Especial 15k

Pareja:CamusxMilo
Advertencia:+18
Créditos a los autores de las imágenes





Why Don't You Love Me?




Camus

¿Porqué no me amas? Acaso no te das cuenta de éste gran amor que siento por ti.

Es verdad no lo notas porque tú estás ciego de amor por Aioros, mientras yo cada noche lloro porque elegiste a él y no a mí que soy tu amigo desde tiempo atrás.

Quedaste cautivado por su mirada aguamarina, su personalidad noble y única.

No me rendiré aun tengo la esperanza de que esa relación termine y yo tenga una oportunidad para ser el único dueño de tu corazón.

Milo es él único que escucha mis penas entiende cómo es mi sentir, me aconseja y alienta, es mi fiel compañero, confidente, doy gracias que está a mi lado.

No sé que sería yo sin él, siempre podré contar con su apoyo, nunca me dejará sólo.

Milo

Cómo cada noche yo me dedico a limpiar esas lágrimas que Camus mi mejor amigo derrama por alguién que siento no vale la pena, no tengo nada en contra de Saga pero me lleno de rabia al ver sufrir a mi francés favorito todos los días cuando nos reunimos en los recesos y la pareja se demuestra su amor.

Desde el balcón estuve un par de horas observando la luna, tal vez no se da cuenta, es cómo si estuviera ciego, acaso no puede escuchar los desgarradores gritos de mi corazón y me pregunto ¿Porqué no me amas?

Dando una larga y dura mirada a todo me he dado cuenta que muchas tormentas han aterrizado en mi vida pero que tu mirada no me vea con ese brillo especial que sólo le das a Saga me parte el alma.

He vivido enamorado de ti desde que te conocí cuándo recién llegaste a Grecia cómo estudiante nuevo.

¿Porqué a veces el amor es tan doloroso? Eros no se ha compadecido de mí y prefiere verme sufriendo.

Jamás me había sentido tan dividido, en una encrucijada de la que no puedo escapar sin decidir una opción.

Lo más sano para mí es que me dé por vencido y renuncie a un amor que no será posible.

Tal vez le deba dar una oportunidad a Surt ya que he visto cómo busca llamar mi atención, es otro de nuestros amigos que tenemos en común.

Mi mente me dice que s, más mi corazón tan terco se niega a renunciar por ti Camus.

Si pusieras tus bellos ojos escarlata en mí sería una historia diferente.

Odio decir adiós pero todo lo que necesito es a alguién más, debo empezar mi vida de nuevo desde cero, siempre estaré cómo ese amigo que te consuela, dándote consejos pero mi propósito será olvidarte.

Narración Normal

Dos corazones sufriendo por un amor no correspondido, cada uno con pensamientos diferentes, entre luchar o darse por vencidos.

Camus ¿Se dará cuenta de que ha cometido un error desde el principio al ver que ha perdido a la persona que es más importante en su vida?

Milo decidido a olvidar a Camus queriendo arrancarse de su pecho ese amor que sólo lo lastima.

Las palabras que salen de la boca del francés profesando su amor por alguien que ya tiene pareja, cada noche es la misma odisea que debe pasar aunque trate de hacerse oídos sordos llegan a lo más profundo.

Ámame a mí, no a él.

Quería decirle, gritarle profesando su amor por el francés.

Más no tenía el valor suficiente de hacerlo ya que sería rechazado de inmediato y su miedo más grande era que su amistad se viera afectada por su confesión.

Dejaba de lado esa idea para sólo abrazar a su roomie hasta que el sueño se apodera de él.

Camus

Los días han sido difíciles para mí, más no me he rendido, aún estoy decidido a hacerle ver a Saga que yo soy al único que debe amar, debo quitarle la venda de sus ojos y vea su equivocación.

Los pasillos están vacíos, camino junto a Saga ya que el profesor nos pidió ir por unos papeles en la oficina del director.

Es mi oportunidad.

- Saga. Detengo mi caminar y pongo una mano en su muñeca para impedirle dar otro paso más.

- ¿Que sucede Camus?. Su voz gruesa y profunda me dan escalofríos.

Sus verdes esmeraldas me miran a la expectativa.

- Bueno yo... tengo algo que decirte y es que... ¡¡Yo te amo!!. Lo grité por los nervios y sin que me respondiera me abalancé sobre él para unir nuestros labios.

Sentí cómo su cuerpo se tensaba y no me correspondía el beso.

Sus manos las posó en mi cintura yo creyendo que era para acercarme más a él sentí emoción, pero no fue así ya que me separó de inmediato.

- Lo siento Camus pero yo no siento lo mismo por ti, sabes que Aioros es ese amor que he esperado por mucho tiempo, desde que lo conocí mi corazón latió acelerado supe de inmediato que él era mi otra mitad. En verdad que no puedo corresponder tus sentimientos que sé son tan hermosos, pero dale la oportunidad a alguien más que sepa valorar tu amor que yo rechacé. Percibí la sinceridad en sus palabras que hicieron quebrar en miles de fragmentos filosos mi corazón.

Recibí el golpe de la cruda realidad, él no me ama yo fui el idiota ilusionado creyendo que con ese beso se quitaría la venda de los ojos para amarme solamente a mi.

Ingenuo.

Con la poca dignidad que me quedaba me dí la vuelta, salí corriendo para que no viera mi llanto.

Sólo quería llegar a mi habitación descargando todo mi dolor en la almohada que sabe cuanto he sufrido por amor.

Mandé un mensaje a Milo contando mi situación.

Pero no me respondió, olvidé que seguía en clases.

Caminé a pasos lentos por las calles transitadas para despejar mi mente, ya en el departamento me dejé caer en el colchón para cerrar mis ojos.

Milo

A veces las clases me aburrían mucho, Cronos burlón parecía detenerlos a su antojo para fastidiarme.

Pero para ser alguien en la vida y no ser un vagabundo, debía superarme a nivel académico probando mi capacidad intelectual.

En el receso no vi para nada a Camus me pareció extraño ya que siempre nos veíamos para comer juntos además de la parejita.

Divisé a lo lejos a Saga con Aioros, caminé para preguntarle sobre el paradero de mi amigo.

Dando los primeros pasos...

- ¡¡Milo!!. Escuche una voz atrás que me llamaba.

- ¿Que hay Surt?. Le dediqué una sonrisa de lado ganandome un lindo sonrojo por parte del pelirojo.

- Quería invitarte a ir al cine o hacer otra actividad que tú quieras ¿Aceptas?. Tan tímido que en verdad me parece tierno su actitud.

Creo que es una señal para que olvide a Camus y seguir mi vida al lado de otra persona.

- Está bien, te parece después de clases. Volví a sonreír.

- Claro, traje mi moto. Sabe cómo ganarme.

- ¡¡Perfecto!!. Adoro la adrenalina que me recorre las venas a la velocidad de la luz.

Seguimos charlando olvidándome por completo de Camus y buscarlo.

Fue agradable el receso al lado de Surt, éramos amigos pero no llegué a conocerlo del todo por estar tan embobado por Camus.

Tal cómo quedamos en la hora de la salida él ya me esperaba, caminamos hacía el estacionamiento dónde nos esperaba esa hermosura, me dio las llaves de su moto y mis ojos se iluminaron.

Le pasé el casco montándome primero para que él se subiera después poniendo sus brazos alrededor de mi cintura.

El motor rugió y salí del estacionamiento acelerando.

Recorrimos parte de la ciudad hasta llegar al cine que por ser día de semana no había tanta gente en la fila.

Me formé para comprar los boletos no sin antes elegir la película que veríamos, al parecer coincidimos con La Carrera De La Muerte.

Y él compraría las golosinas, nos reunimos en la sala que correspondía a la función que aún no comenzaba.

Muchos asientos disponibles y volvimos a coincidir en los del palco de arriba.

Compartimos uno que otro punto de vista hasta que terminó la película que sin duda era muy buena.

Ésta "cita" si es que se le podía llamar así iba muy bien.

Me estaba divirtiendo ya que desde hace mucho tiempo no lo hacía por escuchar los lamentos de Camus y su amor imposible.

En todo lo que transcurrió de la tarde no pensé en él ni en la noche que cenamos en un restaurante de comida china.

Caminamos hasta llegar al mar y la brisa fresca nos recibía moviendo nuestros cabellos que los traviesos vasallos del Dios Eolo mandaban.

- Milo. Casi en un susurro dijo la persona que estaba a mi lado.

- Dime. Respondí casi en el mismo tono sin mirarlo porque estaba atento al manto estrellado que se alzaba sobre nosotros.

- No sé por dónde empezar, pero quiero agradecerte que hayas aceptado mi invitación, también quiero decirte que me gustas, no sabes cuánto deseo que seas mi novio pero antes déjame ganarme tu corazón, quiero conquistarte para así ser merecedor de una persona valiosa cómo tú. Enfoqué mi mirada en él y mi corazón latía acelerado, si esa confesión saliera de los labios de mi francés favorito enseguida hubiera saltado a sus brazos diciendo mil veces Sí.

Pero se supone que yo quiero arrancar ese amor que no tendría un principio ni un final.

- Surt tus palabras me han tomado por sorpresa pero quiero ser sincero contigo, en éste momento mi corazón ama a alguien más pero estoy consciente que él no me corresponde, lo que trato de decir es que seas paciente conmigo y que las cosas fluyan a su tiempo para ver qué pasa entre nosotros. Tenía en claro que lo seguía queriendo, olvidar un amor de años no es tan fácil.

- No te preocupes que no pienso presionarte ni obligarte a amarme de la noche a la mañana, te esperaré el tiempo necesario y que todo pase sin ser forzado. Tomó mi mano entre las suyas para transmitirme confianza y creer en su palabra.

- Gracias por comprenderme. Le dediqué una sonrisa sincera que él me devolvió ampliamente.

- ¿Puedo pedirte algo más? Aunque no sé si vayas a aceptar. Su timidez de nuevo me causaba ternura.

Dioses si que Surt es tan lindo a su manera.

- Depende de lo que pidas. Encogí mis hombros casi restándole importancia.

- Un beso, sólo eso y te prometo que no volverá a suceder hasta que sientas que puedas corresponder mis sentimientos, lo prometo. Sus mejillas teñidas en carmín hicieron que no me negara.

- Está bien. Respondí de inmediato ya que no me quitaba nada darle un beso, sus ojos se abrieron cómo platos al escuchar que aceptaba su petición y reí por lo bajo.

Me acerqué a su rostro y él ante mi cercanía cerró sus ojos por instinto, mis labios chocaron con los de él en un roce labial superficial que duró cinco segundos.

Al separarme sus párpados se abrieron lentamente y no decimos nada pero se notaba en su mirada una alegría desbordante.

- ¿Nos vamos?. Consideré que ya era hora de retirarnos, él asintió para subirnos en la moto y emprender el camino directo a casa.

Camus

Desperté y vi que todo estaba a oscuras, me pareció raro que Milo aún no llegará del colegio, no me avisó que llegaría tarde además que no respondió mi mensaje que le envíe desde la mañana, ya no le dí más vueltas al asunto.

Me preparé algo de comer y mientras lavaba los platos escuché la puerta abrirse.

Salí para ver a Milo desparramado en el sofá sonriendo cómo tonto.

- Te mandé un mensaje y no respondiste, ¿Se puede saber dónde estabas y porqué llegas tarde?. Estaba enojado y el tono que usé fue en reproche.

- Lo siento Camie pero no tuve tiempo de ver mi celular ya que estuve con Surt y no pude avisarte que llegaría tarde. Sonrió inocentemente pero algo en mi pecho se instaló al mencionar a mi amigo pelirojo.

Rodé los ojos ignorando ese sentir que me supo amargo y no sé porqué.

Le conté el suceso de la escuela y dejé caer las lágrimas que contuve al llegar.

Sólo Milo podía calmar mi dolor con sus palabras alentadoras, su presencia me brindaba la protección que necesitaba.

Los siguientes días lo notaba más alejado de mí porque Surt ahora estaba más apegado a él que de costumbre.

Me sentía desplazado por mis dos amigos aunque Milo es mi mejor amigo, Saga y Aioros también se unían a nuestra reunión que cómo siempre se daban sus cariñitos frente a mí.

Mejor salía de ahí poniendo de excusa tener una tarea pendiente o ir por unas cosas a mi casillero.

Su atención ya no era para mí sino para él, todos los días después de clases salían a algún lugar juntos.

Caminaba sólo por las calles sin ese griego travieso.

Ya no era el mismo de antes, lo veía mas distante, no éramos unidos cómo al principio.

De nuevo ese sentimiento se instalaba en mi pecho que no podía explicar era una mezcla de rabia, enojo, celos.

Me dolía que Saga me rechazara y de nuevo la herida se abría al verlo feliz con Aioros.

Me refugiaba en los brazos de Milo pero sus caricias ya no eran las de antes, no había esa devoción con la que tocaba mi cabello o sus palabras dulces a la hora de consolarme.

Ya no había nada de eso, sólo se mantenía en silencio y mis lágrimas brotaban con más intensidad porque me dolía.

Él también ya no me quiere, al igual que Saga me hizo a un lado.

Quiero a ese Milo de antes, el que me sacaba sonrisas aunque no tuviera ánimos, el que se quedaba dormido a mi lado.

Ahora mi atención se centra en el griego travieso que es mi mejor amigo, ni siquiera por una fracción pequeña pienso en Saga.

¿Porqué? Ni yo lo sé.

Escucho atento lo que ambos planean creyendo que los ignoro de su interesante charla, piensan ir a una feria que recién ha llegado.

Me despido de ellos a la salida y cuando los veo partir tomo un taxi para indicarle al chofer la dirección.

Los sigo cauteloso, van de un lado para otro en las atracciones, sé que Milo es un loco amante de la adrenalina igual que Surt.

Se ven felices divirtiéndose mientras yo siento cómo un aura oscura me rodea y mis propios demonios me susurran al oído que he perdido la batalla de nuevo.

Aprieto mis puños para calmar la ira que se apodera de mi y no ir hacia ellos que comen helado además que prueban el de cada uno de la mano del otro.

Milo intencionalmente ensucia toda la boca de Surt con su helado riendo sonoramente pero le quita el rastro dulce de sus labios con su servilleta para al final darle un beso en su mejilla.

Me doy la vuelta para irme, no tengo el valor de quedarme y ver cómo se besan después.

Ya no tengo con quien desahogar mi sentir, Surt me ha quitado lo único que tenía.

No sé como llegué al departamento, encerrarme en mi habitación para llorar amargamente hasta que me quedé dormido.

Desperté temprano, no quería ver a Milo, es sábado por lo que tomé lo primero de mi guardaropa y salir en silencio.

Caminé sin rumbo fijo en la ciudad, veía parejas felices tomadas de la mano por donde quiera que iba.

Necesito pensar mi situación actual, ordenar éstos sentimientos que se convirtieron en un caos.

Llegué y todo estaba silencioso, dejé salir un suspiro, de seguro salió con Surt.

Para no pensar más me dediqué a hacer mi tarea y adelantar otros proyectos que se entregarán a fin de mes.

Me levanté de la silla para que los músculos de mi espalda se relajen porque llevaba muchas horas sentado que no ví cuando el sol se ocultó en el horizonte.

La luz de mi computadora era lo único que mantenía iluminado la habitación.

Salí por un vaso de agua y me topé con Milo saliendo de la cocina, se notaba que recién había llegado de quién sabe dónde con Surt.

Lo saludé fríamente y él me sonrió tan cálidamente, me sentí como un cubo de hielo expuesto al sol porque me derretí por completo con esa sonrisa.

Me volví sobre mis pasos y encerrarme de nuevo en mi habitación olvidando por completo beber agua.

¿Porqué ese extraño latir de mi corazón?

Horas que pasan transformándose en días donde me siento más confuso sin poder conciliar el sueño por pensar en Milo.

Dije alguna vez que me sentiría feliz si él encontraba a su pareja pero no concibo la idea de que sea Surt.

Es mi amigo el asgardiano pero no quiero que sea el novio de mi bicho griego.

Se ha vuelto caótico mi mente, confundiéndome en algunos casos.

La convivencia con Milo es nula ya que cómo siempre sale con Surt.

También comprendí que son celos, así es, estoy celoso porque pasan más tiempo juntos mientras yo ignorado.

¿Qué hice mal para que me pase ésto a mí? Primero Saga ahora Milo.

Haciendo un retroceso desde mi llegada por primera vez a tierras griegas y cómo chico extranjero que llega a una escuela nueva no pasé desapercibido para nadie, me perdí en un pasillo para ir a la oficina del director pero cierto rubio y piel besada por el sol me ayudó en la dirección que tomaría.

Agradecí torpemente y su mirada zafiro traspasó mi alma haciendo que mi corazón latiera cómo un loco.

De ahí volví a encontrármelo en la clase que me tocaría a primera hora, decirme su nombre Milo cuyas letras las repetí finamente con mi acento francés creando un lazo de amistad al instante.

El destino volvió a juntarnos porque la habitación que me asignaron la compartiría con otro compañero que no pensé fueras tú.

No sé porque pero las palabras de Saga me llegaron cómo una bomba.

<<Supe que era mi otra mitad porque en cuanto nuestras miradas chocaron mi corazón latía desbocado de mi pecho, él era el indicado, aquel que esperaba por mucho tiempo>>

Eso quiere decir que yo he cometido un grave error, mi destino es Milo siempre ha sido él y yo idiota no reconocí las señales.

Cuando conocí a Saga sólo me deslumbró su personalidad tan masculina y su forma de pensar pero nunca sentí esas palpitaciones que se asemejan a un infarto.

Tiré de mis lacios cabellos del color de la sangre y repetir lo estúpido que soy.

Siempre desde el principio me enamoré de Milo pero yo pendejo no me dí cuenta hasta ahora.

Fui un ciego todo éste tiempo adorando a alguien que es feliz con otra persona que sí es su complemento.

Mis lágrimas ahora son de coraje pero no voy a rendirme, tendré el amor de Milo así tenga que librar una batalla de mil días con Surt porque estoy dispuesto a recuperar a mi amigo, confidente y futura pareja.

Pero primero debo tantear el terreno para ver cómo jugaré mis cartas.

Seguí aparentemente normal pero ahora que estoy consciente de éste amor que siento por Milo mis celos aumentaron el triple al ver cómo Surt mi enemigo pasa más tiempo con el griego que debe ser de mi propiedad.

Necesito consejos además de pedirle perdón por mi actitud de psicópata enamorado.

Fue un alivio que me perdonara y su actitud tan amable me hicieron sentir bien conmigo mismo le dí un fuerte abrazo a Saga para irme a mi departamento.

Al siguiente día no habría clases por ser día festivo, imaginé que Milo saldría con Surt pero no fue así porque estaba ahí preparando el desayuno, sólo llevaba puesto un short que resaltaba sus redondos glúteos y me mordí mi labio inferior alejando cualquier pensamiento pecaminoso.

- ¿Te ayudo?. Dio un pequeño brinco en su lugar, al parecer lo asusté y me reí por ello ya que siempre el que se llevaba ese tipo de sustos era yo.

- ¡¡Camus!! No vuelvas a hacerlo, casi me da un infarto carajo. Seguí riendo por lo bajo y comencé a cortar las fresas ya que al parecer el desayuno sería cóctel de frutas con cereales y yogurt griego.

- Pensé que saldrías con Surt todo el día ya que siempre lo hacen. Casual inicié la conversación para tener información.

- Él tiene un asunto familiar que atender y yo también estaría ocupado ordenando mi habitación también tengo tarea pendiente que hacer. Noté cierta decepción en su voz y eso me hizo enojar pero debo estar tranquilo.

- He notado que son más cercanos, ¿Son novios?. Decir la palabra novios me dio náuseas.

- ¿Porqué tanto interés Camus?. Su mirada azul se posó en mi para tal vez leer mis pensamientos.

- Los dos son mis amigos y veo que todo el tiempo se la pasan juntos pero quiero saber si mis sospechas son ciertas. Dije para no sonar sospechoso y me delatara yo solito.

- No, no somos novios pero Surt quiere ganarse mi corazón a como dé lugar, por eso son las salidas pero seguimos siendo amigos aún. Sonrió de lado continuando en pelar la manzana.

- Ah, ya. No evité la incredulidad en mis palabras.

Dejó el cuchillo en la mesa viéndome intensamente y el ceño fruncido.

- Camus LaCroix ¿Acaso no crees en mis palabras?. Creo que si las miradas mataran yo estaría bien muerto.

- Sinceramente Milo Antares no, todos los días llegas hasta casi media noche por estar con Surt, no puedo creerte si con esas acciones haces que piense lo contrario. Me crucé de brazos con una sonrisa burlona.

- Eres un idiota ¿Lo sabías? ¡¡A ti que más te da lo que yo haga con mi vida!! Además no eres quién para entrometerte cuando aún no puedes superar a Saga y rendirte porque él ama a Aioros, estás tan desesperado que ayer te vi abrazandolo. Acepta que él no te ama así cómo yo lo hice, me cansé de esperar una señal de los dioses por un amor que no es correspondido. Fue un golpe duro sus palabras y bajé la mirada igual que él.

- No es lo que piensas, hablé con Saga para pedirle perdón y un consejo para luchar por quién en verdad amo con todas mis fuerzas. Mis manos se hicieron puños y lo miré a él con determinación.

- Ja ja ja a mi no me engañas ¿Ahora dices que amas a otra persona? Pufff por los dioses Camus desde que lo conociste quedaste hechizado por él que no mirabas a nadie a tu alrededor que no fuera Saga, siempre fue Saga mientras a mi me dejaste a un lado ignorando que yo te amaba, es por eso que preferí alejarme de ti, arrancarme del pecho ese amor que sólo me lastimaba al saber que tú nunca me corresponderías, Surt llegó cómo si fuera una señal por eso le estoy dando una oportunidad. Y cómo una estaca que va directo al corazón me llegó la confesión que salió sin permiso de lo más profundo de su corazón.

Tarde se dio cuenta que descargó todo su dolor en palabras tan sinceras y profundas.

Caminé directo hacía Milo mientras él retrocedía pero ahora que lo sé debo luchar para recuperar ese amor.

- No te dejaré escapar de mí bello escorpión porque estoy dispuesto a ganarme tu ardiente corazón, fui tan ciego que la persona que más amo está frente a mi, lucharé contra corriente peroserás mío. Se quedó sin salida entre la mesa de madera y mi cuerpo.

- Es tarde porque Surt ya se ha ganado mi corazón. Miente puedo verlo en su mirar azul que busca cómo salir y el nerviosismo que se apodera de él hablando rápido.

- Puedo oler tus mentiras Milo, no eres bueno para eso porque siempre eres honesto, aún me amas porque los latidos de tu corazón los escucho desde aquí. Me acerqué más peligrosamente a él sin dejarle escapatoria alguna.

Con la yema de mis dedos acaricié suavemente su mandíbula subiendo a su mejilla para después posar mi mano en su tibia nuca, me incliné un poco y no hizo acopio por apartarme o detenerme cuando quedé a milímetros de su rostro.

Encajaban a la perfección sus labios con los míos, acoplandose al beso que compartí con él, mis ansias por probarlo más hicieron que un segundo beso nos diéramos.

Abrió más su boca para hacer que colara mi lengüa y jugará con la suya, lo tomé de la cintura para pegarlo más a mi cuerpo.

¿Porqué la falta de aire tiene que ser un gran impedimento para continuar lo que gloriosamente estábamos haciendo?

Temblaba entre mis brazos y adoré ver sus mejillas teñidas de carmín.

- Milo je t'aime, ma petite pomme. Confesarlo fue cómo si me sacará un peso de encima.

- ¿Ésto es real y no es otro de mis sueños?. Lágrimas salían de sus bellos ojos, los záfiros siempre brillantes de alegría parecían opacos por las gotas salinas.

- Te juro que es real, te amo con todo mi corazón Milo tú eres y serás mi único amor. Perdóname por hacerte sufrir, fui tan ciego al no darme cuenta de que tú eres mi otra mitad. Besé sus mejillas borrando el camino de lágrimas.

- Camus mi Camus sólo a ti te amo, por más que he intentado olvidarte no puedo ya qué me es imposible hacerlo, éste amor es tan intenso, te llevo tatuado en mi corazón, Surt es alguien maravilloso pero no puedo quererlo. Te perdono porque te diste cuenta a tiempo de tu error. Acarició mi mejilla volviendo a besarme ésta vez más lento, con ternura.

En cuanto nos separamos...

- Déjame demostrarte todo mi amor en caricias impresas en tu piel, que adores cómo te muestro mi devoción hacía ti. Un leve asentimiento fue todo para darme a entender que daba su consentimiento.

Milo me facilitó todo ya que sólo quité su short rojo junto a su boxer.

Me arrodillé ante él a la altura de su miembro que ya estaba erguido.

Alcé mi vista sólo para ver a mi escorpión que se mordió su labio inferior ya que con sólo un par de besos estaba duro cómo una piedra.

Un suave soplo a su miembro hizo que palpitara soltando unas cuantas gotas de pre semen.

Saqué mi lengüa pasándola por toda la base y mi mano la dirigí a los testículos exprimiendolos a mi antojo.

La otra mano desocupada la dirigí a su hombría caliente y con las venas sobresaliendo iniciando leves caricias dejando expuesto el glande que lamí.

Milo gruñía y soltaba suspiros entrecortados disfrutando de lo que le hacía.

Pero faltaba algo que le sacaría los más bellos gemidos de placer, sin que se lo esperara lo introduje a mi boca toda la extensión.

Aguanté las arcadas y traté de respirar para no ahogarme, ésto me pasa por ser tan impulsivo.

Comencé a mover mi cabeza de adelante hacía atrás hasta que pude acoplarme a su grosor.

Fue música para mis oídos escuchar los sonidos que salían por lo bajo de la boca de mi bello rubio.

Quiero todo de él, su amor, su cuerpo, su alma, ser su único dueño.

Con más ímpetu succionaba aquel falo hasta que su esencia se derramó dentro de mi boca y la tragué gustoso.

- Eres delicioso primor. Pasé mi lengüa por mis labios aún sintiendo el sabor de su semilla.

No contestó ya que su pecho subía y bajaba por el orgasmo que recién tuvo.

Lo agarré firme de sus piernas para dejarlo sentado sobre la mesa y volverlo a besar con pasión.

Nuestras lengüas cómo serpientes danzaban y la sáliva escurría por la comisura de nuestros labios, ese beso tan obsceno sólo hizo que mi miembro palpitara sobre el borde de la madera.

Me separé viendo tus pupilas dilatadas, ardientes de deseo, oh mi bello griego que fuiste esculpido por el mejor artesano de los dioses.

Eres mi Adonis, mi propia deidad por la que me arrodillaría sin pensarlo.

Lamí tres de mis dedos de una forma tan erótica, cómo si se tratara de tu miembro que minutos atrás probé.

Cuando estuve seguro que estaban lo suficientemente lubricados los retiré, una pierna la subí a mi hombro y sus manos las utilizó de apoyo sobre la mesa.

Volví a besarte apasionadamente y eso me serviría de distracción, el primer dedo acariciaba tentativamente el exterior de tu entrada hasta que lo introduje, un jadeo entre el beso salió, más no hubo tensión en su cuerpo.

Lucía relajado.

Dos, tres dedos con facilidad recibió gustoso su golosa entrada.

Sentía las succiones en su interior, provocándome para que ya lo poseyera, más no quería lastimarlo, por eso me contenía.

- Camus te necesito ya dentro de mí. Porque me hace esa carita tierna con un puchero, si sabe que soy débil ante esos gestos.

Mi miembro palpita y el calor en mi vientre bajo se incendia, retiro de inmediato mis dedos sustituyendolo por mi goteante hombría.

Él suelta un gemido de satisfacción porque cumplí su capricho.

Sus paredes me dan la bienvenida, me encanta su interior tan cálido y estrecho.

Comienzo con las primeras estocadas, lentas para que pueda acostumbrarse, su cabeza la hecha hacía atrás.

Su flequillo rubio comienza a adherirse en su frente que por las primeras gotas de sudor se manifiestan.

Estoy en las mismas condiciones, todo mi cuerpo transpira por éste maravilloso ejercicio que se llama hacer el amor.

Mi antes suave vaivén se torna más intenso con mis movimientos que son más rápidos.

Sacando gemidos de esa boca griega que tanto adoro, mi pecho henchido de amor sólo reconoce a Milo cómo mi único dueño, fui un ciego todo éste tiempo pero lo recuperé antes que fuera demasiado tarde.

Sus brazos no soportaron más su peso y su espalda tocó la madera de la mesa.

- Más rápido francesito de hielo. Pidió y claro que lo complacería pero se ganaría un castigo por decirme así si yo no soy tan frío ni mucho menos un témpano de hielo.

Mi venganza fue arremeter con más fuerza en su interior pero también su otra pierna la puse en mi hombro haciendo más profundo la penetración y acercarlo más a mi cuerpo sujetandolo firme de su cintura.

Un sonoro gemido abandonó su garganta porque estimulé su próstata.

Muchos más sonidos cómo esos se oían por toda la cocina y si es posible en el exterior del departamento.

Probé su flexibilidad y con sus piernas aún en mis hombros sin detener mis movimientos ataqué sus pezones mordiendolos y chupandolos a mi antojo.

Con esa acción hice que mi escorpión gritara de placer aferrandose a los bordes de la mesa.

El sonido de mis testículos llenos de semen chocando en sus apetecibles nalgas sumado a que el interior se contraía alrededor de mi carne sólo me indicaba que pronto nuestra unión llegaría a su fin.

Y así fue, cuatro estocadas más Milo derramó su esencia entre nuestros vientres mientras yo derramé mi semilla dentro.

La respiración entrecortada era lo único que se escuchaba, retiré mi miembro y vi cómo salía mi semen de su entrada.

Dejé de observar para ahí mismo tirarme a tus brazos y éstos me rodearon.

Minutos pasamos así pero debíamos limpiar el desastre que hicimos y te ayudé a levantarte porque había una molestia en la parte baja de tu espalda.

Me diste una mirada severa pero sólo te sonreí pícaro, guiñarte un ojo y soplarte un beso al aire para que te sonrojaras desviando la mirada.

Soy malo lo sé pero es porque ya estoy loco de amor por ti Milo.

Ya no puedo pensar en nadie más que no sea en mi rubio de ojos azules cómo el mar.

Tal vez si me pasé un poquito de salvaje pero yo no tengo la culpa, él me pedía más y más que yo sólo cumplí su orden, ahora debo ayudarlo a bañarse.

Pero en el baño logré persuadirlo usando mi encanto francés para que lo hiciéramos de nuevo allí.

Le lleve el desayuno a la cama dándole en la boca los trozos de fruta, el dolor era en su cadera no en sus manos pero no me importa.

Quiero complacerlo de todas las formas posibles, él es mi nueva prioridad, conquistarlo todos los días.

Nuestra relación ya estaba definida y Milo hablaría con Surt.

Comprendió que en el corazón no se manda y vi ese dolor en sus ojos, me sentí identificado con él porque experimenté lo mismo en carne propia.

Deseo de todo corazón que encuentre al chico o chica indicado/a que lo ame sin restricciones.

Soy feliz con Milo él es mi otra mitad, tardé en darme cuenta pero pude corregir a tiempo mi error.

Ya nunca más diremos ¿Porqué no me amas?

Porque ahora sí es un sentimiento correspondido, mutuo entre los dos.







💙❄🦂❄💙







Hola mis lindos lectores espero que ésta lectura haya sido de su agrado ¿los hice sufrir al principio y que tal estuvo el especial?

La canción que dejaré al final de ésta leve palabrería me inspiró a plasmar en letra la historia con la pareja CaMilo.

El amor puede ser tan efímero o puede ser un para siempre para las personas; más yo no creo en ese sentimiento, creo que a veces no depende la felicidad de un hombre o una mujer porque es mejor tenerse amor propio, amar a la familia que están desde un principio; ese es mi punto de vista pero respeto la mentalidad de cada persona.

La canción cuando recién la escuché me hizo llorar por la profundidad de su letra y ya conocen mis gustos en los géneros de música xD

Sin más me despido bellas personitas del guatpad.

Pronto volverán a leerme :3

Nos seguimos leyendo
Atte. Skarlet Antares ❄💙🦂☠ 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top