Capítulo 18: No soy suficiente.
En ocasiones me mentalizaba para la terapia. Me decían que no necesitabas estar mal para tomarla, pero había algo en ella que me hacía temerle. Quizás sólo era ver cómo un profesional apuñalaba mis pensamientos por ser erróneos.
Y habían cosas que no quería superar, cosas que expondría y dejaría de ver solo el lado bueno de ellas. Creía que era una especie de despertar que me terminaría por consumir; no disfrutaría nada después de eso.
Siempre relacionado, siempre solo.
Insomnio.
Cuando dormía bien despertaba con una energía mágica. Me sentí fuerte, relajado, seguro; quería verme de esa forma todos los días y que las personas tuvieran esa impresión de mí.
Nada de Insomnio agotador, nada de problemas, alguien que poco a poco se volvía capaz de cumplir todos sus deberes, cumplía promesas y era constante en las cosas que hacía. Fueron pocos días en los que yo fui así.
La mitad de lo que Dep decía gustarle de mi persona en el pasado. Me hacía feliz pues podía dormir bien y ser un poco mejor.
Sonreí de solo pensar que era afortunado de ser yo. Me instalé eso mientras jugueteaba con mis plumas de colores, mordisqueando la tapa de una mientras oía la conversación en la que era incluido.
Tuve buenas noches esos días, estaba fresco para interactuar y tomarme las cosas más relajado.
-Tocan súper cool, yo tengo nulo talento para la música. -Expresó Atracón, deteniendo sus anteojos con sus dedos casi redondos.
-Eres muy talentoso, Inso. -Agregó la rubia.
Los otros compañeros continuaron prestándose el audífono aún después de haber terminado clase. La profesora estaba concluyendo unos apuntes en la pizarra que no podíamos irnos sin tomar, pero los que se dispersaron no importaban mucho, eran las 6 de la tarde y el hambre no mantenía concentrado a muchos.
Curso general: sobre la independencia del humano común.
Fue agradable ver que mis estudios destacaban entre las personas ajenas a la carrera, me pedían mi opinión algunos conocidos respecto a mi diplomado, mientras en clases se interesaban por mi pasatiempo. Casi no practicaba, falta de ánimo, pero me hacían sentir talentoso.
Era hora de meterle nitro y sacar todo mi potencial, por supito.
-Yo toco también teclado, y veo que son solo tres. ¿No les hace falta alguien para que le entre? -El bronceado a mis espaldas me tomó los hombros por sorpresa, pasando su teléfono hasta pegarlo a mi rostro y restregarme sus pasatiempos-. Mira, algo así.
-Sí, está súper padre. -Aparté un poco el teléfono para que no estorbara mi vista de la pizarra.
Él le mostró el video al resto de compañeros pendejos que dejaron de tomar apuntes. Me apresuré a hacerlo sin tomar importancia al tema, lo repasaría después. La profesora ya comenzaba a borrar el inicio, mientras la frase final era citada de alguna entrevista:
"Sin fundirnos con la masa heterodoxa, pero reconociendo que sin el otro es imposible haber un "yo", pues en el otro está nuestro reconocimiento, aceptando la necesidad que tenemos los unos de los otros no solo para vivir, sino para vivir bien".
~Zygmunt Bauman. (Swedish love theory)
Fue un tema sobre la dependencia y y la independencia, sobre cómo estos dos se iban a los extremos. Como alternativa existía la interdependencia, dos personas capaces de ser independientes pero que decidían formar un lazo para seguir creciendo, apoyado en el otro y viendo por las necesidades de ambos.
Una pareja sustentable, como Hipersomnio.
-Qué lindo sueño. -Me reí, pensando en la improbabilidad de esos hechos.
No era como que alguien nos dijera qué hacer con las relaciones, ¿de dónde habían sacado tantas mamadas?
Salí del salón junto a mis compañeros, pero tomé una ruta alterna para seguir al compañero SGA que parecía ir siempre al segundo edificio que formaba un rectángulo de dos caras. Era una construcción extraña, hacia el tercer edificio donde estudiaba se abrían los arcos del área verde, mientras en la otra cara se hallaba el laboratorio de mi diplomado.
La semana médica comenzaría pronto. Quería tomarme ese tiempo para arreglar algunas broncas, quizás retomar el contacto con algunas personas, igual centrarme en lo que hacía ahora. Di grandes zancadas por las escaleras con la mente en eso, me gustaba pensar en mis planes incluso si no me daba tiempo de realizarlos todos.
Me detuve antes de llegar al piso donde el compañero se detuvo. Saqué de mi bolsillo el arete negro con su nota y volví a asomarme para estar seguro de que sí era amigo de Depresión. Estaban intercambiando saludos tras una clase.
Vamos, solo tienes que devolvérselo.
-Respira, mamona. -Me pedí, aplastando mi pecho que dolía, influenciado por mi cansancio.
Con una mano me aferré a la mochila, di media vuelta con decisión para aproximarme al centro del pasillo donde habían otros alumnos evacuando. Mi compañero me cubría la vista, así que pude caminar sin cruzar miradas, con la confianza de que yo no hablaría mucho para no escupir mensadas.
-Anda, falta para tu taller. Vamos por unos tacos, yo pago. -Pude escuchar un poco de la conversación. El sonido de zapatos rechinando en el suelo lo hicieron sonar bajo.
-Depende de qué tacos.
Bajé la vista hasta ver los zapatos de Depresión. Elevé la mano para posarla sobre el hombro de SGA y poder saludar, aunque ese wey me cagaba, pero de algo servía que fuéramos compañeros pues al menos tendría que ser educado al saludar.
Spoiler: creo que esperaba demasiado.
-Qué putas. -El chico tiró de mi mano, girándose para verme de frente con susto por mi toque repentino.
-¡Aguas, tranquilo! -También me alteré.
Recogí mi brazo por el repentino dolor de su agarre. Se apartó un momento para inspeccionarme con la mirada igual que un robot. Depresión por otro lado también me miró confundido, ninguno supo qué decir y el sonido a los alrededores se resumió en pasos lejanos y el foco que recién prendieron para no estar a oscuras.
Suena como si alguien se ahogara.
-Perdón, solo pasaba a... -Miré sus ojos negros que se levantaban lentamente hacia mi rostro. Tragué un poco de saliva para no acobardarme en ese momento-. Buenas noches.
El saludo por delante, pendejo.
Depresión estiró su mano, que temblaba como la mía por los nervios de hablar otra vez. Me sentí feliz de que al menos me saludara, sus dudas en la mirada dejaron de preocuparme cuando las estrechamos en silencio. Era un paso conquistado.
Dios, es muy lindo.
-Olvidaste tu arete la otra noche. -Comenté, buscando en mi pantalón la bolsita donde lo llevaba.
-¿Qué, en serio? -Se tocó ambas orejas, hasta subir un poco más y notar que en sus perforaciones de la derecha solo quedaba un aro. Hizo un gesto de sorpresa bastante tierno-. Ah...
GAS tomó el arete de mis manos antes de saludarme y preguntar por mi nombre. Sentí que hablaba con una pared, YA ME HABÍA PRESENTADO ANTES, pero ahora tenía su total atención con una pequeña sonrisita mientras se apoyaba en la cabeza de Dep como si este fuera un mueble para subir las patas como salvaje.
Qué asco ser tan pegote.
-Insomnio. -Respondí, cruzado de brazos.
-¿A qué escuela fuiste?
-¿L.A? -No supe a qué iba, pero creo que dije algo que le hizo ruido.
-¿Ya nos vamos por los tacos pues? -Dejó de hablar conmigo.
Traté de aunque sea despedirme con un último apretón pero el tipo le dio media vuelta mientras cubría su boca. Me dijo que les urgía comer, pues Dep tenía clase más tarde; con esas excusas se largaron a la verga. Quedé allí a lo menso sin conectar mis cables sobre lo que acababa de pasar.
Todo era muy raro.
Yo solo quería dejar el pasado de lado, pero me seguían metiendo el pie como si fuera un viejo fantasma en un hogar que no creía en ellos, siendo que lo único que se le daba bien era asustar, su propósito se hubo terminado.
AH, me enferman.
-No entiendo a las personas. En serio. -Pronuncié, arrojando la nota que debía acompañar el arete.
Solo era un "lindo día". Solo quería relajarlo hoy.
~•~•~•~
Pasé por otro hot dog antes de volver a casa. Si iba a ponerme marrano pues ya de una vez, estaba cansado de que toda mi grasa se fuera en kilos de caca y nada a mis músculos. Me puse de mal humor de solo pensar en una cena correcta.
-Hola, guapo. -Híper se atravesó en la entrada, dejando un beso en mi mejilla antes
-Hola. -Hablé con desgano al ser golpeado por la luz de la televisión en la sala a oscuras.
Los tres estaban viendo una película dramática cargada de romance. El audio fuerte, el olor a palomitas por toda la planta baja. Hipersomnio me hizo señas para que me sentara a su lado y me metiera en la manta que echó al suelo para verla recostado, pero le hice notorio que estaba cansado.
Primero subiría por mi pijama y quizás bajaría en un rato. Si se me daba la gana.
-¿No quieres algo de cenar? -Preguntó. Todos los chicos voltearon a verme, forzándome a detener mis pasos por la escalera.
-¿Vamos a tocar en la semana médica? ¿En algún lugar? -Pregunté, apenado por no haber practicado ni haberme relacionado con ellos mucho desde que volvieron de pasear-. Quiero invitar a unos compañeros. Dijeron que querían verme cantar.
-Sí, yo te doy las...
Hipersomnio me miró demasiado, su cabello castaño se vino al frente hasta cubrirle un ojo. Se puso de pie y comencé a caminar a mi habitación, con la esperanza de que solo fuera a comer cualquier cosa de la cocina u olvidara los frijoles en la holla.
Casi pego un grito cuando metió su mano para evitar que cerrara la puerta. Fue como un gato endemoniado.
-¿Te sientes mal?
Ay, ya fue.
-Ora, ¿qué dije o qué pitos? -Abrí la puerta para dejarle pasar.
-Tú dime. Hoy saliste radiante como un solecito, hasta me hiciste el desayuno pero ya volviste ni con ganas de saludar decentemente a LOS BROS. -Destacó mi indiferencia.
Desconfía de cualquier cosita, hombre.
Hipersomnio se sentó en mi cama, estiró los brazos para que le diera un abrazo pero los bajó al verme sonreír desde el umbral. Jalé una silla para tomar asiento y calmarlo; le expliqué que estaba bien, nada hubo pasado. Volvió a ponerse de pie para respirar.
-¿No hay nada en lo que necesites ayuda? -Preguntó, deseoso de apoyarme.
-Nah -me recargué en el respaldo del asiento, y estiré mis piernas hasta chocar con sus pies-. Yo la armo, solo he estado cansado por las cosas nuevas que estoy aprendiendo.
-Me alegra mucho. Pero debemos limpiar esta habitación.
Miró a los alrededores, observando un calzón mío en el suelo y bolsas de frituras a medio terminar. Se ponían rancias y me daba cosita comerlas después, pero no sé porqué tampoco me gustaba tirarlas, me hacían sentir un idiota que alentaba el consumismo, puagh.
Hipersomnio se agachó para recoger mi cuchitril.
Me puse de cuclillas para sacar los zapatos debajo de mi cama. Él se levantó, los tomó y procedió a acomodarlos en mi estante junto al baño de la habitación. Fuimos como una cadena humana, pasando cosas de mano en mano mientras nos sonreíamos a lo menso por la ayuda mutua. Era lindo.
Un calcetín estaba hasta el fondo. Le hice esperar mientras lo extraía, pegando mi mejilla al suelo frío, cagadísimo de polvo. Podía ver el infierno allí debajo.
Apesta a muerta AH.
-Inso, ¿durmió alguien aquí?
Qué de qué.
-¿Estás loco? -Rodé por el suelo para verlo desde abajo, tenía la cabeza baja y su nuca era lo único a mi vista.
Hipersomnio volteó a verme con hastío, mostrándome la nota que llevaba. No alcancé a leerla, le hice señas para que me la diera pero no la soltó. Qué chingados, cómo iba a saber qué pedo si no me mostraba el puto papel, pero insistió en no dejármelo.
-"Perdón por irme tan temprano. Tuve una emergencia. Gracias por dejarme dormir aquí". -Lo leyó, su mirada fue seca.
Me senté en el suelo antes de intentar pararme. Allí lo decía, solo le di techo a alguien, no es como si hubiera hecho algo malo. No apartó la molestia de su rostro aunque traté de que eso le entrara en la cabeza, hasta negó un par de veces con sus movimientos porque al parecer no era solo eso.
-Dice "Depresión". ¿Durmió aquí? -Se volvió un interrogatorio.
Arrugó el papel y lo arrojó al escritorio.
-Oye, no habían taxis y...
-INSOMNIO -me levantó la voz, parándose de frente hasta mostrarme que medíamos casi lo mismo. Golpeó mi pecho con su dedo índice antes de volver a hablar-. ¿Dejaste dormir aquí al tipo que te trató de agresor por declararte? ¿De quien he tratado de cuidarte? Me fui solo un día, Dios, ¡¿qué te pasa?!
Recordé todas las cosas que hablamos cuando fui miembro oficial de la banda, antes de que comenzáramos a salir. Les confesé que yo era el tipo del que hablaban en Twitter, los problemas afuera del festival. Pero estaba tan estresado que hablé sin pensar, como si estuviera pedo aunque no había ni una gota de alcohol en mí.
Tuve miedo de que supieran mis errores pasados. Incluso vergüenza.
Mierda, cómo puedo arrepentirme tanto después de dos años.
-No es eso, Híper. -Traté de callarme y calmarlo también, deseoso de que nuestra discusión no llegara a oídos de los demás.
-Te hizo tanto daño, Inso...
Puse mis manos en sus mejillas para evitar que su rostro llorara, pues su tono se oía apunto de hacerlo aunque sus cejas solo se contraían sin saber qué expresión mostrar. Le soplé la nariz, varias veces, quería que no se estresara por mis pedos pasados.
-Es que te veo decaído siempre por eso. Y no eres tan cariñoso por la misma razón. -Su voz raspó al final, entre el enojo, su voz grave fue repentina.
Solté su cara por mi repentina migraña. Traté de aclarar las cosas, él no me dejaba hablar pues me reclamaba por no haber actuado con la cabeza. Puse mi mano en su pecho para mantenerlo lejos mientras centraba mi mirada en mis zapatos que daban vueltas por mareos.
Las vitaminas me hacían falta.
-Sí lo besé Híper, y lo toqué solo un poco pero ya las cosas cambiaron. -Admití, conteniendo la respiración que huía de mí.
Ya cambiaron. Lo estoy arreglando con él, puedo hacerlo.
Sé que puedo.
-Solo durmió aquí porque...
-¿Que hiciste qué, Inso? -Se cubrió la boca.
Escuché los gritos de la película en la planta baja, creando un eco constante como sirenas que se colaban por mis oídos. Aparté la mano de su pecho y me miré, mis piernas y mis brazos, entre el silencio que se hizo en espera de una respuesta.
La verdad era una completa basura, yo no quería creer en una verdad absoluta ni pensar en qué mentira sonaba mejor.
Me miró como alguien que esperaba el clímax de una serie, esperando algo más, lo que fuera necesario para poder verme. Que le emocionara, que no le decepcionara ese momento por el que tanto esperó. Sentí que me quemaría vivo.
-No era mi intención que durmiera aquí, de verdad...
-Detente. -Soltó.
-Hey, Híper. -Lo tomé de la mano pero la empujó tan pronto sentimos el tacto del otro.
-DIJE QUE TE DETENGAS.
Sentí que no me veía como una persona, sino como alguien que había cometido una atrocidad. Traté de sostenerlo pero sus manos temblaban y continuó pidiéndome que me mantuviera lejos, que no le pusiera las manos encima. Que no lo tocara, como si hacer eso fuera a matarlo.
No tocar, no tocar.
-¿Entonces de verdad lo besaste y tocaste sin su consentimiento? ¿Esa fue siempre la verdad? -Asentí, creo, comprendiendo por primera vez el origen de su enojo conmigo: el problema-. ¿Sabes el desprecio que le guardaba? Qué demonios...
Tomó una gran bocanada de aire con la espalda encorvada, sus manos atravesando las hebras de su cabello como si despedazara maleza. Nunca vi a Hipersomnio así hasta ese día, como si le hubiera destrozado la imagen tan bella que tenía de mí. Y yo no podía sentir su decepción, no la percibía como algo real.
¿Era tan malo reconociendo sus sentimientos?
-¿Por qué me hacen tanto daño las personas a las que defiendo y amo? -Masculló, contrayendo su voz junto a sus manos que se abrían y cerraban sin orden.
Me siento raro aquí.
-¿Por qué te creí a ti? -Se retorció por la idea.
-¿No soy suficiente para que podamos avanzar juntos? -Me atreví a preguntar, mis emociones se apilaban una tras otra con las reacciones tardías.
Ya cállate. Ya cállate. Ya cállate, Insomnio.
-Yo solo quería...
Retrocedí del susto tan pronto Hipersomnio levantó el rostro. No estaba dispuesto a dialogar, no era el mismo de siempre, apenas podía mantener su labio preso de sus dientes, sus ojos miraban a la altura de sus cejas y el empujón a mi cuerpo me desorientó.
-Vete al carajo. Eres solo un manipulador, ¿no? Todo el tiempo. Toda la relación. Te va de maravilla si lo veo así.
¿Por qué?
-Yo lo...
-No me dirijas la palabra a menos que yo lo haga primero. Y no te quiero cerca de mí, me tienes hasta la madre. Métete a un psiquiatra antes de que termines en la calle, maldito sociópata.
Hipersomnio azotó mi puerta al abandonar la habitación, la ventana del frente tembló un momento por el impacto. Sentí mi sangre descender, deslizarse por mi rostro y brazos hasta estancarse y dejarme el cerebro vacío que solo dio vueltas como una brújula desorientada.
Solo no funcionaba como era natural que lo hiciera.
Esa discusión no se sintió como la gran cosa, no fue como la primera vez que me equivoqué, no fue como todas esas veces ni las hubo antes de ellas. Fue algo más simple. Por ello creí que estaba bien, apagué las luces, me recosté; y allí estuve, rascando mi brazo con la mirada en el techo.
-¿Qué estoy haciendo? -Suspiré, dando por perdida mi relación que claramente no podría arreglar.
Terminó sin pena ni gloria.
• • •
Ayno.
NO SÉ DE QUIÉN HABLAR. ¿Qué acaba de hacer Inso?
¿Como lo vieron todo el capítulo? Un tipo muy contradictorio, ¿no? Hace cosas que momentos antes eran lo opuesto, Dios. Es tan difícil.
HIPERSOMNIO AAAAAAAAH. No comments, está que se lo lleva la rechingada. Se siente una mierda por no haber apoyado al que resultó dañado, por creerle a su novio. Pero tuvo los huevos para decirle que se metiera a terapia al menos.
¿Qué esperan para el futuro?
¿Y qué tal el día? <3 Los amo mucho así que igual les dejo el edit de Eve:
~MMIvens.
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