7:00 pm

Dicen por ahí que los escritores te cuentan su vida, sus experiencias, sus más grandes sueños y desilusiones, añadiéndole un poco de ficción y así crean un hermoso libro que será leído por todos. Stephen King lo había dicho una vez ¿no? La ficción es la verdad que se encuentra dentro de la mentira, por eso a los escritores les gusta tanto escribir, les gusta hacerle ver al mundo que una persona con un papel y un lápiz pueden hacerte creer que la magia, el amor y la felicidad, realmente existen.

Paula quería ser escritora y lo deseaba con muchas ganas, por esa razón se había creado una cuenta en la famosa plataforma para jóvenes escritores y cada semana subía un nuevo capítulo de su nueva historia. Ya tenía varias terminadas y andaba haciendo trámites con la gran editorial Juana Blanca. Todos sus lectores aseguraban que era una de las mejores escritoras de la plataforma y estaban seguros de que podría llegar a romper los más grandes records de ventas en los últimos años.

Sin embargo Paula tenía un problema, no había subido un capítulo en dos meses, sus lectores les llenaban el tablero de mensajes y la contactaban por todas su redes sociales para que actualizara y por mucho que ella deseara hacerlo, no se le ocurría una idea lo suficientemente pasable como para sacar provecho de ella.

Suspiró frustrada al frente de la pantalla de su ordenador, ¿por qué todo lo que se le ocurría era una completa basura?

—No Paula, esa idea fue escrita hace veinte años por alguien mucho mejor que tú—se dijo a sí misma al tener una idea considerable, claro que luego se percató de que era de alguien más.

¿Qué podía hacer para que la inspiración llegara a ella? Ese dicho de que los escritores eran máquinas de crear historias era un mito, ella no se sentía de esa manera, nunca se había sentido así.

Paula amaba escribir pero la escritura no le nacía de la nada, no se sentaba frente a un ordenador y tecleaba un par de palabras que luego se volverían una línea, un párrafo, un capitulo. No, ella no era un ser mágico y sus ideas eran lo suficientemente vagas como para aburrir a los lectores.

— ¿Todavía sigues intentando encontrar algo bueno? —preguntó Alba, su compañera de piso, saliendo de su habitación.

—Soy un fracaso—suspiró y echó su cabeza hacia atrás.

—Eso no es lo que dicen tus lectores sobre ti—negó acercándose a ella. Paula volteó a verla y se dio cuenta de que estaba arreglada, más arreglada de lo normal.

— ¿Vas a salir? —preguntó con el ceño fruncido, la chica sonrió y asintió.

—Me invitaron a una fiesta de la universidad—respondió y empezó a jugar con el pelo de su amiga intentando hacerle una media trenza—, ¿quieres venir?

—Paso—Alba jaló un mechón de su cabello— ¡Oye!

—Oh vamos—agitó los hombros de la chica y luego se colocó frente a ella para hacer una mueca con sus labios—, te vas a divertir. Habrá comida, buena música, mucha gente, lindos chicos...quizás así puedas encontrar algo bueno que escribir, leí una vez que uno debía experimentar esas cosas.

Paula frunció el ceño, ¿de dónde había sacado eso? Aunque pensándolo bien, una fiesta sí podía hacer que ella escribiera algo mejor que lo que tenía. Quería darle a sus lectores lo mejor que ella podía hacer, así que no lo pensó tanto y decidió.

—Iré contigo.

N/A: Hellooo ejército! Ahr es genial llamarlos así xd Les traigo una nueva historia, a ver qué tal sale todo con ella. Será corta, unos 20 capítulos seguramente y la iniciaré en Enero!! Espero les guste <3