13
1:31am
El Burger King más cercano quedaba como a tres cuadras del parque, era un camino rápido si ibas en auto pero tomando en cuenta de que ya eran más de las doce y que ningún autobús iba a pasar, decidieron enfrentarse a la distancia y caminar esas tres—no tan largas—cuadras.
—Siento mis piernas desfallecerse—dijo la chica parando en medio de la calle para tomar aire.
—No exageres, llevamos media calle caminada solamente—respondió él—, aún falta un poco para llegar.
—Por razones como estás es que no hago ejercicio—suspiró para luego volver a quejarse.
Diego rodó los ojos y la tomó por la cintura para alzarla y colocar parte del cuerpo de ella en su hombro con el fin de cargarla y así empezó a caminar.
—No te estás quejando.
— ¿Por qué debería quejarme?
—No sé, eso siempre pasa en las películas—respondió—. Las chicas siempre piden que las bajen.
—Estoy cómoda y no quiero caminar—confesó—, estoy realmente agradecida de que hayas hecho eso. Aunque ni te atrevas a tocar mi trasero—él se rió y siguió caminado tranquilo. Le gustaba tenerla de esa manera porque así se encontraba cerca de ella—. ¿Falta mucho? —preguntó—. Estás caminando muy lento.
—Disculpa pero no todos somos Barry Allen—respondió con sarcasmo, ella se rió—.Falta la mitad del camino, ¿quieres que te baje?
—No, así estoy bien.
—Pensé que eras tímida.
—Introvertida más bien, son dos cosas muy distintas. Además, me agradas así que estás viendo mi lado de confianza—respondió—, pocos lo conocen, tienes suerte.
—Me gusta saber eso—sonrió—. Aunque me gustaría poder conocerte más, «más de lo que ya sé» pensó.
—Puedes preguntarme lo que quieras, así el tiempo pasa más rápido—le dijo, Diego creyó que era una buena idea. Pensó en qué pregunta podría hacerle pero habían tantas que no sabía por cuál comenzar.
— ¿Qué te inspiró a crear tu primera historia? —le preguntó curioso.
—El amor, aunque muy poca gente conozca este pequeño dato sobre mí, soy una persona romántica la mayoría del tiempo. Claro que no suelo expresarlo como debería pero sentí que todo lo que yo quería demostrar como amor debía ser plasmado en un libro.
—Y así nació Realmente tú y Torbellino de amor—susurró—. Me gusta, ¿aunque hablas sobre lo que de verdad desees que te pase o como una opinión general?
—La verdad es que desearía tener una relación como Janen y Federico, pero no podría conocer o encontrar un chico de esa forma.
— ¿En las afueras del tren?
—De una manera inesperada—respondió—. Yo soy muy cautelosa con eso, me gusta estar siempre precavida, no podría conocer a alguien y sólo enamorarme sin siquiera hablarle del todo. ¿Tú no?
—La verdad es que me muero por estar con alguien con la que pocas veces he hablado.
— ¿Quién?
—Tú.
Oh, deblin.
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