Con el corazón en la garganta
Me presenté sin ninguna palabra en mente
Una parte de mí quiere que no estés presente

Así puedo volver a esconderme con la idea autocomplaciente

De que me esforcé por conocerte

Pero aquí estamos con la carta en frente
Observo todo lo que pueda ofrecerme una idea para entretenerte
Había olvidado lo difícil que era conocer a alguien sin gente

Sin poder ocultarme en sus conversaciones inconsecuentes

Mi mente me sabotea con inseguridades hasta que decido escucharte
Me cautiva tu vida interesante
No tengo que buscar algo sobre lo que hablarte, solo preguntarte
Por qué entre más te escucho, más me siento un ignorante

¿Podrías hablarme por el resto de la tarde?
Enséñame aquel mundo tan grande en el que eres navegante
Cuéntame sobre los lugares que visitaste, las personas que encontraste

Cuando llegue pensaba ¿Qué hago aquí delante?
Ahora sé que es escucharte, para deleitarme en lo que tienes contarme, 

conversemos el resto de la tarde.