SEGUNDO RETO: DESAFÍO UNO -Con aroma a ti-

Hola!!! somos nosotras nuevamente. En ésta ocasión prosiguiendo con el concurso, el reso consistió en escribir un capítulo de uno de los fics participantes de manera conjunta siguiendo las recomendaciones de la reseña:

---> Se trató de poner más cuidado y atención a las comas y uso de signos de puntuación.

---> Se hizo uso del guión largo (con suerte Wattpad lo habrá mantenido).

---> Dentro de la reseña, la alianza compañera expresó que le gustaría ver la reacción de las familias al hecho de que Viktor y Yuuri son alfa y omega destinados, así que se escribió la reacción de los padres de Yuuri:

___________________________________________________________

Era sábado por la noche y Hiroko Katsuki caminaba inquieta por la cocina de su casa. Toshiya, su marido, se limitaba a observarla sin insistirle que se sentara o intentar calmarla. Sabía que su mujer, como típica madre omega, no podía evitar preocuparse por sus cachorros, aunque en esos momentos era más difícil precisar quién le angustiaba más.

Por un lado, Mari era una jovencita beta atravesando por una fase de rebeldía perfectamente normal y esperada. Toshiya sabía que su hija era bien capaz de defenderse sola y a pesar de todo, muy lógica y racional; pero no dejaba de ser joven, ansiosa por probar su valía y sobre todo, enamoradiza. Su ídolo de turno era el guitarrista de una banda de rock y en esos momentos, Mari había asistido a uno de sus conciertos luego de realizar una extensa labor de convencimiento a su madre y haber sido ayudada por su padre. Al final, Hiroko accedió a permitirle ir con la condición de apegarse al horario de llegada establecido y no meterse en problemas, lo que logró más o menos calmar a la omega.

Por otro lado, estaba Yuuri. No era ningún secreto que Hiroko era especialmente protectora con el menor de sus hijos y si bien solía moderarse para no asfixiarlo, que no demostrara su preocupación de forma tan abierta no implicaba que se sintiera más tranquila. Como omega, Yuuri era gentil y tímido, aunque en el fondo guardaba una cierta veta competitiva que lo motivaba a imponerse o hacerse oír si la ocasión lo ameritaba y Hiroko estaba segura que necesitaría esos rasgos, considerados infrecuentes en alguien con ese género secundario, en su situación actual.

Hiroko y Toshiya Katsuki, quienes siempre se percibieron como una pareja perfectamente normal, de pronto tuvieron que enfrentarse al hecho de que sus vidas no eran tan comunes y simples como originalmente pensaron. Resultó que los magos y las brujas eran reales y vivían ocultos en todo el mundo.Su sorpresa fue aún mayor al descubrir que convivían con muchos de ellos en su día a día y lo que fue todavía más increíble, Yuuri pertenecía a dicho grupo.

Afortunadamente, Minako Okukawa, mujer alfa y gran amiga de la familia, se encargó de orientarlos al respecto. Ella les llevó la carta de Hogwarts, Colegio exclusivamente para magos en el que trabajaba como maestra y al que Yuuri tenía derecho a asistir, y de mitigar sus inseguridades. También fue Minako quien los protegió cuando Yuuri, a raíz de la impactante revelación, accidentalmente produjo un estallido de su poder mágico, desmayándose inmediatamente después y sin tener recuerdo de lo sucedido, algo por lo que Hiroko estaba agradecida. Si bien al alivio le siguió el miedo.

Como madre omega, el primer instinto de Hiroko era cuidar a su cachorro, ¿y cómo iba a hacerlo, si desconocía y no podía participar abiertamente del otro mundo al que su hijo pertenecía? ¿Y si Yuuri la necesitaba, y ella no estaba ahí para él? Menos mal, sus temores resultaron ser infundados. Fue obvio que Yuuri se sentía muy cómodo y disfrutaba de estudiar en Hogwarts, donde según Minako, era uno de los estudiantes más destacados. Inclusive llegó a ser nombrado prefecto al inicio de su quinto año, lo que enorgulleció a Toshiya y Hiroko, y que también preocupó en parte a ésta última, puesto que temía que Yuuri tuviera que enfrentarse a otros alumnos mayores o alfas. Una vez más, Minako intervino.

─ Te aseguro que Yuuri es perfectamente capaz de defenderse él solo ─garantizó la mujer, evidentemente complacida─ Tiene un gran talento para la magia. No me sorprendería que terminara por convertirse en un duelista profesional.

A ese comentario le siguió una explicación por parte de Minako de que los duelos dentro de la comunidad mágica poseían una connotación distinta a los del mundo muggle. Al final, salvo por un incidente durante el torneo de duelos de la escuela, todo había marchado con relativa normalidad para Yuuri. Y por eso justamente era que Hiroko estaba tan nerviosa.

Si quería comunicarse con su hijo, lo hacía mediante cartas enviadas por lechuza. Fue un poco difícil acostumbrarse al inicio, pero después hasta llegó a encariñarse con el ave. Sin embargo, no hacía mucho que ella y Toshiya recibieron una carta por parte de Minako donde les informaba que algo extraordinario le había sucedido a Yuuri y que era demasiado importante como para avisarles por escrito. Por más que Hiroko se rompía la cabeza tratando de imaginarse qué podría ser, nada la convencía.

─ ¿Pero es "extraordinario" en el buen sentido, o en el mal sentido?

─ Debe ser en el buen sentido ─sugirió Toshiya─ Ya conoces a Minako, si fuera algo malo, nos hubiera avisado de inmediato.

─ ¿Pero si es algo bueno porque no lo dijo entonces?

─ En su carta mencionó que Yuuri quería contarnos personalmente ─le recordó, esforzándose por mantener la calma, puesto que el nerviosismo de su mujer era contagioso─ ¿Por qué no bebes un poco de té? ─propuso Toshiya, sirviéndole y pasándole una taza.

Al ser un beta, él no poseía la capacidad de liberar feromonas ni utilizar su aroma para calmar a la omega, por lo que debía recurrir a otras medidas para ello. Hiroko dejó escapar un hondo suspiro y aceptó la taza, bebiendo unos cuantos sorbos y cerrando los ojos por unos instantes.

─ Son las nueve con diez minutos. Minako dijo que conversaríamos a las nueve. Ya están retrasados.

─ Apuesto que tienen problemas para encender la chimenea, o la práctica de güigüich* de Yuuri se alargó ─opinó Toshiya en tono suave, colocando su mano sobre la de su mujer, en una suave y apenas perceptible caricia que funcionó, arrancándole una sonrisa genuina a la omega─ Ya sabes lo mucho que le gusta y el tiempo se le va volando, literalmente.

Hiroko asintió, ya más tranquila. Se disponía a darle la razón a su marido, cuando unos golpes provenientes de la estufa los pusieron sobre aviso.

─ ¡Toshiya, el horno! ¡Enciende el horno! ─exclamó Hiroko, y su marido se apresuró a obedecer.

Dos pequeñas siluetas aparecieron en el interior del horno. La primera le pertenecía a una mujer de cabello largo y la segunda a un joven de gafas.

─ ¡Yuuri! ─lo llamó Hiroko, emocionada.

─ Um... hola ─saludó tímidamente, agitando una mano.

─Perdón por la demora. Alguien se entretuvo con su entrenamiento de quidditch ─les informó Minako, mirando fugazmente a Yuuri, quien se ruborizó; y Toshiya murmuró un débil "te lo dije" a su mujer".

─ Ay, Yuuri... ¿Qué tal las clases? ¿Estás durmiendo bien? ¿Y no te estás saltando las comidas? ¡Desde aquí te ves demasiado delgado!

─ ¡No, no! todo va bien, de verdad ─aclaró al instante, no queriendo preocupar a su madre─ ¿Cómo están ustedes? ¿Y Mari?

─ Normal por aquí ─respondió Toshiya, dedicándole una sonrisa─ Mari salió, tuvo un compromiso, así que no nos acompañará.

Yuuri disimuló un suspiro de alivio y Minako carraspeó para recordarle el motivo de esa improvisada reunión.

─ Bueno, Minako nos dijo que tenías algo muy importante que contarnos ─retomó Hiroko, aferrándose a la mano de su marido como si eso le ayudara a mantener los nervios a raya─ ¿No es nada serio?

─ Supongo que depende del enfoque ─habló la mujer, encogiéndose de hombros ante la expresión escandalizada de su pupilo y ahijado─ ¿Qué? Fue tu idea decirles personalmente. Yo me ofrecí a escribirles.

─ ¿Tiene que ver con los TERMOS? ─trató de adivinar Toshiya. Yuuri apretó los labios para contener una risita.

─ Son TIMOS, papá ─lo corrigió en un susurro, ya mucho más tranquilo, gracias a su pequeño error─ Y en cierta forma... bueno, es decir... ─balbuceó y sacudió la cabeza. Minako le dio un par de suaves palmaditas en el brazo para que volviera a enfocarse ─ Empezó con los TIMOS. Minako me estaba ayudando a prepararme para la parte práctica de pociones, y yo... ¡fue un accidente! A lo que me refiero es que...─movió los labios, pronunciando algo en tono quedo.

─ ¿Puedes repetirlo? ─pidió Hiroko, y tanto ella como Toshiya se acercaron más al horno. El sonrojo de su hijo se intensificó como mínimo otros tres tonos.

─ Yuuri encontró a su pareja destinada.

─ ¡Minako!

─ Tus padres no saben legeremancia*, así que tarde o temprano ibas a tener que contarles ─le señaló Minako sin inmutarse─ Y en mi opinión, valía más hacerlo pronto.

Mientras Yuuri continuaba reclamándole a la mujer, Hiroko y Toshiya intercambiaron una mirada, inseguros de cómo reaccionar. Hiroko en especial se debatía entre alegrarse o angustiarse.

─ ¿Cómo pasó? ─preguntó al fin la mujer, efectivamente concluyendo con la pequeña discusión entre su hijo y su madrina.

─ Ya les dije, fue un accidente ─retomó Yuuri, avergonzado─ Minako me enseñó a hacer una poción de amor...

─ La cual por cierto, es muy complicada de fabricar ─expresó Minako, no deseando desperdiciar la oportunidad para halagar a su ahijado.

─ Se supone que huele diferente para cada persona, adopta el olor de lo que más le agrada...─prosiguió Yuuri, pasando por alto el cumplido─ Por alguna extraña razón, tomó mi aroma y Viktor simplemente se la bebió.

─ ¿Viktor? repitieron Hiroko y Toshiya al unísono, y Yuuri se percató de su pequeño desliz al instante en que sus padres reconocieron ese nombre.

Desde que Yuuri regresó durante sus vacaciones al término de su primer año, Viktor Nikiforov fue un tema común de conversación para los Katsuki. El joven omega no paraba de describir con lujo de detalles los múltiples logros que el otro, un alfa puro, había conseguido durante el ciclo escolar. Cada vez que se refería a él, los ojos de Yuuri brillaban y su rostro reflejaba una total alegría. Para Hiroko fue evidente que su cachorro estaba enamorado.

─ Los aromas de ambos se combinaron a la perfección, y la confirmación fue que presentaron un celo simultáneo... que fue tratado al instante─ agregó rápidamente Minako, notando la alarma en los padres de Yuuri, quien únicamente atinó a cubrirse el rostro con las manos, abochornado por el recuerdo─ Así que no pasó a mayores.

─ Oh, Yuuri... nos da mucho gusto por ti ─le dijo Hiroko, genuinamente conmovida. Toshiya asintió, esbozando una gran sonrisa─ ¿Cómo te sientes al respecto?

─ Creo que aún no lo asimilo del todo─ confesó el susodicho con timidez─ Es que, Viktor y yo somos tan diferentes...

─ De hecho, a veces tengo problemas para decidir quién está más feliz, si Viktor o Yuuri ─apostilló Minako, para consternación de su ahijado, y sus padres rieron divertidos─ En verdad, son una adorable parejita.

Hiroko se llevó las manos al pecho y apoyó su cabeza en el hombro de Toshiya. Que un alfa y omega destinados se encontraran era algo en extremo inusual y un suceso maravilloso. Por una parte, le alegraba saber que su hijo contaba con alguien que lo querría y velaría por su bienestar. Sin embargo...

─ ¿No te ha reclamado, o sí?

─ ¡Mamá! ─chilló Yuuri, muerto de vergüenza.

─ No, tranquila ─respondió Minako en su lugar─ Yuuri sigue siendo un omega libre de marcas.

─ Que bien, porque son demasiado jóvenes para eso ─suspiró aliviada─ Yuuri, cariño, comprendo que quizás en esta situación extraordinaria te sientas muy ansioso por... probar cosas nuevas, pero aún si se trata de tu destinado, lo más conveniente es esperar hasta que tú y él sean mayores para...

Yuuri gimió y se cubrió el rostro con las manos. No quería que su madre le hablara de esas cosas, mucho menos junto con su padre y Minako.

─ Yuuri es un joven muy consciente y responsable, y me consta que Viktor lo quiere y lo respeta ─intervino Minako, decidiendo que su alumno ya había pasado por suficientes bochornos ─ Sé que no harán nada imprudente ni precipitado.

─ Yo sé que no ─le dio la razón Toshiya, asintiendo con suficiencia─ Y Yuuri, es como dijo tu madre. En serio, nos alegramos por ti ─reiteró, pasándole un brazo por los hombros a su mujer en actitud protectora.

─ Entonces... ¿no están enojados? ─cuestionó tímidamente el joven omega y sus padres lo observaron desconcertados.

─ ¿Por qué íbamos a enojarnos? ─quiso saber Hiroko, incapaz de ocultar su perplejidad.

─Yo... yo... no lo sé ─confesó en un susurro. Ya que lo consideraba, aquello sonaba muy irracional.

─Claro que no, Yuuri. De ninguna manera podría molestarnos algo así ─dijo Hiroko, conciliadora. Conocía bien la forma de pensar de su cachorro y sabía que éste en ocasiones se dejaba llevar por sus inseguridades y miedos y que era su labor como madre hacerlo sentir a salvo sin importar la distancia entre ellos─ Lo que tu padre y yo más deseamos, es que tanto tú como Mari sean felices siempre. Y nos dará mucho gusto conocer a Viktor.

─ ¡Podríamos enviarle algo! ─propuso Toshiya, entusiasmado─ ¿Qué tal algunas galletas de almendra? Ya hemos comprobado que resisten bien el viaje hasta Haggard.

Yuuri sonrió, aliviado. Ni siquiera se molestó en corregir a su padre acerca del nombre de su escuela. Ya que finalmente les contó de Viktor, sentía que se había quitado un enorme peso de encima.

─ Creo que ese era el asunto más importante a discutir ─intervino Minako─ Se hace tarde y me imagino que debes estar cansado luego de la práctica. Yo apagaré la chimenea, mejor vete a tu dormitorio.

Yuuri asintió y luego de prometerles a sus padres que les escribiría pronto, se retiró. Minako aguardó hasta estar segura que su ahijado ya no podía escucharlos para dirigirse nuevamente a los otros adultos.

─ ¿Qué ocurre? ─inquirió Hiroko con prudencia.

─ Me temo que la situación entre Yuuri y Viktor es más complicada de lo que parece.

─ ¿Hay algo malo con el chico? ─preguntó Toshiya, con recelo..

─ No, al contrario. Viktor no sólo es un buen alfa, muy protector y atento con Yuuri, también es un excelente alumno y un mago muy hábil, a pesar de ser tan joven ─suspiró y negó con la cabeza─ El problema, es su familia. ¿Recuerdan que les hablé de los "sangre pura"?.

Hiroko sintió un escalofrío y adivinando su inquietud, Toshiya la abrazó. Estaban familiarizados con el término. Minako les advirtió que existían algunos magos que consideraban a los muggles, las personas sin magia, como seres inferiores e indignos y que por ningún motivo se relacionarían con ellos.

─ ¿Viktor es uno de ellos? ─se atrevió a preguntar Hiroko en apenas un hilo de voz, agobiada ante la posibilidad de que alguien con esa mentalidad, fuera el alfa destinado de Yuuri.

─ En términos de familia y linaje, sí. Pero en cuanto a ideología, no. Yo personalmente doy fé y testimonio de que Viktor no es para nada como esos... individuos ─pronunció, frunciendo el ceño─ Lamentablemente, sus padres parecen ser más tradicionalistas y siendo honesta, no creo que le agrade mucho enterarse que el omega de Viktor no cumple con sus "altos estándares" en cuanto a pureza de sangre.

─ ¿Ellos no lo saben? ─musitó Hiroko, sobreponiéndose al nudo en su garganta.

─ Yakov y Lilia... quiero decir, el director Feltsman y la profesora Baranovskaya son amigos cercanos de los Nikiforov y padrinos de Viktor ─les explicó Minako, cruzándose de brazos─ Acordamos que yo les avisaría a ustedes y ellos a los padres de Viktor.

Hiroko no pudo soportarlo más y dejó escapar un sollozo. Divisó el semblante serio de su marido, por lo general tranquilo y despreocupado, y eso no hizo sino angustiarla más. Se suponía que el encuentro de una pareja destinada era causa de alegría, y su Yuuri era muy joven todavía. ¿Qué si los padres de Nikiforov se rehusaban a aceptarlo? O lo que podría ser peor, ¿qué si trataban de separarlos?. Por suerte no estaban enlazados, pero de cualquier forma, Hiroko estaba convencida de que ser alejado de su alfa sería muy duro para Yuuri.

─ Desconozco si les habrán informado ya, pero algo que me consta, es que Yakov y Lilia valoran la felicidad de su ahijado más que cualquier otra cosa y que reconocen que la valía de Yuuri va más allá de la sangre y su origen. Así que estoy convencida de que pelearán por su derecho a estar juntos. Y no son los únicos.

Hiroko no consiguió articular palabra alguna. Toshiya le acarició la cabeza, permitiéndole que se desahogara.

─ Contamos contigo ─le dijo el beta a Minako─ Por favor, cuida de Yuuri.

Minako le sonrió con determinación y si bien aquella era una simple proyección, su silueta emanó el aura de poder característica de un alfa, avivando las llamas del horno.

─ Por supuesto. Lo protegeré como si fuera mi propio cachorro.

Y no bien hizo ese juramento, su imagen desapareció, dejando en su lugar el horno vacío, a Toshiya y Hiroko preocupados por el porvenir de su hijo... y a Mari Katsuki en el otro extremo del cuarto, habiendo escuchado toda la conversación a escondidas de sus padres.

En realidad, ella ya sabía parte de la historia. Yuuri le escribió tan pronto ocurrió lo de la poción de amor para contarle las consecuencias del incidente y pedirle consejo. Mari, luego de recuperarse por la impresión, le envió otra carta en la que le recomendaba que no lo pensara tanto, que no hiciera caso de lo que otros decían y que de ser necesario, se las ingeniaría para ir hasta Hogwarts y demostrarles a esos engreídos y prepotentes "sangre limpia" que los muggles también podían defenderse. Hasta ese punto, Mari había pensando que los mayores problemas de Yuuri estaban dados por sus inseguridades y por algunos mocosos malcriados e inconformes. Sin embargo, luego de la conversación con Minako le quedó claro que existían complicaciones mucho más serias, las cuales se atrevía a suponer eran desconocidas por el propio Yuuri.

Cuidando de no hacer ruido, Mari se retiró a su habitación. Dedujo que sus padres se entretendrían discutiendo acerca de la información que Minako les proporcionó y no revisarían si llegó a la hora pactada, lo que le daba tiempo para reflexionar, y fue así que decidió que tenía que hacer algo.

La chica arrancó una hoja de un cuaderno. Con un poco de suerte, podría mantener aquello como un secreto de Yuuri. Buscó un lápiz y comenzó a escribir:

"Para Viktor Nikiforov..."

____________________________________________________________

Güigüich* : Toshiya quiso decir "Quidditch" pero como muggle no está familiarizado con los términos, así que lo pronuncia como puede XD.

Legeremancia: Es un tipo de magia empleada para explorar la mente y los sentimientos de otra persona, aún contra su voluntad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top