2:31am 

Paula tragó su propia saliva ante las palabras del chico.

No quiero ser sólo tu amigo.

¿Estaba él confesándose? Eso le parecía una idea bastante alocada para ser sinceros pero una parte de ella creía que podría ser real. Aunque normalmente uno no anda por la vida enamorándose de las personas con las que nunca ha hablado; así no suelen suceder las cosas.

Sin embargo ocurre muchas veces que una persona llega a idealizar a otra solamente con verlo, ama la imagen que tiene de ella más no la conoce realmente. Es una lástima cómo una persona puede llegar a decepcionarse cuando conoce a su amor idealizado porque no siempre llega a ser igual a como tú lo habías pensado. Pero para Diego fue todo lo contrario, él llegó incluso a enamorarse más de ella.

Y aunque enamorarse es una palabra bastante fuerte para decir de alguien que apenas conoces, él estaba seguro de cómo se sentía al respecto.

—Paula—susurró su nombre al notar que ella no respondió a su comentario anterior.

—Me dijiste en Burger King que sólo estabas coqueteando—respondió y bajó la mirada, él intentó acercarse pero sólo logró que ella diera un paso hacia atrás.

—Yo no quería que actuaras justo como estás haciéndolo ahora—explicó—. Sé que no te esperabas esto porque nunca habíamos hablado antes de esta noche pero Paula—se acercó tomándola de la mano y haciendo que ella volteara a verlo—, pienso que eres la chica más genial que existe y soy un tonto por nunca haberme acercado a ti.

—No soy alguien genial, sólo soy Paula.

—Pero Paula me gusta—ella negó—. Tú me gustas.

—No puedo gustarte, nunca me has dado una señal de eso siquiera—dijo exaltada—. Mi mejor amiga pasa todo su día viéndolos, creo que ella al menos se hubiese dado cuenta de que tú tenías algún interés en mí.

—Soy alguien precavido—se defendió—, hoy intenté invitarte a bailar pero tú pensaste que hablaba con tu amiga.

—Normalmente los chicos la invitan a ella.

—Pero yo quería invitarte a ti—se acercó un poco más y tomó su mentón, el corazón de la castaña se aceleró por completo; él no tenía intención de besarla ¿o sí?

Sus ojos se encontraron unos segundos para luego él bajar la mirada a sus labios, quería besarla en toda la noche, ¿por qué no lo hacía ahora? Temía por que ella se alejara y lo golpeara por ser un atrevido pero temía más no poder probar el saber de sus labios. Se acercó un poco más y posó una de sus manos en el cuello de ella.

— ¿Qué pretendes? —susurró ella un poco agitada por los nervios.

—Besarte—y sin más nada que decir, él tomó valor para poder hacerlo.

N/A: ESTA HISTORIA ME CAUSA MUCHO FEELING ADKASNDO