Semanas habían pasado después de aquella pelea, según las pruebas y todo lo que sucedió creemos que Rixton ya murió, a fin de cuentas sólo era una máquina la cual buscaba fuentes de poder para ser un Dios ante cada ser humano. Él quería que todos le temieran, que al decir su nombre tuvieran miedo de que apareciera; pero dejamos en claro que eso no va a suceder, los profesores felicitaron a todos los estudiantes por el esfuerzo que hicieron en esa pelea, no fuimos los únicos que pelearon si no que también fueron ellos y dieron una muy buena pelea a mi parecer.

Los profesores también pidieron disculpas por los acontecimientos durante este viaje, estuve como dos días en la enfermería del hotel esperando a que está vez, mi herida sanará del todo; mis hermanos y mis amigos estuvieron visitandome, el que más me visitó fue Peter, notaba en su rostro la preocupación, era normal en el tratándose de mi o de sus amigos.

Poco después me recupere, junto a mis compañeros y parte de las personas que cuidan o cuidaban el hotel estuvimos arreglando todo lo que de hecho a perder; construimos algunas cosas que habían caído en la pelea, los cuerpos de cada hombre de traje negro fueron enterrados en el cementerio, fueron demasiadas tumbas las que tuvimos que cavar.

Lorna y Pietro son parte de mi familia, con el tiempo que llevamos juntos hemos sabido recuperar el tiempo perdido, Lorna nos contó todo lo que hacía antes, y nosotros también le contamos todo los que no pasó.

Peter estaba más cercano a mi, eso no me molestaba, desde hace semanas que llevo sintiendo algo por él, incluso lo sabía desde que íbamos en el autobús de camino aquí, pero como me dice mi hermano; soy muy miedosa como para decirlo.

—Hola chicos,—la voz de Peter hizo que mis hermanos y yo miraramos por esa dirección, ahí se encontraba él con unos pantalones negros y una sudadera color azul, era típico en él tener sudaderas.

—Hola Peter, ¿cómo están las cosas con los demás?—Se atrevió a preguntar Lorna, pues después de aquella pelea los demás se medio alejaron para seguir ayudando, pensamos que se habían enojado pero luego nos dijeron que no era así.

—Bien, siguen arreglando una que otra cosa en los edificios...—hizo una pausa y su mirada pasó de mis hermanos a mi—. ¿Puedo hable contigo a solas?.

Las miradas de Lorna y Pietro pasaron a mi quienes tenían un toque de diversión en sus ojos, sentí que mi hermana me dio un golpe en el codo, yo solo la fulmine con la mirada mientras asentía hacia la pregunta de Peter.

Me exentendio su mano y la tomé, ambos salimos del lugar en donde nos encontrábamos, con cuidado empezamos a caminar por los pasillos del hotel; llegamos a la salida del hotel y era casi increíble e imposible de pensar que aquí pasó una de las mejores y peligrosas peleas de toda mi vida.

—Aún no puedo creer que aquí hayan pasado tantas cosas marcaron nuestras vidas—comenté, Peter me brindó una hermosa sonrisa y asintió, me guío por otro camino hasta llegar al mar.

A decir verdad nunca llegamos a esta parte del lugar, solo era el hotel y las piscinas, pero la playa en cierta parte nunca la visitamos hasta ahora; al principio no entendí el por qué Peter quería que estuviéramos aquí, hasta que el señaló con su dedo índice un yate no tan lejos de donde nos encontrábamos.

El yate poco a poco se fue acercando, nosotros tuvimos que entrar al mar, Peter agarró mi mano y no la soltó hasta llegar al yate, él hora sabía de mi pánico al agua y también que no sabía nadar; me ayudó a subirme, a decir verdad nunca estuve en un yate como este, o más bien, nunca estuve un yate,  ya sea de cualquier estilo, pero nunca estuve en uno hasta hoy.

—¿Por qué estamos aquí?—Me atreví a preguntar debido a que este no me quería decir nada al respecto—. No recuerdo que hoy sea una fecha especial, a menos que... ¿Es tu cumpleaños?—el negó divertido.

—No estamos aquí por un cumpleaños o algo relacionado, estamos aquí por que ya va a atardecer y quiero ver la vista contigo, si no te molesta claro.

—Peter Parker, para mi es un honor poder acompañarlo—ambos reímos.

Peter me guío por una parte del yate para subirnos, sentarnos y desde ahí ver el atardecer junto al mar. Nuevamente él me ayudó hasta subir, se sentó junto a mi y nuestras vistas estaban en el frente.

—Esto es demasiado hermoso—comenté sin apartar mi vista del frente, lo escuché suspirar y noté que asintió.

—No más hermoso que la persona que tengo a mi derecha—lo mire divertida.

—¿Quién? ¿Yo?—pregunté sonriendo y haciendo que él también sonriera.

—Sí tu—me aseguró—. ¿Sabes? Cuando llegamos aquí no pensé que pasaría esto, tenía una corazonada pero créeme, ninguna de mis teorías se acercaba a esto, a Rixton y claro a tu hermana; debo de admitir que fue divertido pasar todas estas aventuras, no solo como la escuela y como equipo, si no que también como familia y... lamento si no me consideras parte de tu familia...

—De hecho si te considero parte de mi familia, parte de mis aventuras, parte de mi vida para no ir tan lejos—sonreí.

—Wanda... ¿alguna vez te has enamorado de alguien que constantemente está dentro se tu cabeza y no la puedes sacar?—asenti de nuevo.

—No suelo enamorarme, ya sabes lo que pasa cuando me encariño demasiado; esas personas suelen irse y la afectada soy yo; pero si, me he enamorado, incluso aún lo estoy, pero no soy lo suficientemente valiente para decirle a esa persona—le dije.

—¿Cómo se llama?—Me pregunto.

—Pera, Elegante, Tolerante, Elefante, Rosa... Pulpo, Araña, Rata, Katana, Estúpido, Rosas—noté la gran confusión en sus ojos, reí por su cara tratando de entender la situación.— Para que entiendas de una mejor manera, junta las primeras letras de esas palabras y luego me dices que dicen...

Su cara lo decía todo, estaba recalculando la situación para leer las primeras palabras y saber el nombre de la persona que había robado mi corazón por completo; con sus dedos iba dibujando en el aire las primeras letras...

"P" "E" "T" "E" "R"
"P" "A" "R" "K" "E" "R"

Ahora su cara parecía feliz, y confundido de nuevo; me miro y trato de ver más allá de mis ojos, o eso sentía.

—¿Qué dice?—pregunté.

—Peter Parker...—susurró.

—Muy bien, acabas de pasar la clase de palabras claves—bromeo divertida.

—¿Es enserio?—pregunto feliz y asenti.

—Durante este tiempo he logrado ser feliz de nuevo, cuando mamá y papá murieron, una parte de mi también se fue y pasó muerta esa parte por muchos años; hasta que te conocí; fue extraño por que al conocerte esa parte de mi iba regresando, me cambiaste Peter, cambiaste gran parte de mi vida y lo agradezco, por que a pesar de que no soy fácil de manejar nunca te alejaste, nunca te fuiste y eso lo valoró muchísimo.

—¿Me creerías si te digo que tu también me cambiaste?—pregunto—. Yo también tengo un pasado, un pasado que antes me atormentaba, me atormentaba el saber que quizás, no podría olvidar todo eso, las muertes que en cierta parte fueron provocadas por mi culpa; a pesar de ello tuve a mis amigos que nunca se alejaron, pero también llegaste tu, y lo cambiaste todo, me sentía más seguro, más confiado y más feliz, eso te lo debo Wanda.

Sonreímos los dos...

—¡Oigan no es por ser grosero, ni nada por el estilo!...¡Pero pueden darse un besarse Ya!. No saben cuantas parejas he visto que vienen aquí y nunca se dan un beso, así que ustedes se lo tienen que dar; así que... menos charla y más beso...—dijo el mesero del yate.

Peter agarró mi barbilla con su mano atrayendo mis labios a los suyos, hasta que ambos se juntaron, cerré los ojos al igual que él; no era la primera vez que besaba a alguien, pero si era la primera vez que sentía una alegría al hacerlo; Peter sabía muy bien como provocar las típicas mariposas en el estómago, pensé que eso era solo un mito, pero este chico me dejó en claro que era verdad.

El sonido de una foto siento tomada nos separó, miramos al mesero y este tenía su celular enfrente de nosotros; él sonrió y nos mostró la foto, ahí estábamos nosotros dando el beso y atrás el sol ocultandose con el cielo entre rosa, naranja, rojo y amarillo.

El mesero dio media vuelta y se fue; Peter pasó su brazo atrás de mis hombros acercándose a mi; esto se sentía demasiado bien.

—Quien diría que en la Escuela de Super-héroes conocería a la mejor persona—dijo Peter.

—Me saliste Romeo—reímos— Pero todo se lo debemos a esa...

—Escuela de Super Héroes...