CAPÍTULO 38: Muertes

(Tn)___ Colman


Me levanté gracias a las repetitivas llamadas de Carol y balbuceos de Liam, Me relajé un momento bañandome, me cambié, me despedí de Carol y salí de casa.

Corrí hasta la entrada de Alexandría y pude apreciar a Daryl, Rosita, Denisse y Ramiro allí.

—Por fin te levantas, ya íbamos a irnos sin ti—soltó Daryl.

Reí por un instante.

—Pero cierta persona dijo que no nos fuéramos aún—añadió Ramiro y lo observé intrigada.

—Daryl insistió en que te esperemos—aclaró Rosita.

Asentí y miré a Denisse esperando a que nos dijera que es lo que teníamos que hacer.

—Tan solo traeremos algo de medicinas y volveremos—murmuró Denisse mirando su lista, asentímos y seguimos a Daryl quien iba adelante.

Todos salimos de Alexandría, Eugenne estaba haciendo guardia, Sasha vigilaba desde la torre. Me despedí de ambos mientras subía al carro.

Daryl iba al volante manejando y en el asiento del costado estaba Rosita, Ramiro y yo estábamos en los sitios de atrás al lado de Denisse quien estaba concentrada en el camino que tomaba el auto.

—Ayer estuve hablando con Glenn en la noche, adivina que me dijo—susurró Ramiro.

Al instante mi vista se fijó en su rostro y pensé.

—Seguro que te habló sobre Maggie, está embarazada ¿lo sabias?—susurré despacio, tal vez los demás en este auto no lo sabían.

Me detuve a observar al resto y, gracias a que los adultos iban adelante hablando de algo desconocido no podían escucharnos.

—Si, lo vi tan emocionado, me alegro por él y por Maggie. No es fácil tener que cuidar a un pequeño...pero ellos son fuertes—aseguró Ramiro, le sonreí.

—Si.

—Tu vida amorosa es muy complicada, ¿no?

Su voz salió después de un rato de silencio y me observó.

—¿De qué hablas?

—Estas enamorada de alguien, lo sé. Quizás sea tu primera vez pero...eres grandiosa, no dejes que nadie diga lo contrario, no dejes que nadie cambie tu forma de ver al mundo—solo me concentré en sus ojos en ese momento. Él me observaba con una sonrisa y no pude evitar sonreír.

Cuando el carro freno, todos salimos del auto y nos apresuramos a ocultar el carro, entre algunas hojas que estaban en el camino, Al lado estaban las vías del tren.

—Cortemos camino por aquí—sugirió Daryl adentrándose al bosque.

—Será más seguro ir por las vías del tren—interrumpió Denisse e hizo detener a Daryl.

—Tardaríamos bastante—afirmó Daryl.

—De todos modos sería más seguro ir por las vías del tren no por el bosque—volvio a decir Denisse.

Daryl caminó enojado dirigiéndose al bosque. Rosita, Ramiro, Denisse y yo  fuimos por las vías del tren. Me había adelantado mucho más que todos y estaba confundida.

Cuando quité la última rama de árbol que mostraba que pronto acabaría el sendero pude ver la dichosa tienda a la que nos dirigiamos.

El rostro rígido de Daryl nos observó a todos.

—Les dije que mejor hubiéramos cortado camino, sería más rápido—acotó Daryl arrastrando sus palabras, haciéndonos saber que él tenía la razón.

—Busquemos lo que tenemos que buscar y larguemonos de aquí—aclaró Ramiro, ocultando con la rapidez de sus palabras el enojo de Dixon.

Ramiro se acercó lo más rápido que pudo a la tienda, Se detuvo a matar a un caminante que estaba a su alrededor y nos hizo señas para que entrasemos.

Daryl se puso al lado de Ramiro, abrió la puerta de aquella tienda mientras que Rosita levantaba una pistola a una altura correcta para atinar justo en la cabeza de un caminante.

Me aseguré de hacer un poco de ruido para encontrar algo inusual pero no había ningun caminante dentro.

Se veía extraño.

Ramiro se quedó vigilando la puerta. Daryl, Rosita, Denisse y yo entramos más dentro de aquella vacía y solitaria tienda.

Era un espacio pequeño, demasiado pequeño, había un letrero dentro del pequeño lugar que decía "pharmacy" deslizamos la puerta hacia arriba y ésta se abrió dejándonos ver muchos estantes llenos de medicinas.

—Denisse dame la
lista—le pidió Daryl a Denisse, la rubia chica le entregó su lista en donde ella había apuntado todo los medicamentos que hacían falta en Alexandria.

Por un instante observe el lugar, había algo raro aquí.

—Quedate aquí, nosotros entraremos—le ordenó Daryl a Denisse.

Entré primera a aquel lugar marcado como pharmacy pude ver la cantidad de medicamentos que habían y sonreí.

Rosita y Daryl entraron junto a mi apresurados.

Observaba de vez en cuando la lista que Daryl tenia en sus manos, trataba de encontrar las medicinas apropiadas, pero se me hacia demasiado difícil recordar el nombre de aquellos desconocidos medicamentos.

La respiración inquietante de alguien hizo que perdiera mi concentración, pude escuchar unos leves ruidos, era un caminante, sus leves imploros para saciar su sed de sangre se escuchaban detrás de la pared que tenía al lado.

Agudice el oído y me acerqué a la pared del costado tratando de escuchar, lo único que escuché fue un grito femenino conocido.

Denisse se encontraba luchando con un caminante que estaba completamente encima de ella, saqué mi navaja y la enterré en la cabeza de aquel muerto.

Daryl y Rosita vieron lo sucedido, y parecieron enojarse por eso.

—¡¿Pero que?!—preguntó alterado Daryl.

—Denisse deja de estar haciendo cosas estúpidas—pidió Rosita

Ignoré su comentario frío por un momento y ayudé a que Denisse se levantase, ella aún estaba asumíendo lo que acababa de pasar.

—Ya tenemos todo, volvamos a Alexandria—murmuró Daryl tratando de calmarse.

Salimos de la farmacia y el ambiente se notaba tenso, Me puse al lado de Ramiro quien llevaba una pistola.

Optamos por pasar por el mismo camino que habíamos tomado antes. Carros abandonados con cosas podridas en su interior era lo único que se podía ver.

—¡Hey!—nos llamó Denisse, todos volteamos a verla—aquí hay un firogrifico debe de haber algo importante—gritó.

—No es importante dejalo ahí, ya vámonos—habló Daryl restándole importancia a aquel aparato, era cierto, seguro eso ya ni servía.

—Ya vámonos
Denisse—la llamó Rosita, todos volvimos a fijar nuestras miradas en el camino y comenzamos a caminar.

Ya no estábamos lejos del carro que habíamos ocultado entre las ramas. Antes de llegar escuchamos unos gritos, Volteamos casi al mismo segundo y a lo lejos vimos a Denisse luchando con un caminante.

Daryl corrió lo más rápido que pudo, cogió al caminante y le clavó su cuchillo en el cráneo.

—¡¿Pero qué te
sucede?!—le preguntó Daryl a Denisse casi gritando.

—¿Qué piensas que estas haciendo?—siguió Rosita un poco molesta.

—Tan solo quería estas para Tara—se apresuró a responder Denisse enseñando que tenía cuatro latas de sodas.

—¡Te arriesgaste tan solo por cuatro latas!—gritó Daryl, Denisse sonrió orgullosa de ella misma.

—¡No! Solo fue por esta—contestó señalando solo una lata que había quedado intacta.

No queríamos perder a Denisse tan solo por una lata de soda.

—¡Esto es realmente estúpido!—gritó Daryl furioso.

—¡Deja de causar problemas ya! Si te sucede algo harías falta en Alexandria—gritó exhausta Rosita de la misma forma que Daryl.

—Miren, no sé que los trae tan enojados, pero yo solo salí a ver si podía enfrentarme con uno de esos mounstros—habló Denisse señalando al caminante de hace un rato—Escuchen, a ti Daryl, te pedí que me acompañarás porque tu actitud me hace recordar mucho a mi hermano—comentó señalandolo—Rosita tu...te pedí que me acompañarás porque estabas sola...es muy probable que sea la primera vez que lo estas y sé que puedes hacer algo más que estar triste—añadió ahora señalando a la mencionada que mantenía un carácter firme—A ti Ramiro...Te pedí que vinieras porqué a pesar de que hayas llegado hace tan poco tiempo atrás has llegado a ser parte esencial en Alexandria. Además ayudas a Glenn, a Abraham, a Morgan y a la mayoría de personas de Alexandria—afirmó mirándolo—A ti (Tn)___, Te pedí que me acompañarás porque apesar de que tienes quince años has logrado pasar varios momentos y no te has dejado invadir por la tristeza. Has sido fuerte por que has cuidado de Liam por un largo tiempo y sin ayuda de nadie. También eres parte demasiado esencial en Alexandria, eres simplemente la niña más fuerte que he vi...

Denisse hablaba fuerte mirándonos a todos y dándonos explicaciones, solo vasto con ver una flecha atravesar su ojo para dejarnos a todos impactados.

Esa flecha era una de las flechas de Daryl, pero era imposible, él había afirmado que unos tipos le habían quitado su ballesta días atrás.

Denisse cayó al suelo, me acerqué a ella para tratar de relajar su caída pero mi esfuerzo fue en vano.

Sentí la mano de alguien apretar mi cuello, Oprimi un grito de dolor al sentir que alguien me comenzaba a jalar el cabello.

El dolor hizo que mis ojos se cerrarán por un instante, Volví a abrirlos rápidamente, por instinto.

Alcé mi mirada para ver a mi atacante, su cabello era largo y tenia la mitad del rostro quemado.

Traté de soltarme y solo recibí miradas alertas de mis compañeros; Daryl, esa había sido la flecha de Daryl, más no era él quien había soltado aquella flecha.

—Mi nombre es Dwight princesa, no te resistas—traté de soltarme, vi a Denisse en el suelo y oprimi un grito de dolor.

Denisse era una buena persona.

En el suelo, atrás de unos autos Daryl, Rosita y Ramiro sostenían sus pistolas hacia la cabeza de Dwight. Un tipo se paro al lado trayendo a Eugenne, ¿De dónde había salido Eugenne?, se supone que debía de estar cuidando Alexandria.

Eugenne y yo estábamos arrodillados, unos tipos nos apuntaban justo en la cabeza.

—¡Suelten las armas! O los mató—amenazó Dwight a todos.

Ramiro, Rosita y Daryl soltaron cautelosamente sus armas.

—Hola, ¿me
recuerdas?—preguntó Dwight mirando a Daryl.

—Debí matarte cuando te encontré—se lamentó Daryl, hice fuerza una vez más para tratar de salir de las manos de Dwight, éste me sacudió.

—Que pena que no lo hiciste...Bueno, así nos presentamos nosotros los salvadores. Primero matamos a uno o a dos para dejar en claro las cosas—eran ellos, ellos eran los salvadores—Ahora trabajan para nosotros—afirmó Dwight.

Pude observar el momento en que del bosque que nos rodeaba comenzaron a salir más hombres que parecían apoyar y ser del mismo grupo de Dwight.

—No trabajamos para ti—aseguró Daryl, lo observé con temor por un instante.

—¿Qué pasa princesa? sonríe, ¿Cuál es tu nombre?—preguntó mirando a Rosita.

La mujer lo observó enojada y con una mueca.

—Mi nombre es Rosita.

—Este es el plan, trabajan para mi o mueren. Ustedes deciden—nos retó.

—Nunca trabajaremos para ti—murmuró harto Daryl.

—Entonces morirán—añadió Dwight mirando a su amigo quien mantenía su pistola fija en la cabeza de Eugenne, el otro tipo sonrió maliciosamente.

—Esperen...esperen—los detuvo Eugenne asustado—si nos mataran, comiencen por matar al que se esconde por esos barriles, es todo un capullo—logró soltar asustado.

Todos, incluyéndome, miramos hacia los barriles dejándonos ver como Abraham estába escondido detrás. Tal vez ideandose como sacarnos de esos apuros.

Dwight le hizo una seña a un hombre de su grupo que estaba detrás de él y el se acercó a los barriles.

Me concentré mucho en esa escena que, al levantar mi rostro pude escuchar un grito que provenía del tipo que apuntaba a Eugenne, al parecer Eugenne le había mordido su zona íntima.

Daryl, Rosita y Ramiro cogieron sus armas del suelo y comenzaron a matar a los salvadores.

Forcejeé tratando de soltarme de Dwight pero no lograba nada a cambio.

Me sentía débil e inservible.

Ramiro se acercó hacia nosotros, Levantó su arma para disparar a Dwight, en un movimiento rápido mis ojos se abrieron al instante de la impresión.

No, no. Ya no más.

Mis manos temblaron y pude sentir como todo volvía a ser oscuro a mi alrededor.

El pelinegro cayó al suelo justo con un disparo entre los ojos. Apreté mis puños y cuando sentí que Dwight me soltó corrí lo más rápido que pude.

Todo se detuvo por un instante, y pude sentir la mirada de Daryl, Abraham, Rosita e incluso Eugenne puesta en mi y mi amigo.

Observé a Daryl apretar la mandíbula enojado, empuñó más fuerte su arma y le disparó a Dwight en el brazo.

—Retirada—comenzó a gritar Dwight.

Todos los de su grupo se fueron junto a él, dejando la moto y la ballesta de Daryl tirados en el pasto del bosque, al lado de las vías del tren. Daryl notó que se iban y los iba a seguir, pude ver a Rosita detenerlo.

—¡Mierda!, Cuando vuelva a verlo lo mataré—afirmó Dixon con la voz ronca, jaló de sus cabellos, parecía que estaba enojado con el mismo, pateó algunas cuantas piedras que encontró el medio de las vías.

No me levanté, para nada, seguía arrodillada, en las vías del tren. Todos hablaban, me límite a ver el cuerpo de mi amigo deseando que esto no hubiera sucedido. Quité mi vista de él y miré a Denisse, negué dos veces, esto era un sueño.

"No lo es" respondió mi propia conciencia.

Sentí unas manos rodearme, Rosita me estaba abrazando.

—Volvamos—me susurró.

Caminé hacia el auto sin decir nada y cerré la puerta mientras observaba que Daryl y Abraham cargaban los cuerpos de Denise y Ramiro. Estos los subían a la parte de atrás del carro con mucho cuidado.

Contemplé la pulsera que mi reciente amigo me había dado ayer en la noche y no pude evitar apretar mi mandíbula enojada.

Rosita subío al carro y manejó, Eugenne iba en el asiento del copiloto, Abraham subió y se sentó a mi lado pero no dijo nada.

Daryl estaba solo en su moto.

Fijé mi vista directamente fuera de la ventana tocando con más fuerza mi pulsera, y por más de que tratase mi irá no podía separarse del dolor, sentía que iba a caer de nuevo.

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