tener dos cosas dentro de mí, al principio fue aterrador, pero luego eso se volvió placer. Estuvimos uniendo nuestros cuerpos uno al otro y entre ellos tres hasta el amanecer.

No recuerdo en qué momento me quedé dormido, cuando desperté mi ropa estaba limpia y todo mi cuerpo había sido limpiado meticulosamente, principalmente mi trasero fue bien cuidado. Es algo vergonzoso, bueno no tengo porqué avergonzarme cuando ya han visto todo.

También fue un poco desconcertante despertar y no verlos por ningún lado, solo encontré una nota donde decían que habían salido por comida y averiguar un poco de lo que está sucediendo en la familia Garza.

No sé de dónde sacaron el dinero para eso, puesto que mi cartera sigue teniendo el poco de efectivo y mis tarjetas de crédito sigue ahí también. De seguro se las arreglaron de alguna manera, por el momento eso es lo de menos.

Lo importante es como voy a enfrentarme a esa familia Garza, antes de hacer un movimiento tenemos que verificar el suelo que pisaremos, no podemos hundirnos en arenas movedizas por nuestra precipitación.

La familia Garza no es tan simple, y es seguro que Vadim se alguna forma a de tener el mayor control de esa empresa, usaría ese poder para intentar callarme de diferente manera ya que la anterior no sirvió.

Aunque, me muero por arrancar la cabeza de Vadim de una sola vez, no puedo hacerlo. Tengo que ser paciente, el dinero dejado por mis difuntos padres. No es tan grande como para igualar a la familia Garza, dónde actualmente Vadim actúa como amo y señor de ese lugar.

No sé si los señores se encuentra bien, ¿seguirán buscándome? Tal vez ya no lo hagan, eso también a de ser obra de Vadim, o simplemente se rindieron al querer encontrarme.

Para ser sincero, no quiero nada de esa familia y mucho menos relacionarme con ellos. Había vívido muy bien sin saber de esos señores. Nunca me hubiese enterado de que soy un hijo adoptivo de mis difuntos padres, y estaba bien.

Sin embargo, tenía que aparecer alguien con rencores ilógicos hacía a mí. Pues el único que tenia derecho a tener rencores ese soy yo. Pero, no. Vadim quería volver a morir al parecer, es la única respuesta que encontró para su estupidez.

Él lo tenía todo, lo que siempre quiso ser hijo único sin compartir nada con nadie. Entonces, ¿para qué remover el pasado que de alguna manera quedo saldado luego de morir los dos?

¿Quizás los señores Garza juegan un papel importante? Su búsqueda por querer encontrarme nuevamente despertó envidia, odió, desprecio, en su segundo hijo.

De igual manera eso ya no importa, mi venganza no flaqueara. Para hacer sufrir a Vadim, verlo hundido en la desesperación, yo me presentaré ante ellos como su hijo mayor.

Káiser expresó que ya tenía a alguien recolectado un mechón de cabellos de los señores Garza. Eso también me sorprendió, ¿cómo es qué ya tiene gente trabajando para el cuando solo llevaba un día en este mundo? Qué pregunta estúpida me estoy planeando, ese sujetó insaciable sigue siendo un Dios, aunque sus poderes ya no funciona como deberían.

Ya con la prueba de ADN, nadie podrá dudar que soy ese niño qué tanto han buscado los señores Garza. Eso me ayudara a obtener más tiempo para derrotar a ese bastardo de mi supuesto hermano.

Ya sin ser el heredero de esa fortuna y sin poderes de los que se orgullese, estará completamente perdido. Vadim no sabe que ya salí de ese mundo de mierda, Kairse me comentó que su poder se debilitó hasta el punto en que, le costaría manipular a las personas en este mundo.

Por lo tanto tengo que ir a esa mansión antes de que Vadim, utilice esa influencia para intentar deshacerme de mí. Fingire que no sé nada al respeto de su existencia como ese Dios, que me encerró en ese mundo.

Tengo planeado un infierno para ese maldito pedazo de excremento. Ojo por ojo y diente por diente sin importar una mierda que llevemos la misma sangre.

Yo, si me enfrentare a él de frente y no por la espalda cobardemente como el cobarde que es Vadim. Ya ansío ver su rostro distorsionando cuando me vea llegar a ese lugar.

Valentín sonrió malvadamente, mientras disfrutaba de una rica bebida fría saborizada. A la espera de sus tres amates, aunque no lo mostrará se encuentra muy impaciente por su tardanza y eso que solo han pasado veinte minutos desde que se fueron.

Lo pensaron mucho en si ir los tres o dejar a alguien cuidado de Valentín, sin embargo al final fueron los tres a realizar esas compras, era consientes que Valentín podía cuidarse por si solo. Pero, no estaba demás dejar que otra persona escondida a los alrededores de la propiedad de Valentín, cuidado de su seguridad.

En este mundo, tanto Sasha, Black y Kairse tienen un buen transfondo familiar. Kairse logró preparar un buen cimiento dónde pararse al momento de llegar y acompañar a Valentín.

Solo que aún no han tenido tiempo de hablar sobre eso, no cuándo solo querían seguír dándose amor, compensar el tiempo perdido antes de ir a la guerra contra Vadim.

—Cuando regresen les voy a dar un buen golpe a cada uno.—Expresó Valentín, con su mirada en la puerta del patio.—¿Cómo se atreven a dejarme solo?—Bufó con molestia.

Había sido un poco traumático para Valentín, el despertar solo y no ver a nadie. Fue como perderse en la oscuridad, de que todo solo haya sido una fantasía inexistente, ese pensamiento cambió al leer esa nota y al oler el aroma que exudaron eso tres cuerpos luego de bañarse.

Solo así suspiro aliviado de que no era un sueño, que esos tres hombres que lo habían sacado de ese ciclo de desesperación existían. Qué eran cien por ciento reales. Trayendo un poco de paz en Valentín.

—En verdad tengo que ir con el loquero—Susurró.—Iré mucho antes que lo vívido en ese lugar me alcancé y quiera consumirse de una manera u otra.

Ir al psicólogo no era nada malo, y así no tuvieras un pasado traumático en ocasiones es necesario ir. Tener una pequeña charla liberadora, en muchas ocasiones uno sin darse cuenta reprime muchas cosas y llega un punto donde no puedes ser contenido todo en un pequeño vaso hasta que explota.

Es ahí donde te das cuenta que por aguantarte tanto, eso te alcanzó y sin saberlo te consumió a tal grado que si no tienes la suficiente fuerza para escapar terminaras ahogado con tu cuerpo frio.

Por eso es necesario hablar de lo que todas esas cosas que te aprietan el cuello. Ya sea con un psicólogo o un amigo hay que hablar y sacar un poco de eso.

—¡Futura esposa!—Hablan al unísono.—Trajimos cosas ricas—Sonríe ampliamente, los tres sostienen dos bolsas en cada mano.

—¡¿Esposa?!—Sus mejillas se sonroja a tal grado que saldrá humo de ellas.—¡Esposa sus abuelas!—Bufo molesto.

Eso lo hizo sentir lucido por un par de segundos, dándose cuenta qué ese futuro que visualizo en su momento de tener una hermosa esposa y un bonito hijo, se esfumó en el instante que comió más de un pepino.

—No se ponga tímido, Maestro.—Black subió a la hamaca, acostándose a un lado de Valentín.—Huele tan bien—Olfatea el cuello de su Maestro.

—¿Eres un perro?—Lo empuja con el pie, Black cayó al suelo. No le dolido nada porque de por sí la lona de la hamaca casi toca el suelo.

—No, pero sigo siendo un animal. Uno muy bello.—Lástima que no puedo tomar mi forma de zorro, no hasta que Káiser le entregué los recuerdos a nuestro amado Maestro.

—¿Sigue siendo incomodo?—Káiser frota la cintura de Valentín, intentando usar sus poderes. Sin embargo, ya no están fuerte luego de salir de ese mundo.

Se podría decir que sus poderes siguen ahí, pero se encuentra sellados con las memorias de Valentín. Después de todo, ellos tres son Dios, con la ayuda de Valentín.

Valentín es tan fuerte que su divinidad fue compartida con ellos tres, ascendiendolos a Dios en ese momento en que sus almas se enlazaron y se volvieron una. Por eso cuando se rompió la conexión entre ellos en esa primera vida, sus poderes quedaron sellados en los recuerdos junto al pecho de Káiser.

Káiser podía usarlos porqué era él quien mantiene resguardado dichos recuerdos, dándole un poco de privilegio.

—Solo hay un poco de incomodidad, nada más eso....Callarse—Advierto, su estómago había rugido muy fuerte.

—Black ve por una mesa o algo para poner la comida—Sugirió Sasha.—Solo espera un poco.—Besa la coronilla de Valentín.

—Dije que te callaras.

Káiser y Sasha miran hacia otro lado ocultado su sonrisa, Valentín se veía muy adorable avergonzado con sus mejillas sonrojadas.

—¿Dónde dejó esto?—Preguntó Black.

—Dejarla en medio.—Kairse empezó a sacar los platos de comida, era sopa de pollo, costillas agridulces, mariscos.

—Eso se ve bien.—Estaré desayunado y almorzando al mismo tiempo.—Quiero probar los...—Llevo sus manos a la boca.—Oler eso me generó malestar en mi estómago, tenía hambre pero al mismo tiempo quería vomitar mis entrañas.

—¿Maestro?

—¿Señor?

—¿Valentín?—Los tres se preocuparon al ver la reacción de su amado Valentín, este tenía un aspecto extraño.

—Quiero vomitar.—Salió corriendo al baño, ese disgustó subió hasta su esófago y cubrió de asco su paladar.

—¿Qué?

Ellos tres se miran con desconcierto, sin embargo, hubo un pequeño brillo en sus ojos al llegar a la misma conclusión, de que tal vez se estaba horneado algún bollo.