CAPÍTULO 59: Luchamos Juntos
Hace unos instantes, las rejas de Alexandria habían sido abiertas con la única finalidad de recibir a otro grupo más que nos ayudaría en todo esto, un gran camión de basura se situó dentro de la comunidad mientras una buena cantidad de personas salía del vehículo, todos estaban armados y la mayoría vestía trajes negros.
—¿Quiénes son ellos?—solté.
Al instante observé al chico que estaba a mi lado con confusión, Carl también observaba la escena casi de la misma forma que yo mientras veiamos que una mujer de cabello corto se acercaba hacia Michonne y Rick.
—Ella es Jadis—pude oír que informaba el chico a mi lado—Es la líder del basurero.
Ambos mirábamos la escena realmente confundidos, Michonne se veía muy enojada mirando a aquella mujer de cabello corto, los tres adultos estaban hablando de algo que parecía ser muy molesto para la morena e incluso para Rick pues sus rostros no demostraban ni una pizca de felicidad.
—¿Por qué Michonne está tan enojada?—pregunté con interés—¿Qué crees que le haya dicho?
—No tengo ni la menor idea—había soltado el sheriff seriamente—No confio en ellos.
Me centré en observar el alrededor, los del basurero tenían una gran cantidad de gente, eran mucho más que los Alexandrianos, todos estaban armados y poseían un rostro poco amistoso, igual que su líder.
—Nos doblan en número—solté—Si esto se arruina, podrían acabar con nosotros en un abrir y cerrar de ojos.
—Vamos a ganar—pude oír que el sheriff decía y sonreí levemente asintiendo—Lo haremos.
—Colman—la voz de Rick hizo que despegara mi atención de su hijo solo para verlo, ahora el líder estaba junto a Michonne frente a nosotros—Subiras a la torre de vigilancia conmigo y Jadis.
Asentí con serenidad sin perder ni un segundo más y tomé con fuerza mi ametralladora mientras veia que ahora Rick observaba a su hijo
—Carl, cubriras los muros junto a Gabriel y Tobin—soltó, el sheriff solo asintió con una sonrisa leve—Estarán encima de uno de los camiones, sean muy cuidadosos.
—Entendido papá.
—Michonne—llamó otra vez el lider enfocándose en la mujer que estaba a su lado—Nos cubriras desde una de las casas del fondo—la morena asintió al instante y siguió escuchando lo que el líder decía—Que no te logren ver.
Los adultos se retiraron por distintos caminos con mucha rapidez y por un instante solo me centré en el sheriff, éste soltaba un suspiro situándose frente a mi y me observaba con una sonrisa leve.
—Cuidate—pude oír que decía y me acerqué solo para abrazarlo sintiendo que una sonrisa se formaba en mi rostro—por favor.
—Lo haré—solté dando un paso hacia atrás, pude ver que el sheriff seguía con una sonrisa gentil en el rostro—Vamos a ganar.
Sin perder ni un segundo más, ambos nos alejamos dirigiendonos por distintos caminos tratando de cumplir con las órdenes que Rick nos había propuesto, el líder me sonrió levemente cuando me situé a su lado en la torre vigía, Jadis también estaba aquí con nosotros.
Desde mi posición, podía observar con totalidad toda la parte delantera de Alexandria, el camión en el que Jesús y Daryl habian puesto dinamita parecía ya estar listo para la próxima explosión que se daría.
Observé hacia abajo solo centrándome en Daryl, el ballestero asintió con la cabeza observandome y yo hice lo mismo demostrándole que estaba completamente lista para esto. Despúes de unos segundos, fijé mi mirada en Rick mientras éste asentia observando a su hijo por un escaso momento para luego observar a Rosita.
—Rosita, ve a tu posición—pude oír que Rick le ordenaba a la mujer—yo te avisaré—volvió a decir guardando un arma en su cinturón—¿El muro resistirá?
—Eso creo—contestó la mujer serenamente.
Todos volvimos a concentrarnos en la puerta de entrada, esperando la llegada de los Salvadores y teniendo en cuenta nuestro proximo ataque. Era inevitable ver que todos trataban de calmarse frente a este problema, podía verlos, todos aquí estaban preocupados, incluyéndome.
—Si algo malo sucede—pude oír la voz serena y baja de Rick a mi lado—prometeme que bajarás lo más rápido que puedas de aquí, Colman.
—Lo prometo.
El sonido de un vehículo acercándose hacia Alexandria nos hizo prestar total atención hacia afuera, llegó hasta los muros y sin hacer mucho ruido se detuvo unos metros más lejos de nuestro portón mientras un hombre bajaba de aquel auto sosteniendo un megáfono, y subía en la parte trasera, quizás para observarnos con mayor presición.
—Cada punto fue previsto, cada eventualidad fue resuelta, vengo armado con la verdad y nada más que la verdad, tienen una prueba y les estoy dando las soluciones—tragué saliva en el instante en que reconocí quién era, Eugenne estaba frente a nosotros y al parecer estaba un poco nervioso—Vine con la esperanza de que mi consejo sea tomado en cuenta, sus opciones son nulas. La única salida es rendirse y obedecer, o siendo más concreto, pueden vivir o pueden morir, espero que escojan la primera por el bien de todos. El juego término definitivamente—volvió a decir serenamente agregando un tono despectivo a su voz—¿Vas a obedecer Rick?
Con rapidez observé al líder a mi lado, por la expresión en su rostro pude notar que estaba totalmente confundido y enojado. Solté un suspiro y volví a observar hacia el frente, dejando toda mi atención solo en Eugenne.
—¿Dónde está Negan?—pude oír que Rick preguntaba serenamente, Eugenne solo zarandeo la cabeza observando a Rick.
—Yo soy Negan—había soltado Porter.
Apreté mis puños sintiendome confundida, sin saber porqué alguien que era parte de nuestra familia nos había abandonado por otro grupo que ofrecía más seguridad. Sin embargo yo me negaba rotundamente a creer eso, Eugenne era un persona muy inteligente, demasiado para solo creer que estaba haciendo algo como esto sin alguna intención detrás, debía de tener un haz bajo la manga.
Justo en ese instante, pude ver que Rick le daba una señal con las manos a Rosita y sin perder ni un segundo todos nos agachamos esperando que una bomba detonara fuera del lugar, casi por dónde Eugenne estaba situado, pero no hubo ningún sonido, ninguna explosión.
—¿Qué?—solté.
El líder a mi lado fue el primero en levantarse observando hacia afuera e hice lo mismo por simple curiosidad, nada había explotado y todo estaba totalmente normal. Sin embargo el sonido de varias armas siendo quitadas detrás de nosotros hizo que nos volvieramos a agachar impresionados y confundidos aún más.
La mujer de cabello corto que se llamaba Jadis tenía dos pistolas en sus manos y poseía una mirada altanera mientras nos apuntaba con aquellas armas soltando una sonrisa cínica que realmente odié. Los del basurero nos habían engañado.
Mi concentración se enfocó solo en Rick dispuesta a hacer cualquier cosa que se le viniera en mente, el líder estaba enojado y observaba apretando sus puños a un anciano que subía a la torre de vigilancia situándose al lado derecho de Jadis.
La líder del basurero simplemente observó a Rick con la misma mirada altanera de siempre y luego de unos segundos, me observó soltando una risita cínica entregándole una de sus armas al anciano que parecía ser de su comunidad.
—Podemos cargarnos a una—pude oír que decía—no hará falta.
Jadis se acercó a él y solo negó con los dedos arrodillandose a mi altura sin dejar de apuntar a Rick. El hombre poseia una gran marca en su brazo junto a un par de tatuajes y sonreía con altanería observandome, la mujer de cabello corto solo tocó mi frente rechistando por un momento.
—Traidores—susurré soltando un pequeño suspiro, estar en cuclillas no contribuía en nada a que me sintiera calmada.
Jadis solo se levantó soltando una risita justo cuando el hombre que estaba detrás de mi tomaba mi cabeza y la acercaba más hacia el gatillo de su arma riendo levemente. Cerré mis ojos sintiendo que una pizca de enojo y molestia se apoderaban de mi, y observé a Rick casi instantáneamente tratando de calmarme mientras escuchaba que abrían las rejas de Alexandria.
—Levantense.
La orden serena de Jadis hizo que nos reincorporaramos lentamente viendo hacia afuera, Negan estaba allí, al lado de Eugenne mientras Dwight y Simón se acercaban hacia ellos junto a todos los Salvadores.
Con un vistazo analicé todo el alrededor y me centré en la puerta de la Zona Segura, los del basurero apuntaban también a Rosita, Daryl, Holy, Gabriel, Erick. Por otro lado, a mi izquierda, el resto de los traidores estaban apuntando hacia Carl, Aarón, Scott y Tobin.
—¿Conoces el cuento del estúpido infeliz llamado Rick que se creía el listo pero no sabia ni una mierda y hizo que cada una de las personas que le importaban murieran?—dejé de ver todo el lugar y solo me detuve a observar la raíz del problema, Negan estaba hablando y observaba a Rick realmente muy enojado—es sobre ti.
Tragué saliva apretando mis puños, estaba cansada de aquella actitud altanera y altiva del líder de los Salvadores, aquel tipo estaba colmando mi paciencia y definitivamente no me agradaba lo que decía sobre Rick.
—Les recomiendo que suelten las armas—pude oír que Negan decía serenamente—Ahora.
—Que nadie suelte nada—había soltado Rick al instante observando a Negan, sin embargo, luego de unos segundos observó a Jadis enojado—hicimos un trato.
—Daniel vino por las cosas del barco—comenzó a informar la mujer mirandolo—Los siguió y mejoró el trato.
—Me presionas, me presionas y me presionas, Rick—volvió a soltar el líder de los Salvadores otra vez haciendo que Rick despegara su concentración de Jadis—intentaste volarnos a todos ¿no?—lo vi reír sintiendo que su mirada se centraba en mi para luego ver a Rick—Una cosa es a mi y a mi gente pero, ¿a Eugenne?—desde mi sitio pude ver que se acercaba hacia Porter y apoyaba su brazo en su hombro como si fueran viejos amigos—Es uno de los tuyos Rick, se ofreció a mediar, todos ustedes son animales. El universo les da una señal pero ustedes le meten el dedo por el fondo del culo.
El hombre detrás de mi volvió a poner con aún más fuerza la pistola en mi cabeza, podía sentir el cañón que estaba siendo cargado justo en ese momento.
—Dwigth, Simón—pude oír que los llamaba—¡Rápido!—estos subieron a otro camión y comenzaron a sacar la tela que cubría un ataúd, con mucha rapidez lo levantaron y lo colocaron al lado de Negan—Con que Eugenne ya no les cae bien—se detuvo a pasar su bate a la mano derecha y fingió sonreír amablemente mientras se separaba de Porter—Quiero creer que Sasha si, a mi también, está aquí, embalada para su comodidad. Esta viva y coleando—volvió a decir soltando golpecitos en aquel ataúd con su bate—La traje para no tener que matarlos a todos, y no matarlos a todos podría ser complicado porqué sé que aún tienen muchas armas allí dentro, Rick.
Me enfoqué solo en observar a Dwight con enojo, ¿quién rayos le habia dicho a Negan qué habiamos encontrado más armas?
—Te lo voy a simplificar—pude oír que Negan volvía a decir—Quiero todas las armas que encontraron. Si, también me enteré de eso, quiero hasta el último grano de limonada en polvo que les quede—ahora el líder esbozaba una sonrisa burlona que hizo que me sintiera aún más molesta, era tedioso verlo de ese modo—Quiero a una persona que tú mismo escogas para Lucille—volvió a decir—Y a Daryl, quiero a mi Daryl de vuelta—su concentración parecía centrarse en el ballestero mientras tocaba su corazón—Te veo—le dijo a Dixon mientras nos volvía a observar a todos muy enojado—Y la mesa de pool con todos los tacos y la tiza, y lo quiero ahora. O Sasha muere y luego el resto, probablemente
Observé hacia el suelo intuyendo la gran presión que debería estar sintiendo Rick Grimes como líder al reconocer que nos había puesto en una situación muy drástica a todos.
—Anda Rick, que la haya traído en un ataúd no implica que tenga que quedarse ahí—soltó Negan fingiendo tristeza—¿Sabes que?, Tú eres un lastre Rick, no quiero tener que matarla pero es justo lo que me estás obligando a hacer y...
—Quiero verla—interrupió Rick al instante, yo me detuve a levantar la mirada concentrándome más en el ataúd.
—Claro, solo dame un segundo—Negan soltó una sonrisita más moviendo su bate y acercándose al ataúd—La voy a tener que poner al tanto—volvió a decir tocando con Lucille la puerta de aquel objeto en el que supuestamente Sasha estaba—No escucha nada dentro de esa cosa.
Me quedé estática por un segundo, observando lo que sucedía, el hombre con bate en manos volvia a tocar la puerta fingiendo que reía. Sin embargo, su risa fue apagada por un pequeño grito mientras caía hacia el suelo forcejeando con algo que había caído encima de él, era Sasha quién estaba peleando con ese hombre, pero estaba muerta y trataba de masticarlo.
Pasó de nuevo, alguien más había muerto por su culpa.
Justo en ese momento, pude escuchar unos disparos así que también comencé a disparar uniendome a mis compañeros con un solo objetivo, Matar a los traidores y a los Salvadores. El hombre que estaba detrás de mi me observó con furia y antes de qué se acercara más, solté un disparo justo en su cabeza.
—Colman, Baja ya—pude oír la voz serena de Rick justo cuando Jadis se acercaba hacia mi, de un solo movimiento la mujer me arrebató el arma de mis manos y con su pistola golpeó mi cabeza logrando someterme hasta el suelo—¡Maldición!
El líder se situó frente a mi y comenzó a forcejear con Jadis por el arma, sin embargo, la mujer esbozó su típica sonrisa cínica disparándole a Rick justo en la cintura causando que éste se agachara expresando un rostro que demostraba dolor.
—¡Rick!—sin dudar ni un segundo me reincorporé acercandome hacia él queriendo asegurarme de su bienestar pero un fuerte impacto en mi cabeza hizo que dejase de hacerlo, Jadis me tomaba con fuerza del cabello obligándome a que la observara una vez más—Alejate de mi.
—No somos unos traidores, simplemente nos enfocamos en lo mejor—la líder del basurero acercó su rostro solo para susurrar aquello en mi oreja riendo—Tomamos, no nos molestamos.
[...]
Hace unos minutos atrás, Jadis nos había empujado desde la torre vigía a Rick y a mi, no nos encontrábamos nada bien después de eso. Luego de aquella caída, la misma extraña mujer y unos tipos de su grupo nos habían obligado a dirigirnos hasta una esquina de Alexandria apuntandonos con armas.
Con rapidez me digné a observar en qué situación nos encontrábamos, mi vista recorría el alrededor observando y reconociendo rostros muy familiares tirados en el pavimento de las calles de nuestra comunidad, muertos. Por otro lado, Carl estaba arrodillado unos metros más adelante y a su alrededor estaban Simón, Dwight y otros salvadores más.
—Hola—La molesta voz de Negan me hizo sentir nervios y una pizca de miedo al intuir cómo acabaría esto—Otra vez.
—Arrodillate—había soltado Jadis observandome mientras que el hombre que venía detrás de mi me obligaba a hacer lo indicado dejandome al lado de Carl con mucha más rapidez que antes y atreviéndose a quitarme el cinturón solo para lanzarlo hacia otra parte deshaciendose de mis navajas más preciadas, yo solo cerré los ojos evitando sentirme enojada—Al suelo—volvió a decir esta vez observando a Rick esperando que hiciera lo mismo que yo situandose al lado izquierdo de su hijo—O ya sabes.
Respiré inquieta observando aún los cuerpos de los Alexandrianos en el suelo, la mayoría habian sido gente buena que no merecía morir de este modo. Al parecer los Salvadores y los del Basurero ya habían tenido todo esto planeado pues incluso nos habían arrodillado formando una pequeña fila horizontal, Carl en el medio, Rick a su izquierda y yo a su derecha.
—¡Maldición Rick!—la voz burlona y enojada de Negan me hizo despertar y centrarme más en él esperando que no se le ocurriera hacer nada malo—No pudiste quedarte con nosotros, tuviste que ir con esos mugrosos basureros—esbozó una sonrisa serena observando a Jadis sin una pizca de molestia o miedo—Sin ofender.
Justo en ese instante, me enfoqué solo en Rick grimes por un momento, podia ver que no estaba para nada bien ya que el hombre tocaba la herida de bala de su cintura repetidas veces y su mano se iba manchando de sangre con facilidad.
—El trato es por doce—pude oír que decía Jadis—¿No?
—Diez—interrumpió el hombre zarandeando su bate y observando a la mujer de cabello corto—la gente es un recurso.
—Doce—volvió a exigir Jadis, sin embargo el lider de los Salvadores la observó muy enojado, gracias a la expresión de angustia y miedo que la mujer soltó en ese instante pude descubrir que también le temía a Negan—Diez.
Me limité a observar el suelo mientras ellos dejaban de conversar, podia oír los pasos de Jadis alejándose de nosotros solo para situarse al lado de un hombre que parecía ser de su comunidad, podía ver que habían gotas de sangre que caían al suelo, sabía perfectamente que eran mías, y estando de este modo, no podía hacer nada al respecto.
—Dejalo—solté al instante, habia levantado mi rostro solo para observar a un salvador, éste tenía en sus manos a Tobin y lo comenzaba a someter hasta el suelo—Dejalo en paz.
Apreté mis puños, y tragué saliva con fuerza queriendo parar todo esto, queriendo entrometerme para decirle que no se atrevieran a hacerle daño al hombre. Sin embargo, coloqué mis manos en el suelo y suspiré cansada.
—Colman—el susurro tranquilo y seguro de Carl calmó mi enojo por un instante y lo observé, el sheriff tenía una sonrisa leve en su rostro pero aún así, pude ver que demostraba un poco de preocupación, sabia que era debido a todo lo que estaba sucediendo—Estaremos bien.
La risa de Negan nos hizo despegar nuestras miradas, ambos lo observamos con enojo mientras el líder enemigo tomaba su bate moviéndolo de un lado a otro y acercándose a Rick solo para observarlo con enojo.
—Rick—llamó con un tono despectivo—esto no te va a gustar, seguro vas a desear morir, me gusta divertirme, en serio—pude ver cómo se acercaba a nosotros y comenzaba a rodearnos caminando con mucha lentitud—Tal vez creas que el tipo que le hizo lo que le hizo a tus amigos no fui yo, qué fue una especie de impostor, cómo si yo no fuera el tipo del bate sino el tipo que cocina spaguettis...¡Oh, mierda!
Dejé de apoyar mis manos en el suelo y volví a tomar mi antigua posición arrodillandome de una manera correcta, ésta vez mi mente volvió a recordar lo que le había sucedido a Denisse, Abraham, Glenn, Spencer y Sasha con una rapidez tremenda.
—Tal vez esto es mi culpa, tal vez sea todo culpa mía, lo tengo que enmendar, quizá deba empezar todo otra vez—Negan dejó de hablar y me observó riendo por un instante y luego, hizo lo mismo observando a Carl—Lo admito Rick, si quisiera un hijo, desearía que fuera igual a tu hijo—volvió a soltar una risita que, hasta este punto, ya había colmado mi paciencia—y si quisiera a un buen soldado en mis tropas sin duda sería Colman—el hombre volvía a zarandear su bate aún observándonos—Lo que hace esto mucho más difícil.
—No vas a ganar—interrumpió Carl sin dejar de observarlo.
—Carl, se terminó—decía el hombre enojado—Apunta tu ojito bueno hacia la calle y date cuenta.
Apreté mis puños al instante cuando escuché un grito fuerte y lejano, estaba de más decir de quién era, sabía reconocer perfectamente a Michonne. El chico a mi lado apretó los puños al igual que su padre y pude intuir que ambos ya habian reconocido quién era.
—Maldición—murmuré llena de molestia y sintiendo miedo por la vida de la mujer. Estaba segurísima de que Negan pagaría demasiado caro si alguien de su gente o de los traidores mataba a Michonne—No puedes solo...
—¡Silencio!—pude oír que decía el hombre al instante, callandome y apuntándome con su asqueroso bate—Te tocará sufrir dentro de unos instantes, así que guarda un poco de silencio—no gastó ni un segundo más y se acercó a Rick con una mirada divertida—Oh, acabas de perder a alguien importante ¿verdad?—apreté mis puños con frustración al sentir que no podía hacer nada para detener esto—Y justo ahora...¡Cielos!, eso si es coordinación.
Me volví a enfocar solo en Rick, el hombre estaba con los ojos llorosos y pude sentir que la emoción de frustración crecía aún más dentro de mi, no podía hacer nada, todo estaba saliendo mal. Y los dos Grimes que estaban a mi lado también se veían del mismo modo, enojados y con una pizca de tristeza por Michonne.
—Bueno Rick, tu elegiste esto—volvió a decir con un tono más serio—No sé que más podría haber echo para advertirtelo y esto ya no es una advertencia—solté un suspiro abriendo mi boca para tratar de decir algo al respecto, el líder enemigo se alejó de Rick y volvió a poner su bate frente a mi—Esto es un castigo—aclaró al instante sonriendo—Voy a asesinar a Carl.
Moví la cabeza en signo de negación mientras el líder de los Salvadores reía situándose frente a Rick nuevamente, dejé de observar al par de adultos con rapidez y me centré solo en Carl, pude ver que el muchacho estaba observandome. Sin embargo, apartó su mirada al instante observando hacia el suelo.
—Matame a mi—solté.
—Colman, detente.
—¡Silencio!—pude oír que Negan interrumpía al chico a mi lado—¿Estarías dispuesta a dar tu vida por él?—la pregunta me hizo soltar un pequeño suspiro.
—Claro—respondi sin dudar—Estoy dispuesta.
—¡Colman basta!
—Esto no funciona asi—pude oír que respondia el hombre volviendo a interrumpir al sheriff con una sonrisa cinica—Ya no puedes hacer nada más para impedir lo que haré.
Comencé a sentir miedo, y ésta vez lo sentía por el único echo de que no quería perder a Carl, no quería perder al chico que me gustaba, no queria perder a alguien que realmente me importaba demasiado, a alguien que había llegado a estar dentro de mi corazón, a alguien a quién yo amaba.
—Le voy a dar un batazo duro y directo, y trataré de matarlo de un golpe porqué me cae bien—volvió a soltar Negan observandome, cerré mis ojos evitando sentir aquella frustración con más fuerza y volví a abrirlos solo para observar que el hombre se dirigía hacia Rick moviendo su bate—Quiero que metas eso en tu cerebro y lo pienses un momento. Voy a matar a Carl y luego mi lucille destrozará tus manos.
—Puedes matarlo frente a mi y destrozar mis manos, pero ya te lo dije una vez, voy a matarte—la voz serena y enojada de Rick me hizo observarlo, el hombre soltó un suspiro mientras Negan se agachaba a su altura para observarlo—Solo a ti, tal vez no sea hoy, ni mañana, pero no hay nada que vaya a cambiar eso—el líder de los Salvadores se veia aún más enojado que antes—Ya estás muerto Negan.
Volví a colocar mis brazos en el suelo sabiendo que lo haría, por la expresión enojada en su rostro supe que aquel hombre con bate estaba dispuesto totalmente a acabar con la vida del castaño que estaba a mi lado.
—¡Diablos!—volvia a alterar su voz observando a nuestro líder y situándose detrás de Carl—Diablos Rick, ¡okey!
Justo en ese instante, me atreví a tomar la mano del chico con velocidad mientras oía que Negan comenzaba a reír. Simón no tardó en llegar hacia nosotros y separó nuestras manos fingiendo serenidad.
—Nunca toques a un muerto—pude escuchar que Simón decía soltando una risa molesta y burlona desde su posición, su líder hacia lo mismo—Es de mala suerte.
—Querida—Negan volvia a poner su bate detrás de mi y serenandose por completo soltó una sonrisita—Verás a tu chico morir justo a tu lado, vas a lamentar todo.
Volvi a apretar mis puños enfocandome solo en lo que Negan realizaba, se acercó con rapidez hacia Carl y tiró su sombrero retroceciendo y tomando más fuerza levantando su bate con la única intención de asestarlo justo en la cabeza del sheriff.
—Basta—solté sintiendo aquella ira y dolor por lo que pronto sucedería—Detente, por favor.
Todo fue callado por un solo sonido, el ruido habia prevenido desde atrás así que me atreví a observar hacia la raíz del sonido, un Salvador estaba siendo mordido por un gran y salvaje animal. Justo en ese instante Negan dejaba de tomar impulso, para luego de unos segundos quedar impresionado al ver a un tigre atacando a uno de su grupo.
Shiva estaba aquí y nos había salvado.
—¡Maten a los salvadores y a sus cómplices!—el grito de Ezequiel me permitió observar en que situación nos encontrábamos, al parecer el Reino había llegado a ayudarnos—¡Alexandria no va a caer hoy, no lo permitiré!
Carl, Rick y yo nos arrastramos como pudimos para coger armas que permanecian sin uso en el pasto y muy cerca a nosotros para así poder empezar con nuestro contra-ataque, claramente acabando con las vidas de los Salvadores y de los traidores. Sin embargo, dejé de hacerlo por un segundo para poder recorger mi cinturón con mis navajas que estaban en el suelo.
El ruido y la adrenalina que corría por mi cuerpo ya lo había sentido antes en la invasión, pero ahora era algo distinto, ahora estábamos luchando por los que habían caído, por hacer algo al respecto después de sus injustas muertes.
Fijé mi vista por un momento tratando de ayudar a Rick, el hombre se acercaba a coger un arma con un poco de dificultad por su herida y justo en ese momento un Salvador se le acercó, sabia que tenía las intenciones de matarlo pues poseía un arma a la altura de la cabeza del líder de Alexandria, a pesar de eso, el salvador recibió un disparo justo en la cabeza al instante y yo giré mi rostro solo para observar quién había sido capaz de hacer eso.
—¡Al centro!—pude oír el grito femenino de alguien a quién había estado extrañando durante todo este tiempo, Maggie señalaba con rapidez a su grupo quizás para que estos tuvieran una mejor posición de lucha—¡Tercer grupo ahora!
La mujer movió la cabeza y soltó una sonrisa serena viéndome e hizo lo mismo con Rick, Enid estaba a su lado y algunos hombres y mujeres de Hilltop también. Me reincorporé con rapidez y segui disparando junto a Carl y su padre mientras veiamos que un par de bengalas habían sido disparadas al aire, incluso los del basurero estaban tirando latas de humo, al parecer, para dificultar nuestro campo de visión.
—Detrás del Rv—soltó Rick serenamente observando a su hijo y observandome a mi, no perdimos ni un segundo y lo seguimos a él—¡Ahora!
Cuando llegamos al dichoso vehículo, nos detuvimos unos segundos solo para poder respirar, por la expresión en el rostro de ambos Grimes supe que estábamos despojandonos de cualquier gota de miedo o tensión que habíamos sentido al arrodillarnos. Maggie, Jesús, Enid, Berty y Eduardo se colocaron a nuestro lado con rapidez.
—Hey—llamó Rick observando a Maggie aún agitado—Se están retirando.
—Eduardo, Berty, entre las casas, ¡cubran la entrada!—ordenó Maggie otra vez a sus soldados de Hilltop y salió del escondite junto a Jesús y Enid—¡Vamos!
Rick nos observó solo a nosotros dos con curiosidad, quizás intentando intuir si estábamos bien, yo asentí con rapidez y pude ver al sheriff realizar lo mismo mientras veiamos a Ezequiel junto a su grupo detenerse frente a nosotros.
—Ahora...—habia soltado El Rey observando a Rick, yo solo tragué saliva al reconocer a Carol entre su gente, la mujer tenía un rostro sereno y ahora poseía una pequeña armadura, era la primera vez que la veía después de lo ocurrido con Denisse y Ramiro—¡Ahora acabemos con esto!
Rick se integró al grupo de Ezequiel, Carl y yo hicimos lo mismo y comenzamos a correr para por fin poder detener a todos los Salvadores disparándoles justo en la cabeza para que no pudiera quedar ninguno vivo.
[...]
—¿Te encuentras bien?—la pregunta de Carl me hizo soltar un leve suspiro y lo abracé al instante, el castaño sacaba un pequeño trapo de su bolsillo mientras limpiaba el rastro de sangre que estaba cayendo de mi frente y parte de mi rostro.
Ambos estábamos dentro de una casa de Alexandria junto a su padre buscando a Michonne ya que nos preocupaba el bienestar de la morena, sin embargo, Rick estaba en una habitación distinta y nosotros también. Hace unos minutos habíamos encontrado el cadáver de una mujer rubia fuera del lugar, lo que nos hizo pensar que la mujer estaba aquí, aún viva.
—Crei que...
Quizás estaba siendo muy dramática, pero era cierto. Me había aferrado demasiado al muchacho en estos días que de verdad sentía que no podía hacer nada si no lo volvía a ver, si no volvía a ver su sonrisa. En un mundo así, las cosas eran realmente muy efímeras.
—Crei que ibas a...—cerré los ojos con fuerza aún muy cerca a él, podía sentir que las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos así que solo mordía mis labios evitando hacerlo—Crei que Negan te mataría.
—No llores—pude oír que susurraba abrazándome una vez más—Hey, estaré aquí, siempre contigo—retrocedió unos pasos solo para limpiar suavemente las gotas que estaban cayendo por mi rostro con una sonrisa gentil—Nunca lo olvides Colman.
—¡Chicos!—la voz serena de Rick nos hizo alejarnos mientras el sheriff tomaba mi mano corriendo a buscar a su padre, cuándo llegamos yo solo me quedé de pie esbozando una sonrisa, Carl hacia lo mismo.
El líder de Alexandria estaba arrodillado y abrazaba a Michonne, la morena estaba sangrando y tenía un par de heridas en el rostro que demostraba que había tenido una lucha con la antigua mujer rubia que habiamos encontrado muerta en el pavimento.
—Somos de los que sobreviven—había susurrado la mujer observando a Rick.
Desde mi posición volví a sonreir sin soltar la mano del sheriff, ambos juntamos nuestras frentes y luego, el castaño me dió un ligero beso en los labios. Estaba claro que ver a Michonne viva nos alegraba demasiado.
Sin perder ni un segundo más, todos allí nos dirigimos hacia la enfermería, Rick ayudaba a Michonne a avanzar mientras Carl y yo los seguíamos. No teníamos ningún doctor desde lo sucedido con Denisse pero muchos de nuestros alexandrianos apoyaban allí.
—Ayuda a mi padre a llegar a la enfermería a salvo—soltó Carl—Tengo que hacer algo.
—¿Qué?—me apresuré a preguntar confundida, el sheriff se detuvo observandome con serenidad—¿A dónde irás?
Los adultos no se habían enterado que nos habíamos detenido pues aún estaban muy concentrados en llegar a la enfermería a paso lento, ambos estaban muy dañados.
—Tengo que ver si algún Salvador o alguien del basurero aún está rondando por Alexandria—volvió a susurrar—Debo proteger este lugar.
—Los demás se encargarán de eso—solté—No tienes que ir tú.
—Mi padre está herido y no puede hacer nada al respecto—pude oír que decía—Yo lo haré por él, necesito proteger esta comunidad en su ausencia.
Negué con lentitud aún sin despegar mi concentración de él, cualquier cosa podria suceder, la guerra aún no acababa, apenas el humo recién estaba disipandose y aún se podía escuchar el sonido de las balas.
—No me pasará nada.
—Bien—solté con terquedad—Iré contigo.
—¿Y quién llevará a salvo a mi padre y a Michonne hasta la enfermería?
Me dispuse a observar hacia adelante, los adultos seguían avanzando con lentitud, y Rick grimes no dejaba de poner su mano en la zona dónde Jadis le había disparado.
—¿Y quién te protegerá a ti?—contraataque.
—No va a sucederme nada—el sheriff se acercó y con una sonrisa en su rostro soltó un suspiro quitándose su sombrero—Puedes hacerlo—oí que volvía a decir, yo solo solté una sonrisa con una mirada de preocupación, nada de esto me parecía correcto. El sheriff solo tomó mi rostro entre sus manos y besó mis labios con lentitud para luego, dejar su sombrero en mi cabeza—Ve, Cuida a mi padre y a Michonne.
El chico se retiró con rapidez y yo me dispuse a correr para alcanzar a los adultos, cuando llegué me coloqué a la derecha de Michonne ayudándole a Rick a que la morena pudiera avanzar con cuidado. Sin embargo, giré mi rostro solo para observar hacia atrás buscando el paradero de Carl, el castaño ya no estaba allí.
Dejando a los adultos unos cuántos pasos detrás de mi, me dirigí a abrir la puerta de la enfermeria para dejar que Michonne y Rick se adentraran al lugar. Con un vistazo rápido pude ver a Rosita aquí, la mujer estaba en una camilla y Tara estaba a su lado.
El mayor de los Grimes acostó a Michonne en una de las tres camillas que habia dentro de la enfermeria mientras le dejaba un ligero beso en la mejilla tomando su mano y sentándose a su lado, en una silla.
—¿Y Carl?—pude oír que preguntaba su padre.
—Fue a asegurarse de que ningún salvador estuviera aún dentro de Alexandria—contesté quitando el sombrero de mi cabeza y entregándoselo a Rick. El líder solo asintió tomando el objeto en sus manos zarandeando la cabeza y tocando su herida—¿Estás bien?
—Analgesicos—soltaba Tara frente a nosotros dirigiéndose a Rick—Michonne debería tomar uno y tu deberías bendarte la herida antes de que se infecte.
—Bien—soltó el hombre con una sonrisa y luego me observó—Quedatelo tú—volvió a decir entregándome el sombrero—Se te ve mejor a ti que a mi.
Estaba solo a escasos centímetros de tomar el sombrero para quedarmelo hasta que su hijo regresase, sin embargo, unos cuántos ruidos detrás de la puerta de la enfermeria me hicieron presagiar lo peor. La primera persona que entró al lugar fue Enid, ella poseía un rostro lleno de pánico y a su lado estaba una mujer que llevaba un arco y flechas. Ambas tomaron la puerta haciendo que esta no se cerrase mientras Daryl ingresaba al lugar con Carl en sus brazos. Morgan venía detrás del ballestero junto a Scott.
—¿Qué sucedió?—pude oír la voz serena y rasposa de Rick que demostraba mucha preocupación observando a su hijo, Michonne hacia lo mismo.
Daryl solo se adentró al lugar y dejó a Carl en la única camilla restante, el ballestero también se veía muy preocupado y agitado.
—¿Que sucedió?—pregunté esta vez yo, sabía que no debía dejarlo solo, lo sabía pero...¿por qué rayos lo había echo?
Enfoqué mi mirada solo en Enid buscando respuestas, ella se veía muy asustada y no emitía ningún sonido.
—Dayane—pude oír que llamaba Morgan situándose a mi lado con confusión y sin dejar de observar a la mujer rubia que había entrado junto a Enid.
—Un salvador escapó por la torre de vigilancia—informaba la arquera—el muchacho lo siguió.
—Escuchamos dos disparos—secundó Scott cogiendo unos trapos de algunas gavetas del lugar mientras se acercaba al chico para cesar la sangre que salía de su brazo—Y luego lo vimos caer desde la torre de vigilancia.
—Le dispararon—pude oír que informaba Daryl ahora—y su cabeza está sangrando—el ballestero solo quitaba con rapidez la benda que cubría el ojo de Carl mientras Morgan se acercaba a ayudarle a Scott a dentener el sangrado—Puede que la primera bala la haya recibido el salvador.
Solté un suspiro y me acerqué al sheriff mientras su padre hacía lo mismo deteniéndose a mi lado, el chico se veía realmente mal, prácticamente su rostro estaba manchado con sangre que caía de su cabeza y su camisa también estaba sucia, además, ni siquiera se movía, estaba desmayado e inconsciente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top