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Cruel, ¿Verdad? Pero como dije, esa historia es solo una de las cuantas historias que se cuentan en la aldea. Algo así como una leyenda tal vez. Pero ahora, seguro querrán saber cuál es la verdadera historia de la famosa mujer. La historia no contada, la que ninguno de los aldeanos sabe. La historia que todos en la aldea han contado erróneamente por 4 años seguidos, Es la historia... que estoy a punto de contarles.

La señora, cuyo nombre era desconocido para todos en la aldea menos por ella misma, caminaba a paso lento a lo largo de las calles de tierra del mercado. Mientras pensaba en lo que debía comprar esa semana, notaba como las personas se detenían a verla o a alejarse de ella disimuladamente.

Cuando paró en una tienda en la que se vendían frutas, un pequeño de pelo café casi choca con ella. Cuando el niño se da cuenta de con quién se había topado, puso una expresión de máximo terror, parecía como si la anciana lo estuviera a punto de descuartizar... Y eso era lo que el infante creía de hecho. Estaba totalmente paralizado del miedo, entonces la mujer, para intentar calmarlo, le dedico una suave sonrisa, como para decirle algo así como "todo está bien, no te preocupes". Sin embargo, el niño interpretó su sonrisa como: "Corre o este será tu último día con extremidades". Entonces salió huyendo tan veloz como un rayo de aquel lugar, estar a menos de tres metros de la temida vieja durante un segundo más no era precisamente lo que el peli-café deseaba en ese momento. Pero la anciana ni se inmutó, ya que era algo que le ocurría más veces de las que creen. Pero ¿Saben?, Ella no quería que las cosas fueran así. A ella le hubiera gustado poder ir a comprar sin que la gente quiera mantenerse a más de cinco metros de ella para sentirse seguros. Y le hubiera gustado poder ser como una abuela agradable para los niños de la aldea. Pero los aldeanos ya tienen su opinión de ella, y cambiar la historia que ha crecido y crecido durante 20 años no es nada fácil.

La anciana se encontraba caminando hacia su casa, ya que ya había concluido su tarea. Al pasar por el patio para llegar a la puerta, su mirada se centró en su árbol, lo regaba cada día, ya que era la única cosa que hacía que su lúgubre jardín lleno de flores muertas y oscuras tuviera algo de vida. Había escuchado por ahí que en las morbosas historias que contaban sobre ella ya habían profanado a su querido árbol. Eso la molestaba, pero no había nada que pudiese hacer. La venganza solo empeoraría su situación. Y no se puede aclarar un malentendido si todos huyen cuando intentas conversar. Cuando entró a su casa seguía pensando en su árbol. Él creció junto con los rumores, cuando ella ya no estuviera no habrá nadie que cuide al árbol. Y con ese triste pensamiento, cerro con llave la puerta de su casa, para no volver a abrirla durante esa semana. La mujer se sentó en su cama, pensando en las razones por las que era temida cuál lobo en aquella pequeña aldea. Y empezó a lamentar no haber nacido con buen físico, y lamentando haber cultivado un estilo de vida tan ermitaño y solitario. Tal vez es por eso.
Tal vez es por tener una sonrisa tan horrible.
Tal vez es por usar un abrigo tan oscuro que cubre todo mi cuerpo.
Tal vez es por no saber contar historias lindas.
Tal vez es por no usar ropa más colorida.

"Pero eso no es enteramente mi culpa"

Ese pensamiento surcó la mente de la vieja dama.

"No es mi culpa nacer con este físico, y no es mi culpa no tener dinero para comprar más ropa, y no es mi culpa que el sol haga que la piel se desprenda mis huesos y mi carne."

"Ser lo que soy no es mi culpa, no él es, no lo fue ni lo será nunca".

Y con ese pensamiento en la cabeza, la excluida y vieja mujer se durmió.

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