2:53am

El beso fue delicado, algo sencillo pero que lograba despertar muchas emociones en el interior. No fue un beso de película, ni tampoco uno de pasión, fue lo más simple que pudieses pensar, fue sólo un movimiento de labios a la par pero que ambos pudieron disfrutar.

Diego se alejó de ella para tomar un poco de aire y volver a besarla, esta vez fue algo más corto, unos cuantos besos cortos que provocó un leve sonrojo en las mejillas de Paula. Él sonrió por ese logro.

— ¿Alguna vez pensaste que ibas a besar a alguien bajo la luz de la Luna? —le preguntó a ella, Paula sólo negó con su cabeza—. Eres hermosa, Paula.

—No, deja de decirme éstas cosas—comentó y se alejó—. Tú le gustas a Alaba y yo tengo una regla sobre eso—confesó—, soy la peor amiga que hay, oh dios, oh dios—él se rió por eso y se acercó nuevamente para besar su mejilla. Paula lo alejó con el ceño fruncido— ¿Por qué hiciste eso?

—Porque quise—respondió en medio de una sonrisa—. Escucha, Alba no me gusta, la que me gusta eres tú.

—Pero no puedo gustarte, no me conoces, no sabes nada sobre mí—respondió—. Regresaré a la fiesta, es lo mejor—se dio media vuelta para comenzar a caminar de regreso, Diego se apresuró a tomarla del brazo deteniéndola.

—No, no, no—repitió—. Hoy logré dar el paso más grande contigo y esto no puede arruinarse, dame una oportunidad.

—Le gustas a Alba.

—Lo que a ella le gusta es la imagen que les doy a todos, no yo realmente—respondió.

—Quizás eso sea lo que te pase conmigo también—él negó—. Eres un extraño para mí.

—Un extraño que te conoce más que nadie—la soltó—. Está bien, ve a la fiesta y olvida todo esto. Yo haré como si eso no me doliese.

Paula intentó calmarse un poco y se acercó a él.

—Diego, eres el típico chico cliché de los libros que he escrito—confesó—. Es muy extraño para mí porque normalmente no soy como las chicas de mis libros, por mucho que intente serlo no soy una persona muy interesante, paso la mayor parte de mi día escribiendo y estudiando, prácticamente no tengo tiempo para más nada. No debo gustarte.

—¿Lo dices por ti o por Alba?

—Sé que no le gustas a Alba en plan de tener una relación, ella es más de las que se enamora en plan de chico lindo con guitarra y está bien, quizás yo pueda hablar con ella y sé que entendería, el problema es que nos acabamos de conocer y la vida real no es como un libro.

—Dame una oportunidad y te demostraré que valgo la pena, no pide que te enamores de mí hoy pero sí que me dejes al menos intentarlo—ella suspiró y caminó hasta la acera de la calle para sentarse en ella—. ¿Estás cansada? —preguntó él al verla quitarse los zapatos.

—No sé extraño, tú eres el que me conoce—se rió para salir corriendo con los zapatos en la mano.

— ¿Se supone que debo ir detrás de ti? —dijo subiendo el tono de voz y caminando un poco hacia ella. Paula al verlo acercarse corrió más rápido.

—Se supone que deberías saber la respuesta—le gritó ella un poco lejos.

Diego sonrió, la noche apenas estaba empezando. 

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