Capitulo 15

Pasados unos días, Wanda finalmente pudo reincorporarse a la actividad junto a sus compañeros de equipo. Aún sentía algunos mareos de vez en cuando, pero no eran muchos, así que no había mucha preocupación.

Sin embargo, aunque todo parecía marchar correctamente, no era tan así. A veces la bruja escarlata tenía comportamientos extraños. En una conversación ella llegó a mostrar aquel brillo rojizo proveniente de sus ojos cuando había escuchado algo que le molestó,. En otra ocasión le lanzó un objeto a Scott, quien le había jugado una broma, mediante sus poderes, pero no había sido ella realmente. El inconsciente a veces la traicionaba y no podía controlar sus dones mágicos a su voluntad, sino que éstos actuaban por sí solos, como si tuvieran vida propia.

Los vengadores notaban aquellas conductas y se preguntaban cuál era el problema, puesto que no eran asuntos tan graves como para que la chica reaccionara de ese modo. La gota que rebalsó el vaso fue cuando estaban entrenando y, en un momento, la sokoviana perdió el control y casi mata a Bucky con sus poderes, o por lo menos lo habría dejado en muy mal estado. De hecho, lo hubiera logrado si no hubiese sido por Carol, que se vio en la necesidad de darle un fuerte puñetazo en el rostro, dejándola inconsciente.

Tras ese último suceso, la castaña debió pasar toda la noche en la enfermería, para luego despertar y escuchar de la boca de los demás lo que había ocurrido. Se sintió tan perturbada y confundida que no pudo entender como pudo haber hecho una cosa como esa. 

Por todo lo descripto anteriormente, Sam y Carol acordaron que lo mejor sería que la bruja se quede unos cuantos días en el complejo mientras es revisada y estudiada por Bruce. Por ende, no podría acompañar en misiones a su equipo, así como tampoco salir a la ciudad. Se repetía de nuevo la historia, Wanda Maximoff, apenas tuvo una oportunidad de demostrar su valía, ocurrió la tragedia de Marruecos y ahora, por medidas de prevención, debía volver a quedarse encerrada como un animal peligroso.

Pasaron unos días y la evolución de la chica no era la esperada, seguía manifestando algunas actitudes violentas e impulsivas, sobre todo cuando los demás intentaban hacerla entrar en razón o simplemente cooperar con ella.

Ahora mismo, Bruce se encontraba afuera del laboratorio, donde estaba examinando a la mujer de poderes escarlata. Dio un suspiro de preocupación, puesto que cada vez que intentaba ayudar a Wanda obtenía el mismo resultado. Al rato pudo distinguir las figuras de Sam y de Scott acercarse a paso lento.

- ¿Hubo alguna buena noticia, Banner? - preguntó el capitán américa.

- ¿Cómo está Wanda? - agregó el hombre hormiga, con curiosidad sobre el estado de su compañera.

El gigante verde solo bajó la cabeza y se tomó la nuca, no sabía que decir, ya que el equipo solía esperar buenos resultados. Ambos héroes entendieron lo que pretendía señalar el científico con sus gestos.

- Pero, ¿hay algún cambio? - cuestionó Sam intrigado.

- Casi nada, generalmente pierde el control y debo sedarla antes de que se ponga a destruir y arrojar cosas por los aires - explicó el profesor Hulk, resignado luego de tantas horas trabajando con la mutante.

- Espera, ¿ella lanza y rompe objetos con sus poderes? - preguntó con una cara de asombro ant-man.

- Si, en realidad, utiliza su mente para manipular la materia a su alrededor, y cuando pierde el poder sobre sus acciones su cabeza se apodera de ella y comienza todo el asunto - detalló el gigante esmeralda.

- Pues, debemos encontrar una forma de poder ayudarla a que se tranquilice, a este paso podría volverse loca - comentó el soldado moreno, cruzando sus brazos.

- Seguiré intentando contenerla, al menos unos días más, si no hay buenas respuestas de su parte creo que sería buena idea llevarla con Strange - argumentó Bruce acomodándose los lentes.

Tanto Scott como el capitán américa abrieron los ojos de sorpresa al no haber pensado en esa opción antes, bueno, tampoco que hayan tenido contacto directo con el hechicero supremo.

- Es una buena idea, él puede saber con que estamos lidiando - opinó Sam tras lo propuesto por el científico.

- Hasta entonces, solo intenta que no quedes atascado en la pared jeje- bromeó el hombre hormiga dándole una palmada en el brazo a Bruce.

- Lo intentaré - afirmó Hulk.

Finalizada la conversación, el científico volvió a ingresar al laboratorio, mientras que los dos vengadores restantes se alejaron caminando del pasillo, en dirección a la sala de estar. Allí estaba Bucky leyendo un libro y la capitana marvel mirando televisión en el living. El soldado bajó un poco el libro para mirar por arriba de éste a ambos vengadores.

- ¿Alguna novedad con respecto a la chica Maximoff? - preguntó el supersoldado, intrigado.

- Descubrimos que Wanda tiende a salirse de control y a provocar desastres con lo de su alrededor - comentó Scott en un tono burlón pero también crítico.

- Su condición está empeorando, Bruce opinó que sería buena idea llevarla al Santom Santorum para que Strange la pueda revisar - añadió Sam con preocupación.

- Vaya, no pensé que fuera tan grave - dijo Bucky, dejando el libro sobre una mesada cercana.

A la conversación se sumó Carol, que había apagado el televisor y se acercó a los hombres para escuchar sobre el estado mental de la sokoviana.

- Sería buena idea llevarla allí, las facultades del hechicero podrían revelar que es lo que le está sucediendo a Wanda - opinó la rubia, cruzada de brazos.

- Si, es cierto, pero aún le daremos un par de días más a Banner para que consiga más información y datos de lo que le sucede a la chica - señaló el capitán américa.

La heroína galáctica resopló brevemente, no estaba tan de acuerdo con lo que había mencionado el moreno, pero aún así accedió.

- Bien, pero si ocurre algo malo o algún incidente pasa a mayores, no perdamos más tiempo y llevémosla con Stephen cuanto antes - recalcó la capitana.

- Lo haremos, no te preocupes - sentenció Sam, sin nada más que decir.

Tras lo hablado, todos se retiraron a sus dormitorios, sin dejar de estar alerta ante cualquier situación que se pudiera presentar. Básicamente iban a dormir con un ojo abierto.

A la mañana siguiente, Peter fue el primero en levantarse, salió de su habitación, se dirigió a la cocina para prepararse el desayuno. Se hizo un café con leche más unas tostadas. Tras sentarse en la mesa, apareció Hope en la sala, restregándose los ojos con sus dedos.

- Buen día Peter, ¿Qué tal dormiste? - saludó antes de dar un bostezo.

- Buen día señorita Van Dyne, he dormido bien, ¿y usted? - devolvió la pregunta el arácnido.

La mujer fue a buscar una tostada a la cocina, para luego sentarse a 2 sillas del hombre araña.

- Bastante bien, lo deje dormir a Scott, no sabes lo que ronca durante la noche - comentó la avispa rodando los ojos.

El castaño solo pudo soltar una leve risa ante lo dicho por la hija de Hank Pym.

- Jaja, todos los hombres roncamos mientras dormimos - dijo mientras se reía.

- Créeme, no tanto como él - aseguró Hope, dando un bocado a su tostada.

Pasadas unas horas, ya estaban despiertos todos los miembros del equipo, que se pusieron a realizar una actividad distinta. Wanda y bruce volvieron al laboratorio, Sam y Bucky hablaban en la sala, Scott y Hope habían salido a caminar, Carol miraba las noticias en la TV y Peter estaba entrenando en el gimnasio.

Mientras la rubia cambiaba de canal, dejó el control remoto al observar el noticiero de Nueva York, donde estaban transmitiendo la actividad en la ciudad, o por lo menos eso debía hacer. La capitana se sorprendió al ver como unos robots gigantes estaban atacando los edificios y los civiles de las calles. Por un momento se preguntó quien estaría detrás de todo esto, aunque después de ver los diseños de las máquinas, sus dudas se despejaron.

- Equipo, tenemos una emergencia - habló Carol en tono imperativo por su intercomunicador. La voz llegó a todos los héroes, por lo que los vengadores pudieron escuchar las palabras de su líder.

Al cabo de un rato, todos estaban reunidos en la sala de estar, incluida Wanda.

- Están atacando la ciudad, debemos ir de inmediato a neutralizar la amenaza - ordenó Danvers, preparando sus guantes y su uniforme.

- Yo voy preparando el quinjet - dijo Bucky, yendo en dirección al hangar.

- Voy por mi uniforme - comentó Peter, quien estaba a punto de salir corriendo hacia su habitación, pero fue detenido por la voz de Carol.

- No pet, tu te quedas aquí, alguien debe quedarse con Wanda - estableció la rubia.

- Pero.... - iba a quejarse el arácnido.

- Danvers tiene razón, no sea cosa que vaya con ustedes y termine todo en un desastre por culpa de mis poderes - opinó la sokoviana, con algo de molestia debido su desestabilidad mental.

Los demás concordaban con lo dicho por la capitana, además si había alguien que lograba tranquilizar a Wanda era Peter.

- De acuerdo, como digan, igual avisen si necesitan ayuda y vamos ambos para allá - avisó el muchacho de Queens.

- Esperemos no llegar hasta ese punto - dijo Hulk.

- Muy bien equipo, debemos irnos ya - ordenó Carol, liderando a sus compañeros hacia el vehículo aéreo, que ya estaba encendido por Bucky.

- Tengan cuidado, esas cosas parecen ser muy peligrosas - advirtió Peter mientras divisaba a los vengadores ingresar al quinjet.

- No te preocupes, lo tendremos, tu vigila a Maximoff - gritó la rubia desde el interior de la nave, para que el joven pudiera escucharla.

Finalmente el vehículo despegó del hangar y partió a toda velocidad hacia el centro de la ciudad. 

- Espero que puedan controlarlo - comentaba Wanda, acercándose a la posición de Peter con los brazos cruzados.

- De seguro que si, son los vengadores después de todo, ¿verdad? - dijo el hombre araña sonriendo, tratando de transmitirle seguridad a la castaña.

- Supongo que si - soltó la sokoviana, que suspiró y volvió a ingresar a la base.

Peter se quedó pensando en como iba a manejar la situación, había quedado a cargo de una de las superheroínas más poderosas del equipo con desestabilidad mental, y estaban atacando la ciudad. La concentración que debía mantener era máxima y no había cabida para ninguna clase de error.

Minutos después, en el centro de Nueva York

Edificios en llamas, calles destruidas, autos dados vuelta y dispersos por toda el área. La zona se traducía en un completo caos. Caminando y desplegándose a lo largo de todo el desastre habían robots de gran tamaño causando destrozos y disparando sus armas a cualquier cosa que entraba en su radio de ataque. Sumado a eso, los civiles, aterrados y sin saber que hacer, huían y corrían lejos de las grandes masas mecánicas que asediaban la ciudad.

En el aire ya se podía vislumbrar la nave de los vengadores, volando cerca de la escena.

- Esos son.... - hablaba Scott.

- Robots como al que nos enfrentamos en Marruecos - completó Sam, preparando su escudo.

- Ésta vez son varios, miren el lío que han armado - opinaba Bruce mirando por el vidrio del quinjet.

- Muy bien, yo me ocuparé de los que están atacando el parque, Bruce, Bucky, Scott encárguense de los de la calle, Hope y Sam, asegurense de que los civiles no salgan heridos e intenten frenar el avance de las maquinas - ordenó Carol, aferrando sus guantes a sus manos y saliendo volando desde una compuerta de la nave.

Apenas emprendió vuelo, la capitana lanzó un rayo hacia uno de los robots que tenía a lo lejos, para comenzar a luchar contra ellos. Por su parte, el capitán américa y la avispa se dirigieron hacia las zonas donde más personas habían corriendo de miedo, para intentar controlar la situación. 

- Ustedes comiencen, yo veré donde estacionar la nave - avisó Bucky de un grito. 

Hulk saltó del vehículo, con Ant-man en tamaño hormiga sobre su hombro, y aterrizó sobre el asfalto para detener a uno de los robots con sus manos.

- Muy bien chiquitín, ya tengo a éste - le dijo el gigante verde a Scott, que volvió a su forma normal y se alejó de su compañero.

- Excelente, yo me encargo de los otros - aseguró el hombre hormiga, activando su dispositivo y aumentando su tamaño, haciéndose gigante - es hora de jugar, buzz lightyears enormes - bromeó dándole un golpe a uno de los robots cercanos.

El quinjet se alejó de allí y se dirigió hacia un lugar más despejado. 

- Veamos donde te dejo, amiguita - comentaba el soldado del invierno, concentrado en pilotear la nave para encontrar un lugar seguro donde dejarla.

Los robots eran controlados aparentemente por agentes de Hydra, quienes planearon un ataque masivo a la ciudad de Nueva York. Una de las maquinas fue embestida por la capitana Marvel, cayendo al suelo de manera brusca, para después recibir un golpe de fotones en el núcleo de alimentación.

- Ahí te quedas, maldito - decía la rubia, observando los demás enemigos que la rodeaban - esto será muy emocionante - comentaba la mujer encendiendo todo su cuerpo en una gran luz dorada, para así abalanzarse sobre uno de los metálicos y golpearlo en la cabeza.

Los demás robots intentaron dispararle con sus armas, pero la capitana comenzó a volar en el aire y derribar gradualmente a todo pedazo de chatarra viviente que se le cruzara en el camino.

En otra parte, Bruce le arrancaba los brazos al robot que estaba conteniendo y lo golpeó con sus propios miembros metálicos, dejándolo fuera de combate. Luego le lanzó uno de esos brazos a otro enemigo cercano para desconcertarlo y después saltar y propinarle un gran puñetazo que atravesó su cuerpo, haciéndolo inservible. Otro robot disparó su láser al gigante esmeralda, pero éste alzó un auto de los que estaban volcados para protegerse y después lanzárselo a su atacante.

El hombre hormiga no tenía tantos inconvenientes, puesto que con su gran tamaño, las armaduras mecánicas solo podían inquietarlo con sus movimientos. Con cada puñetazo y brazada que realizaba, podía empujar y destruir cada robot que intentaba dispararle.

- ¿Eso es todo, debiluchos? - decía Scott, divirtiéndose con su aparentemente sencilla labor.

Por su lado, Hope y Sam hacían todo lo posible para proteger a los ciudadanos en peligro. Un escombro estaba por caer sobre un puñado de personas, pero la avispa disparó sus blasters para destruirlo antes de que impactara sobre las personas de allí.

- Todos, escúchenme, vayan hacia allá - ordenaba la mujer mientras señalaba con su dedo una zona libre de bestias mecánicas.

A los civiles no les quedaban muchas opciones, solo hacer lo indicado por la pelinegra.

Sam llegó a donde estaba un hombre tirado en el suelo, un robot intentó disparar a éste, pero el moreno utilizó su escudo para protegerlo del rayo enemigo. Acto seguido lanzó su arma hacia el cuerpo metálico, quedando atascado en el núcleo, por lo que la maquina terminó inutilizándose. Wilson se acercó al trozo de chatarra y retiró el anterior arma de Steve Rogers.

- Dulces sueños - dijo a modo de chiste retirándose de ahí con sus alas a socorrer a más ciudadanos indefensos.

- ¿Cómo está la situación chicos? - preguntó por su intercomunicador Carol. 

- Aquí todo bien, la gente ya está siendo evacuada - aseguró Hope, volando cerca de un edificio.

- Lo mismo aquí, nadie corre peligro - añadió Sam observando a los civiles huir frenéticamente hacia la dirección contraria de todo el caos.

Hulk terminaba por destrozar a uno de los enemigos con sus manos. Había golpeado al último robot con un poste de luz que se había desprendido de la acera, para después rematarlo con facilidad.

- Ningún problema aquí, ya no hay más de esas máquinas locas - aseguró el científico verde.

Scott había vuelto a su tamaño normal, pensaba que ya había despejado todo el lugar, pero no se dio cuenta de que un robot le estaba apuntando por la espalda. Antes de que tuviera éxito, la máquina se vio interrumpida por unos disparos que dieron en su armadura metálica. Éstos provenían desde otra dirección, pero antes de poder reaccionar, una granada impactó en su carcasa, provocando una explosión que envolvió al robot en llamas y lo destruyó por completo. El hombre hormiga logró observar a Bucky, acercándose a la zona con su arma en brazos.

- Por poco no cuentas tu situación actual - comentó con un tono sarcástico el supersoldado.

Lang, aún sorprendido por haber sido salvado, colocó su dedo índice sobre su intercomunicador.

- Ésta área está despejada, con algo de fortuna - dijo.

- ¿Eso que quiere decir Scott? - preguntó Carol sin entender.

- No importa, aquí ya no pasa nada - respondió el hombre hormiga, humillado por su descuido anterior. 

- Ya sólo quedan unos pocos de esos sujetos, estén alerta - ordenó la rubia desde su posición.

- Si capitana - asintieron todos al unísono.

Mientras tanto, en el complejo de los vengadores

Nuestro par de jóvenes se encontraba en la sala de estar, sentados en el sillón y siguiendo de cerca las noticias a través de la televisión. Podían observar a sus compañeros de equipo lidiar con los robots, presumiblemente enviados por Hydra, pero no significaban tanto desafío para los vengadores.

- Debiste haber ido - dijo Wanda, sacando al castaño de su conexión con la TV.

- ¿Por qué lo dices? - preguntó el arácnido sin entender.

- Tu conoces muy bien la ciudad y además estás acostumbrado a resolver estos problemas, tu ayuda le habría venido muy bien al grupo - explicó la sokoviana con los nudillos apoyados sobre el costado de su rostro.

- Tal vez, pero yo sólo me enfrento a delincuentes y asaltantes, no a robots gigantes jeje - comentó Peter tomándose la nuca.

- Igual hubieras ayudado bastante - insistió la bruja escarlata.

La conversación entre ambos héroes fue interrumpido ya que un gran estruendo se escuchó en el exterior de las instalaciones. Los dos lo oyeron y salieron de inmediato a verificar que sucedía. 

Entre todo el césped se podían observar varios robots invadiendo la propiedad de los héroes, acompañados de algunos soldados de Hydra, armados con ametralladores, pistolas y un par con lanzacohetes. Las enormes maquinas, con cada paso que daban, hacían retumbar la tierra, mientras que el resto de los agentes marchaban a los costados de las creaciones mecánicas. El ''ejercito'' era liderado por un hombre de mediana estatura, cabello y ojos marrones oscuro, vestido con un atuendo totalmente negro. 

- ¿Qué es esto? - preguntó sin entender Peter, poniéndose en guardia y por delante de la sokoviana.

- Relájate hijo - dijo el hombre levantando su mano.

- ¿Quiénes son ustedes? - soltó el arácnido, sin deshacer su posición de combate.

- Somos la organización más grande e importante que el mundo pronto conocerá, y yo soy quien está al mando - explicó el sujeto de negro.

- Pues me he quedado igual - dijo Peter sin comprender a lo que de verdad se refería su enemigo.

Wanda utilizó un poco de sus poderes para leer la mente de uno de los agentes y aclararle el panorama al castaño.

- Ellos forman parte de Hydra, y su líder es Helmut Zemo - describió la chica de manera detenida.

- Bueno, veo que no necesito presentación oficial - habló el líder con un poco de gracia.

- Así que él es Zemo - comentó spiderman, mirando de reojo al sujeto de negro, un tipo bastante común y corriente a decir verdad.

- Si, el fue quien controló a Bucky y desencadenó la guerra civil entre los vengadores, no te dejes engañar por su apariencia, es más peligroso y calculador de lo que parece - explicó Wanda sin quitarle la mirada a Helmut.

- Me conoces muy bien muchachita, eso facilitará nuestro vínculo - dijo el líder de Hydra.

- ¿Vínculo? - preguntó Peter sin comprender a que se refería su enemigo.

- Maten al niño, y reduzcan a nuestra nueva amiga - ordenó Zemo a los agentes, quienes comenzaron a avanzar con sus armas preparadas.

- Uy no, ¡Wanda vete de aquí! - exclamó el arácnido esquivando algunas balas disparadas hacía su posición.

Otros soldados apuntaron a los pies de la castaña, pero en cuanto éstos abrieron fuego, ella utilizó sus poderes para protegerse de los disparos. Tras esto, lanzó algunas ráfagas escarlata hacia sus atacantes para mandarlos a volar.

- Ni hablar, estamos juntos en esto, te ayudaré - dijo la bruja con sus ojos brillosos de aquel color rojizo.

Peter lanzó dos telarañas hacia las armas de dos agentes para desarmarlos y propinarle un puñetazo a uno y una patada al otro.

- Esa no es una opción, son demasiados, nos van a vencer - comentó el hombre araña, saltando y dando volteretas para esquivar los disparos de los hombres de Hydra.

- Tendremos más oportunidades si trabajamos en equipo Peter - aseguró la sokoviana, haciendo levitar con su magia a un grupo de soldados y mandándolos lejos.

El arácnido seguía sin estar de acuerdo, pero resultaba muy difícil convencer a su compañera de que escapara de allí.

- Tss, sólo ten cuidado, ¿si? - dijo resignado.

- Lo tendré, tu también - contestó Wanda creando otro escudo escarlata enfrente suyo para cubrirse del fuego enemigo.

Un agente le iba a propinar un culatazo con su arma al castaño, pero su sentido arácnido fue más rápido y bloqueo el ataque, para después darle una tanda de golpes en el cuerpo y lanzarlo hacia otros 2 sujetos armados, haciendo que pierdan el equilibrio.

Helmut, al observar que sus dirigidos estaban teniendo complicaciones con los jóvenes vengadores, mando a los robots a ocuparse del asunto.

'' Tienen talento, pero ya se terminó la diversión '' decía en su interior el líder terrorista.

Wanda observó como algunas máquinas se acercaban hacia ella, por lo que se puso en alerta máxima. Dos robots dispararon su laser hacia la bruja, pero ésta hizo un escudo de magia y se protegió del ataque, para después lanzar un rayo escarlata hacia uno de los gigantes mecánicos. Éste recibió el impacto de lleno y cayó hacia atrás, cubierto de cortocircuitos y llamas.

Por su parte, Peter seguía lidiando con los agentes de Hydra, desarmando y noqueándolos lo más rápido que podía. Tan enfocado estaba en el combate que por poco es alcanzado por unos misiles provenientes de un robot, afortunadamente el sentido arácnido respondió a tiempo y saltó hacia un árbol para evadirlo y quedar lejos de la explosión. Sin embargo, antes de que pudiera planear su siguiente movimiento, un cohete chocó contra la parte baja del tronco del árbol, por lo que se derrumbó e hizo perder el equilibrio a spidey. Un par de agentes abrieron fuego contra el trepamuros, que se vio obligado a realizar acrobacias para esquivar las balas. Todas pasaron de largo, a excepción de una, que impactó en la pierna izquierda de Peter.

- Grrr - gruñó el muchacho saltando y cayendo al suelo. Ahora su movilidad se iba a ver muy reducida con un trozo de plomo en su miembro inferior. Prueba de aquello fue cuando una de las inmensas maquinas lo tomó desprevenido por detrás al castaño y le dio un puñetazo en el pecho, mandándolo a volar. Cayó a varios metros de uno de los agentes con lanzacohetes, el mismo que se había encargado de destruir el árbol de antes. El hombre disparó otro proyectil en dirección a Peter, pero éste se movió rápido para evitarlo, no obstante, la explosión ocurrió cerca de su posición y la onda expansiva lo sacó volando de allí, cayendo cerca de la posición de Wanda, que vio el estado en el que se encontraba su compañero.

- ¡Peter! - exclamó la chica, yendo a donde estaba el hombre araña. Lo tomó de los hombros y lo dio vuelta, quedando de costado, había quedado inconsciente y con algunos cortes en el pecho y en la cara. Esto sólo aumento la ira de la sokoviana, haciendo relucir todo su poder mágico alrededor de su cuerpo.

Los enemigos se acercaban en grupo hacia la vengadora, no podía dejar que siguieran tomando terreno en la pelea, y mucho menos lastimar aún más al arácnido.

- Ustedes, ¡lo van a pagar caro! - gritó de manera amenazante la bruja, que comenzó a lanzar ráfagas de su poder hacia todos los agentes, quienes no podían hacer mucho para defenderse. La castaña generó unas cuantas bolas de energía escarlata y se las tiró a grupos de soldados y a algunos robots, que quedaron atrapados en las explosiones mágicas que dichas bolas provocaron.

Zemo observaba todo el espectáculo desde su posición, casi ni se había movido de allí.

- Impresionante, así que éste es el poder que está escondido en tu interior - decía el líder de Hydra mientras se cubría un poco la vista debido a la tierra que se había levantado producto de los ataques de la sokoviana. 

Había algo distinto en ella, mientras que emitía su característico humo escarlata de sus manos y cuerpo, sus ojos mantenían un color violeta luminoso, muy raro en ella. Su mirada parecía fulminar a Helmut de una manera intimidante.

- Te voy a destruir, maldito infeliz - amenazó Wanda liberando aún más energía de sus manos, si bien era de color rojizo, desprendía una llamativa aura morada.

- Dime, ¿Qué se siente aplastar a tus enemigos sin piedad cuando la furia y el enojo se apoderan de ti? - preguntó con una sonrisa Zemo, sacando un extraño artefacto de su uniforme.

No obtuvo respuesta, lo que pudo ver fue a la bruja acercarse con su magia preparada para atacar a su enemigo. Estaba por lanzarle un rayo de poder pero fue detenida, para después comenzar a retorcerse de un inexplicable dolor que recorría su cuerpo. Se miró uno de sus brazos y pudo apreciar como unas marcas violetas y rojizas se movían a través de todo su ser, no solo su extremidad superior.

- ¿Qué sucede? ah - cuestionaba la sokoviana, aún moviéndose irregularmente debido a aquel extraño suceso.

- ¿No recuerdas esa granada?, no era explosiva, sino que contenía esencia del mal, que una vez que penetra el cuerpo, invade al individuo de una gran sed de destrucción y violencia - explicó el líder de la organización terrorista. En su mano poseía una extraña esfera de color morado que presentaba una parpadeante luz a medida que se acercaba a la muchacha.

La castaña no podía moverse, de hecho, estaba a merced de Zemo, arrodillada y sin escapatoria.

 - Parecía una simple granada de luz, pero en realidad estás viviendo una metamorfosis de oscuridad y caos que sólo yo puedo manejar con esto - hablaba Helmut, mostrándole a la chica el artefacto en su mano.

La bruja intentaba resistirse al poder maligno que se apoderaba de ella, pero no podía hacer mucho, era más fuerte que ella. Su inestabilidad mental también contribuía a que fuera fácil de dominarla, por lo menos de esta forma.

- Ten buenas noches, jovencita - dijo Zemo para después golpear a Wanda en el rostro, dejándola inconsciente y posteriormente cargarla sobre su hombro. Finalizada su tarea, empezó a retirarse del lugar, en dirección hacia su transporte.

Peter, aún sin fuerzas para levantarse, solo pudo observar como aquel hombre se alejaba de su vista junto a su compañera de equipo.

- Detente ahí, Zemo - alcanzó a decir, con la voz apagada, para finalmente caer inconsciente de nueva cuenta.


Buenas a todos gente, espero no haberlos hecho esperar mucho, pero éste era un capitulo importante y me quedó bastante largo jeje. 

¿Qué ocurrirá luego de este giro de guion inesperado para algunos? Y para otros pues, los felicito por haberse visto venir esta parte.

Ojala les haya gustado, prometo subir contenido más seguido, hasta pronto, 

Rick_17-31.





















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