CAPITULO 34: Pequeños celos
Narrador Omnisciente
Weitman fijó su mirada en Daryl una vez más mientras caminaban, el rostro del hombre se veía más sereno que antes. Ya habían salido de aquel tétrico vecindario y, con todas las provisiones en su espalda, estaban de camino a Alexandria un poco más animados que antes.
—¿Por qué demonios me miras tanto?—pudo oír la voz del adulto a su lado, el muchacho no contestó y observó el suelo concentrandose más en el camino. Dixon solo tocó con sus manos su cara tratando de averiguar si tenía algo gracioso—¿Tengo algo en la cara?
—¿Qué pensarías de un chico que ocasionó la muerte de dos mujeres inocentes?—soltó Weitman en ese momento, interrumpiendolo—¿Qué pensarías de un chico que no pudo proteger a su familia por el único hecho de que estaba ausente cuando las asesinaron?—el muchacho solo buscaba dejar su frustración de alguna manera, y sabia que Daryl estaba prestándole atención pues lo observaba y escuchaba en un total silencio—Yo soy ese chico.
—¿Cómo pasó?
—Estar en un grupo siempre me ha echo sentirme desplazado—soltó—Por eso es que salía del campamento en el que mi madre y mi novia estaban, también para despejar la zona de errantes. Un día las mataron durante mi ausencia, ellos habían dejado que mi novia se transformara y que luego, masticase a mi madre pues la habían atado hacia un árbol impidiendo que se moviera.
—Debiste haberte sentido fatal—repuso Daryl sin despegar su concentración de él—¿Supiste quiénes eran?
—Jamás—informó—solo sé qué esos tipos lograron escapar.
—No importa lo que hayas pasado—logró decir Dixon casi al instante, sintiendo un poco de pena por el muchacho—porqué eres valiente, es la única razón por la que estas aquí vivo. Deberás seguir lidiando con ello.
—Es la cruda realidad de ahora.
—Lo sé, y no es fácil.
—¿A quién perdiste tú?—preguntó interesado el muchacho mirando al hombre por un instante mientras no dejaban de caminar ni un segundo.
—Mi hermano murió, y aún me siento culpable por su muerte—había respondido Daryl zarandeando la cabeza—Si hubiera llegado tal vez unos segundos antes, hubiera evitado verlo convertido en una de esas asquerosas cosas—su voz se escuchó más ronca que nunca y Weitman sabía que Dixon realmente se sentía culpable por aquella muerte tanto como él se sentía por la muerte de su madre y su novia—Si hubiera llegado al menos unos segundos antes de su muerte, me hubiera despedido de él correctamente.
—¿Cómo se llamaba?
—Era mi hermano mayor y se llamaba Merle—informaba el adulto serenandose y soltando una risa amarga por unos segundos—Mi padre nos solía maltratar cuando eramos pequeños, a ambos, pero él solo se fue cuándo pudo—confesó haciendo señas demostrando su enojo—Todo era una completa mierda, ahora es mucho peor.
Ambos solo rieron por la gran razón que tenía Dixon al haberse expresado de esa forma, Weitman acomodaba la mochila en sus manos para cargarla del otro lado solo para ahorrar energías. Alexandria estaba unos metros más adelante, y ya estaban casi a punto de llegar.
—Solo sé una cosa chico—Daryl se detuvo frente a él antes de llegar a la comunidad, señaló al muchacho por un instante y siguió caminando—Las personas que han logrado sobrevivir, como tú, como yo, o como los otros, son valientes—se detuvo a soltar un suspiro lleno de tranquilidad, Hablar con Weitman le había echo sentirse mejor ese día—Ya sea olvidando nuestros recuerdos, o aferrandonos a eso para seguir sobreviviendo.
—Gracias, Dixon.
—¿Por qué?—preguntó el adulto.
—Por haberme escuchado, y por haberme contado sobre tu hermano.
[...]
—Hola
La voz de una chica lo desconcentró e hizo que se detuviera justo antes de entrar a casa de Colman, éste observó a Enid muy confundido ya que en toda su vida nunca había pensado en hablar con ella pero la chica se veía muy confundida y desanimada, tanto así que no pudo evitar ignorarla.
—Hola—saludó él de la misma forma, con una pizca de curiosidad. Sin embargo, se concentró en Carol mientras la veía pasar con Liam en sus brazos dirigiéndose hacia la casa de Rick.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Claro—respondió el chico al instante, observándola—¿Qué sucede?
—Yo solo...—Enid lo observó y señaló con rapidez la casa de Colman—¿Qué la hace tan especial para ti?
—Me salvó. Es la única persona que conozco que aún mantiene las esperanzas en las personas dentro de un mundo como éste, sabe lo que hace y es buena con el resto—respondió, Enid volvió a verlo soltando una risita cínica—Ahora que lo pienso...—agregó el chico al instante, sin dejar de observarla—eres muy idéntica a alguien que conocí y que llegó a ser muy importante para mi—La chica solo lo observó confundida—Deberías intentar ser tu misma, sé que puedes lograrlo, todos pueden.
Weitman avanzó dejando a Enid detrás y solo por un segundo volteó logrando ver que la muchacha ya se había retirado también, de todos modos, lo que le acaba de decir era muy cierto pues Enid tenía un parecido físico a Madisson.
Desde su posición, de pie frente a la casa de Colman y mientras tocaba la puerta, soltó un suspiro al descubrir que la puerta estaba con el pestillo activado y no se podía oír nada dentro del recinto. El muchacho tuvo que dar toda una vuelta buscando la ventana más abierta y disponible solo para entrar por allí.
—¿Colman?—llamó con fuerza sin importarle que la chica estuviese enojada con él—¿Dónde estás?
Todo el lugar estaba en un completo silencio, y cómo había visto a Carol con el pequeño Liam fuera, sabia que Colman había salido de Alexandria pues su habitación estaba vacía. Ramiro solo soltó un suspiro cuándo intuyó lo que la chica había echo, durante estos días todos habían estado ocultandole la verdad así que probablemente la chica ya estaba harta con aquel trato.
Sin perder ni un segundo y, mientras nadie lo veía, escaló hacia afuera con la única finalidad de buscarla, estaba apunto de oscurecer y no le apetecía dejar que la chica estuviese afuera tan tarde. Dixon podría enterarse.
Se situó en medio de unos cuántos arbustos siguiendo la ruta de caminantes muertos que había en el pavimento, eran al meno unos siete, todos estaban muertos y tenían un gran corte justo entre los ojos, sabía definitivamente que era Colman quién los había matado.
—¡Genial!—pudo escuchar la voz de Colman desde algún lugar, dándose cuenta de que estaba muy enojada—Es una estupidez.
—¿Qué es una estupidez?—preguntó el chico acercándose a ella, al parecer Colman ya estaba regresando a la comunidad pues se encontraba caminando de lado contrario—¿Y por qué rayos le pusiste candado a la puerta de tu casa?
La chica solo lo observó con una confusión total sin saber de dónde rayos había aparecido el chico, se dirigió unos pasos más adelante observando el muro de Alexandria sin hablarle y, como lo había supuesto, habian un par de caminantes muertos que probablemente Carl había matado, así que intuyó que el sheriff ya estaba dentro de la comunidad y qué ya había dejado de seguirla.
—¿No crees que ocultarnos cosas así los hace verse patéticos?—preguntó, Ramiro solo negó.
Justo en ese instante, Colman soltó un suspiro y se serenó totalmente, ahora sí, observando al muchacho frente a ella.
—Olvidalo ya—soltó Weitman—Hay cosas más importantes que eso, ¿no lo crees?
—Quizás—repuso la chica sin moverse.
—¿Qué rayos hacías aquí?—preguntó el muchacho al instante—Ya es de noche y ni siquiera estás bien abrigada.
—Estaba despejando la zona—informó más calmada—Solo eso.
—¿A esta hora?—preguntó, la chica solo asintió—¿Estás segura?
—Quizás suene tonto todo lo que te diré, pero yo...—se detuvo solo a tragar saliva sin saber porqué el resto no le comentaba nada—yo solo trataba de...
—¿Qué está sucediendote?—Weitman solo extendió su mano y abrazó a Colman mientras ella solo bajaba el rostro, la chica se veía muy triste y frustrada. Sin embargo, desde su posición pudo ver que dentro de unos arbustos lejanos, Carl se escondia—Colman.
El muchacho solo se limitó a soltar un pequeño beso en la cabeza de la chica, quería hacer que el sheriff se enojara pues sabía que los estaba observando. Carl Grimes desde su sitio, había adquirido un rostro de confusión observando todo.
—Puedes confiar en mi, Colman—soltó el chico con gentileza acariciando su cabeza y despeinado su cabello, cuando volvió a observar aquel escondite ya no pudo ver al chico de cabello largo allí así que supuso que ya se había retirado y que su pequeño plan de ocasionarle celos había funcionado—Dime que te pasa.
La chica estaba allí, observando a Weitman con cautelosidad pues había recordado la forma en la que su padre solía saludarla y despertarla cada mañana.
" —Oye pequeña—había llamado su padre despeinando su cabello y soltando una sonrisa alegre. Para Colman era raro verlo de ese modo cuándo hace apenas unos días atrás su madre había muerto—¿Estás bien?
—Lo estoy, y no me digas asi—respondía Colman de forma obstinada—Ya no soy una niña, papá. Matar a Clinton fue algo que debía hacer.
Su padre se serenó totalmente y se situó frente a ella, la pequeña solo estaba sentada en el suelo apoyando su espalda en un tronco y mirando el horizonte.
—¿Crees que matar a una persona hace que te conviertas en una adulta?—había dicho su padre riendo levemente—Estaba claro que Clinton merecía morir, pero esa no era la manera correcta.
—¿Entonces que rayos está mal con eso?—había esperado Colman—Solo lo hice y ya.
—Lo que hiciste estuvo mal, hija—repuso su padre al instante—Le disparaste en el estómago, hiciste que sufriera y lo dejaste así.
—¿Y?—volvió a decir Colman—Él mató a mamá.
—Jamás debes hacer eso—soltó el papá besando en la cabeza a la chica, con una sonrisita—Lo que hiciste no estuvo bien, y eso es lo que quise decirte desde un principio, no porqué haya matado a tu madre justo frente a ti debiste hacerlo—Colman solo asintió, pero supo que opinaba distinto a su papá en ese instante—Hacer cosas así hace que te vuelvas una persona mala, jamás vuelva a hacerlo.
—Tu papá tiene razón, Colman—comentó Tom con Liam en sus brazos, el rubio se acercó a ellos y se sentó al lado de la chica mientras el papá tomaba en sus brazos al pequeño bebé—Deberías hacerle caso."
—¡Hey!
—Estoy bien—soltó con serenidad y alejándose del muchacho—Solo estaba recordando algo.
Ambos avanzaron hasta las murallas y subieron en silencio, Weitman solo se debatía entre comentarle sobre el tema a su amiga o dejarla así.
—¿Por qué Daryl y tu tardaron tanto?—preguntó Colman con rapidez mientras caminaban por las calles de Alexandria.
—Tuvimos un día malo, desde la mañana no encontrábamos nada—comentó Ramiro con serenidad—Y lo poco que hemos encontrado ahora está con Rick, él se lo dará a Olivia para que ella acomode las cosas en la despensa—la chica solo asintió y observando a Weitman—¿Tú qué hiciste todo el día?
—Vigile Alexandria desde la torre de vigía junto a Abraham—informó evitando decirle que había seguido a Rosita, el pelinegro solo soltó una risita pues sabia que a ella le gustaba vigilar y proteger esta comunidad—Estuve hablando con Glenn y luego hice galletas para Maggie. Nada más.
—Cool—soltó deteniendose frente a la chica—¿Quieres ir con Denisse por un instante?
—¡Claro!
[...]
—Vaya Colman—soltó Denisse con una sonrisita burlona—¿Dónde dejaste todos tus reflejos?
La aludida solo comenzó a reir desde su posición, la pequeña pasta dental que la enfermera le había lanzado había caído justo en su frente y no había logrado atraparla. La rubia solo levantó las manos y Weitman soltó una sonrisita desde su sitio.
—Entonces...—comenzó a decir el pelinegro con interés observando a Denisse, el chico solo se acomodó en una camilla como si estuviese enfermo y no dejo de observar a la enfermera ni un segundo—Estabas por contarme cómo es que sobreviviste a la invasión después de que Morgan puso tu vida en peligro buscando que sanases a uno de esos tipos que se hacían llamar Lobos.
Colman solo los observó con confusión, por la forma en la que Ramiro había relatado aquella parte pudo darse cuenta que Denisse estaba apunto de contar la parte final, y ella ni siquiera se sabía el principio.
—¿Qué?—preguntó la castaña al instante—¿Morgan tenía a uno de los lobos encerrado durante la invasión?
—Así es—soltó Denisse—Yo...Al principio estaba en casa de Morgan para tratar de sanarle la herida, y cuándo ocurrió lo de la invasión quedé atrapada con él, incluso me usó cómo rehén.
—Que hijo de puta.
—Hey—Colman pudo oír que Denisse se quejaba por el vocabulario que Weitman había empleado hace unos segundos—De echo, aquel tipo fue el que me salvó, gracias a él fue que pude salir de casa de Morgan para llegar hasta aquí—la mujer rubia solo levantó los hombros restandole importancia—Gracias a que me salvó pude llegar a tiempo a la enfermeria para curar el ojo de Carl de aquel disparo.
—Colman, Colman, Colman—llamó el pelinegro con rapidez dando un salto de la cama hasta el suelo, se veía muy emocionado—¿Dónde estuviste tu mientras eso sucedía?
—¿Yo?—la chica solo se detuvo a apoyar su rostro en su mano, recordando—Estaba junto a Rick, Michonne, Carl y el resto—informó soltando una mueca de disgusto—Los caminantes al descubrirnos tomaron entre sus manos a Sam Anderson y luego a su madre.
—¿Qué sucedió después?—había soltado Denisse con una pizca de tristeza y curiosidad pues no sabia que había sucedido exactamente con la familia Anderson
—Justo en ese momento Jessie, la mamá de los Anderson, sujetaba la mano de Carl con mucha fuerza y no lo soltaba apesar de que los caminantes ya habían acabado con ella—contó otra vez observando al resto allí—Rick tuvo que cortarle la mano a la mujer para salvar a su hijo.
—¿Qué más sucedió?—pudo oír que Weitman preguntaba.
La castaña jugó con sus dedos evitando seguir con la historia, el poco tiempo que había pasado con Ron Anderson había logrado calmar su frustración cuando extrañaba a Tom, y lo seguía apreciando de algún modo. Sin embargo, siguió contando la historia con la única finalidad de informarles lo que había sucedido
—Ron, el hijo mayor de aquella familia, quién había estado observando todo, terminó arrebatandome mi arma y le apuntó a Rick con todo el enojo del mundo—Colman se detuvo a soltar un suspiro mientras el pelinegro se acomodaba en una silla cerca a Denisse—Traté de evitar que hiciera algo estúpido colocándome frente a él pero Ron solo soltó la bala y Michonne le atravesó el pecho con su katana justo en ese instante.
—¿Y luego?
—Luego solo pude ver que Rick llevaba a Carl en brazos mientras el rostro sereno de Michonne me traía a la realidad pues estaba aturdida por la bala. Los cuatro llegamos juntos hasta la enfermeria y al final, todos los que podían coger un arma solo salieron de sus casas para acabar con esto.
—Vaya—comenzaba a decir Weitman con serenidad—Debieron haberse sentido aterradas.
—Claro—soltó Colman al instante—No lo niego, estaba muy preocupada.
—Lo único importante y aterrador que aprendí de aquella situación fue la esperanza hacia el resto, Morgan tenía la confianza de que ese tipo podía cambiar y ser bueno, y tuvo razón—la rubia solo observó al par de chicos que estaban dentro de su consultorio con interés—Después de todo, uno de nuestros enemigos incluso se arriesgó para ayudarme.
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