No sabes cuánto.

No sabes por cuánto tiempo he guardado estas palabras. Se atoran en mi garganta cada vez que te veo, como si toda línea de pensamiento terminara abruptamente con tu mirada.

"No me mires", dices. Y yo sonrío, quizá un tanto herida por dentro, huyendo de tus ojos claros. 

Cada vez que me acerco, mi corazón punza con un poco de dolor, un poco de vacío, y al final no puedo huir de ellos, como no puedo huir de ti, de saber que no te importa. 

Dirás muchas cosas al mantenerte callada. Entenderé cada palabra de tu silencio.

Siempre como perdida, como nadando en el pasado, mientras me quedo observándote en secreto, como cuando no sabía ni tu nombre. 

Lejanas y distantes. Así se sienten tus palabras, así se siente tu toque. ¿Cuánto tiempo me esforcé por callarme? 

Mi corazón me duele apenas, al no quererte. Y quizá, todavía aún te quiero. 

Aún me aferro.

Queriendo con desespero encontrarte de nuevo entre el mar de pensamientos, alcanzarte en la oscuridad en la que me sumergiría sin pensar, solo para estar contigo. Tú no lo quieres.

Mas aún, regresaste, con un dejo de mentiras escondidas entre tu voz, sabiendo que te creería cada estúpida palabra. No quiero pensar que es cierto, pero negarlo no cambiaría nada. Te metiste otra vez en mi cabeza, obligándome a sostener tu cuerpo inerte, tu alma lejos,  y sigo sin poder irme.

No sabes cuánto moriría por decírtelo todo...

Pero estas palabras se envuelven en mi cuerpo como espinas, penetrando mi carne e hiriéndome hasta la médula, con las lágrimas bordeando mis ojos y un grito silencioso rasgándome la garganta.

No quiero lastimarte, y sé que no te importa.

Claramente no lo sabes. No quieres saberlo. Pero sé que tú también lo sientes, no es como si no te mirara.

Vacío infinito colándose por mis ojos, un corazón fallecido y los restos que manchan nuestras manos, negándonos mutuamente la culpa de saber que nos matamos con cada minuto cerca.

Me matas, tú a mi.

Y con mi último suspiro de vida te digo que no puedo dejarte. No porque no quiera, no porque no lo sienta. Porque no puedo dejarte sola.

Me aferraré a esas mentiras hasta que sea demasiado tarde.

Después de todo, ya mataste mi alma. 

Solo queda mi carne.





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top