CAPITULO 17: Gran perdida
[...]
* Tres semanas después *
(Tn)____ Colman
El día lucia tan normal y caluroso, apenas había amanecido y los habitantes de Alexandria ya comenzaban a movilizarse con mucha rapidez para hacer sus tareas, casi como todos los días. Desde mi sitio y mientras observaba hacia afuera a través de la ventana de mi cuarto me limité a suspirar. Desde hace horas atrás estaba despierta, esperando a que Glenn o Rick me asignaran una tarea para hoy, pero nadie aparecía por el lugar.
Por otro lado, Tom aún seguía durmiendo libremente en su cama, no me había atrevido a levantarlo aún pues todavía era muy temprano. Sin embargo, ya era tiempo de salir para ayudar a Morgan.
Me reincorpore con muchas energías y caminé hasta el cuarto de Tom, mi amigo seguía durmiendo, tenia prácticamente todo el rostro escondido entre las almohadas y no pude evitar soltar una risita al verlo. A pesar de eso, yo quería arruinar su tan grato descanso con una pequeña broma infantil.
—¡Tom!—solté en un gritó dramáticamente—¡Tom, los conejos nos invaden!—grité moviendo su cama, éste dio un salto muy asustado.
—¡¿Qué?!—ni siquiera había abierto sus ojos pero había comenzando a gritar de forma histerica—¡¿Dónde?!
Pude detenerme a ver su rostro, las ojeras resaltaban debajo de sus ojos y aún mantenía su expresión adormilada. Yo por mi parte solté una sonora risa teniendo en cuenta que, definitivamente, el muchacho odiaba los conejos, para cuándo dejé de reír su concentración se posó en mi, esta vez con los ojos bien abiertos y con un rostro que demostraba vergüenza y confusión.
—Vaya—se detuvo a decir con una sonrisa en el rostro—Que gran manera de despertarme.
Pude ver que tocaba sus ojos, aún tratando de despertar completamente, se acercó hacia mi y dió un par de simples palmadas en el hombro para luego ir hacia su baño. Cuándo salí de su cuarto me limité a sonreir mientras recordaba qué él hacia el mismo gesto desde que éramos pequeños. Y si, prácticamente no habíamos cambiado para nada
[...]
—Hola—saludó una voz, casi de forma nula, lo analicé con la mirada mientras éste aún me observaba—Quería preguntarte si...
—No vi a Enid—me apresuré a soltar, él se detuvo a reir por un instante poniendo un rostro de confusión—si es lo que piensas preguntarme.
—¿Por qué crees que vine a preguntar por Enid?—soltó de forma despectiva mirando hacia otro lado mientras se apoyaba en las vallas que rodeaban mi casa—¿Y qué haces aquí?
Tuve que suspirar con detenimiento para responder a su duda, la cuál era muy simple; Hace unos instantes había acabado de ayudar a Morgan con el inventario de la armería y ahora estaba sentada en las escaleras de mi casa llena de aburrimiento. Tom había salido con Rick y Daryl a buscar provisiones y algunas medicinas que Denisse necesitaba hace más de dos horas atrás. Yo estaba aquí sola.
—No tengo nada que hacer—respondí, pero la curiosidad abordó mi ser y tuve que soltar algo más—Sabes que Ron está con ella, ¿cierto?
—No me importa—respondió, lo observé con confusión recordando aquel día en que los había visto juntos en el bosque—Jamás me importó eso.
—No deberías salir con Enid sabiendo que Ron está con ella—solté mirándolo—Se supone que es tu amigo.
—Ron no es mi amigo, él es un idiota.
—Eso no es cierto—defendí. A diferencia de él, Ron había mostrado más respeto y Carl solo había mostrado obstinación—Estas equivocado.
—Ademas no estoy saliendo con Enid.
Lo miré irritada una vez más sin saber la razon, aunque aquel hecho no me molestaba para nada. Planeaba decir algo más, la presencia de Michonne frente a nosotros nos detuvo.
—Carl—llamó al muchacho con rapidez.
Nos observó a ambos por un instante y solo me detuve a ver su rostro, parecía transmitir...¿curiosidad?
—Hola Colman—saludó con una sonrisa para luego dirigirse al chico que estaba frente a mi—Olivia necesita de tu ayuda.
—¿Para?—pude oír al sheriff preguntar.
—Ordenar el inventario y ver que más necesita Judith—informó la morena con una sonrisa—supongo—el sheriff asintió obedeciendo a la mujer y se retiró lo más rápido que pudo.
[...]
Mi vista se enfocó en solo una cosa, las grandes puertas se abrían dejándome ver un auto. Los dos adultos; Daryl y Rick fueron los primeros en bajar con una gran sonrisa en el rostro, al parecer les había ido de maravilla. Detrás de ellos estaba mi amigo, se acercaba hacia mi mientras mantenía su rostro sereno y decepcionado, cómo si hubiera perdido una oportunidad grande.
—¿Qué te sucede?
—Nada importante, no tiene caso contartelo—contestó, mi vista lo examinó por completo y éste solo se detuvo a entrar a casa con mucha rapidez—traer el pasado—pude oirlo decir—traer el pasado, traer el pasado de vuelta—susurró despacio mientras avanzaba y repetía las palabras—eso quiero.
—¿A qué te refieres?
—Traer el pasado de vuelta, eso quiero—exigió.
Se detuvo y se sentó en el sillón de nuestra casa, hice lo mismo y me senté junto a él. No gasté mucho tiempo en adivinar que es lo que estaba sucediendole, sus expresiones ya las conocía y supe que estaba preocupado, angustiado y quizás un poco molesto por la forma en la que arrastraba su mano por toda su cara, pero el "porqué" lo desconocía totalmente y necesitaba averiguarlo.
—¿Te sucedió algo con Rick y Daryl allá?—pregunté.
—Juro que daria toda mi vida por regresar el pasado y que esto nunca hubiera sucedido—soltó negando con la cabeza ante mi pregunta y sonriendo levemente—Realmente añoro todo lo de antes.
Mi concentración solo se enfocó en él, sabia perfectamente que algo le había sucedido, debía decírmelo. Su mirada se centro en mi y yo tan solo lo observé con serenidad ante lo que decía sobre el pasado. Es más, justo ahora una pequeña sensación de miedo recorrió a mi alrededor ya que mi mente siempre pensaba en lo peor.
—Sé que sucedió algo.
—Vi una guitarra—soltó tomando su rostro entre sus manos nuevamente—Quize traer la guitarra aquí pero los caminantes me lo impidieron—informaba—Yo quería volver pero Rick y Daryl no querían que me arriesgara por ese objeto.
—¿Ese es el proble...
—A tu madre le hubiera gustado mucho tenerla—su voz me interrumpió, cómo si quisiera escapar del tema y seguir evadiendo mis dudas—A veces extraño el pasado.
—Lo sé.
—¡Odio esto!—su voz enojada me hizo dar un saltito mientras éste tomaba de sus cabellos aún sentado a mi lado—¿Qué tu no lo haces tambien?, ¿no extrañas el pasado?—su voz apresurada me hizo dar cuenta que no solo lo estaba diciendo por aquel objeto que no habia podido traer, estaba haciéndolo por algo más—Quiero regresar el tiempo, sin embargo jamás pasará, no de nuevo—volvió a decir apretando sus puños—Odio este mundo.
—A veces agradezco todo lo que sucedió, Tom—solté casi interrumpiendolo mientras éste me observaba—Agradezco haber ido a ese parque cuándo era pequeña, agradezco haberte visto y haberte hablado, agradezco infinitamente que sigas siendo mi amigo—me limité a sonreír y él también estaba sonriendo levemente—Eres la persona que nunca estaré dispuesta a abandonar, Tom—el chico me abrazo casi con rapidez, su muestra de afecto ya no me sorprendia, él siempre habia sido así—Y claro que extraño el pasado, eso no lo dudes pero ahora estamos aquí y jamás nos vamos a rendir, ¿verdad?
—Nunca te abandonaré—me abrazó más fuerte por un instante—No sin avisarte antes—soltó y comenzó a reir a la par que yo lo golpeaba mientrás sonreía—Lo prometo.
—¿jugamos Charadas?—preguntó.
Asentí confundida mientras veía que toda la energía había vuelto a estar en él como si nada hubiese pasado, aunque no era para nada nuevo, si lo admitía él siempre se había comportado así, por momentos se ponía a recodar el pasado y después de hablar conmigo siempre era alguien nuevo, quizás era su forma de sanarse a si mismo, sabia que lo que yo dijera le importaba, tanto cómo a mi me importaba su opinión.
—Esta bien, creo que tú ganarás—aclaré y reí, después de todo desde que éramos pequeños él era super bueno en ese juego y yo jamás lo había sido—Al menos lo intentaré.
[...]
* Cuatro dias despúes *
—Quizás solo sea un segundo—la mujer me miraba con curiosidad, quizás esperando a que yo aceptara—Tengo algo que hacer.
—Es mi hermano, no te preocupes. Sé como cuidarlo.
Carol sonrió y se dispuso a dejar a Liam en mis brazos, ella me acababa de decir que yo cuidaria del pequeño por un momento. Según la mujer, tenía planeado hacer algo delicioso y yo al ver lo animada que estaba no pude negarme e incluso me encantó verla tan emocionada de esa manera.
—Dime Liam—lo llamé con ánimos, el pequeño me observaba muy atento—¿Quieres ir a dar un paseo?
Para respirar un poco de aire freso junto a Liam tuve que salir de casa por un momento y me senté en las escaleras de aquella estancia, él pequeño estaba en mis piernas y jugaba con mi cabello mientras murmuraba cosas sin sentido, lo cuál me causaba mucha gracia. Mi vista pasó a buscar a Tom por el alrededor, no estaba en casa y supe que quizás estaba pasando la tarde con Rick o Daryl buscando provisiones.
—Oye Colman.
La voz serena que se escuchó me hizo detener mi pequeña busqueda y tuve que ver al chico que me habia llamado, otra vez. Carl extendia su mano y me estaba entregando un pequeño pote de puré de manzanas, él cuál estaba completamente lleno y Liam intentaba arrebatarselo de la mano cómo sea.
—Es raro verte sin tu sombrero—mencioné.
—Ah, es que Judith no queria devolvermelo—soltó sonriendo—Así que tuve que dárselo.
Por un instante mis ojos examinaron su rostro viendo cada una de sus facciones, éste habia sonreido mirando hacia otro lado lo cuál me permitió observarlo sin ser descubierta, Liam logró arrebartarle de las manos a Carl el pequeño pote de puré y el pequeño reía victorioso, justo en ese momento el sheriff se volteaba para quizás observarme así que quité mi mirada completamente de él y observé el pasto.
—¿Recuerdas la carta que dejaste en mi mochila el dia en que tuve que salir a buscar a Tom?—pregunté, estaba tratando de llevar todo con calma y olvidar los mini rencores que habiamos tenido al conocernos—¿La recuerdas, verdad?
—No era una carta, era una nota.
—Nunca te agradecí por eso—solté observandolo, él negaba—Jamás lo hice.
—Tomalo cómo una disculpa, yo le revelé a Michonne que querias salir.
—Sino fuera por ti no lo hubiera encontrado, quize probarme a mi misma, probar que podia porque no me sentia segura. Tom es alguien muy importante para mi y gracias a ti lo recuperé.
[...]
Carol había terminado de hacer spaguetti en menos de dos horas, lo cuál me hizo llegar a la conclusión de que ella cocinaba muy bien. Estábamos en un mundo apocalíptico llenos de muchos problemas y estragos y que la mujer fuera capaz de hacer ese alimento sin ningún problema le hacia tener un punto más de mi favor.
Debido a que la mujer ya habia terminado, dejé a Liam con ella y salí a buscar a Tom, fui a todas partes en Alexandria y no lo encontraba, suspiré confundida y me dirigí hacia donde se encontraban Rick, Daryl y Morgan, estos tres hablaban alrededor del Rv con muchos ánimos, todos parecían estar alegres porqué esbozaban una sonrisa.
—Oye Rick—llamé observando al lider—¿Viste a Tom?
Mi cabeza imaginó una escena, probablemente si Tom se había ido al bosque o a la cabaña del norte sin mi, se lo haría pagar muy caro, tal vez conseguiría demasiados conejos tiernos como venganza. Quizás le haría revivir un poco su trauma de la niñez solo para recordarle que no podía dejarme así tan fácil dentro de este lugar mientras él se divertía afuera.
—Acababamos de volver de la última expedicion semanal hace media hora, llegó hasta Alexandria con nosotros y se dirigió hasta tu casa—respondía Rick—Ahora no lo he visto.
Su vista examinó el alrededor para luego parar en mi.
—¿Tú lo viste?—esta vez pregunté dirigiendome a Daryl, él negó con la cabeza—Siento que esto es un poco extraño, es que jamás llegó a casa.
Di la vuelta para seguir con mi búsqueda pero antes de hacerlo me detuve a preguntarle lo mismo a Morgan. Sin embargo, un solo sonido fuerte nos puso en alerta a todos. Un grito se había escuchado con mucha intensidad y parecía provenir desde la puerta principal de Alexandria y no pude evitar reconocer el grito sin siquiera haber visto quien era.
Las piernas me temblaron por un instante, mi corazón se detuvo, dejé de respirar y lo único que puede hacer fue correr hacia la puerta principal de Alexandria prácticamente cómo un impulso sintiendo los pasos apresurados de Morgan, Rick y Daryl detrás de mi. Si, ellos también lo habian oído.
Cuándo llegué hasta la zona apreté mis puños mirando directamente al suelo, había sangre probablemente de él que estaba esparcida en el pavimento. Y mientras trataba de imaginar que esto no fuese cierto un rayo de recuerdos fugazes se visualizaron en mi mente asi que me detuve con miedo, y sentí, una última vez, cómo mi cuerpo se derrumbaba.
El cuerpo de mi amigo estaba tendido en el suelo y un caminante rondaba por ahí, las rejas de la puerta principal estaban levemente abiertas lo suficiente cómo para que éste devorador tuviera el espacio para entrar. Otra vez por impulso me agache con rapidez frente al cuerpo de mi amigo, su rostro estaba tan pálido y su cabello rubio y lacio estaba perdiendo color.
—No, no Tommy, por favor—pedi en un susurro.
Su sangre habia manchado mi ropa, y por lo que podia ver habia sido una muerte instantánea.
Apreté mis puños cuando vi que ya había perdido la vida, estaba apunto de convertirse y no queria que esto sucediera, no ahora, recién lo encontraba y no quería dejarlo ir. Rick cerró las rejas y pude observar que revisaba con la mirada que ningún caminante más hubiese entrado en la comunidad. Daryl atravesó una flecha en la cabeza del caminante culpable de la muerte de la persona con la que convivi casi 6 años, pero sus rápidas acciones no hicieron nada más que darme más miedo ante lo que harian justo ahora con mi amigo.
—Mierda—pude escuchar la voz rasposa de Daryl enojado mirando todo lo que había ocurrido—¡Maldición!
—Lo siento, pero tenemos que hacerlo—negué ante la sugerencia de Rick—Es ahora, pronto se convertirá.
Tuve que apretar mis puños y colocarlos en el suelo observando el cuerpo inerte, no quería matar a mi amigo, no tenia fuerzas para hacerlo. Es más, ni siquiera había tenido tiempo de despedirme, su muerte había sido demasiado veloz, probablemente el destino me lo había querido arrebatar rápido desde hace mucho tiempo.
Justo ahora yo estaba tratando de aceptar que esto no estaba pasando, quería imaginar que todo era solo una maldita pesadilla. ¿qué más podía hacer?, cómo él lo había dicho antes, ya no había forma de volver el tiempo atrás por más de que yo quisiera hacerlo en estos momentos, ya no lo volvería a ver jamás después de esto y aquello empezaba a atormentarme.
—No, por favor—pedí casi en un hilo de voz, Daryl se detuvo, había estado avanzando con una flecha en sus manos pero obedeció mi súplica—Esto no...esto no puede estar pasando.
Tenía en mis manos a mi amigo, quién ahora estaba indefenso y con la piel fría, sin rastros de vida. No pasó mucho tiempo y pude ver cómo éste parecía recobrar el conocimiento, pero no estaba vivo, su mirada lucía perdida y sus ojos habían cambiado, se movía con dificultad y al parecer estaba a punto de convertirse en un maldito caminante.
—¿Por qué no hay nadie vigilando la puerta? Era el turno de Gabriel—aclaró Morgan con enojo lamentándose por la escena, éste me vió llorando.
—Tenemos que hacerlo—sugirió Rick una vez más, observandome un poco impaciente, quizás buscaba la estabilidad de su comunidad primero y parecía ser el único que no quería obedecer mis súplicas—Colman, debemos hacerlo.
—¡Es mi amigo!—mi grito sonó fuerte y sereno, imponiendo orden ante la molesta actitud que el líder tenía justo ahora, pero no pude evitar sentirme destrozada justo allí mismo—Es mi amigo, maldición.
—Colman—la voz de Rick nuevamente me hizo despertar y por más de que quisiera mantenerme fuerte, ya era muy tarde, no podía—Apartate.
—¡No lo haré!, Es mi amigo, él no merecía morir así. Yo...
—Vamos a tener que alejarla de alli en contra de su voluntad—la orden de Rick hacia Daryl me hizo prestarle más atención a los adultos, estos observaban hacia atrás y yo observé al mismo instante, Michonne se encontraba observando la escena mientras cargaba a Judith, lo cuál me importo muy poco porqué volví a observar hacia mi amigo en el suelo—Es ahora o nunca, ya no tardará en transformarse.
Mis llantos frente a todo lo que sucedía eran peores a los que había pasado cuándo mi mamá o papá habían muerto, ahora me estaban quitando algo importante, estaba perdiendo la mitad de mi, estaba perdiendo a la persona que vi crecer, estaba perdiendo a la única persona que siempre habia estado allí para mi, estaba perdiendo a alguien que no merecía morir.
—Lo siento mucho, adiós Tom—susurró Rick, éste dio una vista rápida hacia atrás—Carl, Sujetala—ordenó.
Justo en ese momento pude sentir cómo unos brazos me envolvían en un agarre fuerte mientras trataban de alejarme de la desgarradora escena, por más de que quise luchar en contra de ellos parecía que mi cuerpo habia perdido estabilidad para hacerlo, parecía que mi cuerpo al ver esto habia perdido las ganas de moverse, parecía que simplemente habia perdido las ganas de seguir por más de que yo quería escapar.
Rick sostuvo su arma y todo en mi ser abandonó las antiguas acciones solo para esta vez moverme con pesadez y fuerza tratando de escapar de los brazos que me estaban reteniendo, tuve que voltear para averiguar quién era el sujeto que me impedía moverme y pude reconocer al instante aquellos ojos azules. Carl grimes estaba aquí.
—¡Sueltame!—grité, pero él no me hacía caso, simplemente parecía ignorarme esperando a que su padre terminara con la dolorosa tarea—¡Vamos, sueltame!—mis gritos parecian ser en vano y mi garganta se sentia cansada, un sentimiento agrio estaba alli plasmado y mi cuerpo volvió a sentirse cansado de luchar—Lo acabo de recuperar no quiero que se vaya tan pronto, por favor.
—No voltees—decía en un susurro Carl Grimes—Solo mírame a mi.
En ese momento, pude sentir cómo el chico me observaba y tomaba mi rostro solo para apegarlo más a su pecho evitando que viera la escena o la forma en la que su padre asesinaba a mi amigo, sus ojos por alguna extraña razón transmitían también tristeza, eso podía notarlo. Sin embargo, el sonido del seguro siendo quitado me hizo ver a Rick, justo cuándo éste disparaba.
Mi cuerpo, después del sonido, tomó las energías necesarias y prácticamente corrió alejándose del lugar, parecía que se manejaba por si solo, cuándo me di cuenta supe que me había dirigido hasta el bosque de Alexandria. Ahora que estaba sola aquí, a mi mente se le había ideado pensar en lo peor, mi sentido común tenía una lucha interna con el remordimiento y la cólera que me abarcaban justo ahora. Tenía armas escondidas aquí y mi cuerpo involuntariamente parecía que sabia cómo yo misma podría acabar con mi sufrimiento ahora teniendo muy cerca lo necesario.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top