21. Ahuevo chismesito
Charlie llegó tarde a clases la mañana siguiente.
Alana también.
Noah y yo nos encontrábamos frente a la entrada del instituto, a la espera de que todo el gentío avanzara para despejar la puerta, cuando el motor de una motocicleta nos hizo voltear.
Me sentí un poco culpable cuando la vi estacionarse, porque instintivamente recordé lo mala que había sido con ella la noche anterior. Una parte de mí no se arrepentía por las cosas que le dije, pero la otra estaba convencida de que echarla en ese estado fue muy cruel, por muy enfadada que me encontrara.
Alguien empujó a Noah para avanzar entre el tumulto y me aferré a su brazo para que la marea no la arrastrara.
—¡No me sueltes! —gritó entre risas.
Reí con ella un momento hasta que una segunda figura me distrajo.
Vi a Jade sentado detrás de Charlie en la motocicleta. Se quitó el casco y bajó. Cuando volvió el rostro hacia la puerta pude apreciar el ojo morado de su rostro.
—¿Qué te ha pasado? —le pregunté impresionada.
Él estaba lo suficientemente cerca como para escucharme y lo hizo. Bajó la mirada hacia mí y enganchó el casco en su brazo.
—¿Qué te importa? —dijo antes de pasar a mi lado y entrar.
Me quedé de piedra. Noah me levantó las cejas y yo le devolví el gesto, sin saber qué decir.
Volví a mirar a Charlie, quien estaba agachada encadenando su motocicleta.
—¿Y a ese qué le pasa?
Ella alzó la cabeza y se levantó del suelo. Me miró. No había enojo en su rostro, ni nada que revelara algún tipo de rencor por lo de anoche, pero tampoco se veía feliz de tenerme enfrente.
Fue entonces que reparé en la ropa que estaba llevando.
O, mejor dicho, la que no estaba llevando. Porque esa camiseta de algodón holgada no era suya. Y, de hecho, estaba segura de que ni siquiera era de mujer.
Sentí calor en las mejillas.
—¿Te quedaste en la casa de Jade?
No lo pregunté en mal tono, pero aun así ella arrugó la frente, disgustada, y me esquivó para entrar.
—¿Crees que se estén acostando? —preguntó Noah a mi lado.
Parpadeé con sorpresa y bajé la cabeza. Ella se tocaba el labio con el dedo índice en un aire pensativo. Cuando lo apartó de su rostro, un poco del labial rojo quedó impregnado en la punta.
Me incliné para darle un pequeño beso antes de entrar.
—¿Qué importa?
-.-.-.-.-.-.-
Charlie no estaba molesta conmigo. O, al menos, eso pretendía.
Pero Jade si lo estaba. Y no se molestaba si quiera en ocultarlo. Intenté hablarle una o dos veces y me respondió de mala manera. A la tercera ni siquiera lo intenté.
Miré a Charlie en una pregunta silenciosa mientras nos acomodábamos en nuestros asientos, pero ella se alzó de hombros y tomó lugar junto a él.
Un grupo de chicas que solía sentarse en el fondo se detuvo junto a ellos y comenzó a hablar con Jade. Una de ellas se sentó en la mesa y se inclinó para preguntarle algo a Charlie con preocupación, a lo que ella sonrió y asintió.
Jade rio, completamente a gusto con toda la atención que estaba teniendo, y yo me pregunté si había sucedido algo más la noche del concierto.
—Bueno —dijo alguien desde el fondo con la suficiente fuerza como para que todos lo oyéramos—. Hablando de Roma.
—La reina se asoma.
La puerta del salón chirrió y todos alzamos la cabeza. Alana se detuvo en seco y nos miró con desconfianza. Parecía no saber si debía moverse o no.
—¿Qué sucede? —preguntó desde su sitio.
Miré detrás de mí, al resto del salón. Luego a Noah. Pero ella parecía tan confundida como yo.
—¿Por qué lo has invitado al concierto? —le preguntó la chica que estaba sentada en la mesa de Jade. Balanceó sus pies un poco, calmada—. Al tipo ese. Al ex novio de Charlie ¿Por qué lo has hecho?
—Huelo chismesito —murmuró Noah a mi lado y se ganó un codazo de mi parte para que guardara silencio.
—¿De qué estás hablando? —Alana sonrió nerviosa—. Yo no he invitado a nadie.
—Alana, te hemos visto todos con él ayer —dijo uno de los chicos de la segunda fila, como quien ya está cansado de discutir—. Mira, ya sé que tú eres nueva y a lo mejor no entiendes cómo funcionan las cosas, pero aquí somos todos amigos, aunque peleemos a veces.
—Sí —continuó la chica del frente—. No nos cogemos al novio del otro y lo invitamos a su concierto ¿Es que no piensas? —se dio un golpecito en la cabeza—. Si tú sabes lo que le ha hecho a Charlie.
—Que yo no lo he invitado —insistió Alana, completamente roja.
No entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero no me gustaba para nada la manera en la que estaban encarando a Alana, frente a todos. Sabía que yo no le caía bien, pero aun así sentía que ella era en parte mi responsabilidad.
Arrastré mi silla hacia atrás para levantarme.
—Pues ya está —dijo Charlie antes de que yo pudiera hablar—. Si Alana dice que ella no ha sido, entonces no ha sido. Yo le creo y lo que importa aquí es lo que yo piense, porque esto es una monarquía.
La chica que estaba sentada sobre su banco chasqueó la lengua y ladeó la cabeza como si no le creyera en absoluto. Charlie y yo solíamos aislarnos tanto del resto que a veces me olvidaba que los otros también se preocupaban por nosotras.
—Charlie...
—Y como dijo Daddy Yankee, "Lo que pasó, pasó". —Apoyó el brazo en el respaldo y se giró para ver a todos—. Si me quieren ayudar de verdad, entonces suban sus notas.
En ese momento entró la profesora de literatura y Alana aprovechó para escabullirse a su mesa, detrás de nosotras.
—¿Estamos hablando de levantar notas? —preguntó la profesora mientras dejaba su bolso y abría la carpeta que llevaba en el brazo—. Pues me alegro, porque tengo las calificaciones de los exámenes y les hará falta.
Charlie se cubrió el rostro, superada, y suspiró.
Noah se giró en su asiento para hablar con Alana y yo la imité. Necesitaba saber qué había sucedido anoche porque la culpa me carcomía por dentro.
—Oye... —comencé, sin saber cómo hablarle. Alana me ignoró y continuó sacando las cosas de su mochila de muy mal humor—. ¿Qué ha sucedido anoche? ¿Por qué Jade tiene el ojo morado?
—¿Por qué no le preguntas a tu novia?
—Charlie no es... —giré la cabeza y miré a Noah—. ¿Tú sabes algo?
Noah se alzó de hombros en respuesta y se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.
—Lo mismo que tú. Pero es un poco obvio ¿No?
—Eh... ¿No?
Las dos me miraron exasperadas.
—Su ex novio se apareció anoche en el concierto —respondió Alana de mala gana. Un mechón del cabello rubio cayó sobre su rostro mientras acomodaba las cosas, pero no parecía molestarle—. Y se armó una pelea ¿Creo que Charlie lo golpeó? Y luego Jade se metió. Fue un desastre. Nos echaron a todos.
—¿Ella lo golpeó? —pregunté anonadada.
—¿Eres sorda o qué? —Dijo Charlotte desde su banco, a nuestro lado. Las tres dimos un respingo, aterradas, como si nos hubieran encontrado drogándonos. Ella se recargó en su asiento con desgana—. Si hay algo que quieras saber, puedes preguntármelo. ¿Desde cuándo hablas de mí a mis espaldas?
Había un montón de cosas que quería saber y decirle, pero en ese momento lo primero que salió de mí fue un:
—¿Estás bien?
Charlie se alzó de hombros y llevó las manos detrás de su nuca para usarlas de almohada.
—¿Yo? Perfectamente. Tengo la conciencia limpia.
Arrugué la frente.
—Mira, si es por lo de anoche...
—Ahórratelo —me cortó, irritada—. No importa.
—No, sí importa —insistí. Algunas cabezas se volvieron para mirarme y arrastré mi silla más cerca de ella para poder hablarle en voz baja—. Lo siento. Ya lo sé. No te tuve que dejar ahí. Y ni siquiera te dejé hablar...
—Andrea.
La voz de la profesora me hizo enderezarme en mi asiento. Ella estaba parada frente a mí, completamente seria. Dejó mi examen dado vuelta sobre mi banco y me hizo un gesto con el dedo para que volviera a mi asiento.
—Esfuérzate más para la próxima —dijo antes de marcharse y casi me sonó a mensaje divino.
Lo que no fue divino fue el enorme seis que escribió en tinta roja en mi examen.
No solía estresarme por las notas en general, pero desde que le habíamos prometido a Charlie que nos esforzaríamos, cada desaprobado sabía amargo, aunque fuera consciente de que podría levantarlo luego.
Intenté enfocarme en la clase de literatura el resto de la hora, pero me fue un poco difícil teniendo a Charlie y Jade al lado mío trabajando juntos. En especial porque no cabía en mi cabeza el concepto de ellos dos, amigos, enfadados conmigo al mismo tiempo.
¿Qué hice mal? ¿En qué parte me equivoqué?
Ya sabes en qué. Lol.
Cuando el timbre del receso sonó y Charlie se levantó para salir al patio, no vacilé. Por un momento creí que moverme tan rápido detrás de ella enfadaría a Noah, pero ella estaba ensimismada en su conversación con Alana.
La rubia también se veía algo irritada hoy. Más de lo usual.
—Charlie —la llamé cuando salimos al pasillo.
Ella continuó andando, así que aceleré el paso.
Yo era más del tipo que prefería solucionar las cosas en el momento antes que dejarlo estar para que otras cosas peores germinaran. Era más fácil sacarse el problema desde el principio.
Pero Charlie era todo lo contrario. Siempre rehuía y esta no era la excepción.
—Charlotte, maldita sea —Tomé su mano antes de llegar a las escaleras.
Fue un toque suave, con la intención de que me notara, pero ella reaccionó como si la hubiera agarrado con fuerza. Se detuvo de golpe y sacudió el brazo.
—¿¡Qué!?
Alguien pasó entre nosotras y Charlie le dedicó una mirada asesina.
—¿Por qué lo has golpeado? ¿Qué te ha hecho? —pregunté preocupada—. Creí que te caía bien.
—¡Ese es el problema! —Me enseñó las palmas de sus manos de la misma manera que hizo anoche en el balcón—. Crees mal. Nunca te he dicho que me cayera bien.
—Pero le sigues hablando.
Charlie se pasó una mano por el rostro, exasperada.
—¡Por educación! Educación que él no tiene, porque se metió con mi amiga —me explicó despacio, como si temiera que yo no comprendiera—. Razón por la cual lo tengo bloqueado desde entonces.
—No tenía idea —mentí.
Sí la tenía. Charlie me había dicho explícitamente en el festival que sólo le respondía los mensajes por educación. Y luego de eso mencionó un par de veces que no le interesaba saber nada de él.
Pero en el fondo nunca le había creído. A veces sentía que ella mentía, aunque no lo estuviera haciendo. Quizá porque por dentro yo esperaba que me decepcionara.
—Debiste haber ido —dijo más tranquila, de brazos cruzados—. Lo habrías golpeado tú misma.
—¿Fue tan malo?
Charlie se alzó de hombros y apartó la mirada.
—No. Y, en realidad, no lo golpeé. Sólo lo empujé.
—¿Qué te dijo?
—Que tú lo habías invitado.
—¿Qué?
Rodó los ojos como si la mera idea le pareciera absurda.
—Sólo dijo "tu amiga", pero él no conoce a muchas amigas mías, que digamos.
—Por eso era un pésimo novio.
Ella sonrió apenas, pero duró poco. Casi de inmediato volvió a enseriarse.
—A lo mejor por eso Jade está de mal humor.
—¿Porque cree que yo lo invité?
Eso era estúpido. Nadie con dos dedos de frente se lo creería, con lo mal que me caía. Además, ¿Desde cuándo Jade era tan cercano a Charlie como para enfadarse conmigo de esa manera por eso?
Ella negó y soltó un "no lo sé" antes de marcharse. Esta vez no la seguí. No porque no quisiera, sino porque ya no tenía qué más decirle. Quería ir con ella y hablar de cualquier cosa, pero sentía que no podía simplemente hacer eso ahora.
Y también sabía que lo de anoche no estaba perdonado.
—¡Charlie!
Cuando la llamé ella ya se encontraba a medio camino en las escaleras para bajar. Me miró por sobre su hombro, con la cabeza echada hacia atrás, y me levantó una ceja.
—¿Vendrás a mi partido? —le pregunté—. La próxima semana.
—¿Habrá una fiesta después? —preguntó con interés.
Sonreí.
—Siempre hay una fiesta después.
-.-.-.-.-.-
Holaaa ¿Cómo están? ¿Qué tal les fue en la semana?
Yo estuve terminando comisiones y llevo como tres días seguidos comiéndome todas las temporadas de las winx. Creo que ya me obsesioné. En fin. Brandon x Stella supremacy.
De paso que ya mencioné las comisiones: tengo comisiones abiertas, por si a alguno le interesa. Los precios están en el link de mi bio (ashquintana.carrd.co).
Ahora sí, vamos a lo que nos compete. Gracias a Andy nos perdimos todo el bardo del concierto, pero al menos Jade y Alana si estuvieron. ¿Creen que de verdad Jade esté enojado por eso con Andy?
¿Creen que Charlie está diciendo la verdad?
Siento que este es un cap del que se pueden ir descubriendo muchas cosas sobre las intenciones de varios personajes si consiguen unir los puntos necesarios jajaj
Bueno, próximo capítulo: El primer partido (y la fiesta).
Les dejo una ilustración que hice del capítulo pasado y me voy.
bai *corazón*
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