Capítulo 47 (¿Que pasó?)

En todo el transcurso del día, se la pasó en casa de Shaina para que por lo menos pudiera pasar un rato y también como una limosna de consolación.
Ni siquiera se dio el tiempo de ir a su casa porqué simplemente no tenía ganas.
Ambos se encontraban abrazados en ese lecho después de algunas rondas sin descanso de sexo desenfrenado con tal de olvidar ese malestar que clavaba en su corazón de tan solo pensar a su pareja con Degel.

Aunque ese momento se vio interrumpido por las llamadas que entraban a su celular que reposaba sobre el mueble que tenía a lado de la cama.

— ¿Quien carajos molesta? — Se dijo a si mismo tomando parte del edredón para cubrirse, extendió su brazo para alcanzar su móvil, se dio cuenta que era un número desconocido.

Aceptó la llamada aunque seguía molesto porqué habían interrumpido sus sueños.

— ¿Diga?

Al escuchar con detenimiento aquella llamada, Milo cambió su rostro molesto a uno más serio y preocupado cuando recibía una noticia muy inesperada.

— ¡De acuerdo voy para allá! — Concluyó la llamada.

Como pudo comenzó  recoger sus prendas del suelo para poder  vestirse con rapidez.
El sonido que hacía Milo en la habitación hizo que la joven de cabellos verdes despertara repentinamente.

— ¿Qué haces Milo? —  Cuestionó con la voz adormilada y frotándose los ojos para despertar mejor.

— Una llamada de emergencia, debo ir al hospital.

— ¿Vas a dejarme sola? — Lo cuestionó con recelo al darse cuenta que se preparaba para irse.

— Debo irme, además tu y yo no somos nada; así que no quieras venir a chantajearme como siempre lo haces — Le contestó con molestia.

— Ja, ya no te diré nada — Al decir esto Shaina de cruzó de brazos — Después de todo terminas conmigo porqué nadie te quiere... Ni tu propia pareja, estás solo y yo soy tu única salida.

Milo se dio la media  vuelta, no tenía la más mínima intención de escuchar a Shaina, tomó su celular, su billetera y salió de aquella recámara azotando la puerta con molestia.

Mientras corría por las calles para poder llegar al hospital del sitio donde había recibido la llamada, intentaba pensar con claridad los hechos.
De entrada no sabía porqué su hermano tuvo un fuerte accidente a las afueras de la ciudad, si recuerda perfectamente que Kardia no saldría de casa.

Al llegar a la esquina detuvo su andar porqué  el semáforo marcaba el color verde para lo autos, mientras esperaba el cambio trató de regular su respiración agitada por correr inesperadamente.

Pasaron unos cuantos segundos, Milo no esperó a que los autos se detuvieran totalmente; su desesperación por llegar rápidamente era mucho más grande que cualquier cosa.

Nuevamente corrió sin descanso hasta el hospital esperando llegar lo más pronto posible.

El tiempo pasó repentinamente, con la respiración agitada, Milo se presentó en el área de urgencias preguntando por el estado de su hermano.

— ¿Usted es familiar del paciente Kardia?

Se acercó un caballero portando una bata blanca sosteniendo unos papeles en su mano.
Milo se dio la media vuelta y asintió, tomó de la bata al médico y con algunas lágrimas en sus zafiros preguntó desesperadamente por su hermano mayor.

— Dígame que mi hermano está bien.

— Joven, su hermano se encuentra delicado. Tuvimos que administrar sedantes para que se calmara, a uno de los enfermeros lo empujó justamente al momento de valorarlo. Tuvo algunas fracturas debido al accidente del auto donde viajaba el paciente.

En ese momento el médico le entregó un informe que habían escrito los paramédicos que lo habían auxiliado en el accidente.
Milo sin entender que pasaba tomó aquella hoja y comenzó a leerla.

Paciente masculino que refiere llamarse Kardia es encontrado en un auto totalmente deshecho del cofre.
Viajaba en el asiento delantero perdiendo gran cantidad de sangre por la incrustación de vidrios en la pierna derecha.

Seguía leyendo con detenimiento mientras uno de los enfermeros le entregó una bolsa transparente con las pertenencias de Kardia.
Aunque había una situación por la cual no encajaba en ese accidente.

— Disculpe ¿Mi hermano iba solo en el auto?

Cuestionó Milo entregando el informe.

— Los paramédicos solo encontraron a su hermano... No había alguien más en el auto.

"Nadie más" pensó Milo al ver como se alejaba el médico para atender a otros pacientes que se acercaban para ser atendidos.

Y es que en realidad no sabía porqué Kardia tuvo un accidente con el auto de Degel y lo más extraño era el hecho que solo su hermano viajaba en el auto.

— Si Kardia está aquí en el hospital... ¿Degel donde está?

Tenía muchas dudas que necesitaba disipar, por el momento no lo haría, sacó su celular para redactarle un mensaje a su padre y avisarle de lo sucedido con Kardia.
Después se daría un tiempo para hablar con Camus también.


Deuteros trataba de ser lo más paciente que podía con Camus, ya que en el estado en el que se encontraba no quería que alguna mala noticia perjudicara su embarazo. Hablando con él descubrió que el joven de cabellos rojizos era pareja del hermano menor de Kardia.

Por consiguiente Camus también descubrió que Kardia era infiel y mujeriego desde hace mucho tiempo atrás; ordenando los sucesos en orden cronológica ellos no fueron los infieles en primer lugar.

Pero eso no explicaba donde se encontraba su querido maestro.
La noche estaba por llegar, Deuteros se levantó del sillón para asomarse de nuevo a la ventana y ver si Degel llegaba, pero no fue así.

— Me está preocupando que no regrese ni conteste Degel — Susurró Camus preocupado llevándose su mano a su vientre.

Tenía una extraña sensación que quizá algo malo ocurrió, Deuteros  se dio cuenta de la preocupación de Camus.

— Camus quédate aquí por si en dado caso viene, yo me pondré a buscar a Degel en la calle, no es normal que no haya regresado; si no encuentro alguna razón de él, iré con la policía avisando su desaparición.

— ¡Yo te ayudo! — Se levantó muy animado por querer hacer algo por Degel.

— No Camus, lo mejor es que te quedes a descansar aquí; no estás en condición de salir a caminar de noche con tantos riesgos en la calle.

— Pero...

Deuteros tomó sus manos para intentar calmarlo, lo que hizo a continuación dejó a Camus perplejo porqué el gemelo menor lo envolvió en un cálido abrazo para brindarle un poco de seguridad y calma.

— Creo que por lo que me dices, eres lo más valioso que Degel tiene en su vida... No me gustaría que te pasara algo malo, quédate aquí por si llega a venir. Yo te marco cualquier cosa que suceda.

Camus no pudo evitar soltar en llanto al escuchar las palabras reconfortantes de Deuteros, estaba en lo cierto... Él no podía hacer otra cosa más que esperar a que regrese, imploraba que así fuera.

A manera de despedida, Deuteros besó su frente, tomó su suéter que se encontraba en el sillón y salió de la casa de Degel para comenzar a buscarlo.

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Fueron más mis ganas 🤣🤣 les dejo este capítulo los quiero 🥰🥰🥰

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