Los héroes volvían de su misión en Polonia, donde habían encontrado armamento militar muy extraño, maquinaria mezclada con tecnología desconocida. ¿Qué se traía Hydra entre manos?, no quedaban muchas bases repartidas por el mundo, y por consiguiente cada vez habían menos soldados y científicos trabajando para la ilegal organización. Era difícil deducirlo, pero al menos ahora tenían material para revisar.

A bordo del jet, todos estaban esperando a llegar a la base. Peter estaba sentado junto a Bucky, con sus brazos sobre las piernas y la columna levemente inclinada hacia adelante. Intentaba procesar todo lo ocurrido hace unas horas. Si bien combatir el crimen y salvar civiles era algo que hacia a menudo, lo de recién fue diferente. No sólo saber que participaba en su primer misión con los vengadores, sino también los nuevos enemigos con los que combatiría. Por el momento sólo eran soldados y agentes armados, hasta ahora.

- ¿Está todo bien, muchacho? - preguntó el supersoldado, tomando su cinturón con una mano y su arma con la otra.

- Si, señor Barnes - respondió el joven de Queens.

Bruce escuchó la conversación que mantenían ambos vengadores.

- Te luciste niño, pero deberás seguir así hasta que haya una misión de clase A - dijo el grandullón verde.

- ¿Clase A? - preguntó Peter, sin entender.

- Una misión de suma importancia, generalmente es cuando el mundo o aún peor, el universo, está en peligro - explicó James con detalle.

- Ah entiendo, ¿y ésta misión fue clase B? - cuestionó el muchacho, intentando comprender lo que le dijeron el soldado y el científico.

- Si, se podría decir que si, son misiones de prevención, evitar que algo malo pueda ir a mayores y causar un desastre - explicó Bruce.

El arácnido, al obtener ésta información, estaba ansioso por ir a una misión de alto nivel.

- Prepárense, ya estamos a punto de llegar a la base - anunció Carol desde la cámara del piloto.

Luego de aterrizar en el hangar y apagar la nave, la capitana se dirigió a la sala para ordenar unos papeles junto a Sam, Hulk se fue al laboratorio a examinar las partes que habían conseguido en la misión. El resto del equipo se dirigió a sus respectivos dormitorios. Peter estaba caminando hacia su cuarto, cuando la figura de alguien le llamó la atención. Wanda yacía inclinada sobre el marco de la puerta de su habitación.

- ¿Qué tal la misión? - preguntó la bruja escarlata, de brazos cruzados.

- La verdad muy bien, pensé que iba a ser más difícil - contestó el joven.

- Me alegro - comentó secamente la castaña, deseando estar en el lugar del muchacho.

El arácnido recordó la razón por la que Wanda se había quedado en la base y cambió su expresión.

- Descuida, muy pronto podrás luchar junto al equipo - dijo Peter, sonriendo y tratando de levantarle el ánimo a la chica.

- No me ilusiono mucho - dijo resignada la bruja.

Al escuchar lo último, el muchacho de Queens pensó en alguna idea rápido para ayudar a Wanda.

- Em, ¿qué tal si mañana salimos? o sea, a dar un paseo o algo parecido - sugirió un poco nervioso al escuchar la propuesta que acababa de hacer.

La castaña se sorprendió un poco al oír la invitación de Peter, aunque tenía sus dudas, no le parecía una mala idea.

- No lo sé, ¿qué dirán los demás? - preguntó indecisa.

- No deberán tener problema, sólo sales al mundo exterior, no creo que tengas que pasar toda tu vida aquí dentro - argumentó el arácnido.

- Tal vez - dijo Wanda, aún no muy convencida.

- Además, la condición era que estés junto a alguien, o sea yo, y no encerrada aquí sola - agregó el castaño, dejando en claro su punto.

La sokoviana lo volvió a pensar brevemente y aceptó la propuesta de Peter.

- Está bien, acepto - respondió un poco sonrojada, algo raro ya que ella suele ser fría con sus sentimientos.

- Genial, mañana a las 3 de la tarde, ¿te parece bien? - le preguntó el arácnido para organizarse.

- Si, no hay problema - contestó la bruja.

- Excelente, quedamos así, bueno me voy a dormir, estoy algo cansado, que tengas buenas noches Wanda - se despidió Peter de su compañera de equipo, no sin antes darle un beso en la mejilla, cosa que hizo aparecer un tono rosado en las mejillas de la muchacha.

Ésta última observó como el hombre araña se alejaba de donde ella estaba, caminando lentamente hacia su habitación. Decidió finalmente entrar a su cuarto, cerrar la puerta y recostarse sobre ésta. Todavía podía sentir sus cachetes arder por las sensaciones que sintió al recibir ese beso de parte del castaño. No lo reconocía, pero estaba muy ansiosa por que llegara el próximo día, quería salir y sentir un poco de aire en su cara.

Al día siguiente

Cada uno de los vengadores hacía sus deberes, mientras que el arácnido y Wanda se preparaban para salir del complejo. La primera en llegar a la puerta fue la bruja escarlata, llamando la atención de Carol.

- ¿A dónde vas Wanda? - preguntó la rubia extrañada.

- Saldré un rato con Peter al parque - respondió la joven.

- No creo que sea buena idea - dijo la capitana con preocupación.

- ¿Por qué? - cuestionó la sokoviana, mirando fijamente a la líder.

Por suerte, Peter apareció para evitar un momento de tensión innecesario.

- Tranquila señorita Danvers, yo estaré con ella, no va a pasar nada malo - aseguró el castaño.

La rubia no podía insistir mucho más, así que dejó al par salir de la base.

- Como digas, tengan cuidado ¿sí? - advirtió volviendo a lo suyo.

- Claro que si, hasta luego - se despidió Peter.

- Adiós - saludó Wanda, a secas.

Los dos se fueron caminando, alejándose de la entrada con cada paso que daban. Una vez en la ciudad, andaban entre la gente, que iba y venía, algunas personas llevaban en sus manos bolsas de locales, otras simplemente caminaban sin nada que hayan comprado.

- ¿Qué has hecho ayer Wanda? - fue la voz del arácnido la que rompió el silencio.

- La verdad que no mucho, sólo pude leer un libro que había empezado hace unos días - respondió algo apenada la castaña.

- Ah entiendo - comentó el joven de Queens.

- ¿Y tú?, ¿Cómo te fue en la misión? - preguntó la bruja, interesada por saber lo que había hecho el equipo, y también el arácnido.

- La verdad bien, pensé que se nos iba a complicar por pelear contra los de Hydra, pero por suerte lo supimos manejar - contestó Peter en detalle.

- Para mí fue bastante apresurado enviarte a una misión que incluye a Hydra, pero al menos vas ganando experiencia - opinaba Wanda. En el fondo estaba algo celosa por no tener tanta acción como el resto del equipo.

- Supongo que si, pero siempre se empieza por algo, ¿verdad? - dijo el castaño, buscando el lado positivo.

Tras caminar varias cuadras, llegaron al parque, donde muchas personas estaban caminando por los caminos de material. Otras simplemente se encontraban sentadas en bancos, o jugaban con sus hijos por el terreno verde.

Ambos vengadores recorrieron el lugar, llegando a un carro donde vendían helados.

- ¿Quieres un helado, Wanda? - le ofreció Peter a la sokoviana, de manera gentil.

- Si Peter, me gustaría, gracias - aceptó la bruja.

El muchacho se acercó al carro, donde ordenó ambos helados, el suyo era de vainilla, mientras que el de la castaña era de chocolate.

Peter volvió con la chica, que se había sentado en uno de los bancos que estaban cerca. Los dos disfrutaron del sabor del postre, hasta que terminaron la crema helada.

- Estuvo delicioso, ¿Cuánto te salió Pet? - preguntó la chica, para devolverle el dinero.

El joven se ruborizó por el sobrenombre, ya que Wanda nunca lo llamaba de ese modo.

- No te preocupes por eso, yo invito - aseguró el arácnido.

- ¿Estás seguro?, no quisiera complicarte - comentó con algo de pena la castaña.

- Si, seguro, no hay ningún problema - dijo Peter, haciendo sonrojar a la chica. Hacía mucho tiempo que alguien le prestaba esa atención.

En medio del diálogo, una pelota cayó a los pies de Wanda, quien la tomó y se preguntó de quien era. Al instante se acercó un niño, aparentemente a quien pertenecía la bocha.

- ¿Es tuya? - preguntó amablemente Maximoff alzando la pelota en la palma de su mano.

El niño asintió con la cabeza, por lo que la muchacha se la entregó gentilmente, el chico la tomó con ambas manos, y justo fue alcanzado con quien parecía ser su madre. Sin cambiar miradas con Wanda, se retiró sin mediar palabra junto a su hijo.

'' Eso fue muy desagradecido de su parte '' pensaba Peter, observando la escena atentamente.

La castaña no quedó muy conforme con la actitud de la mujer, se notó cuando volvió su mirada al frente, con algo de preocupación.

- Descuida, no todos tienen los modales aceitados - trató de consolarla el arácnido.

- De seguro sabía que soy la bruja escarlata, aquella que causa caos y destrozos cuando los vengadores reducen a la amenaza - opinó directamente la sokoviana.

Peter concentró su mirada en la de la chica.

- Esa no eres tú Wanda, eres la vengadora más poderosa del equipo, y alguien que siempre busca el bien y protege a quienes están en peligro - explicó el joven de Queens.

- Explícale eso a los ciudadanos - soltó la bruja, un poco resignada a seguir siendo vista como el fenómeno escarlata.

- No importa lo que ellos opinen, sé que te esfuerzas para que los demás no corran riesgos - sostuvo Peter.

La chica procesó las palabras que había escuchado, se sentía sola la mayor parte del tiempo, pero a veces le daban un buen consejo, como estaba sucediendo ahora.

- Gracias por lo que me dices Peter, ojalá sea verdad - dijo Wanda, inclinándose y dándole un beso al chico en la mejilla, acto no muy común en ella, pues no suele demostrar sus sentimientos tan directamente.

- De nada Wanda... para eso estamos - contestó Peter, algo sonrojado por el gesto. El beso de la bruja se sintió frío, pero también lleno de cariño y sinceridad.

Tras unos minutos de intercambiar algunas palabras, se dieron cuenta de que ya habían pasado un buen rato allí, por lo que se levantaron del banco y siguieron caminando alrededor del parque, viendo como las familias y otras personas compartían momentos de felicidad, integración y comunicación.

Lamento la demora, anduve un poco ocupado con otros asuntos, videollamadas académicas, tareas, estudio, etc.

En fin, nuevo capitulo para todos, espero que lo disfruten y les vaya gustando el rumbo que trae la historia.

Les mando un gran saludo desde Argentina, y muchos éxitos para todos, ¡Hasta la próxima!