Capitulo 8
Al día siguiente, en el complejo de los vengadores
Nuestro hombre araña ya se encontraba de vuelta en la base de su equipo, él fue el segundo en levantarse de la cama, el primero había sido Bucky. Una vez que se sirvió el desayuno y lo comió, recibió una pregunta por parte del supersoldado.
- ¿Qué tal anoche niño, cómo te ha ido? - le preguntó con curiosidad.
El muchacho quedó bastante perplejo, el ex-soldado del invierno no solía meterse mucho en sus labores de héroe, pero no por eso no le iba a responder.
- Muy bien por suerte, señor Barnes, aunque no resultó como debería - le contestó el arácnido.
Su respuesta llamó la atención del veterano de guerra.
- ¿Por qué lo dices? - cuestionó Bucky alzando una ceja.
- Tres villanos a los que me he enfrentado anteriormente han escapado de prisión al parecer, y ayer no logré detenerlos, escaparon - explicó el trepamuros.
- Bueno, son cosas que pasan, me pregunto como haces para enfrentarte tú solo contra varios enemigos a la vez y además igual de fuertes que tú - comentó Barnes tomando un sorbo de su café.
En medio de la conversación, aparecieron Sam y Bruce para iniciar el día.
- Es que no pude yo solo, estaba acorralado y un extraño me ayudó a combatirlos - dijo el arácnido, que no se había dado cuenta de las presencias del capitán américa y del gigante esmeralda.
- Buenos días, ¿de qué hablan? - saludó y preguntó a la vez el soldado moreno.
- Nada, el joven Parker solo me relataba como fue su noche de ayer, parece que no la tuvo fácil - le respondió Bucky a su compañero.
- Eso podemos corroborarlo nosotros mismos, tienes unas cuantas heridas y marcas visibles en tu cuerpo chico - agregó el profesor Hulk observando el cuerpo del joven vengador.
Si bien varias de sus heridas ya se habían curado, otras aún estaban en proceso de recuperación, pero mientras tanto cualquiera que las viera se preguntaría en donde había estado y que había estado haciendo.
- Pues, estaban a punto de derrotarme cuando, de repente, un sujeto encapuchado con poderes de fuego los detuvo a los tres, pelearon un rato y el desconocido pudo con ellos, ni siquiera un golpe recibió - narró Peter a los otros miembros del grupo.
Los tres vengadores quedaron consternados luego de la explicación del castaño.
- ¿Y pudiste ver quién era? - quiso saber Sam, interesado en el guerrero extraño.
- No capitán, intenté agradecerle y verle la cara pero escapó antes de que pudiera preguntarle su nombre - contestó Peter sintiendo un poco de lastima por no saber la identidad del encapuchado.
Todos se miraron entre sí, les resultaba muy sospechoso que alguien irrumpiera en la batalla entre Peter y los tres villanos.
- ¿Dijiste que tenía poderes de fuego? - le preguntó Bruce al joven.
- Exacto, además de una velocidad y reflejos increíbles, y una fuerza que nunca antes había visto - añadió detalles Spiderman.
- Hey, el más fuerte aquí soy yo - interrumpió Scott, quien entraba a la sala junto a Hope, había escuchado lo último que hablaba el grupo de héroes.
- Scott, Peter, Bruce y hasta yo te daríamos una paliza - le dijo la avispa, riéndose por lo bajo.
- ¿Y nosotros qué? - le preguntó Sam a la mujer, sintiéndose algo ofendido.
- Sin ofender, pero tú y Barnes podrían ser aplastados si Scott decide hacerse gigante - comentó Van Dyne largando otra risa.
De manera cómica Sam y Bucky hicieron un puchero, confiaban en que en un uno vs uno contra el hombre hormiga serían vencedores.
- Eso no es cierto, recuerda que..... - iba a hablar el supersoldado, pero fue interrumpido.
- ¡Eso no importa, hay cosas más importantes que nos está contando el niño, escuchémoslo! - habló fuertemente Bruce para llamar la atención de todos y dejaran de discutir por idioteces.
- Gracias - dijo irónicamente Peter.
- Tal vez sea ese chico antorcha que nos ayudó una vez - opinó Hope, recordando la batalla contra Dark Wanda.
- ¿Hablas de Joohny Storm, de los cuatro asombrosos? - preguntó Scott haciendo memoria.
- En realidad son los cuatro fantásticos - corrigió Sam, dándose cuenta de la persona de la que hablaban.
- Lo que sea - dijo Scott resignado.
- Quizás, pero dudo que haya sido él, me ha dicho que iba a estar un largo tiempo ocupado en un proyecto espacial junto a los otros miembros de su equipo - explicó el arácnido, desechando la idea de que sea la antorcha humana.
Todos quedaron en silencio, pero siguieron pensando en quien podía ser la persona de la que hablaba el joven vengador.
- Wolverine, de los X-men, me ha dicho que una de los suyos, llamada Jean Grey, anda viajando por el espacio gracias a su fuerza cósmica, llamada Fénix - argumentó Bruce, sugiriendo otra alternativa.
- Por como suena, debe tener poderes de naturaleza ígnea, ya saben, lanzar llamas, bolas de fuego.... - agregó Scott usando la imaginación.
- Tiene bastante sentido - opinó Bucky, cruzado de brazos.
- En realidad no tanto, si bien la parte de sus habilidades de fuego es verdad, ¿con qué motivo aterrizaría en la tierra para ayudar a un niño de Queens a acabar con tres tipos malos? - explicó Peter, quitándole bastante crédito a la teoría del científico verde.
- Fue solo una idea, la verdad que no se me ocurre quien pueda ser - sostuvo Bruce, acomodándose sus anteojos.
El resto de vengadores continuaban pensando sobre la identidad de la persona que le había echado una mano al arácnido.
Mientras tanto, en el Santom Santorum
Wanda y el doctor Strange pasaban su día practicando nuevos poderes y hechizos que fueran útiles en combate para la sokoviana. En estos días había avanzado bastante la bruja escarlata, ya había aprendido a crear escudos de todo tipo como hacía Stephen, lazos, dagas y espadas místicas, campos protectores con aún mucho más poder defensivo e incluso controlar mucho mejor sus poderes, al punto de que sus emociones ya no desfiguraban la magia que deseaba generar. Ahora mismo el hechicero le estaba enseñando a crear portales para trasladarse de un lugar a otro, o para reubicar objetos e incluso personas de una posición a la otra, pero estaba resultando muy complicado para la castaña.
- Mmm, no puedo - dijo Wanda resignada intentando por enésima vez generar un portal con sus manos, los intentos fallidos ya le habían quitado ánimos e incluso la cansaron un poco.
- Vamos, se que es difícil, cuando me tocó a mi hacerlo casi muero congelado - comentó Strange intentando animar a la sokoviana.
- No hablarás en serio, ¿verdad? - le preguntó la bruja dedicándole una mirada de incredulidad y alzando una ceja.
- Es verdad, me han entrenado duramente, pero al final tuvo sus resultados - respondió el mago haciendo un portal, cruzándolo y apareciendo detrás de la muchacha a través de otro portal.
La chica quedó confundida, pero también asombrada por la facilidad con la que el doctor podía crear y deshacer portales a voluntad.
- ¿Hay alguna explicación, un método para que pueda aprenderlo de manera más sencilla? - preguntó la joven de ojos claros.
- No la hay, pero si puedo sacar conclusiones, presta atención a lo siguiente - pidió Stephen.
La bruja centró su atención en lo que le estaba a punto de decir el mago.
- Yo antes, cuando tenía la gema del tiempo, era capaz de aplicar mis poderes sobre la línea temporal, podía avanzar o retroceder en el tiempo cuando lo deseara, y lo mismo aplicando a otros objetos, como una fruta, animales, o incluso un libro - explicaba el ex-cirujano.
- Bueno cuando cedí la gema ya no era capaz de hacer tales cosas, pero tú has demostrado tener cierto control y poder sobre la realidad, el suficiente como para crear una realidad alternativa dentro de la actual (autor: Wandavision), y eso sin ninguna gema ni elemento místico, por lo que he podido crear algunas teorías - continuaba diciendo Strange.
Los ojos de la castaña se movían al ritmo que procesaba la información que recibía.
- Las gemas del infinito ya no están, pero durante su existencia yo era capaz de manipular el tiempo, uno de los elementos que crearon el universo, ahora que no existen más, esa posibilidad es bastante remota, pero tú, sin ayuda de nadie, puedes alterar, modificar y destruir la realidad - siguió su explicación el doctor.
- ¿Entonces? - preguntó Wanda haciendo cara de confusión.
- En otras palabras, yo era el que podía manejar el tiempo, pero tú eres quien puede cambiar la realidad, el poder de una de las gemas del infinito está en tu interior - concluyó Strange.
La bruja no lo podía creer, las gemas que habían dado vida al universo no habían desaparecido, bueno, técnicamente sí, pero ella aún contaba con el poder de una de ellas, la de la realidad, y era lo que sabían hasta ahora.
- ¿Acaso soy una gema del infinito? - preguntaba la sokoviana dando un vistazo rápido a sus manos y sintiéndose una anomalía.
- Claro que no, eres Wanda Maximoff, portadora de dos magias sumamente poderosas, escarlata y oscura, y de una energía que ha dado vida al universo tal y como lo conocemos, eres una mujer muy especial - argumentaba Stephen acercándose a su estudiante.
- Aún no comprendo para que sirve lo que me dices - soltó Maximoff bajando un poco su mirada.
- Lo que digo es que, se te ha dado estos dones por una razón Wanda, y estoy seguro de que eres lo suficientemente hábil como para poder dominarlos, sino no hubieras sido la elegida para tenerlos - dijo el mago supremo, dándole ánimos a su aprendiz.
- Ya veo, espero que tengas razón - comentó la bruja.
- La tengo, y me lo demostrarás, para romper la barrera espacio/tiempo no necesariamente debes hacer un portal, tal vez yo no pueda enseñarte eso, pero lo puedes aprender a tu manera - aseguró Strange, hablando mientras pasaba por su lado.
- Quizás - dijo la joven vengadora.
- Imagina el lugar en el que desearías estar con todas tus fuerzas, mientras tanto canaliza tu poder aquí y descarga tu energía escarlata para llegar allí, debes mantener la concentración, eso es un punto clave - le daba indicaciones el hechicero supremo.
Wanda hacía lo que le decía su maestro, notando como de sus manos emergía su poder de color rojo y su mente se enfocaba en el lugar en donde quería estar ahora mismo. De la nada, una grieta espacio/temporal de color escarlata se abría enfrente de la sokoviana, para después, de repente, absorber la figura de la muchacha y trasladarla a donde ella quería estar.
Apareció momentáneamente en un lugar que le resultaba muy familiar, giró su cabeza un par de veces para determinar en que lugar se encontraba y no le quedaron dudas, un pasillo largo, puertas a ambos lados, unas escaleras al fondo, estaba en el complejo de los vengadores. Su sorpresa fue tan grande como tenebrosa, ¿Cómo pudo llegar allí solo pensando en ese sitio y concentrando su poder?, al parecer el doctor Strange no se equivocaba cuando decía que el universo le había dado dones.
Escuchó unos pasos acercarse y quiso volver al santuario de los magos, pero la magia no le respondía. Lo intentó un par de veces pero sin éxito. La figura de Sam Wilson estaba en el pasillo, caminando hacia su cuarto.
- ¿Wanda? - preguntó el capitán américa.
- No es lo que parece, estoy entrenando Sam - trató de aclararle la chica, pero el hombre no le creyó.
- ¿Pero que dices?, si estás enfrente mío como si no te hubieras ido, dame un abrazo - dijo alegre el moreno acercándose a la castaña con la intención de saludarla.
La bruja escarlata cerró los ojos y repitió las acciones que su maestro le había dicho anteriormente, en cuestión de segundos, la misma grieta de antes se abría para engullir de nuevo a Wanda y desaparecer de allí, cerrándose en el proceso. Sam no entendió como quedó atónito y con los brazos abiertos, tal vez su compañera vengadora tenía razón, solo estaba entrenando, al menos se dio el gusto de verla después de unos días sin saber de ella.
La grieta se abrió y el cuerpo de la sokoviana había vuelto al Santom Santorum, la castaña se tocó varias partes de ella misma para verificar si todo aquello había sido real o solo una ilusión. Físicamente, había vuelto al lugar de entrenamiento. Stephen, quien estaba parado allí, a un costado de ella, miraba con aprobación a Maximoff, parece que sus lecciones estaban dando resultado.
- Felicidades Wanda, ahora puedes desplazarte a través del espacio/tiempo - dijo el hechicero para luego acercarse a la chica, darle unas palmadas en el hombro y retirarse de allí.
- Espera, ¿no seguiremos? - cuestionó la muchacha escarlata.
- No lo creo, es muy probable que estés exhausta por el viaje que has realizado, continuaremos mañana - sentenció Stephen, saliendo del salón de entrenamiento.
Wanda no supo como había logrado transportarse de un sitio al otro, pero lo había logrado, debía pulir bien el proceso pero al menos ya sabía la forma para realizarlo. Esbozó una leve sonrisa al darse cuenta de que su progreso era dinámico y prometedor.
'' Lo estoy logrando '' se dijo mentalmente, sintiéndose satisfecha.
Fin del capitulo 8
Se preguntarán como es que Wanda tiene tanto poder, y que quizás la manera de hacer portales del doctor Strange sea más cool que la de Wanda, pero bueno, ambas son geniales.
Espero que les haya gustado y lo hayan disfrutado.
¿Cómo ven hasta ahora el rítmo de la historia?, háganmelo saber en los comentarios.
Saludos cordiales.
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