Amo su timidez, cuando su voz va bajando hasta ser un vago susurro... Hasta que sus mejillas se tiñen de un tierno color, cuando por su rostro se expande aquel adorable rubor.

Amo escucharlo reír, amo saberlo feliz, amo que lo sea junto a mí.

Amo su voz, es un poco inusual, me fascina oírlo hablar; ¡podría escucharlo por horas y sin parar!

Amo sus múltiples facetas, su humor tan cambiante, sus ganas de superarse; él es sin dudas un ser admirable.

Amo su poesía, aunque ésta sea distinta a la mía, porque es su expresión tan elegante, aquel susurro de palabras danzantes, impregnadas de vivencias constantes, las que pueden sin habla dejarme.

Sencillamente lo amo a él; con sus virtudes y desperfectos, con su mal humor y con sus buenos momentos; con todo su hermoso ser, lo amo por ser así, tal cual es.

Diciembre 31, 2018