capitulo 24
Me cansé de esperar, no pienso seguir dándole más tiempo a Sasha. Él no va a quitarme a Valentín, no. Así tenga que acabar con mi propio sobrino, lo haré.
Para empezar, Sasha ni siquiera debería de estar en este país. Por andar de entrometido y codiciado lo que no es suyo, terminará muy mal.
Ya tengo todo listo para tomar de regreso lo que es mío, solo pienso llevarlo a una de mis propiedades, mantenerlo allí hasta que entienda que, tenemos que estar juntos.
No pienso hacerle daño y mucho menos obligarlo, solo lo mantendré cautivo hasta que entienda mis sentimientos y del porqué hice lo que paso en ese pasado y está vida. Que todos hemos sido manipulados por alguna extraña identidad. Sí, él tiene que creerme.
—Edmond, ¿hablas en serio?—Preguntó Nash, se encuentra perplejo por la rara historia contada por Edmond.
Sigue siendo difícil el cree que hemos vivido más de una vida y que en esas vidas, a quien queremos es a Valentín y no a Angelica ¿Es eso acaso posible? ¿De verdad sucedió algo como eso? ¿No será que la golpiza que recibió ese día por parte de Valentín, lo dejó así de trastornado?
¿Por qué es a Valentín al que queremos? ¿Dónde queda Angelica? Aunque, hay momentos en los que me cuestiono del porqué corremos detrás de ella, sin decirse nada. ¿Qué demonios está sucediendo exactamente?
—¿Por qué estás tan seguro de algo como eso?—Preguntó Lev.—¿Por qué es Valentín?—Lev preguntó lo que Nash, quería saber.—¿No crees que tus delirios se están volviendo más fuerte? Es mejor que te mediques, urgentemente.
A Edmond se le esta olvidando que Valentín, es un hombre. No solo eso, que es una persona horrible, ¿como se supone que me guste alguien así? Sin embargo, aquí estoy. Siguiendo y compartido la estupidez de Edmond. ¿Por qué le estoy por creer en primer lugar? Todo es demasiado estupido.
—No sé cómo explicarles todo, sin que suene más descabellado de lo que ya es—Gira el auto a la derecha—Solo puedo decirles que, Valentín nunca intimidó ni lastimo a nadie.
Valentín es la persona más pura e inocente que las demás personas, lo hicieron parecer un bastardo sin escrúpulos. Pero está bien, todas esas personas se volverán fertilizantes, solo espero que no sea dañino para la tierra. Porque se consideraría desechos tóxicos en vez de abono.
—Solo les pido ayuda para llevarme a Valentín, si quieren pueden quedarse con Angelica—Ella mes inútil.
Todo lo que está sucediendo es por su culpa, es mentira que su madre está muerta. Es un plan entre ella dos para que, Luciano. Le dejé toda la herencia y poder así, vengarse de la familia Whitley.
Hasta el accidente qué puso en coma a Valentina, fue obra de Angelica y su madre. Lo cual llevó a los padres de Valentín. Convertirlo en Valentina.
A quién siempre tratamos mal fue a Valentín, siempre fue a él. Todo a causa de la ambición de cada uno de ellos. Es por eso que quiero compensar a mi Valentín. Darle solo lo mejor de lo mejor.
—Si no la quieres es por algo—Nash vio con dudas a Edmond—¿Que cosas hizo? ¿Por qué cuando hablas de ella, se nota ese rencor y odio hacia ella?
Cada vez más estoy terminado por creer lo que está diciendo Edmond, esa mirada brillante de sus ojos, cuando habla de Angélica, no se puede borrar solo por así.
—Ella mintió en todo.
Si todavía no la he castigado, es porqué mi prioridad en estos momentos en Valentín, y deshacerme de Sasha. Luego veré que hago con ella, si que logra sobrevivir a ese "accidente"
Edmond había dejado un regalo en la habitación de los señores Whitley, en el momento que subiera a la cama, todo explotaría. Para ese momento él y Valentín ya estarían más que lejos.
—¿Cómo que mintió?—Preguntó Lev—¿Tienes pruebas...?—Sobre su regazo cayeron muchos papeles.
Lev leyó cada una de esas hojas de papel, sin poder creerlo. Angelica en ninguno momento paso penurias, ella vivió feliz gastado la pequeña fortuna que le dejó su difunto padrastro. Al gastarlo todo en lujos innecesarios, fue entonces que su madre, recordó la existencia de Luciano.
—¡¿Somos bien estupidos?!—Sonrío con frialdad.—¿Hay una manera de recordar nuestras vidas pasadas como lo hiciste tú?—Pregunta Lev—Quiero saberlo todo.
A Nash también le interesaba eso, no quería ser él único perdido en las mentiras e ignorancia. Poco a poco el poder de Vadim, sobre la historia y los personajes, se está perdiendo.
Vadim en su momento llegó a pensar que, no importaba si perdía el control de Valentín, mientras pudiera seguir manipulando la vida de los demás personajes, todo estaría bien.
Sin embargo, ya ni de eso tenía el control. Tenía que aceptar que había perdido y pronto le tocara saldar cuentas con Valentín, cara a cara.
—No sé—Estacionó el auto—Pero podremos averiguarlo después—Bajan del auto—Mientras estemos con Valentín, estoy seguro que encontraremos la respuestas. ¿Sí?
Nash y Lev solo asintieron al mismo tiempo que, levantan la cajuela del auto, buscado las herramientas necesarias que llevarán al hotel y desmayar a Valentín sin ejercer dolor.
—No le harás daño a tu sobrino, ¿verdad?—Preguntó Nash—Es tu sobrino después de todo.
No sé que clase de persona era en mis anteriores vidas, sin embargo en este instante soy una persona completamente diferente y el asesinato no está en mis planes. No voy a ensuciar mis manos con sangre.
—Solo lo enviaré a Rusia, nada más eso.
—Por mí no hay problema si lo destrozas—Expresó Lev.
Ese maldito me cae mal desde el primer instante en que lo conocí, el solo verlo me causa unas inmensas ganas de partirle la cara. Es demasiado arrogante y sobre todo alto, es una maldita viga. Tan injusto que tengamos la misma edad y él sea tan grande.
—Deja de sugerir algo como eso, Lev—Reprende Nash—Eso seria contraproducente para nosotros, idiota.
Los tres se las ingeniaron para no ser vistos en recepción y poder obtener la información de dónde, se encuentra Valentín. En que habitación y así poder llegar sin alamarlo, tomarlo por sorpresa.
—¿No creen que esto es muy fácil?—Nash se detiene a dos metros de su destino.
—¿A que te refieres?—Pregunta con irritación, Edmond.
—¿Si, de que hablas Nash?—Se me olvidaba que sufre de paranoia en ocasiones.
—¿Solo piénselo?—Mira a todos lados—Este lugar debe de estar cubierto de cámaras y los de seguridad también ya debieron de vernos. ¿Por qué no hace nada al respecto?
Lo fácil nunca es bueno, lo fácil solo indica peligro en la mayoría de los casos. Por eso se me es sospechoso, que todo esto es demasiado simple y sin complicaciones.
Por lo menos uno de ellos tres, si logra pensar en los pro y contras de tal situación. Y Nash tenía razón, todo era tan fácil hasta el robar la llave. Ellos tres podría estar dirigiéndose a una trampa o algo peor.
—Deja tu paranoia—Expresa Lev—Si los de seguridad no se han movido es simple, reconocieron a Edmond. Ya que es el cuñado del dueño de este lugar.
—Sí—Edmond, concuerda con Lev—Ya que todo está resulto, vamos.—Cuidadosamente abrió la puerta, dándose paso al interior de la habitación.
La mirada de Edmond, brilló al ver la figura de Valentín, descansando cómodamente sobre sofá cama. Sin percatarse que había invadido su habitación, con la intención de llevárselo a la fuerza.
"Lindo" pensaron los tres, al verlo ahí arrullado en una cobijo como un pequeño gatito, les entraron unas ganas de pellizcar sus mejillas.
—Lev, busca a Sasha en el baño—Susurró bajito, Edmond.
Creía con certeza que se encuentra en el baño, duchandose. Solo porqué se escuchaba el agua saliendo de la regadera.
—Bien—Con grandes y silenciosas zancadas llego a la puerta del baño, girado la perilla con cuidado.
Edmond y Nash se acercaron a Valentín, inclinándose un poco para verlo más de cerca. Ha los dos les entro una necesidad de besar esas tiernas mejillas, sin embargo se contuvieron e intentaron poner un trapo sobre la boca y nariz de Valentín.
En ese preciso momento Valentín, les dejo ir un puñetazo en la nariz, creado un horrible sonido. Ya estado en el suelo, los pateo una y otra vez sin piedad.
—Tan malditamente asqueroso el sentir sus miradas—Suspiro con desagrado—Tardaron demasiado—Los vuelve a golpear—Me estaba cansado de esperar.
—¡Valentín, ya para!—Edmond se arrodilla—Perdón—Solloza—Lo siento, ¿sí?—Discretamente le dio una señal a Nash, de que haga algo mientras el lo distrae.—Ya lo sé todo, me disculpo por haber sido un maldito idiota.
Ya decía yo, que todo era demasiado perfecto. Pero ninguno de los dos, quiso hacerme caso, ahora vernos aquí en más que solo en aprietos. Valentín es tan bueno peleado que ni siquiera puedo desquitarme los golpes, es demasiado vergonzoso.
No obstante, es momento de enseñarle un par de morales, lo sometere mientras se distrae con Edmond y espero que Lev, se de prisa.
—Ni pienses en mover un solo músculo.—Advirtió Kaiser.—Es mejor que te quedes ahí en el piso, como la cucaracha que eres.—Kaiser desde un principio se encontraba escondido detrás del sofá, protegido a Valentín.
Tenía unas ganas de soltarles una bala en la cien a cada uno, le tocó controlarse porque no pueden perder está oportunidad, de escapar de este lugar.
—¡¿Quién eres tú?!—Edmond terminó exaltado.
Si hay una persona desconocida, eso quiere decir que, ¿todo era una trampa? ¿Acaso Valentín también recuerda todo ese horrible pasado?
—Valentín...tú...¡Aagh!—Lleva sus manos a su estómago, kaiser le dejo ir una patada.
—No le llames tan casualmente—Advierte.
—¡No es algo que te incumba!—Sigue hablado altanero—Esto es algo entre él y yo—Mira a Valentín—¿Recuerdas muestras vidas juntos?
La expresión de Valentín, al escuchar eso fue como; ¡Que asco! ¿De que vida está hablando con esa expresión brillante? Él muy maldito no se arrepiente ni un poco.
—Sasha, Black. Darse prisa—No pienso dialogar ni gastar saliva con estos esperpento, ni un segundo más. Solo quiero largarme de este lugar e ir acomodarle los dientes a es tal Vadim.
—Ya estamos aquí—Tanto Black como Sasha, traían a una persona amarrada de pies y manos. Uno era Lev y la otra persona era Angelica.
Ella también había ido hacer su movimiento, con su carita de niña buena preocupada por su hermano mayor. Eso complació a Valentín, ya que no perdería su valió tiempo en ir por ella.
—¡¿Angelica?!—Se sorprendió Nash.
—¿Que piensa hacer?—Preguntó Edmond.
—Nada que te importe—Levanta su mano, kaiser entendía lo que quería, dejando el arma en la mano de Valentín.——¿Ustedes irán detrás de mí?—Vio a cada uno de ellos.—¿Verdad?—No quería irse sin kaiser, Sasha Black.
—Si, iremos detrás de usted—Kaiser beso la parte de atrás de la cabeza de Valentín.—Prometo que te buscaremos.
—¿Los voy a olvidar?—No quería eso. Ya no quería seguir olvidando sus existencias.
—Eso no pasará—Beso la mejilla de su querido Valentín—No tengas miedo—Expresó Sasha.
—Sabemos donde vive—Sonrío Black—Calienta la cama mientras, nosotros llegamos—Susurró sobre el oído de Valentín, robotizado el bello rostro de su maestro.
—¿Cuando te volviste tan descarado?—Le dio un pequeño golpe en la frente, al mismo tiempo que sonreír bajito.
—¡¿De que están hablando?!—Preguntó todo enfurecido, Edmond.—¡Valentín no irá a nigún lado!.....¡¿Uh?!—Toco su pecho, luego vio su mano, la cual está cubierta de sangre. Valentín le había disparado directamente en el corazón.
—No soy ese Valentín que una vez conociste y del cuál abusaron por tanto tiempo, ese Valentín como los demás están muertos—Y encerrados, pero sus almas será liberadas una vez que yo, muera en está historia de mierda.
Edmond se negaba a creer que la persona que "amaba" ya este muerta. Sin embargo, se sintió aliviado de alguna manera porqué ese Valentín, ya no podrá estár con nadie más. También creía que podía encontrarlo en la otra vida, más equivocado no podía estar.
—Hasta nunca.
No les dí la oportunidad de pedir una explicación, perdón, no se lo merecían. Aún sin recordar nada se atrevieron a seguir a Edmond, por lo qué no merecía nada.
Angelica tembló de miedo y vomito al ver los cuerpos sin vida, tirados en el piso. Iba a rogar por su vida, pero era algo que Valentín, no iba a permitir y acabo con la vida de un solo disparo. Merecían mas tortura, pero Valentín ya se encontraba nauseabundo de estar en esa historia y solo quería irse.
—Solo quedó yo—Tengo que jalar el gatillo una última vez más.—Darse la vuelta, no quiero que vea mi cuerpo sin vida...
Por sus mejillas rodaron un par de lágrimas, tenía un poco de pavor el no poder volverlos a ver e inclusive no recordarlos.
—No lloré—Limpia esas lágrimas con sus labios y otros con la lengua—Vamos, tiene que irse antes de que sea demasiado tarde—Dicen al mismo tiempo.
—No tarden—Aprieta sus dientes para calmar sus miedos.—Los estaré esperando, ¿me escuchan?—Ellos tres solo asistente.—¡Mas les vale que no me hagan esperar!—Termino sollozando todavía más—Tiene que hacerme recordarlos cómo ya saben—Sus mejillas se tienen de rojo.
Con un nudo en su garganta y con el corazón en su mano, Valentín jaló del gatillo, sin embargo su cuerpo no cayó al suelo. Antes de que se volviera nada, de él salieron cuatro pequeñas luces. Esas eran las almas de los anteriores Valentín, cada una de esas almas se frotaron contras las mejillas de cada uno de ellos tres.
kaiser y los otros dos, se haría cargo de enviar esas almas a reencarnar a un lugar donde serían felices, y de maldecir a los objetos de captura y Angélica de que nunca puedan descansar paz.
Mientras ellos tres se ocupan de eso, Valentín logró salir de esa historia que pronto se volverá nada, si. Sasha, Black y Kaiser, acabarían con ese lugar.
—¡Estoy de vuelta!—Sonrío—¡¡Volví!!—Pronto esa sonrisa se borró de sus labios.
Él miró a todos lados, buscado a las tres personas que hicieron todo esto posible. Pero, ni uno apareció luego de esperar horas en la puerta de su casa. Valentín de una sola vez pareció su hogar, retorcido una semana antes de que fuera asesinado.
—¿Por qué no vienen?—La desesperación se fue filtrado por sus venas, no tardaría mucho en causar dolor por todo su ser.—¡Sasha, Black, Kaiser!—Grito con lágrimas en sus ojos—¿Por qué no están aquí?—Cayó al suelo—¿Me mintieron?
Sus lágrimas como una tormentosa lluvia humedeció el suelo bajo su cuerpo, se había quedó ahí en la puerta esperado a que regresen por él. Ni siquiera se había dado cuenta que ya era de noche y hacia un frío infernal.
Se encuentra estático con su mirada fija en la calle, ese azul turquesa de sus ojos, nunca se había visto tan apagado como lo está ahora.
Valentín regreso a su cuerpo, pero no se sentía para nada vivo, feliz. Regresar y no velos a ellos, en ese mismo instante, fue como si su corazón hubiese sido extraído a la fuerza.
—¡Mi señor!—Se asustaron al verlo tirado en el suelo a mitad de la noche.
La fuerza y mi corazón que se había apagado en ese momento, volvió con más intensidad y los latidos de mi corazón nunca se había escuchado tan fuertes, verlos ahí corriendo a mi dirección, fue volver a la vida y dejar ese abismo que se morirá por consumirme y no dejar nada de mi.
—¿Por qué se encuentra afuera con este frío?—Kaiser le cubre con su abrigo.
—¡¿Por qué tardaron tanto?!
Los golpeó una y otra vez esas manos temblorosas, y esa mirada que decía; tenía miedo, fue demasiado aterrador y solitario el no verlos. Ellos tres solo se dejaron golpear mientras, lo abrazaban.
—¿Cuánto tiempo lleva aquí?—Sasha se asustó al sentir las manos frías de Valentín.
—Le dije que fuera calentado la cama—Black pone sus manos en las mejillas de su maestro.
—Vamos a calentarla juntos—Abrazo a los tres al mismo—Quiero que me haga el amor hasta que termine inconciente—Expresó, dándose un beso de cuatro.
Ese color azul turquesa que, en su momento se quedó sin vida, volvió más brillante. Valentín estaba completo y feliz al sentir los besos, caricias, de Sasha, kaiser, Black.
Será una noche larga, desbordado pasión. Primero sus deseos, luego la venganza donde se derramará la sangre de Vadim.
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