CAPITULO 33: Weitman y Daryl.

Aclaración 1: Será una narración en tercera persona y casi no saldrá nada sobre rayis y Carl, el personaje en el que más me centraré es en Weitman (para desarrollar su personaje) y para demostrarles qué fue lo que pasó con el antes de que fuese rescatado.

Aclaración 2: Cómo lo dice en el titulo, Solo serán Daryl y Weitman en una pequeña expedición para buscar más recursos, y si no les interesa aquellos personajes, pueden avanzar hasta el siguiente cap.

Aclaración 3: Antes de que lean quería dejarles otra pequeña nota, en este capitulo se muestra porqué nadie le ha comentado lo sucedido sobre los Salvadores a Colman, y quizás si no leen el porqué no entenderán nada de lo que pronto sucederá en torno a Carl, Ramiro y Colman.

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[...]

Narrador Omnisciente


El pelinegro dió un vistazo hacia atrás logrando fijar su atención en ambas motos que Daryl estaba escondiendo detrás de unos arbustos para evitar que algún sobreviviente se las llevase. Estaban en un bosque completamente aburridos y solo habían llegado hasta aquí con la finalidad de encontrar más alimento y provisiones.

El hombre que estaba frente a él comenzó a avanzar para empezar con aquella búsqueda mientras Weitman se quedaba detrás de él llevando una pequeña rama en su mano izquierda. El chico estaba zarandeando la rama delante de su propio rostro con rapidez y golpeando otras ramas y hojas que dificultaban su campo de visión.

—Hay que joderse—fue lo primero que soltó el pelinegro exasperado y aburrido, Dixon desde su lugar solo soltó una risita—¿Por qué justo hoy el sol salió con más intensidad que ayer?

Después de un segundo, tan solo se detuvo a soltar la rama con molestia y con su mano secó su frente ya que sentía demasiado calor, el muchacho ya no soportaba más y aquel señor que antes solía portar una ballesta parecía no sentir nada, estaba completamente tranquilo.

Los ojos del pelinegro se detuvieron en Daryl dixon una vez más al ver que éste se detenía en una vieja cabaña. Ramiro se limitó a correr hasta llegar a su lado y entrar junto al hombre a ese dichoso lugar. Se veía demasiado gastada y parecía no ser habitable, ya habian escombros que caían al suelo.

—Hey—llamó Daryl observando serenamente al muchacho que estaba a su lado, formuló unas señas dirigidas al pelinegro y éste no dudo en asentir dando a entender que también sabia que pronto esta cabaña caería—Entremos.

Ambos se adentraron al lugar con rapidez y cautela, cada uno por su lado a investigar todo el alrededor. Dixon se dirigió hacia la cocina y comenzó a buscar cualquier cosa que pudiera servirles sin soltar el arma que llevaba en manos, Weitman solo subió las escaleras para registrar el piso de arriba por completo.

—Hagamos esto rápido—volvió a soltar el hombre—Este lugar se caerá en cualquier segundo.

Ramiro desde su posición se limitó a asentir aún sabiendo que el adulto ni siquiera lo estaba observando pues ambos se encontraban en distintos lugares. El pelinegro se detuvo a observar todos los cuartos de ese piso, las habitaciones en las que había entrado tenían imágenes pegadas en la pared, cada una estaba desordenada y parecía que alguien más ya había estado aquí, nada inusual.

Sin decir nada, y claramente un poco molesto, Weitman bajó de las escaleras y se acercó hasta la cocina solo para sentarse en una silla de madera alrededor de una mesa. Daryl no tardó en llegar situándose a su lado sabiendo por la mirada que poseía el chico que ambos no habían tenido buena suerte.

—Eh, Daryl—llamó Weitman rápidamente observando al adulto, el hombre solo dejó su arma encima de la demacrada mesa dispuesto a escucharlo—¿Qué rayos hacemos aquí?

—Ya lo sabes—contestó secamente—debemos buscar provisiones.

—Aquí no hay nada—soltó el muchacho casi interrumpiendolo—Esta cabaña estaba apunto de desmoronarse, es imposible que contenga algo, tal vez el lugar ya había sido saqueado antes.

—Descasemos un poco—volvió a decir Dixon de forma más serena comprendiendo la actitud del muchacho ya que definitivamente ese día no había sido bueno, no habían encontrado nada y habían echo más esfuerzo físico matando a caminantes sin recibir nada a cambio—Luego continuaremos.

—Bien—el pelinegro solo se detuvo a decir eso para luego cerrar sus ojos, tenia la pequeña intuición de que aquel hombre le estaba ocultando algo, algo muy importante, casi como todos los de ese grupo en Alexandria. No solo a él, sino a Colman también.

Justo en ese instante, el leve golpe que sintió en su cabeza y el ruido de algo cayendo al suelo hizo que abriera los ojos con rapidez observando a Daryl con confusión.

—Lo siento, creí que estabas despierto—se disculpó Dixon sin evitar reír mientras masticaba una barra de chocolate. Con una breve y veloz señal le dió a entender que estaba dispuesto a aclarar lo que había sucedido—Mira en el suelo.

Ramiró hizo lo que el adulto le ordenó y pudo darse cuenta de que había una barra de chocolate en el suelo, de la misma marca de aquel dulce que Daryl masticaba. Sin perder ni un segundos abrió el paquete sintiendo el olor dulce entrar por sus fosas nasales y no pudo evitar pensar en cuanto tiempo no habia probado una barra de chocolate, casi seis o siete meses.

Estaba claro que no iba a dejar que aquella muestra de confianza le afectase así que se detuvo a observar al adulto frente a él solo para analizarlo mientras masticaba la barra. La duda seguía en su mente y se lo tenía que preguntar justo ahora, debía hacerlo.

—No soy idiota—soltó—sé que no hemos venido a buscar provisiones.

—Lo sé, sé que no eres idiota—contestó Daryl al percatarse que sería un desperdicio seguir ocultando lo que había pasado aquel dia—El tema estuvo oculto no sólo para ustedes, sino también para algunos Alexandrianos.

—Ve al punto, Daryl.

—Salir de Alexandria durante este tiempo sería muy arriesgado, sé que sales de la comunidad, te he visto—comentó el hombre con rapidez, Ramiro solo zarandeo la cabeza recordando que a veces salía solo para divertirse—No deberías hacerlo, ni Colman, ni tú, ni Carl, ni Enid. Es muy peligroso.

El muchacho conocía a Carl de vista ya que a penas había hablado con él unas cuántas veces. Y con Enid, jamás había entablado una conversación y no pretendería hacerlo pues era muy malo para relacionarse con el resto.

—¿Es por Los Salvadores?—se apresuró a preguntar—Si lo que piensas es que ya le he dicho a Colman lo que sucedió, es inútil. Colman también está enojada conmigo.

El muchacho soltó un suspiro teniendo en cuenta de que aquel secreto que le estaban guardando a Colman era grave, el día en que todos se habían reunido en la iglesia a conversar de aquel tema, los únicos ausentes habían sido Colman y Weitman por un simple razón, Daryl dixon les había dicho que descansarán por unas horas.

—Por lo menos ha servido que le hayamos ocultado la verdad hasta el momento.

—Ya, es lo que tu piensas—soltó el muchacho—Debimos haberle dicho algo.

—No quería que ella fuese parte de algo como eso—aclaraba Daryl serenadose totalmente—Es por eso que te dije que la llevaras a casa de Morgan para distraerla.

—Sigo sin entender cuál es el problema, ¿por qué rayos no podemos salir de Alexandria si ya acabaron con ese puesto?

—Eso no fue lo único que hicimos—pudo aclarar Daryl al instante—Hace un tiempo cuando Alexandria estaba siendo invadida, Abraham, Sasha y yo matamos a un grupo de personas que nos amenazaron justo en plena carretera ya que nuestra prioridad en ese momento era salvar la comunidad—el pelinegro solo masticó el chocolate entre sus dientes sin dejar de observarlo y escuchando su historia—El resto ya lo sabes, cuando fuimos a aquel puesto pudimos enterarnos de que pertenecían al mismo grupo. Sin embargo, acabamos con ellos.

—Vaya—soltó Weitman con un poco de impresión—A juzgar por la cantidad es un grupo grande.

—Eso es en lo que he estado pensando—informaba Daryl mientras arrugaba el plástico en sus manos—Debe de haber mucha más gente, no solo ellos. Carol dice que pudo oír que una de las mujeres de ese grupo hablaba con otros más.

Por un segundo, su concentración se enfocó solo en el hombre que estaba frente a él, por la expresión serena en su rostro y observando cómo aquel adulto colocaba sus dedos en su boca con nerviosismo, pudo comprender que estaba muy preocupado por todos porqué los quería proteger.

—Dejo esto en tus manos—soltó Dixon aún con serenidad, Weitman solo asintió intuyendo que se lo decían a él porqué era el más grande entre aquel grupo de chicos de Alexandria—Sé que puedes lidiar con esto sin contárselos, a ella en especial.

—No lo sé, Daryl—comentó el chico apoyándose en el espaldar de la silla tratando de meserse—Carl y Enid si lo saben, y quizás sea mejor si le digo a Colman lo que pasó, tendré mucho cuidado.

Dixon solo esbozó una pequeña sonrisa de lado, y luego observó al chico sin dejar que nada lo desconcentrase. Para aquel hombre, Ramiro tenía la madurez exactamente como la de un anciano de 100 años y también poseía una actitud divertida, le agradaba pasar el rato con Weitman pues las frases que soltaba cuándo estaba enojado hacía que recordase mucho a su hermano Merle cuando era pequeño.

—Solo no lo hagas aún—repusó Daryl con rapidez observando al chico.

—Dame solo una razón exacta para no hacerlo, Dixon—soltó Weitman un poco confundido por la insistencia de aquel hombre—Si realmente me convences, no lo haré.

—Aaron y yo salvamos a Colman, aquel día ella tenía en sus brazos a Liam y lo estaba protegiendo como si de eso dependiera toda su existencia—el hombre solo observó hacia otro lugar recordando ese momento—Ambos estábamos sorprendidos porque no sabíamos cómo rayos una niña había sobrevivido tanto tiempo sola.

—¿Qué estas tratando de decir?

—¿Quieres saber porqué te salvó?—preguntó con rapidez el hombre, tratando de que el chico comprendiera su idea.

El muchacho solo asintió sin dejar de ver a Dixon, arrugó el plástico del chocolate en sus manos y poniendo toda su concentración en él, dejó que prosiguiera.

—Queria hacer lo mismo que la llevó a esa comunidad—soltó—Lo mismo que hizo que llegase a Alexandría porqué sentía que era un buen lugar. Tuviste mucha suerte en activar todo lo planeado, ya que gracias a eso ella llegó a ayudarte.

—Lo sé, y tiene un gran corazón por hacer eso—pudo decir el chico serenandose—Ya nadie es como antes.

—No va a agradarle nada que le hayamos estado ocultando eso, no lo tomará para nada bien si decimos que hemos asesinado a algunas personas mientras estas dormían. Y a eso voy, si se lo dices...—comenzó a decir Daryl de una vez por todas—si le dices algo sobre eso, sé que de algún modo no te obedecerá e intentará ayudar, o por curiosidad intentará ver quienes son.

El chico solo asintió suspirando levemente teniendo una gran contradicción en su mente mientras veía como Daryl señalaba hacia afuera dando énfasis y serenidad a sus palabras. Estaba diciendo la verdad y estaba siendo sincero, el pelinegro podía reconocer aquellas actitudes en Dixon justo ahora.

—No lo tomara nada bien si se entera que estos tipos habían secuestrado a Carol y Maggie aquel día, intentará hacer algo y puede salir dañada.

—La conoces muy bien, y al parecer la estimas demasiado—interrumpió el pelinegro al instante aún balanceándose lentamente en su silla intentando hacer que se molestase—¿cierto?—Daryl solo observó hacia otro lado soltando una mirada serena—Rayos Dixon, ¿estás avergonzado?—volvió a soltar esbozando una risa observando como el hombre ponía un rostro de molestia—Eso es muy extraño en ti porqué...

La frase que quedó al aire siendo cesada por un solo sonido, Daryl había empujado a Weitman levemente de su silla con ayuda de su pie, logrando así que el pelinegro estallara en risas en el suelo mientras Dixon hacia lo mismo.

—Para serte sincero, Daryl—comenzó a decir el chico aún tirado en el suelo como si fuese algo muy normal, su risa seguía intacta mientras el hombre extendía su mano frente a él ayudando a que se levantase—Preocuparte por ella te hace lucir como si fueses su padre.



[...]

La fotografía que tenía observando en sus manos no era para nada extraña pues casi todo el cuarto estaba repleto de distintas fotos de un chico y una chica rubia, en distintas etapas, ambos muchachos se veían muy felices en aquellas desgastadas fotografías y en aquellos marcos.

Hace apenas unos minutos atrás, Weitman y Daryl habían logrado hallar un vecindario y se habian dirigido a despejarlo para conseguir comida, cada uno por su parte. Justo en ese instante la mente del chico se esfumó por un momento y un rayo de recuerdos se situaron con más fuerza en él, Dixon no estaba allí para vigilarlo así que se limitó a soltar todas las buenas provisiones que llevaba en su mochila solo para centrarse más en los cuadros.

“—Hey, hey—la suave y conocida voz de la chica le hizo reaccionar—te ves muy perdido Ram, y aún así luces lindo.

El chico soltó una sonrisa y besó a la chica mientras le agradecía al cielo por tenerla en su vida. Prácticamente desde el primer día en el que la había conocido, su mundo había cambiado de una forma drástica y se había llenado de un poco más de diversión.

—Tu madre me dijo que estabas aquí—volvió a decir la chica frente a él muy animada—¿No es grandioso estar aquí y que nadie nos haga daño?

—Claro—contestó el chico de forma serena y expresando una pizca de confusión—pero no me fio de los tipos de aquí, Madisson.

—Quédate conmigo, no quiero que salgas—soltaba la chica con una gota de esperanza sentada a su lado y abrazandolo—Sé que no confías en casi nadie pero haré que lo hagas—le sonrió gentilmente al chico aún sin dejar de observarlo—Está comunidad es buena, no sucederá nada, solo quédate aquí.

Volvió a abrazar a la chica con toda la fuerza del mundo, definitivamente si ella se iba él se sentiría muy fatal. Había logrado rehacer su vida junto a ella, había logrado recobrar la felicidad que le había sido arrebatada por la tensa muerte de su padre, Madisson le había proporcionado felicidad.”

Tomó otro de los cuadros en su mano, dónde claramente pudo observar a la misma pareja de personas, estos ahora cargaban a unos pequeños en sus brazos casi tan idénticos a ellos. Por la gran felicidad que expresaba aquella pareja, pudo intuir que eran los padres de los pequeños que sostenian pues poseían el mismo color de cabello.

Justo en ese momento, logró sentir un leve pinchazo en su pecho, como si una estaca estuviese siendo clavada en él una y otra vez, Aquella sensación siempre le obligaba a salir de todas las comunidades en las que había estado ya que jamás se había sentido bien dentro de una comunidad ajena. Sin embargo, estar en Alexandria le había causado una paz tremenda que agradecía ahora.

—¿Encontraste algo?—una voz seca lo sacó de sus pensamientos casi al instante, sabia quién era, sin embargo no contestó y siguió viendo el cuadro—¡Hey!

" —Estas loca mamá—había soltado el chico muy desanimado y tratando de hacer enojar a su madre como en los viejos tiempos—realmente muy loca.

—Claro que no—soltó su madre dándole un ligero golpe, para ser una mujer adulta poseía una actitud súper positiva y divertida—Llegará alguien que aliviará tus penas, y no necesariamente me tendrás a mi o a Maddie, ten por seguro hijo, que tú vas a vencer este mundo."

—Hey—volvió a oír la voz de Daryl, a diferencia de antes esta vez su voz se escuchaba más cercana, el chico solo lo ignoró volviendo a centrarse en sus pensamientos—¡Weitman!

“—¡Mamá!—los gritos del muchacho retumbaron el todo el bosque mientras buscaba en dónde rayos estarían ubicadas las únicas dos personas importantes en su vida—¡Madisson!

No había resto de ninguna, todo el campamento lucia muy desordenado, como si alguien más hubiese saqueado. No obstante, tuvo que agacharse para examinar las gotas de sangre que habían en el suelo, y al reconocer que eran recientes, comenzó a buscar a su madre y a su novia lo más rápido posible.

—¡Mamá!

Llamaba el muchacho con temor esperando a que las mujeres respondieran, pero todo estaba repleto de silencio, ni siquiera había ningún devorador, tan solo un cuerpo muerto e inerte en el suelo.

—¡Madie, Madisson!

La comunidad improvisada estaba llena de humo, y su corazón latía a mil por hora buscando a las mujeres. Y por un momento, se detuvo a observar hacia el suelo, justo allí había un trozo de piel, se veía como si fuese una máscara que, al parecer, había sido sacada recientemente del rostro de un errante pues había más sangre a su alrededor.

Sé dirigió con más rapidez hacia la tienda de campaña de su madre y cogió el papel que yacía alli. Sin perder ni un segundo comezo a leerlo esperando encontrar el paradero de ambas.

» ¿Algunas vez me viste llorar? Quizás si, pero tuviste razón, y yo fui muy tonta, ellos eran malos y yo había confiado en las personas equivocadas. «

La letra era legible y el trozo de hoja lucia manchado con gotas de sangre, era la letra de Madisson y leer aquel mensaje había echo que su mundo se derrumbara en solo un instante.

Velozmente, guardó el papel en su bolsillo y corrió hasta la pequeña cueva que estaba situada unos metros más adelante, en ese lugar, dónde su madre, Madisson y él, solían pasar el tiempo.

—¡Madisson!—llamó al momento, y cuando la vio no pudo evitar soltar un sonrisa que demostraba tranquilidad, la muchacha estaba de espaldas y miraba un árbol con mucho interés—Te encontré, creí que...

Estaba dispuesto a correr para abrazarla demostrando su felicidad al verla con vida, pero el sonido de un quejido lo hizo detenerse, en ese mismísimo segundo, Madisson lo observó y el chico quedó totalmente perplejo. Su madre estaba atada en aquel árbol y la sangre chorreaba de su cintura, Por otro lado, su novia ahora era un caminante y se acercaba hacia él masticando un gran trozo de carne."

—¡Weitman!—la voz de Daryl lo hizo despertar, el adulto colocaba una de sus manos en el hombro del muchacho buscando saber que rayos le ocurria—¿Estás bien?

—Si—logró soltar el pelinegro observando que el adulto llevaba tres mochilas llenas de provisiones—Estoy bien.

" —¡No!—soltó el chico cayendo al suelo—por favor no—volvía a decir lleno de tristeza—Es una jodida alucinación, dime que no es cierto, por favor.

Madisson se acercaba lentamente hacia él aún masticando aquel trozo de carne, el chico solo cayó al suelo perdiendo las energías, quería llorar, estaba dispuesto a echarse a llorar allí mismo para luego dejar que el caminante que estaba allí acabase con su vida.

El devorador cayó justo encima de él, Weitman solo tomó las manos de su chica muerta con mucha fuerza mientras esta peleaba tratando de morderlo. Había perdido a las únicas personas que lo impulsaban a estar vivo, no tenía ninguna razón para seguir sobreviviendo.

—Haz...hazlo—la voz suave y pausada de su madre lo hizo despertar, empujó con rapidez al caminante hacia otra parte con mucho dolor sintiendo pena por ver a su novia de esa forma—Haz lo que no pude.

El chico solo disparó hacia Madisson justo entre los ojos con mucha tristeza, y soltando un pequeño suspiro se acercó a desatar a su madre con velocidad y mucha cautela.

—¿Quién les hi...

—Guarda silencio y escucha—soltó su madre casi interrumpiendolo—Solo escuchame hijo.

El chico la observó, sin hablar y sin decir nada más pues estaba totalmente conmocionado por todo lo que les había pasado a ese par de mujeres en su ausencia. Su madre tenía lágrimas en los ojos y ahora se encontraba en el suelo observando una última vez a su hijo.

—Voy a extrañar a Maddie—había dicho Ramiro en ese instante—Mamá yo...

—Lo sé—su madre asentía sonriendole—sé que vas a extrañarla.

—No tengo ninguna razón para seguir viviendo sin ustedes—se apresuró a decir el chico entre sollozos sin dejar de observar a su madre—No podré...

—Claro que puedes—repusó su madre con fuerza y serenidad—tienes que seguir sin nosotras. Aún no es tiempo, aún no tienes que morir—el chico solo sonrió sintiendo que las gotas de lágrimas comenzaban a mojar su rostro—Sé que, en un futuro, serás mucho más fuerte que ahora—logró decir su madre entre sollozos colocando una de sus manos en el rostro de su único hijo y limpiando sus lágrimas—Te lo aseguro, y por esa razón, debes seguir vivo. Deberás hacerlo por mi y por Madisson.

—Mamá, yo no...

La madre sólo tomó la mano de su hijo con mucha fuerza y tristeza, la fiebre ya inundaba su cabeza y se sentía totalmente fatal. El chico solo observaba todo quieto, acababa de matar a su novia y ahora su madre estaba a punto de convertirse frente a sus ojos.

—Yo no voy a poder, yo no...—el muchacho solo se acercó a darle un corto beso en las manos—Yo no te dispararé.

—Tendrás que hacerlo—soltó su madre—Deberás hacerlo.

Weitman solo tragó saliva sintiendo aquel dolor invadir todo su cuerpo y cada uno de sus sentidos, su madre se veía tan fatal y esto hacía que el muchacho se sintiera aún peor.

—Te amo mamá—susurró—Te amo, Madisson.

Cogió el arma con más fuerza entre sus manos y disparó, y una vez realizada la dolorosa tarea el chico solo se tiró al suelo comenzando a llorar y a gritar lleno de impotencia observando a las dos mujeres que acababa de asesinar. Él estaba en medio de ambos cuerpos sin vida y se sentía totalmente solo."

—Fue muy efímero—la voz de Daryl volvió a despertarlo esta vez totalmente, ahora el adulto también observaba aquellos cuadros—Es por eso que no debemos perder tiempo, ni ninguna oportunidad. No podemos saber que día dejaremos de existir.

Al instante recordó a Colman, si no fuera por aquella chica que lo había salvado, ese día él mismo habría acabado con su vida dejándose caer en un pozo profundo de tristeza y remordimiento una vez más. Y con eso debia aclarar que también había reconocido a qué se debía la actitud de Carl Grimes, pues el sheriff se parecía mucho a él cuando Madisson hablaba con otros chicos del campamento.

Quizás Colman y Carl necesitaban un pequeño empujoncito de ayuda para experimentar la sensación del primer amor, ya que cómo lo acababa de oír de Dixon, jamás deberían de desperdiciar el tiempo.

—¿Estás mejor?

—Eso creo, solo estaba recordando.

—Animate Weitman—soltó Dixon frente a él observandolo gentilmente—No sé qué es lo que has recordado, pero las cosas suceden por algo—aclaró al instante—Lo que sea que te haya pasado, logró forjar la actitud valiente que tienes ahora. Eres un muchacho muy fuerte.






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