CAPITULO 13: Colman


[...]

Omnisciente


—Tom

La sonrisa de Carol en ese momento era enorme, se habia entusiasmado tanto en hacerle una pequeña sopa al rubio.

—¿Por qué lo haces?...Quiero decir, ¿Por qué me das esto?—le preguntó el muchacho centrando su vista en ella.

Carol lo observó por un instante mientras él tomaba la sopa. Su cabello rubio, sus pecas, sus distinguidos ojos marrones, su piel casi oscura y sus mejillas casi rosadas. Todo en el le recordaba mucho a su hija.

—Te pareces mucho a Sophia, mi hija.

—Supongo que...—comenzó a decir Tom pero se detuvo a soltar una risita—Supongo que debo finjir que no me llamaste niña—el rubio remarcó lo ultimo con las manos mientras seguía riendo.

Carol esbozó una sonrisa gentil al ver que el chico se disponía a acabar todo su plato de comida.

—Oye, Carol—llamó el chico—¿Y Sophia como era?

—Bueno...—la mujer se detuvo a recordar por un instante, sin embargo no había nada que recordar, tenía todo claro en su mente—Sophia era un poco callada, pero era muy divertida. Se desenvolvió mucho mejor cuando conoció a Carl—informó—Aunque si hablamos de los caminantes, dudo mucho que hubiera podido sobrevivir.

—¿Por qué?—preguntó Tom con curiosidad.

—Es una historia muy larga—logró decir la mujer observando el suelo con desilusión.

—Morgan no necesita mi ayuda hoy—soltó el chico. Prácticamente se la pasaba en casa del moreno cada vez que no tenía nada que hacer mientras oía las interesantes platicas de su vida y el instante en que cambió—Así que tengo todo el día libre.

La mujer asintió.

—Mi esposo solía maltratarme y eso generó un grave daño emocional hacia Sophia—comentó—cuando empezó el virus, lo único que me importaba era mi hija, no mi esposo—susurró—aunque él seguia maltratandonos, no fue hasta que llegamos a conocer a la madre de Carl, se llamaba Lori. Era una buena mujer—sonrió por un instante—La conocimos en la autopista y junto a muchos más nos detuvimos a acampar en una zona despejada y sobrevivimos de ese modo.

Tom la observó por un instante y se limitó a sonreir de lado, haciéndole saber que ahora también contaba con su apoyo.

—Sé que de algún modo todo lo que le pasó, que su padre nos golpeara y que el mundo cambiara repentinamente fue muy duro para ella—informó—y cuando desapareció, quizás por todo el temor y porqué nunca le enseñé a cómo defenderse, quizás por eso nunca supo como volver.

—¿Esa es la razón por la que también decidiste ayudar a Colman, cierto?

—Asi es, me agradó la actitud de Colman la primera vez que se presentó ante nosotros—observó al chico con sonrisa y recordó—es como yo hubiera querido que fuera mi hija en un futuro.

La mujer simplemente se levantó y con una sonrisa informó;

—Ya que Liam está durmiendo—Tom observó hacia mientras escuchaba a Carol hablar, en la cuna el pequeño hermano de Colman seguía durmiendo con un rostro sereno—Iré a cuidar a Judith, adiós.

Carol se alejó apresurada aún manteníendo una sonrisa amable en su rostro.

El rubio se quedó allí unos instantes más, pensando. Su plato de comida estaba totalmente vacío y aquel alimento lo había llenado con las energías suficientes para realizar cualquier tarea que Rick le encomendaria.

[...]


El rubio se dispuso a entrar con rapidez hacia la enfermeria queriendo averiguar cómo se encontraba su amiga, apenas la vió se atrevió a coger su mano. Nunca antes lo había echo de ese modo, y ahora que lo hacía no podía negar lo suave que era.

Se acercó un poco más y se dispuso a hablar.

—Aaron vino hoy a visitarte, incluso Daryl lo hizo—soltó con una sonrisa—Es curioso que aún sigas manteniendo tu actitud amigable con todos despúes de lo que hemos pasado—soltó su mano y se sentó—Y es aún más curioso ver el efecto que causas en ellos porqué al parecer se preocupan por ti.

Sin embargo, cuando volvió a fijar su mirada en su amiga dio un sonoro bostezo. No había logrado dormir en toda la noche, ni tampoco había obedecido a Michonne cuando ella le dijo que descansara un poco por tan solo el echo de no verla a su lado con una sonrisa, como antes.

Justo en ese instante, el débil movimiento en la mano izquierda de su amiga lo despertó por completo y se detuvo a examinarla.

—Hey, Denise—llamó con rapidez mientras su amiga se removia inquieta en la camilla y abría los ojos totalmente confundida. Dió un vistazo alrededor de la habitación para buscar a la enfermera pero la mujer no estaba allí—Denise—volvió a llamar esta vez más fuerte.

La mujer despegó su atención de los libros de medicina que estaba leyendo mientras tomaba un sorbo de su soda favorita. Se levantó con rapidez al escuchar al chico llamarla desde la otra habitación y no tardó ni unos segundos en llegar.

[...]


—Estas bien—soltó la enfermera dirigiéndose a Colman—No debes hacer ningún esfuerzo físico, por hoy te aconsejaría que descanses—sugirió Denise escribiendo algo en una hoja, tomando apuntes del caso tal vez.

Colman se levantó de la camilla mientras escuchaba atentamente a Denise; las heridas de aquella bala que había recibido tardarían un poco en cicatrizar y dejar de doler, era lo más importante que había llegado a captar.

Sin embargo Tom tuvo cuidado al pasar suavemente su mano por la cintura de Colman y la cogió para evitar que se cayera, salieron de la enfermeria con mucha rapidez y mientras iban caminando por las calles de Alexandria lentamente, una sonrisa más alegró su día.

Carol estaba frente a ellos y se acercaba emocionada sosteniendo a Judith mientras la pequeña solo los observaba con curiosidad.

—Despertaste—soltó la mujer observando a Colman, la chica sonrió.

—Eso creo—logró murmurar Colman con cierto dolor, pero aún así le sonrió a Carol.

—Estábamos esperando a que despertaras.

El rubio le dió una media sonrisa, sabía dos cosas; se le dificultaba hablar porqué había pasado días sin hacerlo, y por eso su voz estaba ronca.
Y la otra era que, al ver su expresión, ella estaba más que feliz.

—Denise dijo que aún está delicada—le informó a Carol mientras volvían a caminar en dirección a la casa que ambos compartían.

Al llegar a la casa, Carol se limitó a seguirlos y mientras Tom llevaba a la chica a su habitación, la mujer se detuvo a dejar a la pequeña Judith en la cuna del pequeño hermano de Colman.

Observó al par de niños jugando y solo se limitó a sonreir, y justo en ese instante, cuando vió salir al chico, se dispuso a decirle;

—Bueno, ella está mucho mejor ahora—soltó la mujer—y tu deberías descansar un poco.







[...]


*Al día siguiente*


(Tn)____ Colman

Respiré el gran aroma que habia a mi alrededor aún sin abrir los ojos. Los rayos del sol chocaban directamente con mi rostro y odiaba sentir mucha luz al levantarme. Era una de las razones por las cuales siempre las cortinas de mi cuarto se mantenían cerradas, sin embargo ahora estaban abiertas.

Carraspeé mi garganta sintiendo el ardor en ella, necesitaba beber demasiada agua así que me levanté en busca de alguna bebida ya que mi garganta necesitaba algún líquido o moriría muy pronto por deshidratación.

Salí de mi cuarto y mi vista se detuvo solo en la cuna, Mi hermano no estaba allí, me apresuré en llegar hasta la cocina y cuando lo hice, examiné todo el lugar buscando alguna botella de agua.

Sin embargo, lo único que pude ver fueron dos pequeños pomos de una bebida de color naranja. Me limité a coger uno y tomarlo todo, y mientras dejaba el pomo totalmente vacío me di cuenta de que aquel líquido había sido jugo de naranja.

Al instante regresé mi atención hacia la casa, para abrir cada lugar disponible en busca de mi amigo. Y cuando lo encontré comencé a reír al ver su expresión mientras dormia. No había cambiando nada en estos últimos seis años, seguia siendo el niño dormilón de siempre.

Entré hasta su cuarto y me senté al pie de su cama mientras aún lo veía dormir.

—Tom, Tommy—llamé, éste se removió inquieto entre las sábanas—Tommy, ya es tarde, levántate—volvi a decir. Claro que tenía ganas de reírme, no tenía ni la menor idea de que hora era—Tom, ya es tarde—hablé alargando la letra "a", él soltó un suspiro y abrió los ojos.

—No—soltó mirandome—Aún no quiero levantarme—bufó y volvió a cerrar sus ojos.

Solté una risita manteniendo mis sospechas, después de todo, él si seguía siendo el mismo niño dormilón.

Salí de su habitación y fui hasta la mía con la única intención de ducharme.

Alisté todo lo debido y entre a bañarme, había olvidado lo relajante que se sentía hacerlo, y lo increíble que era Alexandria al poseer agua para estos fines.







[...]


—Tom—volví a llamar observandolo—ya levántate—solté, él suspiro irritado de nuevo.

—Cinco minutos más—pidió haciendo un puchero—Hace mucho tiempo que no duermo así.

Sonreí por un instante y asentí.

—Esta bien, iré a ver dónde está mi hermano.

Pude verlo asentir mientras arrastraba su cara a través de las sábanas.

Y justo cuándo me disponía a salir, logré oír que la puerta se abría y se cerraba de forma calmada.

—Oh, ya estás despierta—soltó la mujer frente a mi y sonreí—¿Y Tom?—preguntó con una sonrisa.

—Lo levante más de dos veces, pero él sigue durmiendo—informé mirandola—No quise seguir insistiendo, parece que realmente está cansado—me apresuré a decir.

—Era lógico—comenzó a decir Carol—cómo no va a estar cansado si se la pasaba contigo y no dormía—añadió sonriendo, le devolví una sonrisa de la misma forma.

—¿Y mi hermano?—pregunté con curiosidad.

—Con Maggie y Glenn—respondió—Le están dando su desayuno—informó mientras yo asentía—por cierto, deberías salir, dentro de unos minutos tendremos un desayuno grupal, te necesitamos allí—volvió a decir y asentí ante la orden—a ambos—añadió al final.

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