El interior de esa habitación de hotel es un completo desastre, se podría decir que tenía el aspecto de un lugar el cual fue robado, por todas las cosas tiradas en el suelo y las sábanas de la cama tiradas en el piso.

Los adornos sobre las pequeñas mesitas había sido bajadas un poco abruptamente, hasta las cortinas de las ventanas se encuentra manchadas con algo de dudosa procedencia.

Las cuatro personas sobre la cama si que disfrutaron su pasión peores que un animal en celo al parecer. No por nada el joven de cabellos verdes esmeralda se ve tan succionando se podría decir.

A Valentín le había robado más que solo su energía, esa hermosa mirada sigue sin procesar todo, ahora que han dejado de ultrajar su adolorido cuerpo.

Sin embargo, no se arrepentía de nada, él estaba más que solo satisfecho con los resultados y el enorme placer otorgado en ese momento.

Se le olvidó que se encontraba en una historia desagradable, y eso le encantó. Poder descansar de ese estrés que le causaba todo lo que había pasado estos últimos días, poder disfrutar de algo que lo haga sentir bien, puso muy feliz a Valentín.

Deseado porder largarse de este este lugar, junto a ellos tres. Poder vivir una vida libre de obligaciones de las cuales no estaba de acuerdo. Volver a su mundo y enterrarle un cuchillo en el cuello al culpable de todo esto.

No piensa tenerle compasión sin importar que sea su propio familia, no. Mejor dicho, no es familia de una persona tan despreciable cómo lo es Vadim.

—Mmm—Salio un pequeño ronroneo de sus labios, ellos tres abrazaron con más fuerza a Valentín. Creía que si no lo hacía, él volvería a escapar de su vista.

Me siento como un mango chupado, dejado por un buen tiempo en el sol, secándose y de esa manera se vuelve un cascarón.

No hay nada de energía en mi flácido cuerpo, no puedo moverme y estos tres apresado todo de mí, no ayudan mucho. Quiero golpear a Sasha y Kaiser, ellos dos son los que se ven más brillantes que Black. Nosotros dos fuimos los pasivos y activos. " Valentín suspiró profundamente"

Al encontrarme despierto sin el deseó carnal, perturbado mi mente. Me doy cuenta en la situación que me encuentro, un maldito dolor infernal en mi espalda y parte baja o esa incomodidad en ese lugar que se estiró el doble, joder todavía sigue siendo aterrador al sentir esas dos cosas, la Sasha y Kaiser dentro de mí.

Hubo un momento donde creí que terminaría roto, no obstante Kaiser uso un poco de su poder para evitar que doliera y solo pudiera consumir en placer, y así fue.

Se sintió tan malditamente bien que parecía un actor porno, gritado exageradamente por más. ¡¡Que vergüenza el recordarlo y visualizarme en esa posición.!!

A causa de eso; ¡Ni siquiera puedo mover mis malditos dedos de las manos! Estoy sin fuerza alguna, mi energía ha sido drenada por estos tres sementales, bastardos insaciables.

Perdí la cuenta de cuántas veces lo hicimos en estos últimos días, si, parecíamos unos malditos animales en celo. Ya ni sé en qué día estamos, solo recuerdo comer, beber agua, nuevamente a perdemos en la pasión.

Lo hicimos en tantas posiciones que me sorprendía la flexibilidad de nuestros cuerpos, hasta el trencito realizamos mientras, Black estaba en cuatro y yo dentro de él. Black le realizaba una felación a Sasha, a la vez que Kaiser penetraba mi interior.

Mis preocupaciones se hiciero realidad, ¿como voy a deshacerme de los objetos de captura y la protagonista femenina, si ni siquiera puedo moverme en este instante? No puedo culpar a estos tres, porque fuí yo quién aceptó tener relaciones.

También alabo su lado caballeroso, con cariño y mucho cuidado lavaron mi cuerpo. La manera en la que me cuidaban y me veían me hizo sentir bien, mi corazón se regocijo de felicidad. Haciendo me recodar un poco de esa vida como un Dios.

Esos recuerdos me vi a mí, preocupado y con mi corazón en la boca al ver herido a Sasha y Kaiser, mientras Black y yo intentábamos parar el sagrado.

Todo indicaba que en ese recuerdo estamos realizando una misión que casi es fallida, sin embargo al final pudimos realizarla y regresamos al plano superior.

En ese instante cuando los ví de esa forma tan espeluznante, sin darme cuenta estaba llorando y los asusté. Fue un poco humiliate, pero sentirlos cerca, olerlos, me hizo entender que estaba aquí, conmigo y no allá, en aquel tiempo atrás.

"Despierta Valentín" se golpeó las mejillas, "no es momento de seguir perdido esas emociones que estoy sintiendo. Tengo asustó que atender y ponerle un final a toda está historia.

Es momento de hacerles sentir desesperación a los señores Whitley, quitarles lo que más aprecian, su estatus. Podremos sus apellidos por el suelo, no puedo irme sin antes mándalos al infierno.

—Hey, levantarse—Tengo hambre, también quiero ir al baño.—Se que están despiertos desde hace un buen rato.

—¡Maestro!—Black todo emocionado frota su rostro en el pecho del más joven, de cortos cabellos esmeralda.

Parece tan irreal que después de tantos años, por fin volvemos a despertar entre sus brazos. Soy un orgullo zorro de nueve colas, aún así en este instante me estoy comportado como un perro.

—Buenos días—Con una sonrisa, Sasha beso la mejilla de Valentín.

Se siento tan espléndido el estár dentro de su cálido interior, sintiendo esos espamos. Escuchado sus ruidosos gemidos hasta que su garganta se quedó sin voz, tan maravilloso que quiero volver entrar en él. Kaiser al igual que Black, deben de sentirse igual de felices como lo estoy yo.

—¿Como se encuentra mi señor?—Kaiser beso la otra mejilla, mientras masajeaba la cintura de Valentín, aliviado la incomodidad de esa zona.

Valentín suspiró con relajación al sentir que ese dolor y la incomodidad de ese lugar privado, se iba esfumando lentamente. Dándole un beso de recompensa a Kaiser, este sonrió y acaricio su mejilla tontamente. Sin la intención de lavarse la cara para que no se borré esa sensación.

—Ya me siento mucho mejor—Se levanta de la cama, estirando un poco su estremidas.

En esa sedosa piel no había un lugar sin esas muestras de cariño, dejadas por esos tres sementales. Quienes en este instante se encuentra babeado por ese hermoso paisaje desnudo frente a ellos.

—Maestro—Habla al unísono, con sus miradas emocionadas y un poco lascivas.

—¿Sí?.

Valentín se estremeció al ver la cosa erecta entre las piernas de esos tres. Enrojecido su rostro como si fuera la primera vez que ve sus miembros, también un poco molesto por su desfachatez de estar rogado por más, luego de que lo dejaron sin fuerza.

—¡Váyanse al diablo bastardos calientes!—Corrió al baño.

Con su corazón en la mano, se deslizó por la puerta. e
Estaba seguro que si se quedaba un poco más, junto a ellos, iba a ceder a sus demandas y a esas adorables expresiones de animalitos heridos.

Eso fue tan peligroso, apenas me estoy recuperando y ellos, ya quieren volverme a dejar como mango chupado. No es que me moleste, sin embargo tengo que hacerles saber que no es no.

A este paso voy a morir, en mi tumba se escribirían en la lápida la siguientes palabras, "Murió por mucho sexo, en vez de venirse se fue"

Valentín con su rostro sonrojado pero con una mirada sería, se levantó del suelo y abrió la puerta del baño. Encontrándose con las tres bellas miradas, brillantes, esperanzadas de que haya cambiado de opinión, con respecto a tener un mañanero.

—Me voy a bañar.

Con su mirada entrecerrada les advierte que ni se les ocurra entrar sin su permiso, o los lanzará por la pequeña ventana del baño

— Pidan mucha comida, tengo hambre.—Podria comerme un tiburón....Todo el tiempo usaron preservativos, ¿verdad?

A Valentín se le fueron colores al recodar que está en un mundo donde puede quedar embarazado, sin embargo con una sonrisa y negado con su cabeza, tiró ese pensar.

¿No era como si pudiera sentir las náuseas o deseos luego de un día, de haber tenido relaciones sexuales? ¿No, verdad? No obstante, no había pasado solo un día, ellos cuatro pasaron más de dos días haciéndose el amor. Más cuando ninguno de ellos es normal.

—No podemos....

—¡No!—Cerro la puerta bruscamente, dejándolos con la palabra en la boca.

Ellos tres se ven con complicidad para luego sonreír como tres idiotas, estaba muy felices de por fin estar los cuatro juntos.

—¿Cuántos días han pasado?—Kaiser llamaría al servicio del hotel, pedir comida nutritiva para recuperarse de un día cansado.

—Cuatro días—Responde Black—Creo que nos pasamos un poco—Hasta él se sorprendió.

—Quizas si—Sasha se preocupa, teme que Valentín se abstenga a tener contacto con ellos, por se demasiado abusivos.—Tenemos que discúlpanos por no poder tener control.—Black y Kaiser asintieron en acuerdo.

—Tenemos que prepararnos para lo que viene—Los ojos de kaiser por un momento se pusieron en transe— Edmond está planeado llevarse a nuestro señor.

—¿Que?—Sus miradas y sonrisas son oscuras.

—Tenia planeado conquistar a nuestro señor, pero al ver que no le contesta las llamadas, se empezó a desesperar y piensa comerte los mismo actos.

Kaiser volvió a la normalidad, había usado su poco poder para mantener vigilados a los objetos de captura. De esa forma evitarían cualquier cosa desagradable.

—Ese bastador aún sabiendo todo lo que hizo, piensa volver a comerte los mismos crímenes. No quiero que muera con facilidad, hay que hacerlo sufrir mucho.—Sasha y Black estaba de acuerdo.

Kaiser estába pensado en usar su último poder en todos ellos, piensa capturar sus almas y enviarlas a una historia tóxica de la cual no puedan escapar ni muertos. Porque si mueren solo ira a otra historia horrorosa, será un ciclo eterno de reencarnaciones dónde no tenga ni la más mínima oportunidad de ser feliz.

Es lo menos que se merece después de hacer tanto daño y no arrepentirse de ello. Alguien así no merece ni la más mínima misericordia. Después será el turno de Vadim, sufrir el triple o más si se puede.