Capítulo 23: Final

Pasaron varios días desde la colosal y destructora batalla que se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York. Los vengadores, los X-men y los cuatro fantásticos se unieron en un intento desesperado por detener las ambiciones de Wanda Maximoff, la bruja escarlata, que había Sido consumida por un espíritu negativo y oscuro que desató todo su poder interior. Éste era tan poderoso y demoledor que los héroes tuvieron que luchar más de una vez contra ella, razón suficiente para creer que los poderes de Wanda tenían un alcance aparentemente infinito.

Justo al final del conflicto, una desconocida pero extremadamente poderosa Carol Danvers utilizó sus mejoradas habilidades producto de la fusión entre ella y una estrella moribunda que navegaba el espacio exterior. Maximoff fue derrotada, pero lamentablemente a un costo muy alto, y ese era la vida de la capitana Marvel.

Complejo de los vengadores

Empezaba el día y nuestro héroes retomaban su vida anterior, aunque los ánimos estaban muy por el suelo, y no era para menos, la perdida de un integrante del equipo era bastante dolorosa, sobre todo tratándose de uno de los líderes.

- Buenos días - saludó Scott a todos los presentes.

Estaba el grupo completo excepto Sam, que estaba encargándose de otros asuntos y Wanda, quien aún se recuperaba de la batalla y del dominio mental y espiritual que había sufrido.

- ¿Que tal Scott? - le preguntó Bruce respondiendo el saludo.

- ¿Hoy que toca? - quiso saber Hope sobre la rutina del día.

- Entrenamiento nada más - contestó Bucky, cruzado de brazos y con semblante serio.

Todos hablaban, hasta que se dieron cuenta que uno de los miembros estaba bastante callado que de costumbre.

- ¿Escuchaste Peter? - le preguntó ant-man al arácnido. Este había obviado toda la conversación hasta que el hombre hormiga le habló precisamente a él.

- Si, si, claro - respondió de manera vacía el castaño, no estaba muy metido en los asuntos de los héroes.

- ¿Te ocurre algo? - cuestionó la avispa  mientras su rostro reflejaba cierta preocupación.

- No, nada - dijo el hombre araña secamente.

- Vamos niño, no somos tan tontos como para darnos cuenta de que tu cabeza piensa en otra cosa - explicó el profesor Hulk sentándose al lado del muchacho y dándole algunas palmadas en la espalda.

- Si es por Wanda, tranquilo, todos estamos preocupados por ella, pero sabemos que ya le queda poco para estar recuperada - añadió el Supersoldado.

- Claro, también es nuestra compañera de equipo - dijo Hope aclarando lo que decían los demás.

Peter solo resopló y se animó un poco, solo un poco.

- De acuerdo, supongo que es verdad - comentó el arácnido intentando digerir un poco de aquella preocupación.

- Aunque creemos que todavía debes estar triste por la capitana Danvers - sostuvo Bruce, mientras comia su desayuno.

Se produjo un largo silencio luego de lo que dijo el gigante esmeralda, eso fue suficiente para evidenciar el asunto que provocaba la angustia del joven castaño. Este escuchó lo último y como respuesta solo asintió levemente con la cabeza.

- El funeral será dentro de unos días - les recordó Bucky a sus compañeros.

- Si, y allí estaremos para recordar a nuestra líder - dijo Scott, que sintió como su mano era tomada por la avispa.

- No solo líder, sino también amiga y gran persona - agregó Hope sonriéndole a su novio.

- Por siempre - comentó Bruce mirando al resto.

Peter observaba las expresiones de los rostros de sus compañeros y estaba de acuerdo en todo lo que habían dicho.

- Hasta el final - sentenció el arácnido brindando una sonrisa de melancolía a sus amigos y con una lágrima amenazando con caer de sus ojos.

Mientras mantenían el silencio en honor a su caída pero por siempre presente capitana, alguien ingresaba al comedor dando pasos cortos.

- Peter, ¿tendrías un momento? - le preguntó Sam al hombre araña, que asintió con su cabeza y se levantó de la mesa para caminar hacia donde estaba el capitán América.

Juntos recorrieron los pasillos hasta llegar a la enfermería, dónde al llegar a una habitación pudieron ver a través del cristal de una ventana lo que sucedía. Una castaña de ojos verdes claros se encontraba sentada sobre la camilla, en donde había pasado los últimos días de recuperación. Sus piernas estaban extendidas a lo largo de la camilla y sus manos estaban entrelazadas y apoyadas sobre su abdomen. Wanda Maximoff finalmemte había despertado.

- ¿Cómo está ella? - preguntó Peter, empezando a mostrar su preocupación de antes, pero ahora estaba más aliviado al saber que la bruja despertó.

- Físicamente, está mejorando, pero lo de su mente.... es complejo - contestó el soldado con la cabeza baja.

- ¿Que le pasó? - quiso saber al instante el arácnido.

- No recuerda casi nada de lo que sucedió desde que fue corrompida en la base de Hydra hasta ahora, solo un par de recuerdos pero muy borrosos, no los podría describir - explicaba Falcon viendo cómo la castaña apuntaba su mirada hacia ellos dos.

Peter creyó que eso era una mala noticia, que en verdad lo era, pero lo siguiente al menos le trajo más esperanzas.

- Pero cuando despertó dijo tu nombre, seguro que eres a quien más recuerda o quien está más ligado a su memoria, así que creí que sería buena idea que tú le expliques lo que ocurrió mientras ella estaba poseída - argumentó el moreno con detenimiento.

El hombre araña lo pensó por un momento, el hecho de que él sea la primer persona que ella mencionara daba muchas pistas, pero también dudas, puesto que ni a él ni a ningún otro miembro reconocía mientras era Dark Wanda. Tras considerarlo por unos instantes, el castaño aceptó y, sin perder el tiempo, ingresó a la habitación, cerrando la puerta y viendo a través del cristal como Sam se retiraba de allí. Ambos jóvenes necesitaban un tiempo a solas.

Peter se acercó a la camilla, notando como la castaña por fin había sentido su presencia, pero aún así siguió caminando hasta estar a la par de ella. La muchacha alzó la mirada y logró reconocer el rostro que la observaba fijamente a los ojos.

- Peter - dijo Wanda emocionada y abriendo sus brazos para abrazar firmemente al chico, que aceptó gustoso el gesto y le correspondió de igual manera.

- Me alegra saber que estás de vuelta Wanda - comentó el arácnido luego del abrazo.

- No siento como si me hubiera ido, sino como que estuve siempre, pero de una manera distinta - contó la castaña.

- Es que es cierto - confirmó Peter, dejando a la chica con varias dudas en su cabeza.

- ¿Me puedes explicar que es lo que ocurrió realmente Peter? - le pidió Maximoff al arácnido.

Peter guardó un momento de silencio para pensar en cómo le contaría la verdad, por lo menos sin que ella se sienta culpable.

- De acuerdo - aceptó el hombre araña.

Wanda sonrió, pero de algún modo sintió que cuando escuchara lo sucedido iba a desear no haberle pedido a su compañero que le contara la verdad.

- Primero cuando fuimos a rescatarte enfrentamos a los soldados de Hydra y a Zemo, pero cuando estuvimos en su presencia te hizo experimentar una especie de ritual de dolor y sufrimiento que literalmente te hizo añicos la mente - comenzó hablando Peter - cuando volviste al mundo real no eras la misma, y de un solo ataque destruiste la base de Hydra y nosotros fuimos derribados por tus poderes - siguió contando.

La bruja solo oía lo que narraba el arácnido, comenzando a sentirse mal por sus acciones, pero es que ese solo era el principio.

- Luego de eso escapaste y nos vimos en la obligación de enfrentarte, pero ninguno del equipo podía igualar tu poder, ni si quiera la señorita Danvers ni el Doctor Strange, y tuvimos que salir de allí para que no nos matáras a todos - continuaba su explicación el castaño.

- ¿Realmente era tan poderosa? - interrumpió la joven asombrada por el poder oculto que había en su interior, pero eso no quitaba lo avergonzada que se sentía.

- Así es, y debido a eso recurrimos a otras personas que tenían poderes impresionantes para que nos ayudarán en el próximo combate contra ti, eran mutantes según su líder, pero cuando volvimos a estar cara a cara, solo obtuvimos el mismo resultado que antes, ser sobrepasados por tu infinita energía escarlata - seguía su argumento Peter.

La sokoviana sentía que el final se acercaba y que no iba a ser lindo escucharlo, pero debía conocer la verdad, por muy dolorosa que fuese.

- Estabas a punto de matar a Carol pero una mujer te detuvo y ella junto a otros sujetos nos llevaron a otro lugar al resguardo del caos, resultaban llamarse los cuatro fantásticos y accedieron a ayudarnos o de lo contrario no tenían dudas de que ibas a destruir la ciudad para continuar sometiendo al mundo - contaba Peter, recordando al ejército escarlata al mando de la bruja y a los maléficos pero destructivos poderes que ésta ostentaba.

La bruja ya no aguantaba, ¿por qué no le decía de una vez la verdad?.

- Hasta que por tercera vez combatimos contra ti y esta vez, trabajando en equipo, logramos emparejar un poco tu poder, pero al ver que estabas cediendo hiciste una especie de técnica que transportaba a la víctima a un lugar desconocido, y mandaste a uno de los mutantes a una dimensión aleatoria, pero por suerte Strange hace unos días logro traerlo de regreso. Cuestión que luego de aquello estuviste a punto de dejarme inválido de la columna, pero gracias a Carol no ocurrió, aunque luego intentaste realizar ese conjuro extraño en mi y una vez mas, Carol me salvo, pero a costa de su integridad física, ya que fue ella la que fue transportada hacía una zona desconocida.

La sokoviana se sintió terriblemente culpable por lo que le había ocasionado a sus compañeros, sobre todo al castaño y a la rubia, pero es que aun no había escuchado la peor parte.

- Seguiste luchando contra Susan, una miembro de los cuatro fantásticos, hasta que ella volvió, la señorita Danvers había regresado, pero no era la misma, sino una más seria y callada, pero sobre todo muy poderosa, estaba envuelta en un luminoso brillo dorado y su cabello era más largo y echaba muchas llamas a su alrededor. Imagina el poder que tenía que de un golpe te mando a estrellarte contra varios edificios y bloqueó tus ataques místicos, hasta que ambas dejaron salir todo su poder y sus energías chocaron entre si, haciendo explotar todo por los aires. Cuando ya todo era visible, estabas en medio de un crater inconsciente y Strange hizo un hechizo que removió el espíritu maligno que devoraba tu alma y tu mente, pero Carol..... - hablaba Peter pero un pequeño nudo se había formado en su garganta, así que sacó fuerzas para lograr decirlo - Carol ya no estaba, había desaparecido, ella dió su vida por nosotros, incluso por ti, quería que fueras libre y la misma Wanda que todos conocíamos - termino de contar Peter, con cierto pesar en sus palabras.

La bruja ya había escuchado lo suficiente, pero aún quería saber una cosa más.

- Pero, Carol está.... Ella sigue viva, ¿verdad? - preguntó sin querer enfrentar la realidad, aparentemente.

Peter soltó un suspiro y negó con la cabeza. Ese gesto bastó para hacerle entender a Wanda lo que había ocurrido realmente. No solo le provocó dolor a sus compañeros de equipo, sino que por su culpa Carol había perdido la vida para salvar a la ciudad, al planeta, a su equipo, incluyéndola a ella, en definitiva, el sacrificio que cualquier líder haría. Los ojos de la castaña comenzaron a producir lágrimas que fueron cayendo lentamente por sus mejillas.

- No es verdad - dijo Wanda angustiada - no puede ser cierto - agregó sin querer aceptarlo. El llanto que emitía no cesaba, debido a que la culpa que sentía no le pesaba, la aplastaba.

Seguía llorando con sus manos tapando su rostro, hasta que sintió un calor posarse sobre su espalda y hombros, Peter la estaba abrazando.

- No eras tú misma Wanda, Zemo y Hydra manipularon tu mente, tu no nos harías daño - intentó consolarla el arácnido, pero sin resultado, puesto que Maximoff seguía sollozando sin parar.

- Eso no importa..... Lastimé a todos y..... ahora una de las líderes..... ya no está...... por mi culpa..... el daño ya está hecho - decía entre gemidos la chica, no se sentía capaz de lidiar con lo que había provocado.

- Estamos seguros de que tú no quisiste lastimar a nadie, nunca lo harías - le susurró Peter al oído, volviendo a tratar de tranquilizarla.

Los sollozos de Wanda habían bajado su intensidad, pero seguían estando presentes.

- No se qué hacer, soy una amenaza para todo el mundo, y ustedes son los que están más en riesgo - se excusó la bruja. Estaba convencida de que ella era sinónimo de destrucción.

En ese momento el arácnido tomó el  rostro de la sokoviana y lo levantó para que los húmedos ojos de ella hicieran contacto visual con los del castaño.

- Escucha bien Wanda, yo no creo que Carol se haya sacrificado sabiendo que eres una amenaza como tú dices, y tampoco le gustaría verte así, sino que ella desearía que tú entrenes y te hagas mas fuerte. Ella veía el potencial que tienes dentro y murió sabiendo que tu serías una pieza clave para el equipo, si no empiezas a comprender eso su sacrificio habrá sido en vano - le explicó Peter mirándola fijamente a sus ojos claros.

La bruja procesó detenidamente las palabras que sus oídos acababan de escuchar, también se mostró sorprendida de que fuera el arácnido, el último miembro en ingresar a los vengadores, quien le dijera tales palabras motivacionales. Tras unos minutos su respiración estaba volviendo a la normalidad y sus ojos dejaban de largar lagrimas de tristeza.

- Tienes razón - asumió la castaña levantando la cabeza y dejando ver una mirada de más determinación y empeño que antes - no dejaré que Carol haya muerto por nada, la haré sentir orgullosa, ya lo verán - terminó de decir la maga con seguridad.

- ¡Así se habla! - comentó Peter sonriendo puesto que había logrado cambiar la mentalidad de la sokoviana, de una triste y deprimida a una más motivada y enfocada.

Los jóvenes vengadores siguieron hablando, intercambiando opiniones y dejando en claro cosas acerca del futuro del equipo, hasta que Peter debió dejar a Wanda seguir reposando y salió de la enfermería, alegre por lo menos de que la bruja ya estaba mejor.

Unos días después

Varias siluetas vestidas de negro, con la mirada enfocada en un trozo de piedra decorado con guirnaldas doradas en forma de estrellas, acompañada de varios ramos de flores y cartas que iban hacia un receptor claro. El pedazo de piedra tenía grabado el siguiente nombre: Carol Susan Jane Danvers.

Todos rendían homenaje a quien supo ser líder de los vengadores, una poderosa mujer, gran persona y, sobre todo, aquella que dio su vida para que la humanidad y el planeta puedan seguir subsistiendo y disfrutando de su existencia.

Después de unas cuantas horas allí entre reverencias y mensajes de despedida, los presentes se fueron retirando del lugar, el sentimiento de tener que vivir sin la Carol iba a pesar por mucho tiempo en la vida de los héroes, por no decir que sería eterno. Los únicos que se quedaron hasta el final, en soledad, fueron Peter y Wanda, observando la lápida que tenían enfrente.

La tumba de la capitana Marvel, guerrera universal y, de ahora en adelante, una figura a recordar como la heroína más valerosa del planeta Tierra junto con Tony Stark, por siempre.

- Debí ser más fuerte, para luchar con más determinación junto a la señorita Danvers - declaró arrepentido el castaño con la cabeza gacha.

- Yo no debí dejar que Hydra tuviera acceso a mis recuerdos y mente, de lo contrario nada de esto habría pasado - comentó la sokoviana triste. Aún tenía vendas en algunas partes de su cuerpo, pero eran cubiertas por su ropa negra, y algunos moretones y cortes cosidos en su rostro se podían notar.

Peter cerró los ojos para después levantarse y decir lo siguiente.

- Bueno supongo que no podemos vivir del pasado, éste nos enseña a como debemos actuar para no cometer los mismos errores en el presente y forjar un nuevo y mejor futuro - fueron las sabias palabras del hombre araña.

A Wanda se le iluminaron un poco los ojos tras lo que había escuchado, su compañero estaba en lo cierto.

- Estoy de acuerdo - sentenció Maximoff apoyando su mano en el hombro izquierdo de Peter y su cabeza de manera delicada contra el hombro contrario. El arácnido inclinó su cabeza suavemente hacia la derecha para hacer contacto con la de Wanda.

Estuvieron así unos minutos, hasta que ambos decidieron abandonar el lugar juntos y dejar en soledad la tumba de Carol Danvers, llena de recuerdos, flores y cartas a su alrededor.

Mientras tanto, en la mansión de los X-Men

- ¿Estás seguro de que podría ser ella Charles? - le preguntaba Wolverine al profesor X mientras andaban por los pasillos de la mansión.

- No tengo dudas, si es como tú me dijiste, debe ser ella - contestó Xavier totalmente seguro.

- Durante nuestro combate pude sentir que no era una mutante normal, más bien de otra clase - comentó Logan con sus manos en los bolsillos.

- Exacto, incluso desde aquí pude sentir que sus poderes son diferentes, ya has visto de lo que es capaz si pierde la cabeza, destrucción por todos los rincones del planeta - explicó el hombre en silla de ruedas.

- ¿Deberíamos buscarlo? - preguntó el mutante de garras.

- ¿A Erik?, no lo creo, estoy seguro de que él la encontrará a ella, algún día Magneto sabrá que aún tiene familiares dispersos por el mundo - reflexionó Charles entrelazando sus manos y apoyándolas debajo de su mentón.

Wanda Maximoff y Erik Lehnsherr, ¿Qué vínculo existía entre ambos?

Volviendo a la base de los vengadores

Los miembros del equipo pasaron el resto del día hablando sobre como sería la nueva conformación del grupo, quién ocuparía el cargo de líder ahora con Carol ausente y demás asuntos con los que iban a lidiar en el futuro. Hubo algunos momentos en los que caía el animo en el ambiente producto de los eventos sucedidos recientemente, pero Scott y Bruce estaban ahí para levantar la moral cuando eso sucedía.

Una vez que terminaron de cenar, cada uno se fue a su dormitorio para descansar y pensar en el día de mañana, pero hubo alguien que decidió cambiar de planes. El arácnido subió a la terraza del complejo y se sentó en uno de los bancos que estaba allí. Dirigió su mirada hacia arriba y observó el cielo nocturno adornado por muchos puntos luminosos, las estrellas le hacían acordar a Carol, aquella mujer que siempre emitía un calor intenso y brillaba con total libertad, así como una estrella.

'' Nos haces falta aquí Carol, el grupo no es lo mismo sin ti '' se decía a si mismo el joven de Queens, comenzando a recordar aquellos momentos en los que participaba en misiones con la capitana al mando y salvaban a las personas de los distintos males existentes.

Una figura se acercaba por detrás, pero sin intenciones de permanecer en silencio.

- ¿Qué haces Peter? - preguntaba Wanda, acercándose al castaño y sentándose al lado de éste.

- Nada, solo vengo a pasar el rato aquí afuera, no tengo mucho sueño - respondió el arácnido aún mirando hacia el cielo.

- ¿Recuerdas que puedo leer las mentes, verdad? - comentó la sokoviana de manera pícara.

- Si, lo recuerdo - dijo Peter bajando la cabeza un tanto resignado, mentirle a la bruja escarlata no era una opción.

- ¿Aún piensas en ella, no es así? - preguntó la muchacha acariciando el hombro de su compañero.

El hombre araña solo asintió con la cabeza, sin mediar palabra.

- No te preocupes, ella seguro te está viendo desde arriba, cuidándote desde el cosmos - le dijo convencida la chica escarlata.

- Espero que así sea - habló Peter luego de suspirar con pesadez.

- Además, yo me encargaré de que nunca estés solo, te lo prometo - aseguró Wanda mirando a los ojos al castaño, que imitó la acción de la muchacha.

Ambos fueron acercándose lentamente hasta que finalmente ocurrió, sus labios estaban unidos, compartiendo un tierno y suave beso, mientras acariciaba uno la mejilla del otro de manera delicada. Luego de varios minutos en los que ambos jóvenes demostraban su amor, la falta de oxigeno los obligó a interrumpir aquel mágico momento.

- Te amo Wanda - dijo sin más el arácnido.

- Yo también te amo Peter - respondió de igual forma la bruja, colocando su cabeza gentilmente sobre el hombro de su ahora pareja.

Los dos siguieron observando el cielo lleno de estrellas, con la tranquilidad de que se tenían el uno al otro y manteniendo la esperanza de que éste era el comienzo de algo nuevo e inolvidable para ambos.

Mientras tanto, en el gran vacío del espacio sideral

Muchas estrellas y asteroides surcaban y recorrían el enorme espacio de color azul oscuro, acompañado de negro y de destellos blancos que eran las constelaciones impresas en aquel majestuoso lugar. 

Entre todo aquello se encontraba una figura extraña que flotaba por la zona, aparentemente inconsciente pero que brillaba de manera intermitente. Transcurrieron solo unos segundos para que los ojos de aquel cuerpo se abrieran y emitieran un poderoso e intenso destello de color dorado, revelando la energía que aún guardaba en su interior.


FIN


Muy bien, hasta aquí hemos llegado, no puedo creer que ya se haya terminado, meses de trabajo y empeño para que tuvieran una historia que los mantenga pegados al monitor o pantalla.

La verdadera pregunta que ustedes se deben estar haciendo es: ¿realmente se terminó o habrá más aventuras para nuestros héroes? Díganme que opinan al respecto, y si tienen alguna otra duda o pregunta no duden en dejármela en los comentarios.

Por todo lo otro, espero que lo hayan disfrutado de principio a fin, así como yo lo he hecho al escribir esta obra, me lo he pasado genial. Cada momento, cada minuto, cada oración, cada párrafo y cada texto son para ustedes mis queridos lectores, esta obra es para ustedes.

Una cosa más, quédense tranquilos que habrán más historias, ya sea de otros géneros y con otros personajes o temas, así que hay Rick para rato jeje.

Un saludos y, vuelvo a repetir, muchísimas gracias por su apoyo, su atención y su interés por esta historia que significa mucho para mí.

¡Hasta la próxima!

Rick_17-31




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