capitulo 11

Si, esa expresión en su rostro es tan magnífica de ver. Se puede ver y sentir esa agonizante impotencia de no poder saber nada de su amada hija, Valentina.

Quiere gritarme, golpearme, lo sé. Esa mirada furiosa lo dice todo pero se está controlando a la perfección. Aún así, eso esta muy lejos de ser satisfactorio, sigue siendo muy poco. Quiero verla más miserable.

—Si hago lo que pides, ¿de verdad me dirás donde está Valentina?—Si me tengo que humillar de esta manera, lo haré por más que lo odie. Todo por el bien de mi pequeña Valentina, ella tiene que regresar con nosotros. Tengo fé que un día podrá despertar, lo presiento.

Habrá mucho tiempo para hacerle pagar a este maldito hijo mío. Nunca debí de darlo a luz. Por su culpa perdí la oportunidad de tener otro hijo e hija y no le basto con quitarme esa oportunidad, también casi muero por su culpa, su nacimiento sigue siendo desagradable.

Lucila se encuentra sentada en sus propios talones. Aprieta con fuerzas la mano que fue lastimada por Valentín.

Su mejillas se han tornado e hinchadas por las abofeteadas que recibió. Ella siente un horrible ardor y que tarde o temprano su piel puede desprenderse.

—No tienes opciones y tampoco estás en condiciones de pedir o exigir un comprobante que diga que voy a decírtelo. Solo arrastrarte, eso es muy poco comparado a lo que te mereces, "madre"

Valentín la ve con una mirada fría, sin ningún sentimiento del cual Lucila, pudiera tomar ventaja. Porque podía deducirlo rápidamente que Lucila querra hablarle cariñosamente, endulzarle el oído, como siempre lo hacía con el anterior Valentín. Aprovechándose sin remordimiento alguno de los sinceros sentimientos que tenía para su familia.

—¿Por qué haces esto?—Pone una mirada lamentable—Soy tu madre. Lamentó si te lastime—Sus ojos se inundan de lágrimas—Si, aceptó que fui muy dura contigo, pero era por tu bien...nuestro bien.

Valentín solo está molesto, si, solo es eso. Debe de sentirse de menos solo porque se vio con la obligación de convertirse en Valentín. Pero tendría que estar feliz por convertirse en su hermana y no ponerse de está manera.

De igual manera no es momento de ponerlo más enojado, me convertiré en la madre amorosa que tanto a querido. Lo tranquilízare y luego lo castigare.

<Puedo leer desesperación atraves de sus signos vitales, pero tampoco se deja vencer por ellos. Esta buscándo la manera de salirse con la suya> [Ya lo sé, querrá usar su carta de madre cariñosa.]

—Ahora que ya no tienes que fingir ser Valentina, nosotros dos podemos....

—¡Ya cállate!—Su mirada se volvió más oscura—Crees que no se lo que estás pensando, pierdes tú maldito tiempo. No estoy interesado y ni quiero recibir cariño de alguien como tu. Eres repugnante.

Justo como lo había previsto Valentín. Ella quería usar una carta severamente inútil con alguien como él. En algún momento, esto si había funcionado con el verdadero Valentín, solo para terminar decepcionado todavía más.

—Cuando te decidas me buscas—Abre la puerta de su habitación—Tengo cosas que hacer.—Tenia que terminar de leer el diario.

Tengo que hablar con el abogado de mi difunto abuelo, el tiene todos los papeles relacionados con la empresa y todas las propiedades Withey. Se supone que todo eso pasará a manos de Valentina, cuando ella se gradúe de la universidad. Lo cual no voy a permitir.

Ese maldito viejo estaba lunático por su nieta, y a su nieto no le dejó ni la mitad de un centavo. Es por esa razón que cuidan y cumplían todos los caprichos de Valentina.

—¡Está bien, lo haré!—Con incomodidad y dolor por su mano lastimada, ella se puso en cuatro patas.

Como un extraño animal que no pertenecía a ninguna especie porque sería faltarles el respeto a tan bellas criaturas. Ella empezó arrastrarse.

<Tiembla peor que un ternero recién nacido. No tardará en caerse en cualquier momento> [No es como si me interesará, yo solo quiero verla arrastres con esa dificultad]

—Andando—Cierra la puerta de la habitación—Muévete y no te quedes ahí sin hacer nada.

Valentín pone un florero un tanto pesado sobre la espalda de Lucila, tenía que darle mucha motivación.

—Si lo dejas caer, olvídate de qué te dire algo. Es mejor que lo hagas bien, como un buen hijo, te estaré animado—Sonríe ampliamente.—Tu puedes, madre—Hablo con sarcasmos.

[Black, sube arriba de ella. Espero seas lo suficientemente pesado como para romperle algunas costillas.] <Lo intentaré>

—¡Agh!—De un momento a otro sentí que mi espalda se hundía y que mi estómago tocaría el suelo. ¡Pesa! ¿cómo es que ese florero pesa tanto? Mi columna se quebrará en cual segundo, es aterrador.

Valentín sonrió todavía más al ver la expresión de terror y dolor en Lucila. Él estaba esperándola en las escaleras, donde tenía pensado en hacerle otra sugerencia a Lucila.

—Muy lenta, "madre"—Apoya su cintura en el respaldo del barandal de las escaleras—Sí al contar tres, todavía no haz llegado, el trato se cancela.

Mis rodillas arden como si estuviera pasando sobre espinas en vez de un liso suelo. ¿Que está pasando? Quiero avanzar rápido pero todo se siente tan lento.

—Uno.....dos....

Lucila no podía verlo, pero si estaba arrastrándose por espinas en vez del suelo. Black había echó eso posible. Las manos y rodillas de ella está muy lastimadas y ni cuenta se había dado.

—Tres, bien hecho—Aplaude con una gran sonrisa divertida en su rostro.

—Ahora dime—Sonríe triunfante.—¿Dónde está Valentina...?

—Baja las escaleras de la misma manera en la que llegaste aquí.—La ve con una mirada inocente.

La sonrisa y color del rostro se esfumó de Lucila. Entendió que Valentín solo se está divirtiendo viéndola como se humilla y arrastrarse como un animal, cuando ella es tan arrogante y alardea de la clase, educación de primera que se le fue enseñada.

—¡Lo prometiste!—Con dolor y todo pero se logró levantar del piso.—¡Dime, ya hice lo que me pediste!

Por sus exasperantes e irritantes gritos los empleados se acercaron para enterarse de lo que estaba sucediendo y del porqué los gritos de su señora.

—¡Madre!—La ve con temor y tristeza—¿Por qué gritas? ¿Está es tu forma de recibir a tu hijo luego de tanto tiempo fuera de casa?

<¿Qué le sucede? ¿Por qué estás actuando de esa manera tan espeluznante?> Black lo ve de forma extraña al ver la expresión "supuestamente herida" de Valentín. [Tu solo cierra tu peluda boca]

—¿De que demonios estás hablando?—Su mirada y voz es furiosa—¡Eres un mal hijo, nunca debiste nacer! ¡por que rayos tuvistes que venir al mundo! Si tan solo te hubieses muerto en mi estómago nada de esto hubiera sucedido. ¡Te odió. Odió que se parezcan!—Exclamó con satisfacción.

Por fin pude decirlo en voz alta, estaba tan frustrada de fingir que sentía algo por este hijo inútil. No entiendo porque nacieron gemelos cuando en el ultrasonido solo salía Valentina.

Esas palabras no tendrían porqué afectarle a Valentín, pero de igual manera aquéllas lágrimas que ruedan por sus ojos, eran verdaderas.

Esas hirientes palabras habían lastimado profundamente a las emociones dejadas del anterior Valentín, el verdadero. El que ha sufrido esto una y otra vez, y sigue sin acostumbrarse a tal despreció de su propia madre. Sigue doliendo como la primera vez que lo escuchó.

[¿Cuantas veces a escuchado esto el Valentín original?] Tonto, eres un gran tonto. Esto ya no debería de afectarle. <A pasado por esto las tres veces que esas personas tomaron su cuerpo....él puede verlo todo. Donde quiera se encuentre encadenado, todo lo que esta sucediendo es como estar viendo una película que se repite una y otra vez.> Al igual que sus heridas, entre más sufra, más energía es recolectada.

Black; Cada vez que una nueva alma toma posesión de un cuerpo, el alma de dicho cuerpo es llevada a otro lugar porque, ellos desde un principio en ningún momento dieron el permiso o hicieron un trato con los dioses o creador para que alguien más usara su cuerpo.

Y para que cierto Dios, no se entere de los tratos que hacen debajo de la mesa, ellos encarcelan dichas almas en otro lugar para que siga creyendo que son tratos legales. Sí, aunque sean dioses, ellos responden y obedecen a uno más superior que ellos, el es padre de todos y se supone que el odia los contratos fraudulentos. Pero al no estar presente, los demás dioses se están moviendo de una manera horrible.

[No les basta con obligarlo ver como lo matan, golpean, desprecian su existencia una y otra vez. Son tan crueles] <¿Si quiere puedo meterme a los archivos principal y darle el paradero del alma del verdadero Valentín?> Seré descubierto a los minutos y seré llevado a eliminación. Tal vez antes de desaparecer me digan si de verdad solo soy una máquina.

—Tienes razón, la muerte es mil veces mejor que tener una madre como tu. El solo hecho de llevar tu sangre ya es lo suficientemente desagradable. Es por eso que el viejo te engaño, porqué no sirves para nada, eres tan rígida y fea que tuvo que buscarse a alguien más para disfrutar de los placeres carnales.

Lucila se quedó sin palabras, eso le había dolido. Desde que dio a luz quedó con bajo autoestima con respecto a su cuerpo y apariencia, no podía verse en el espejo sin pensar que su cuerpo es feo.

[Él único que va a marte soy yo. No pienses irte por la salida más fácil] Voy a encontrar la manera de describir como liberar el alma del verdadero Valentín, dónde quiera que se encuentre y aunque me cuentes decirlo, puede que necesite la ayuda de este zorro de mierda.

—Estoy seguro que el viejo no te ha vuelto a tocar—Sonrío con burlas—Lo puedo entender, quien querría a una persona como tú....

—¡Cállate, cállate!—Intenta golpearlo—¡Todo es tu culpa, es por que te di a luz!

Los empleados no sabían por quién abogar, si por su señora o por su joven maestro. No querían ser despedidos, pero algo era muy evidente, les era desagradable el como Lucila, trata a Valentín.

—La culpa es solamente tuya por ver quedado embarazada y tratar a tus hijos como simple herramientas.

—Señora calmarse por favor....

—¡Tu cállate!—Le grita al mayordomo—¿Quien te dio permiso de hablar? Solo cierra la boca y ayúdame a encerrarlo en la habitación.

—Todo aquel que se atreva a ponerme una mano encima, deseará jamas a ver obedecido a esta señora loca—Los fulminó con la mirada, dejándoles perplejos.

—¿Cual es el escándalo?

Luciano venía entrado junto a los objetos de captura, Sasha y Angélica. Ellos habían escuchado parte de la discusión.

—¡Valentín!—Susurran sorprendidos al ver esa nueva apariencia.

"Así es como te vez luego de tanto tiempo sin poder ver tu verdadero yo. No, siempre estuviste ahí, fuimos nosotros quienes no logramos verte" Se dicen así mismos con sus miradas fija en el rostro de Valentín. Cuestionandose unas cuantas cosas.

<¡Anfitrión cuidado!> Black estiró su patita para poder alcanzarlo, pero Valentín ya estaba cayendo hacia abajo desde el segundo piso.

—¡Valentín!—Exclamó Sasha al igual que los objetos de captura quienes por un segundo tuvieron un recuerdo que ni siquiera sabía que existía en sus memorias.

Mientras tanto Lev, dejo de ver a Valentín para ver que ocurría con Angélica, quien hace unos momentos se había quejado de algo.

Mierda, distraerse por un segundo pude llegar hacer mortal, no, es muy mortal. Que más da, si muero mejor aún. Así no tendré que seguir escuchando los gritos de esos malnacidos.

Con una gran sonrisa en sus labios, Valentín cruzó sus manos en el pecho, esperando el impactó que dará su espalda contra el piso. Preparado mentalmente para el crujido de sus huesos al romperse y el agonizante dolor.

<La lamento pero no puedo dejarlo morir> Soltó una malla bajo el cuerpo de Valentín, para que la caída no fuera tan dolorosa y no dañará ningún hueso u órgano> [No seas agua fiestas] Chasquea su lengua con molestia.

—¿Eh?—Con cuidado abrió sus ojos—¿Por qué sigo sin tocar....el suelo?...¡Demonios!—Se asusto horriblemente al ver los tres rostros frente a sus ojos, con una extraña expresión.

¡¿Que mierda de cliché es esto?! Mi cuerpo está siendo sostenido por Sasha, edmond y Nash. Fue y es tán espeluznante abrir mis ojos y verlos viéndome, agh, horrible.

<¿Se encuentra bien?> [No, nada bien. Estoy molesto y sumamente asqueado por ser sostenido por estos tipos, menos Sasha. Él me cae bien]

—¿Te duele algo?—Preguntan al unísono.

—Bajarme, ya es lo suficiente repugnante el tener que verlos y escucharlo, mucho más el tener que ser ayudados por ustedes. Ni creas que les voy a dar las gracias. Tampoco estoy en deuda con ustedes—Mira a Sasha—Menos tú, Sasha—Le sonríe.

—Me gusta su nuevo estilo—Quería ser el primero en decírselo, aunque ya le había ganado.—Le queda muy bien—Retiro sus manos, respetado el pedido de Valentín de que lo soltaran.

—Muchas gracias—Se vuelve a sentir muy bien el recibir elogios.

Ellos dos se habían olvidado por completo de Edmond y Nash. Los cuales tenían una mirada indescifrable. Y seguían sin soltar a Valentín.

—¿Cuando piensan soltarme, malditos?—Lo ve con desagrado—Es asqueroso...¡¿Eh?!—Estoy nuevamente en la cima de las escaleras.

[¡¿Qué pasa Black?! ¿Por qué estoy de nuevo cerca del barandal de la escalera en vez de los brazos de esos tipos] Se supone que me libre de mi papel en la historia, ya no podían tener poder sobre mí.

<Eso solo puede significar dos cosas. Primera, los dioses y el creador encontraron una manera de torturarlo para que siga con el curso de la historia, o trajeron a alguien más con una versión completamente diferente de esta historia. A ejercer un nuevo papel y es por eso que hubo un retroceso en la historia> Estamos jodidos.

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