Así nace un rey (Amatista x Steven)(Au)
Advertencia, este es el primer porno que escribo con celular, fue bastante difícil porque suelo usar la compu pa esto.
De paso, Amatista es Amethyst porque el nombre suena menos femenino en inglés que en español.
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Amethyst, o Ame cómo a veces lo llama su familia, no es particularmente bueno en sus estudios -Ame, presta atención- Perla ordena, golpeando la cabeza de su hermano menor con el mango de su lanza.
-¡No hagas eso!- Amethyst responde con molestia despertando de su suelo lúcido. Él hermano menor recibe una clara mueca de decepción de su hermana.
-No tendría que hacerlo si prestaras atención, un caballero es un caballero por su educación, sus valores y sus modales, no únicamente por el manejo de su arma- Perla recalca con orgullo por la profesión caballeresca.
-Si cómo tú digas...- Amethyst responde rodando los ojos con desinterés -A muchas chicas les gusta como manejo mi arma, si sabes a lo que me refiero- El chico de cabello blanco sonríe arrogante.
-¡Ame!- Perla grita con molestia un poco avergonzada por las palabras de su hermano. Amethyst por poco esquiva otro golpe de su hermana.
-Creo que entiendo porque usas una lanza, te gustan las cosas largas- Amethyst dice sin pensar. La paliza que recibe el chico de cabello blanco a continuación no tiene nombre.
-Deberías dejar de meterte con tu hermana- Aguamarina menciona con calma volando alrededor de Amethyst.
- Obligarme, no tengo porqué hacerles caso- Amethyst responde con indiferencia recostándose en la silla de su cuarto, pero entonces Aguamarina tira de su oreja.
-Soy tú hada madrina, deberías de hacerme caso- La fae de color azul recalca con molestia mientras que Amethyst frunce el ceño.
El chico de cabello blanco toma al hada Aguamarina por las alas y la tira por la ventana. Ella sobreviviría, pero esa no es la preocupación de Amethyst, solo que lo dejen de molestar.
Asomándose por la ventana debido a las quejas de Aguamarina, el noble puede ver al río cerca del castillo de su familia. Allí el corazón de Amethyst parece detenerse repentinamente.
Tendiendo la ropa al costado del río, encima de una piedra, hay una joven de la edad de Amethyst. Ella tiene la piel un poco más quemada que él (una diferencia común entre los nobles y otras clases sociales menos privilegiadas), un esponjoso cabello negro y una figura un poco más regordeta. Vestida con un vestido rosado con la falda un poco más subida de lo usual.
Amethyst casi se cae por la ventana, de no ser porque Aguamarina aparece -¿Estás bien Ame?- La hada madrina pregunta con curiosidad, pero entonces ella ve al chico peliblanco correr para salir del castillo.
Aguamarina persigue a su ahijado humano mientras él sale afuera. Entonces la hada se da cuenta de cómo Amethyst observa escondido desde un árbol a aquella chica al lado del río.
-Oye, no la violes- Aguamarina aconseja con indiferencia, tensando los hombros del chico peliblanco.
-¡Yo nunca haría eso!- Amethyst responde ofendido, pero entonces él ve la mirada escéptica de su hada madrina -De verdad, solo mírala...- Amethyst exclama sorprendido de si mismo por caer tan rápido enamorado.
-Muy bien, tienes 16, y diría a simple vista que ella también. Si tantas ganas tienes de follar, específicamente con ella. Ve a hablarle y no seas maricon- Aguamarina desafía.
-Por supuesto- Amethyst acepta desafiante, pero al intentar dar un paso él se da la vuelta.
-¿Que haces?- Aguamarina pregunta expectante, ella se comería unas palomitas, pero aún no las han inventado.
-No sé qué decirle- Amethyst exclama repentinamente, la hada suspira.
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Nora está cantando una pequeña canción mientras espera a que la ropa seque, pero entonces ella escucha unos pasos que atraen su atención, se trataba de un chico de cabello blanco, bastante largo y revoltoso, no muy alto pero en cierta forme física -Hey- El chico saluda con una sonrisa.
-Hola- Nora corresponde el saludo amablemente. Amethyst entonces se queda callado me teniendo su sonrisa confiada, una pequeña gota de sudor cae por su frente.
Nora mantiene silencio con cierta curiosidad, parece que algo (que Nora no puede ver) le da un codazo al chico de cabello blanco -Perdona mis modales, soy Amethyst Cuarzo- El peliblanco se presenta haciendo una reverencia hacia la chica.
-Nora. Un placer- La chica exclama educada con un pequeño movimiento de su mano. Amethyst toma la mano de ella y le da un pequeño beso.
-Ehh. ¿Que haces aquí, Nora?- Amethyst pregunta con curiosidad buscando la conversación.
-Seco la ropa- Nora responde con calma -¿Y tú?- La chica exclama con calma.
-Bueno, estaba estudiando pero entonces...me distraje... el río es hermoso. ¿No crees?- Amethyst exclama y Nora asiente concordando en eso.
Pero entonces Amethyst saca una bolsa con monedas, que él entrega a la chica -¿Y esto?- Nora pregunta confundida.
-...¿Por cuanto me la chupas?- Amethyst pregunta, Nora por su parte guarda silencio.
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-A Perla le agradaría esa chica, si no se hubiera detenido ella te habría matado- Aguamarina exclama mientras coloca un trapo húmedo en una de las heridas de Amethyst.
-No necesito ninguno de los comentarios de Perla- El peliblanco menciona gruñendo con molestia -Lo fastidie, demonios. En verdad esa chica es hermosa- Amethyst exclama, parece por unos momentos que se le va el aliento.
-Habrías dicho eso en vez de pedirle directamente que te haga una mamada- Aguamarina menciona con indiferencia mientras que el chico se da una palmada en el rostro.
-¿Puedes ayudarme?- Amethyst pregunta.
-No hago milagros- La hada responde con calma -¿Que te parece si le mandas una carta o algo? Quizás un regalo, la invitas aquí y le dices que quieres disculparte- Aguamarina menciona.
-Si, eso suena bien- Amethyst exclama mientras que su hada madrina de va a hacer un poco de magia.
******
Amethyst espera expectante en su cuarto, cuando la puerta de atrás del castillo se abre, y guiada por unas instrucciones, Nora llega a su habitación -¡H-hola!- El peliblanco saluda.
-...Hola- Nora responde con la voz baja, ella en general no parece muy asertiva. Al menos esa es la opinión de Amethyst.
-Te he, llamado aquí para disculparme- Amethyst menciona apenado inclinándose hacia la chica pelinegra.
-Gracias- Nora exclama con una pequeña sonrisa, mientras que el peliblanco se sonroja por aquella visión.
-Eres hermosa. ¿Te lo dicen a menudo?- Amethyst exclama cortejando a la chica pelinegra. Nora niega con calma -Deberían- El chico peliblanco exclama pero entonces la chica toma sus brazos con fuerza.
Amethyst traga saliva nervioso, ya habiendo comprobado que Nora era muy fuerte -Noto que te estás esforzando, demasiado. Si quieres algo, solo tenías que pedirlo. Pero no me trates como una prostituta barata, solo tengo una petición- Nora sentencia.
-Oh santo señor- Amethyst exclama sonrojado, parece que su corazón se derrite -¿Que quieres? Tengo muchas cosas que ofrecer- El chico peliblanco exclama.
-Un paseo en caballo- Nora exclama emocionada, Amethyst por su parte está sorprendido pero su corazón da un brinco. Aguamarina por su parte no puede creer lo que acaba de pasar.
******
Después de que Nora haya cabalgado en el caballo de Amethyst, llamado Rosinante, el chico peliblanco lleva silenciosamente a la chica a su habitación.
Amethyst da un beso al cuello de Nora, quién está acostada en la cama del chico peliblanco.
La pelinegra da pequeñas caricias al rostro de Amethyst, entre todo aquel cabello que conforma la melena del noble. La piel de Nora empieza a tornarse roja conforme los besos de Amethyst se convierten en mordidas.
Pequeños gemidos salen de Nora, cuyo rostro toma un color rosado cuando las manos de Amethyst se adentran en su vestido.
Los dedos del chico peliblanco se parecen a garras, aferrándose a las curvas de la pelinegra. El vestido de Nora cae lentamente por las acciones de Amethyst.
Viendo aquel cuerpo desnudo frente a él, Amethyst toma entre sus manos los pechos de Nora. No demasiado grandes, no demasiado pequeños.
Uno de los pezones de la pelinegra termina en la boca de Amethyst, quién muerde y succiona, mientras que su mano derecha juega con el otro.
Si bien la boca del peliblanco ya causaba un sonrojo en Nora, el pellizco de Amethyst en uno de sus senos genera una pequeña descarga en el cuerpo de la pelinegra.
La espalda de Nora se arquea un poco mientras sus senos permanecen contra el rostro del peliblanco. Pero entonces él bulto de él resalta contra el cuerpo de ella.
El abdomen de Nora recibe el calor proveniente del cuerpo, y la erección de Amethyst, cuyas manos descienden tomando las caderas de ella por unos instantes.
Apretando los muslos de Nora, Amethyst escucha con emoción como ella deja salir un pequeño chillido, mucho más alto que sus gemidos usuales.
En poco tiempo el peliblanco se separa brevemente para empezar a retirar sus prendas de vestir frente a la chica pelinegra.
Las manos de Nora van de sus costados a su clítoris, masturbándose frente al noble que se desviste. Ciertamente Amethyst está un poco sorprendido por esto.
Ahora desnudo y con un tono rojo en su rostro, Amethyst vuelve sobre Nora para que su mano empiece a meter algunos de sus dedos en la entrada de ella.
Sonidos húmedos salen acompañados de los gemidos de Nora debido a la estimulación de su entrada. Amethyst intenta besar a la chica pero ella lo evita.
En respuesta Amethyst muerte una de las clavículas de Nora, cuyo cuerpo da pequeños temblores debajo del noble de cabello blanco.
Con una repentina brusquedad, los dedos de Amethyst se mueven con más rapidez y fuerza dentro de Nora y entre los muslos de la pelinegra.
Ella deja una mordida en la oreja del peliblanco, para sorpresa de él. Nora entonces se corre dejando una pequeña marca de mordedura en Amethyst mientras que la cama se humedece debajo de ella.
Amethyst sonríe y retira sus dedos de Nora, la pelinegra ajusta sus caderas mientras que las manos de él van detrás de la espalda de ella.
Rozando la longitud de su miembro contra la entrada de Nora, Amethyst empieza a penetrarla gentilmente. Notando entonces como las paredes de ella aprietan contra su miembro.
Un pequeño escalofrío de excitación recorré la espalda de Amethyst, mientras que sangre sale desde la rotura del himen de Nora. La chica pelinegra muerde sus labios conteniendo el dolor.
Las manos de ella se colocan detrás de la espalda de Amethyst, quién permanece dentro de ella quieto durante unos momentos más antes de empezar a moverse.
Las embestidas de Amethyst, penetrando el sexo de Nora son lentas pero alargadas, haciendo que la gran parte de su longitud entre y salga de los interiores de la pelinegra.
Pequeños gruñidos salen de Amethyst conforme el continua embistiendo contra las caderas de Nora, que después de sus temblores iniciales, dan pequeños círculos contra el miembro del peliblanco.
El ritmo del encuentro entre él y la pelinegra aumenta, conforme el interior de Nora se adecua a aquel acto, las embestidas de Amethyst se tornan mucho más rápidas.
Las piernas de Nora atrapan las caderas de Amethyst, cuyos brazos suben y sostienen el cuerpo de la pelinegra con fuerza contra la madera de la cama.
El sonido del noble penetrando el sexo de Nora se hace mucho mayor y evidente con los gemidos más altos del par de adolescentes entrando en la adultez.
Aguamarina, siendo un hada invisible para casi todas las personas, está viendo todo desde el punto ciego de Amethyst, cuyos movimientos se vuelven más bruscos y erráticos conforme las caderas de Nora se unen más a su longitud.
Amethyst se torna finalmente más sensible, y desde su miembro erecto él se corre junto con Nora. Un último gemido sale de ambos mientras caen en la cama.
Entre las sábanas, Amethyst continúa dentro de Nora, dando pequeñas embestidas hasta que ellos dos caen dormidos.
******
A la mañana siguiente Amethyst se despierta solo -Esa chica fue mucho más rara de lo que pensaba- Aguamarina menciona golpeando a su ahijado para despertarlo completamente.
-¿Donde está ella?- Amethyst pregunta con curiosidad, a lo cual el hada apunta con su varita azul al establo.
Amethyst se viste y se dirige allí, encontrando a Nora mimando a Rosinante -¿Quién es un buen chico? Tú, si, tú- La pelinegra exclama con emoción acariciando la cabeza del caballo blanco.
Silenciosamente Amethyst se dirige detrás de Nora -Hola- El chico peliblanco exclama tomando la cintura de Nora entre sus brazos, su rostro también se coloca contra el cuello de ella -¿Quieres montar otra vez?-
-No, solo creo que este amigo necesita un par de mimos- Nora exclama con inocencia dando un beso al hocico de Rosinante. Pero entonces Amethyst la tumba en el heno.
-Este no es el mejor lugar pero ¿Podemos?- Amethyst pregunta algo apenado pero su boca deja otra marca en el cuello de Nora.
-Este bien- Nora acepta con un suspiro, sus caderas un poco adoloridas son levantadas por Amethyst, quién inicia diferente a la anterior vez y levanta el vestido de Nora para empezar a lamer la entrada de ella.
Retorciéndose por las acciones tan repentinas del peliblanco, Nora tiene que ahogar sus gemidos en aquel lugar tan público, una sonrisa arrogante se forma brevemente en Amethyst.
Las piernas de Nora se colocan en los hombros de él, conforme Amethyst extiende su lengua por el húmedo interior de la chica pelinegra.
Aunque Amethyst no es el más habilidoso, pequeños escalofríos recorren el cuerpo de Nora conforme la estimulación de sus paredes aumenta.
La respiración de Nora se torna más pesada, ella muerde uno de sus dedos mientras que debido a lo sensible que estaba su interior después de la noche reciente, ella se corre.
Amethyst sube la falda de Nora, acomodandole en aquel pajar, con cierta dificultad él saca su miembro de entre su ropa, preparándose para penetrar a Nora, con ella de costado.
La pelinegra apenas está experimentando su segunda vez, y sus paredes se estrechan alrededor de Amethyst después de que este vuelve a penetrar su sexo.
Lo que el chico de cabello no esperaba era estar igual de sensible que su compañera, su pene envuelto por la vagina de Nora empieza a tornarse en una erección más dolorosa dentro de ella.
Intentando embestir más lentamente para evitar mucho ruido en aquel lugar, el miembro de Amethyst tiembla de la punta hasta la base, entrando y saliendo de las húmedas para paredes de Nora.
La unión de ellos dos se torna más errática conforme la longitud del peliblanco penetra los interiores de la pelinegra.
El rostro de Amethyst se coloca y respira, restregándose con fuerza contra el cuello de la sonrojada Nora, que suelta algunos gemidos pero es silenciada por la mano de él, que coloca algunos de sus húmedos dedos en la boca de ella.
El par de amantes entonces llega al clímax, corriendose un poco cansados, pero Amethyst es rápido en levantarse junto con Nora y arreglarse.
El peliblanco intenta besarla una vez más, pero la pelinegra sigue negándose. Al final Nora se despide de Amethyst porque ella tiene que volver con su familia.
El peliblanco ve a la pelinegra irse hacia su pueblo, el cual ala familia de él gobierna por nacimiento-¿Feliz?- Aguamarina pregunta volando al lado de su ahijado.
-No, creo que en realidad ella no me ama- Amethyst señala frustrado, a lo cual el hada asiente con obviedad, haciendo al peliblanco fruncir el ceño.
-Hay mucho tiempo para que hagas eso, dale un poco de tiempo, las relaciones no se construyen solo en sexo. Llevale algo de comer en secreto o algo- Aguamarina menciona, el peliblanco asiente con determinación, pero entonces ellos dos escuchan los gritos de Perla.
-¿No cambiaste las sábanas?- Amethyst pregunta con molestia y sorpresa.
-No es mi trabajo- La hada responde con calma, mientras que Perla empieza a perseguir a Amethyst. En poco tiempo la relación de Amethyst y Nora continuaría, y daría a luz a un bastardo que acabo invadiendo Inglaterra.
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Dato curioso, a parte de que este porno está basado en las leyendas arturicas y por eso la presencia de hadas y el tema de la caballería, esto es otro porno histórico.
Los padres de Guillermo o William el conquistador tuvieron una historia similar, donde la madre de él estaba tendiendo la ropa y su padre, señor de Normandía, la vio. El resto es historia.
A parte de eso, "Rosinante" el caballo de Amethyst es una referencia al caballo de Don Quijote de la Mancha.
*Fae: Solo se menciona una vez, pero fae es una forma de llamar a las hadas en la cultura irlandesa.
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