Valentín se encuentra sentado frente al mar, anoche no había podido dormir nada, todo por los recuerdos que había tenido en ese instante. No sabía cómo reaccionar al respecto, tenía tantas preguntas y una de ellas fue respondidas por el silencio de Sasha.

Fue mucho que procesar para alguien que ya tiene mucho en mente, una mente que se encuentra perdida en tantas cosas y al enterarse de que a vivido más de una vida que desconoce, es poner más estrés del que ya tiene.

Ya no sabía quién era en realidad, su existencia y la única vida que conoce se vio puesta en duda. Se preguntaba: ¿Si era Timothy o si siempre ha sido Valentín?

Un Valentín que a pasado por tantas cosas que en su momento creyó, que no le concierne. Esto lo tiene en serios conflictos consigo mismo.

También se está culpado de alguna manera por las decisiones que tomo, por lo egoísta e insensible que fue al lastimar a esas personas que lo veían con tanta admiración y dulzura.

Se culpa por no ver terminado con la raíz del problema desde un principio, que si hubiese entendió y dejado de lado los lazos de hermandad, hubiera podido ver qué esa persona no era su hermano. Que solo era alguien que quería ver su destrucción por celos.

Valentín estaba enojado con su versión donde fue un Dios, maldecía a esa persona tan tonta por no ver las cosas con claridad.

Para poder despejar su mente, le pidió a Sasha que le diera un tiempo a solas, que en ese instante no tenía cabeza y ni quería hablar con nadie. Quería estar completamente solo.

Es por eso que en estos momentos, él se encuentra sentado sobre la arena con su mirada confusa viendo las olas del mar. Suspiro aliviado al notar que no había nadie en la playa, eso era todavía mejor. No quería sentir las miradas de personas desconocidas, sobre el.

—Todo es tan confuso, irreal—Suspira cansado—Culpe a los dioses por estár en este lugar, y al final todo fue porque yo, lo plane.—Sonríe con burla hacía simismo— Vaya ironía, sufro por mis propias tomas de decisiones.

Su mirada se pierde en ese azul del mar, admira la belleza de las olas elevándose grandiosamente. Deseó por un momento poder volverse uno con ellas, sentir la frialdad de esa agua, tal vez de esa manera podía despejar su conflictiva mente.

—¿Cómo se supone que mire a Sasha?—Juega con la arena.—Me es difícil verlo a los ojos y no imaginarme el último contenido de esos recuerdos.—Sus mejillas se sonrojan un poco—No lo negaré, esas miradas que me hacían saber lo precioso que soy para ellos....me hicieron estremecer.

El rostro de Valentín se sonrojó aún más, y su corazón latía fuertemente, era un rugido que ni el viento o las olas podían opacar. Eso asustó un poco a Valentín.

—¡Maldición, que predicamento!—Se levanta—Quiero recodar todo—Aprieta sus puños.

El solo quería una cosa, poder recuperar lo que siempre le ha perteneció. No quiere ser el único que se encuentre perdido en el limbo, ya no quiere hacerles más daño a las personas o dioses que lo han dado todo por él y el no había hecho más que solo hacerles sufrir.

—Quiero recodar lo que he perdido, lo que deje atrás.—Suspira con frustración—Lo que se supone que amo...quiero saber cuan importante son esas personas para mí.

Valentín quería saberlo todo y a la vez no porque, tenía temor que el contenido sea más dañino que satisfactorio para su corazón. No quiere volver a tener la mentalidad que una vez tu en esas dos vidas.

—Vivi mi día a día feliz—Muerde su labio—Mientras que las personas que dieron todo por mi, se encontraban desesperados por encontrarme.—Es lo que había deducido Valentín, con esos pocos recuerdos.—¿Merezco tener su devoto amor para empezar?

A paso lento, Valentín camino hacia el agua fría del mar. No tardó mucho en llegar y sentir como cubría sus pies. De pie ahí él se quedó inmenso en sus pensamientos, pensamientos que solo logran lastimarlo.

El llevó su mano a su pecho, sentía como su corazón latía desesperado, confundido. Solo en está ocasión su cerebro y corazón estaban en sintonía y querían lo mismo. Ver reunidos a esos estrés, Sasha, Kaiser, Black. Solo de esa manera podrían averiguar lo que pueden llegar hacerles sentir, aún cuándo Valentín no recuerda casi nada.

—Salia cada noche por una nueva conquista, a perderme en placer, mientras ellos se ahogaban en dolor y obedecían la tarea que les había ordenado....Kaiser.

Sintió un nudo horrible en su garganta, recordar en la manera que le suplicaba que encontraría una manera para que no muriera, le causó un sentimiento amargó a Valentín.

—Kaiser al parecer es quién llevaba la cruz, el es quién recordaba todo desde un principio. ¿Sabía lo que estaba haciendo?—Se agarra el pecho—¿Yo....yo fui infiel? ¡¡AAHH, Maldición!!—Grito con frustración.

La mirada de Valentín se cristalizó, no quería sentirse así. Pero le es imposible el no sentirse asfixiado. Su primera vida la había olvidado, no sabía que una vez fue un civil y luego un dios que tenía tres amantes, no sabía nada. Pero ahora que es consiste de ello, fue como recibir un rayo.

La incertidumbre y la desesperación por no ser consiste de eso, lo está torturado horrible. Se maldice asimismo por lo verse dejado los recuerdos intacto luego de que murió siendo un Dios. De esa manera no hubiese pasado por tanta mierda.

—¿Por qué tengo que sentirme así?—Se adentra más profundo en esas aguas frías, que están por llegar a su pecho—Todo hubiese sido mejor si moría desde un principio, ¿Por qué tuve que dejar ese pedido estúpido? Ese yo era demasiado estúpido.

Valentín necesita urgentemente ayuda psicológica e inclusive psiquiatría. Está demasiado trastornado por todo lo sucedido y recibir una noticia impactante tras otra, es demasiado para su cerebro y cuerpo.

—Lo sé, puedo deducir todo con solo un poco de información. Mi yo de esa vida no quería morir, al final quería volver a encontrarse con las personas que lo aprecian y por los que el estaba dispuesto a darlo todo.

Luego lavarse el rostro con esa agua fría, su mente se despejó un poco. Por un instante tiro esos pensamientos a un lado y solo se sumergió para sentirse mucho mejor al momento en que su cuerpo flota enmedio del agua.

"Esto se siente bien, me estoy relajado. Es gratificante el poder sentir un momento de paz, bajo las aguas frías de este lugar.

Disfrutaré un poco más antes de volver a la habitación, no quiero preocupar a Sasha. También tenemos que encontrar a esa bolas de pelos de Black"

Ese acto de relajación causó un inmenso terror en la persona, que corrió desde el momento en que lo vio adentrarse al mar. Para esa persona fue como ser bañando con desesperación y hielos.

Se lanzo al agua, nado tan rápido como pudo para llegar a dónde se encuentra Valentín. Al ver que aún no salía, el se sumergió con los ojos abiertos, en busca de ese joven de cabellos verde esmeralda.

Valentín se sorprendió al sentir como su cuerpo era abrazado con cariño, aún bajo el agua podía sentir los temblorosos brazos de la persona que lo sostenía y lo está llevando a la superficie.

Mis ojos se abrieron con brusquedad, estaba por golpear al entrometido, pero mis manos se detuvieron en seco, cuando hice contacto visual con esos hermosos ojos. Ojos que tenían tres colores diferentes, tan deslumbrantes como los rayos del sol.

—¡¿A penas lo encuentro y ya quiere volver a morir?!—Preguntó sobresalto.—¡Dejarme....Dejarnos!—Exclamó con su voz temblorosa.

Lo escuché, escuché mi corazón volverse loco. Sus brazos sostenido mi cuerpo de esa manera, estremecio mi ser. Era un sentimiento extraño pero a la vez sentía que ya lo conocía. Y dolía, dolía verlo tan destrozado con esa expresión lamentable en su fruncido rostro.

—¡No muera!—Exclamó con lágrimas en los ojos—Ya no me deje, no nos dejes, por favor—Suplico.

No llores, no quiero verte llorar. No me gusta, es desagradable. Odio que esas lágrimas manchen su rostro, es un sentimiento tan horrendo.

—Lo hice.—Sonre entre lágrimas—Hice lo que me ordenó....destruí todo, ya no existe un plano superior o planos inferiores.—Su mirada se volvió fría, sádica—Lo volví cenizas junto a esos dioses de mierda.

—¿K-Kaiser?

Mis labios se encuentraba tan temblorosos y no precisamente por el frío, era por nerviosismo es por eso que, mencionar su nombre fue lo único que puede preguntar, estába tan sorprendido, era idéntico a la persona de mis recuerdos.

El me sigue mirándome de esa manera, una mirada con preocupación y miedo de que vuelva a desaparecer. Miedo de no volverme a encontrar ni en sus sueños.

—¡Sí!—Sonríe y llorá con sentimiento al mismo tiempo—Soy yo—Acaricia el rostro de Valentín.

Valentín se tesón un poco al sentir esos grades y bonitos dedos rozar suavemente, con cariño su rostro. Quería verse en un espejo y saber que clase de experiencia tenía en estos momentos. Estaba seguro que era una expresión extraña.

—¿Ha empezado a recordar?—Posa su frente sobre la del más joven—Se que es muy confuso y conflictivo de entender todo, pero yo le ayudaré.

De su pecho saca un luz, eso causó un cosquilleo y entusiasmo en el corazón de Valentín, el cuál se volvió loco desde el instante en qué el más joven, vió esa luz brillante.

—¿Eso es?—Es idéntico a lo que vi en mis recuerdos—¿Que vas hacer con eso?—¿Me lo entregara? Tengo temor.

—Se lo entregaré, le pertenece.

—¿Con eso volveré a ser quién solía ser?

Una parte de mi quería tomarla y dejarla en mi pecho, pero otra parte me decía; ¿Por qué quieres hacerlo? ¿Es necesario? Tu vida ya es una mierda, ¿Para que hacerla más mierda? Pero entonces, mi cerebro y corazón golpearon fuertemente a la voz de la razón y súplican que sea valiente y agarré al toro por los cuernos.

—¿No quiere recodar?—Lo puedo entender, todo debe de ser un caos para él—Está bien....—Sus manos fueron sostenidas por Valentín. Eso puso muy feliz a Kaiser.

—Si quiero hacerlo—De repente mis manos se sintieron calientes, Kaiser estaba dándome calor, ¿Cómo? ¿Puede usar sus poderes?—Pero antes de eso, tenemos que dejar este mundo.

—Comprendo—La luz volvió al pecho de Kaiser.—Como lo dije en el último mensaje que le envié, tiene que pasar el tiempo estipulado para volver a deshacer de esos objetivos.—Nada hacía la orilla, aún sin soltar a Valentín—Pero antes de acabar con todo y hasta con la historia original de este mundo, un objetivo logró recodar.

—¡¿Fue Edmond?!—Kaiser asintió—Ahora comprendo del porque me vio y se comportó extraño.

—Solo recordó lo que ha vivido y le ha hecho a los demás Valentín. Lo que ha pasado cuando llegó usted, eso no.

—¿Eso es un problema?

¿Por qué estoy hablando tan casual y relajate con él? Ahora que lo pienso, lo mismo paso con Sasha, desde un principio le permití muchas cosas sin darme cuenta.

—Las cosas se complicaran un poco, pues matarlo no será tan fácil como lo fue la últimas veces.

Salen a la orilla. Kaiser estaba indeciso en sostener la mano de Valentín, al final lo hizo y eso causó un pequeño hormigueo en el más joven.

—L-Lo siento—Suelta la mano de Valentín. Haciéndole sentir un poco solitario.

—¿Dónde está Black?—Preguntó seriamente, también quería salir de esa incomodidad, fue un poco de ambos.

—Fue por Sasha al hotel.—Mira no muy a lo lejo.—Logre recuperar su cuerpo y meter su alma, nuevamente. Antes de que todo desapareciera y nuestro rastro fuera borrado por completo.—Levanta su mano y apunta con el dedo índice hacía al frente—Están viniendo.

Juntó a Sasha venía un joven de apariencia atractiva, cuerpo esbelto pero con firmes músculos. De rasgos exóticos y a la vez seductores. Piel morena de porcelana.

Sobre su frente cae un flequillo que cubre sus largas y gruesas cejas, a los lados quedan sueltos unos largos mechones negros que no logró enrollar en esa cola de caballo.

—¡Mi señor!—Corre a los brazos de Valentín—Me disculpo por....Agh—Fue recibido con un manotazo en la cabeza.

—¿Crees que te voy a perdonar así de fácil?—Lo ve fríamente.—Pues no.

—Pero no es mi culpa, fue un orden de....bien, es mi culpa—Calló resignado al ver la mirada de Valentín.—¿Me perdonará algún día?

—Tal vez—Camina—Sigamos hablado luego de comer.—Camina más rápido.

"¡¿Maldición por qué rostro se está calentando?!" Maldecía y se preguntaba al mismo tiempo, con un rostro sonrojado, eso era causado por los recuerdos de cuando era besado y acariciado por los tres.

Tres sujetos que se van riendo bajito y con complicidad al ver la reacción adorable de Valentín. Pues es una versión que no tenían el placer de ver todos los día. Porque Valentín era quien en su momento, daba el primer movimiento.