CAPÍTULO 30: Vigias.

(Tn)____ Colman


El pequeño murmullo de Liam a mi lado fue lo que me hizo despertar, al parecer, haberme levantado muy temprano aquel día para obedecer con lo que Abraham me había ordenado el día anterior había sido una mala descición pues ahora me encontraba mucho más cansada que antes. Con mi pequeño hermano en brazos, y totalmente despierto, me dirigí hasta la cocina para tomar un poco de agua mientras le daba un poco de puré de manzana.

—¿Qué haces aquí?—solté con una pizca de confusión, el único Monroe con vida solo apoyó su mano en el umbral de la puerta y me observó—¿Estás bien?

—Si—pude oír que respondía—Solo venía a darte eso—me acerqué hasta llegar a su lado oyendo que Liam soltaba un par de risitas más, Spencer solo extendió sus manos sosteniendo un cinturón marrón que parecía no tener ningún rasguño—Era el favorito de mi hermano Aidan.

—¿Por qué no te lo quedas tu?

—Lo único que hago es estar en la torre vigía y en mi casa, ya no lo necesito—había dicho—El tuyo ya está muy viejo y a punto de romperse—soltó, yo solo reí intuyendo lo que pronto diría observando que el hombre dejaba el cinturón en el sofá—Además, lo necesitas más que yo enana—ambos giramos al escuchar la puerta abrirse, Carol estaba aqui y observaba con serenidad a Spencer—Algún día de estos me lo agradecerás.

—¿Todo bien?—la voz serena de Carol me hizo asentir con rapidez, Monroe solo se fue sin decir nada más, por la expresión que ambos habían soltado al verse podía comprender qué aún seguian sin llevarse bien.

—Si, todo bien.



[...]


—¡Morgan!

Me detuve frente al hombre sin perder ni un segundo y con curiosidad, el moreno solo me observó con una leve sonrisa en su rostro, a su lado estaba Sasha, el Padre Gabriel y también Rosita.

—¿Haz visto a Weitman?

—Claro, estuvimos afuera practicando—informó el hombre—Fue muy temprano, antes del amanecer, así que luego de eso fue a casa a descansar.

Con rapidez, y dejando a los adultos detrás, me dirigí a casa de Morgan ahora si con lentitud para averiguar que rayos estaba haciendo Ramiro, no había visto al pelinegro en todo el día y tenía una inmensa curiosidad de saber que era lo que estaba pasando con él. Me detuve solo a abrir la puerta de su cuarto con lentitud, allí estaba el chico, dormía muy cómodamente en su cama y poseía un rostro muy sereno.

—Hey—llamé acercándome con cautelosidad—Hey, Ramiro.

Frente al chico y con mucha lentitud, lo desperté zarandeadolo desde sus hombros esperando a que abriera los ojos. Sin embargo, su rostro tan sereno hizo que yo recordase a mi mejor amigo Tom, cuándo el rubio estaba vivo yo le había gastado un broma mientras él dormía utilizando como excusa su peor pesadilla "Conejos".

Solté un suspiro y, una sonrisa leve y forzada apareció en mi rostro recordando todo lo que habia sucedido; recordar la muerte de mi amigo aquel día, recordar como había muerto en mis brazos, recordar como había dejado de vivir justo frente a mi, me hacia sentir totalmente mal. Estaba claro que extrañaba a mi mejor amigo, eso sin dudarlo.

—Weitman—llamé una vez más—Ramiro—podía ver que el chico fruncia el ceño abriendo lentamente los ojos—Levántate ya o van a matarnos.

—¿Ya amaneció?—preguntó al instante.

—Ya atardeció—informé.

—¿Y quién rayos va a matarnos?

—Abraham—solté con una sonrisa impaciente—No te levanté más temprano porqué supuse que hace mucho no dormías cómodo—el chico solo sobo sus ojos reincorporandose—Y tenemos un pequeño problema.


[...]

—Necesitamos a dos personas en el puesto de vigílancia—decía el líder frente a nosotros—Es por eso que le ordené a Abraham que los llamara—el líder extendió su mano izquierda y me entregó un pequeño intercomunicador—Sería buena idea dejarlos aquí en mi ausencia.

—¿Y a dónde irás tú?

—Daryl y yo—aclaró al instante—Ambos iremos a buscar más provisiones ya que no nos quedan muchas cosas en la despensa. Tara cuidará de Judith, y el resto estará ocupado haciendo sus tareas diarias—habia soltado está vez observandome—¿Puedes hacerme ese favor, Colman?

—Claro—aseguré observando al líder con serenidad—Por supuesto que si, por mi está bien.

—Solo será por un turno—volvió a informar observando al chico a mi lado—Sasha les hará el cambio cuando termine con su trabajo.

—Acepta ya, Weitman—la voz rasposa y decidida de alguien más me hizo fruncir el ceño reconociendo quién era. Detrás de Rick estaba acercándose Daryl con mucha serenidad, y al parecer, había estado conversando con Denisse pues en sus manos estaba un pequeño pastelillo que la enfermera regalaba—De todos modos, nos sentiremos más seguros si te dejamos a cargo después de lo de ayer.

Había escuchado vagamente lo que el adulto acababa de decir, esta mañana Carol me había comentado que ayer Ramiro había estado demostrándole a Rick, Daryl y a ella sus grandes habilidades con las armas, e incluso Dixon le había prestado su ballesta y que Ramiro había obtenido buenos tiros.

—Habla ya—volvió a soltar Daryl situándose frente a mi, me señaló por un instante y luego se dirigió hacia Rick mientras tenía una sonrisa leve en el rostro—Dejar a Colman a cargo no me da buena espina.

—Gracias Dixon—me atrevi a soltar esbozando una sonrisa sarcástica, el ballestero solo sonrió de la misma forma y por la expresión en su rostro supe que estaba bromeando conmigo una vez más. El par de adultos aún no sabía que Sasha me había enseñado a usar armas grandes y yo no pensaba revelar nada aún—De todos modos, me quedaré a cuidar este lugar.

—Se supone que hoy volvería a entrenar con Morgan—soltó Ramiro observando a Rick—pero creo que lo entenderá, así que está bien. Me apunto.

—Genial—pude oír que Rick decia—Procuren no incendiar el lugar.

El pelinegro a mi lado asintió con una sonrisa levantando la mano derecha para despedirse, parecía ser alguien normal, sin embargo poseía una actitud muy divertida. Los hombres solo subían a un auto y me dispuse a correr hasta el portón para abrir las rejas con la única finalidad de dejarlos salir para que emprendieran su búsqueda.

—Hey—volvi a oír la voz serena de Rick, el líder bajaba la ventanilla del auto y me veía atentamente—Traeré pasta dental para Michonne y unas cuántas manzanas para ti—Daryl a su lado se removia toscamente en el auto justo cuándo el líder levantaba en su mano derecha un pequeño intercomunicador—Si sucede cualquier cosa comunicate conmigo lo más rápido que puedas, ¿entendido?

—Entendido—asenti zarandeando mi cabeza con rapidez y los observé levantando una mano, despidiendome de ellos—Procuraré no incendiar el lugar—Rick solo asintió moviendo la cabeza esbozando una sonrisa—Quizás.

El líder solo soltó una risita y pude ver que prendía la radio del auto justo dentro de la comunidad, luego con un leve movimiento de manos se retiraba con mucha rapidez manejando el vehículo dejando que algunos caminantes fueran detrás de ellos.

El pelinegro se situó a mi lado y cerró las rejas, ahora poseía dos armas en sus manos y, al parecer, había tenido que ir a la armería para sacarlas. Ambos subimos a la torre para cumplir con lo que los adultos nos habían encargado, y allí estábamos, de pie en el lugar sin soltar ningún sonido.

El cielo desde aquí arriba se veía muy cercano, las nubes estaban juntas y formaban un hermoso color que me encantaba. Desde mi lugar, la comunidad se veía tan tranquila y pacífica mientras los Alexandrianos trabajaban; Scott y Tobin se acercaban a vigilar los muros desde el portón, Maggie y Glenn estaban plantando algunas semillas en una de las parcelas, Morgan practicaba lanzando increíbles golpes con su palo alrededor del patio central.

—Es increíble—pude oír que decía Weitman a mi lado—Puedo ver toda la comunidad desde aquí.

—Lo sé—acepté con una sonrisa—Es impresionante.

—Hey—pude escuchar que llamaba golpeando mi hombro levemente, en sus manos tenía un par de pastelillos caseros—Denisse me entregó esto hace unos minutos—abrí mi mano derecha solo para recibir uno de estos mientras el chico masticaba el otro—Están deliciosos.

—¿En serio?—solté con curiosidad dando una mordida al pequeño pastel casero—Tienes razón—acepté al instante aún masticando—esto está casi tan delicioso cómo las galletas de Carol.

—¿Carol Peletier hace galletas?—pude oír que preguntaba, yo asenti—Esa mujer es terrorífica, tiene una puntería genial y un carácter fuerte. Es una mezcla de todo y realmente me causa mucho miedo—lo observé soltando una risita masticando aun más aquel pastel—Morgan me ha contado sobre ella y sinceramente no me gustaría ser su enemigo.

—Suele ser un poco dura a veces, pero es genial—solté, el chico solo observó hacia adelante con serenidad—Carol es una persona increible, ha tenido que cambiar y se ha vuelto mucho mejor que antes.

—Sigue dandome miedo.

—Estás loco.

Dejé de observar al chico solo para enfocarme de nuevo en las calles de Alexandria, Holly caminaba con una sonrisa gentil acercandose hacia Gabriel y Carl. Los dos últimos parecían estar practicando movimientos y técnicas pues ambos tenian un machete en manos.

—Ya están casados—su voz burlona me hizo tragar todo el trozo de pastel que aún me sobraba y al instante dejé de observar a Gabriel y Carl—¿Verdad?

—¿Qué?

—Me refiero a Glenn y Maggie—repuso al instante levantando el dedo señalando hacia las parcelas—Ya están casados, ¿cierto?

—Así es.

El solo esbozaba una sonrisa que transmitía tranquilidad, seguía observando al coreano y a la castaña con mucha concentración. Sin embargo, luego de unos segundos solo vió hacia otra parte.

—Si Madison estuviese aquí, ya hubiera elegido uno de esos nombres combinados que utilizan las parejas—pude oír que susurraba, había soltado eso en murmullos pero yo había podido oírlo claramente—Si qué estoy loco.

Madison era una chica que había robado su corazón hace tres años atrás, Weitman seguía recordandola a pesar de que la chica estaba muerta y según lo que me había comentando, ella había sido su primer amor. Llevaba una pulsera de ella en su mano izquierda en su honor, y también un cinturón marrón que era de su madre.

—Colman—observé al chico con interés mientras éste dirigía su mirada hacia el cielo—¿Sabes qué es más difícil que saber perdonar?—negué al instante sin saber que responder—La ira.

—¿La ira?—volvi a repetir confundida—¿Y qué hay sobre el dolor?

—Siempre habrá dolor—pude oír que decia—Siempre será una batalla cuesta arriba y a veces tendrás que perder—el chico solo se detuvo a soltar un suspiro—La ira es lo único que nos impulsa a hacer cosas idiotas, lo he vivido en carne y hueso, y debido a eso, puedes perder hasta lo único importante que te queda. Eso es lo peor.

Me centré en observar mis manos, la última vez que había echo algo tonto, debido a la ira, le había costado la vida a mi padre, esa era una de las razones por las que él estaba muerto. Después de matar a Clinton en aquel estúpido refugio, la gente de allí nos había echado llenos de miedo y pánico. Debido a eso, habíamos estado vagando por todo Atlanta sin encontrar comida por días y una horda de caminantes nos había acorralado, mi padre había sacrificado su vida por la mía y el bienestar de mi hermano y Tom.

—Prefiero a Rick con Michonne totalmente—solté con una pizca de diversión golpeando la madera del barandal de la torre tratando de animar la conversación—Ellos deberían...

—Ellos ni siquiera están saliendo—interrumpió observandome con su típico rostro de confusión—Creo que a Michonne nunca le gustaría Rick por...

—Oye, Nunca digas nunca—interrumpí yo esta vez—¿Acaso jamás oíste la frase "polos opuestos se atraen", eh?

—Voy a corregir algo que dije antes—volvió a decir, ahora levantaba un dedo nuevamente haciendo una extraña pose señalandome—Tu estás loca, no yo—lo observé con una pizca de curiosidad—Además, ¿por qué a Rick y Michonne?

—Los dos han pasado por mucho, han luchado bastante, y aún así se mantienen firmes—me senté en el suelo de la torre mientras el chico seguía de pie a mi lado—Sé que son distintos, se complementan muy bien—Weitman solo zarandeo la cabeza dejando de observar las calles de Alexandria dirigiendo su concentración hacia el camino de afuera—Y por si no lo sabes Rick se preocupa mucho por ella y viceversa, los he visto.

—Acabas de convencerme—soltó—Veamos que es lo que hace Michonne cuando Rick llegue de esa búsqueda.

[...]

Los sonidos del clacson de un auto retumbaron en mi oído, me reincorporé con rapidez y observé hacia afuera, Ramiro asintió serenamente observando a Scott y éste abrió las rejas dejando que aquel vehículo entrase. Dentro estaban Rick y Daryl, y al parecer, un muchacho castaño con barba larga había llegado junto a ellos pero estaba desmayado en los asientos de atrás.

—¿Lo conoces?—había preguntado el pelinegro a mi lado.

—No—solté

Justo en ese instante, Michonne salía de casa de los Grimes soltando una sonrisa muy bonita y Rick también la observaba del mismo modo. Estaba claro que ambos estaban ocultando algo muy importante.

—Te lo dije—volví a decirle con obviedad al pelinegro—solo miralos—señalé con la mirada hacia el par de adultos mientras Michonne abrazaba lentamente al líder—Sé que tienen algo.

—Silencio—frunci el ceño al oír la voz serena de Ramiro—Tomemonos un tiempo para apreciar lo que hace Daryl, me encanta su madurez.

Me enfoqué solo en el Dixon a pedido de Weitman y no pude evitar estallar en risas, el chico a mi lado también hizo lo mismo. Daryl a espaldas de Michonne le hacía caras graciosas a Rick y el líder parecía estar aguantando la risa, prácticamente estaba arruinando aquel momento tierno.

—Weitman, Colman—la voz serena de Sasha me hizo reaccionar, ambos volteamos con confusión sin saber cuándo había llegado la morena. La mujer solo sonrió rodando los ojos, no se veía enojada, al contrario, se veía muy feliz—Espabilen ya, me quedaré aquí tomando este turno.

—Entendido—soltaba el pelinegro entregándole las armas.

—Hasta luego—me despedí yo esta vez bajando por las escaleras de la torre con rapidez recordando lo que Weitman y yo habíamos acordado hace un par de días—Nos vemos después, Sasha.

Sin perder ni un segundo, ambos comenzamos a correr dirigiendonos hacia mi casa, cuando llegamos, el pelinegro poseía un rostro de alegría dispuesto abrir la puerta del recinto pero Carol lo había echo primero haciendo que éste se detuviera antes de entrar y justo frente a ella.

—No te preocupes—pude oír que soltaba Carol, detrás de ella estaba Holly con un rostro extraño, parecía estar preocupada por algo—No habrá problemas con la cerca de afuera, Carl y Abraham ya tienen la zona controlada—me situé al frente de ambas mujeres tratando de escuchar sobre qué hablaban mientras Holly movia las manos—Deja de preocuparte ya.

—Al oirlo de ti, me siento más segura—respondía la mujer alejándose levantando las manos, todos allí nos despedimos de ella imitando su movimiento.

Sin esperar más, tomé la mano del chico adentrandolo a mi casa, éste parecía estar más nervioso por la presencia de Carol aquí pues la observaba a cada segundo. El pelinegro era más grande que la mujer y aún así parecía tenerle miedo.

—Deja de verme con ese rostro de temor, Weitman—la voz serena de Carol me hizo soltar una risita, sabia que la mujer estaba apunto de intimidar a alguien más. Era un poco curioso ya que con Tom jamás se había comportado así, la mujer había sido mucho más serena y gentil con él—Jamás creas todo lo que te dicen.

—Yo no...

—No acabaria contigo, pareces ser un buen chico—volvió a decir Carol interrumpiendolo—Si me das las suficientes razones para que lo haga, sé que no seria bueno matarte dentro de esta casa.

—Ufff—el chico esbozo una sonrisa nerviosa observandome—eso sí que me tranquiliza.

La mujer solo se dirigió hacia la cocina mientras el pelinegro sacaba de su cuna a Liam, mi pequeño hermano trataba de arrebatarle al chico su pulsera.

—Pensé que nunca volvería a ver a un bebé en un mundo cómo este.

—Pensaba lo mismo—pude escuchar a Carol decir desde la cocina.

—Eh pequeño—comenzó a decir el pelinegro saludandolo—¿Cómo te llamas?

—Su nombre es Liam—contesté.

Ramiro solo sacudió el cabello del pequeño con lentitud dejándolo totalmente despeinado, el chico se acercó a la cuna y dejó a Liam allí con mucho cuidado. Por la expresión que mantenía su rostro supe que aún estaba nervioso por la presencia de Carol, sin embargo, la observó con una sonrisa. Por un segundo me detuve a pensar, y supe al instante, que aquel chico que yo había salvado camuflaba su dolor a través de su sonrisa y su actitud divertida.







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PREGUNTA;

¿A quiénes shippean ustedes?

Mi respuesta a esto realmente está separada. Por un lado me gusta la pareja que hacen Rick y Michonne (Bro, ambos juntos son capacez de todo). Sin embargo también amo la relación que Carol y Daryl tienen.

Richonne y Caryl forevah

¿Y ustedes?, Dejen la respuesta en los comentarios.

Cuídense 👋

By: Sabrina

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