🍁Diez🍁
Iban en silencio.
Ninguno decía nada.
Por un lado YoonGi estaba emocionado.
Sin embargo JiMin se encontraba asustado y preguntándose una y otra vez por que no se había dado cuenta, que pasaría ahora, y le asustaba aun más el pensar que YoonGi tal vez aun no quisiera otro bebé, después de todo Kookie solo tiene un año y meses...
- ¿Quisieras algo?- preguntó YoonGi en cuanto entraron al parqueo del supermercado, ni siquiera se percató a donde estaban yendo
- Yoonie...- dijo con los ojos llenos de lágrimas, las cuales el mayor comenzó a limpiar, Jimin tomó sus manos y los espasmos del llanto se hicieron presentes.
- No te preocupes, no compraremos muchas frutas, lo prometo- dijo sonriendo, dejando un beso en la frente del menor, quien al contacto cerró los ojos
- Pero...- dijo de manera dificultosa
- No, mi amor deja de pensar....- le dijo negando mientras bajaba del auto y rodeaba este mismo para abrirle la puerta- Ahora solo dime que quieres, y dejame presumir tu vientre, ¿de acuerdo?
Tomó la mano que YoonGi le ofrecía y con la otra limpió los pequeños rastros de sus lágrimas, sonrió y besó la mejilla del mayor. Quien solo lo abrazó, y descansó en su cuello, aspirando el aroma de su pequeño esposo, dejando un beso muy sutil, una pequeña caricia que le hizo a JiMin olvidarse hasta del antojo que lo había atropellado en ese momento...
En la misma posicion del abrazo, el mayor bajo una de sus manos para acariciar el lugar donde su segundo hijo se encontraba. Dejó un beso sobre los labios del menor y sintió la mano del mismo entrelazando sus dedos aun sobre el pequeño vientre del menor.
Se sentía emocionado. Si tal vez iba a ser complicado pues JungKook aun era pequeño.
Pero eso no quitaba la emoción.
De nueva cuenta planeba llevar su trabajo a casa, para asi tener mas tiempo junto a JiMin y mimar a sus tres bebés. Iban por los pasillos del supermercado.
Y vio que el carrito de compras estaba siendo lleno de galletas saladas, de diferentes tipos y formas, de cereales y pastas que estaba seguro que a él le tocaría preparar en cuanto su esposo le pidiera que lo hiciera, también algunos vegetales.
Sonrió por que su esposo iba caminando jalando el carrito por enfrente.
Se miraba mas despierto que cuando llegaron y negó levemente.
- Mi amor, ¿que es esto?- preguntó haciendo referencia a las cosas que estaban dentro del carrito
- Comida- respondió JiMin sonriendo sin despegar su vista del lugar donde estaban las frituras.
Rió y no pudo evitar acercarse a su esposo para abrazarlo y repartir besos en su rostro, haciendolo reír suavemente. Esa melodía que tanto ama escuchar una y otra vez.
Se dirigieron al area de las carnes, esta vez JiMin iba apoyado sobre el brazo del mayor, aferrandose al mismo.
Carnes rojas y blancas. YoonGi estaba seguro de comenzar a estudiar cocina puesto que su segundo hijo es mas selectivo.
Y llegaron al area que JiMin habia estado evitando a cualquier costa.
- El doctor dijo que mis bebés las necesitan- dijo YoonGi.
Él tampoco quería ver a su esposo mareado y con lagrimas en sus ojos por culpa de las nauseas.
- YoonGi...- dijo el menor mirando al suelo. No quería entrar a ese lugar, con el simple hecho de estar cerca se sentía un poco mal.
YoonGi suspiró. Se agachó frente al vientre de su esposo y levantó un poco la sudadera y la camiseta que el menor portaba. Nunca esperaba hacer lo que estaba haciendo, pero los nunca se llegan y llegó el suyo.
- Hola bebé- sonrió y dejó un beso sobre la piel descubierta del menor- Soy papá YoonGi, y necesito que estes tranquilo para que papi JiMin no se sienta mal, ¿podrías hacer eso por mí?
Miró a JiMin quien tenia un pequeño sonrojo y acariciaba su cabello. Muchas personas que pasaban por el pasillo miraban con ternura a la pareja.
- Creo que ya podemos pasar por aquí- dijo YoonGi aun sin levantarse- Mi hijo se portara bien, ¿no?- dejo un último beso sobre el vientre de JiMin quien asintió sonriendo levemente.
El menor se abrazó al brazo del mayor y restregaba su nariz en el mismo, inhalando el aroma de la loción que YoonGi usaba, se acoplaba a la piel pálida de su esposo. Ese aroma no le daba paso a distiguir los olores fuertes que algunas frutas poseían. Arandanos, peras, mandarinas, mangos fueron puestos en el carrito que llevaban.
Compraron los lácteos y un helado que JiMin habia pedido especialmente para él.
Llegaron a casa. Y la hermana mayor de YoonGi estaba molesta pero mas aun preocupada, a ella no le molestaba cuidar de su sobrino por que era una ternura pero ni siquiera la llamaron para avisar que se estarían mas tiempo de lo planeado. Regañó a su hermano por no decirle y abrazó a JiMin, para luego asegurarse que les había ido bien en la visita al hospital y finalmente despedirse.
JiMin se sentía cansado. Pero eso no le evitó tomar a su pequeño Kookie en brazos y besar su mejilla. El menor comenzo a jugar en brazos de su papi JiMin para terminar acostado en su pecho y disfrutar de la melodía que su papá cantaba. YoonGi al verlo sonrío y besó la frente de su hijo para luego dejar un beso en la frente de su esposo.
- No te duermas, debes comer, mi amor...- susurró suavemente.
JiMin asintió sin detener su canto. Quería dormir pero su esposo tenía razón.
YoonGi entró a la cocina y se dispuso a cocinar.
Un salteado rapido de vegetales y arroz y pescado al vapor.
- Mi hermana me dijo que aun no le había dado de comer a Kookie- dijo YoonGi acercandose a JiMin con dos platos de comida
El menor asintió y con cuidado iba poniendo pequeños trozos en la boca de su bebé, que comía mientras miraba a sus padres...
Cuando terminaron de comer, YoonGi levantó los platos y se dispuso a limpiar la cocina y lavar todo. Guardó las últimas cosas en la alacena y salió para ver la escena mas bella de todas.
JungKook abrazaba el vientre de JiMin, mientras éste le acariciaba la espalda levemente. El pequeño balbuceaba sonidos suaves.
Se acercó a ellos y abrazó a JiMin por los hombros, quien se acomodó sobre su cuerpo.
Amaba esos momentos tan pacificos y silenciosos, llenos de los pequeños suspiros de JiMin, de los tiernos balbuceos que JungKook emitía.
Pero le encantaban mas las sonrisas de las personas que mas amaba en el mundo.
Besó la frente de su tierno esposo quien sonrió y se acomodó mas, el pequeño Kookie parecia estar demasiado tranquilo con sus padres que no tardó en dormirse...
Esa noche no dormiría solo con su pequeño esposo en la cama. Esa noche escucharía a su hijo balbucear dormido, los suspiros de JiMin mientras duerme y dentro de poco sentiría a su tercer bebé hacer acto de presencia en sus vidas.
Se sentía afortunado.
Demasiado afortunado por la familia que construía junto a los amores de su vida...
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