Interlude I. Wine and Uncertainty
Ni una sola señal...
Ninguna noticia, ninguna pista, ninguna idea de dónde pueda estar...
Nada... absolutamente, nada.
Solo prevalece el vacío, la incertidumbre y el enorme pesar que dejó su repentina desaparición.
Suspiro, dejando escapar en ese acto un poco de la profunda tensión que me ha invadido durante las últimas 48 horas.
Horas que han sido un constante infierno, sufriendo el incesante pasar del tiempo.
Cada minuto, no... cada maldito segundo que transcurre me hace sentir como si ella escapara cada vez más de mi alcance, perdiéndose más y más entre densas sombras sin que yo pueda hacer nada al respecto.
Mi atención se desvía hacia el hipnotizante líquido rojizo que reposa en la diáfana copa que sostengo en mi mano derecha y me pierdo un instante observando la transición de tonos y destellos que experimenta cada vez que balanceo la copa a contraluz de los rayos blanquecinos de la luna.
Debo aceptar que, en conjunto, es una vista encantadora la que se observa desde la terraza superior de Devon Corp. En el despejado horizonte, se vislumbra a la perfección el reflejo de la gigantesca luna blanca sobre el mar en calma y las luces de la dormida ciudad parecen una horda de Illumise y Volbeat desde estas alturas. No obstante, la delicada brisa salina, por lo general, cálida y vigorizante, no logra tener efecto alguno sobre mi decaído ánimo. No, definitivamente no puedo encontrar ningún deleite en estos momentos, ni del bello panorama que me rodea ni del delicado vino con el que he intentado, sin aval, calmar un poco esta maldita ansiedad y desesperación que me ha inundado desde aquella terrible noticia.
Me pregunto si esto no es más que el merecido pago por mis errores pasados o, quizá, el destino al que me llevó el camino que decidí recorrer al abandonar a Elysia de la manera en la que lo hice.
No dejo de pensar que, de no haber huido como un perfecto cobarde, definitivamente nuestra historia habría sido muy distinta a estas alturas. Ella no habría tenido necesidad de escapar de mí, de alejarme con esa actitud altanera y caprichosa, producto del dolor que mi partida debió provocarle.
Ahora lo sé...
Tristemente, un suceso tan terrible como su desaparición fue lo que tuvo que ocurrir para que yo fuera capaz de entender su sentir ahora que soy yo el que sufre ese dolor en carne viva.
Y no, no es que no la hubiera extrañado durante todos los meses que estuve separado de ella, viviendo en Sinnoh y yendo de aquí para allá en aquella región. Al contrario, cada día era una constante batalla tratando de sacarla de mi mente y de mi corazón, pensando que era lo mejor para ambos, pero, sobre todo, para ella.
Sobra decir que la vida me ha demostrado cuan equivocado estaba y me dejó ver, como si se tratase de un espejo gigante, el reflejo del estúpido que fui al tomar aquella decisión.
En retrospectiva, y haciendo un análisis honesto de las motivaciones reales detrás de mi abandono, debo aceptar que todo fue producto de mi falta de visión y autocontrol, combinada con miedo. Miedo de echar a perder lo que Elysia y yo teníamos antes de huir a Sinnoh. Pánico, de ya no poder disfrutar su compañía sin que ella se sintiera incómoda por mis verdaderos sentimientos o de ya no contar con su confianza y amistad. Todo ello era mucho más importante para mí que aspirar a algo que solía creer imposible.
Y es que, de verdad, a pesar de que a lo largo de mi vida no me han faltado oportunidades de tratar con damas y he gozado del amplio interés de ellas, jamás me había sentido tan impactado, conmovido y vulnerable sentimentalmente como cuando conocí a Elysia.
Al principio, me era complicado siquiera aceptar que estaba interesado en ella, no solo como una entrenadora de un talento inusualmente prometedor, sino de una manera más emocional, más... íntima.
Pronto, se volvió una tarea sumamente difícil el pasar momentos a su lado sin tener el fuerte impulso de querer tocar su mano, abrazarla o probar sus labios. Controlar esa creciente necesidad, ese deseo, se convirtió en una verdadera tortura para mí.
Conforme pasaban los meses, me descubría de manera más frecuente abstraído en mis pensamientos sobre ella a todas horas. El anhelo de verla, de saber qué pasaba con ella, en donde estaría y qué estaría haciendo crecía a pasos agigantados.
Recuerdo la primera vez que la vi participar en un concurso en Slateport City, luciendo tan maravillosamente hermosa en el escenario al lado de sus compañeros pokémon, con su eterna sonrisa y sus ojos brillando de emoción. Verla dirigir a su equipo en las batallas era todo un deleite, siempre llena de seguridad y fe en las habilidades propias y las de sus pokémon. Resultaba realmente imposible para mí no quedar totalmente prendado de ella, de esa increíble y preciosa joven de cabello castaño.
Y por ello, la intensidad de los sentimientos que llegué a desarrollar por ella en tan relativamente poco tiempo, me llegaron a asustar de verdad. Era algo totalmente nuevo y desconocido para mí y no sabía a ciencia cierta cómo reaccionar o qué hacer. Ella tenía una brillante carrera como entrenadora por delante, siempre supe que tenía todo para ser la siguiente Campeona si realmente se lo proponía y al ver su decisión, no me quedó ni una sola duda de que llegaría a reemplazarme en la Liga.
Lo último que deseaba, era ser una especie de carga moral para ella, someterla a críticas o desaprobación de los demás por relacionarse conmigo de una manera más profunda que solo amistad. Jamás la habrían tomado en serio y con mucha probabilidad, hasta su padre se habría sentido decepcionado y molesto con ella.
No... no podía permitir que eso sucediera, no quería un destino así para la persona más importante para mí. Y por ello, por la suma de todas esas causas, me fui sin decirle nada de frente, porque no habría podido soportar ver que derramara lágrimas por mi culpa. No obstante, resultó ser todo lo opuesto a lo que planeé y aún peor. Las heridas que le causé no tienen disculpa alguna...
Aun así, no puedo dejar de pensar que si tan solo hubiera estado aquí para ella todo este tiempo... la habría cuidado con mi vida.
Pero no fue así y ahora es tiempo de pagar por mis errores afrontando esta inesperada situación.
Y es que no ha importado todo el esfuerzo que hemos invertido cada miembro de la Elite Four, cada líder de Gimnasio y sus alumnos en su búsqueda, simplemente, Elysia parece haberse desvanecido en el aire y saberlo, estar totalmente consciente de ello, me inunda de un terror inexplicable.
Bebo un sorbo del vino distraídamente y compruebo que su sabor me resulta tremendamente amargo y desagradable, a pesar de ser un producto de altísima calidad. Eso es suficiente para convencerme de lo inútil que resulta continuar buscando alivio a través de él.
Como resultado, una profunda y súbita ola de frustración y desasosiego me inunda, haciendo que en un arranque de cólera arroje la copa hacia el piso. El estrépito ocasionado por la ruptura de la misma en miles de pequeños y finos pedazos de cristal, no me puede importar menos.
Me río amargamente al observar el desastre que acabo de ocasionar pensando en que dicha escena parece ser el reflejo físico de mi ruina emocional, de mi fragmentado corazón y sombrío ánimo.
Segundos después, un ápice de lucidez me invade y me siento profundamente avergonzado por lo que acabo de hacer, arrepintiéndome de inmediato por parecer un crío inmaduro.
Quizá, la falta de descanso y la ausencia total de horas de sueño comienza a afectarme aún más física y emocionalmente. No puedo evitar pensar en que, si Wallace se entera, no me lo quitaré de encima con los regaños y muy probablemente, una vez pasado todo este desastre, las burlas, durante el resto de mis días.
Honestamente, sería con justa razón. Siendo un poco sensato, no gano absolutamente nada comportándome así. Tan solo siento que estoy perdiendo valioso tiempo al estar aquí, bebiendo y cavilando tonterías de forma inútil. Sin embargo, por primera vez en mi vida entera, siento que la situación sobrepasa por completo mi capacidad y posibilidad de actuar, de hacer algo al respecto.
¿De qué me sirve mi status de ex Campeón? ¿Todos los conocimientos que he acumulado a lo largo de estos años? ¿Mis viajes, la experiencia recabada? ¡Aún más, el título de heredero de Devon! ¡¡Nada, nada ha servido!!
He comunicado a Drake mi deseo de recompensar ampliamente a todo aquel que pueda darnos alguna pista del paradero de Elysia y, aun así, nadie ha conseguido saber nada realmente útil. A estas alturas, comienza a ser preocupante la falta de noticias. ¿De verdad será un secuestro? Y si es así, ¿con qué fin? Si realmente la tienen prisionera y desean dinero, sería capaz de darles mi fortuna entera con tal de recuperarla sana y salva. Sin embargo, no han pedido nada, no se han comunicado y este silencio absoluto comienza a volverme loco.
¿Cuánto más durará este tormento?, me pregunto una y otra vez, consternado, llevándome las manos a la cabeza, sintiendo un nudo en mi garganta.
Oh Elysia... Espero que estés donde estés no te falte la certeza de que, sin importar lo que cueste, iré por ti. Ojalá, a pesar de todo lo que te he fallado y todo el dolor que te he causado, aún guardes en tu corazón un poco de fe en mí y sepas que estoy aquí, pensando en ti y haciendo todo lo que está en mis manos para encontrarte.
No he descansado ni lo haré hasta lograrlo, hasta tenerte de vuelta con nosotros. Hasta ser capaz de volverte a abrazar, a mirarte fijamente a los ojos, acariciar tu rostro y protegerte contra todos, contra el mundo si es necesario. A que, sin importarme nada, las dificultades o las tormentas que se avecinen, tener la oportunidad de poder decirte esta vez lo que ha guardado mi corazón todo este tiempo: Elysia, mi hermosa Elysia... ¡cuánto te amo!
_________________________________________________
Hola a tod@s! Espero les haya gustado este "mini capítulo" a forma de intermedio que se me ocurrió agregar. Se me ocurrió trabajar las perspectivas de algunos personajes de esta forma para añadir un poco de profundidad a sus personalidades y a la narrativa, ojalá sea de su agrado. Sobra decir, pues, que el fic no está muerto, continuaré con él a pesar de que sigo luchando con los hiatus y demás, pero les agradezco por su constante apoyo, lecturas, favoritos y comentarios que me dejan. Gracias por seguir leyendo esta locura, espero no decepcionarl@s.
P.D A tod@s l@s lectoras que habían pasado por aquí el lunes cuando lo publiqué originalmente, les ofrezco una disculpa. La inspiración puede ser una dama caprichosa y, contra todo pronóstico, sentí la necesidad de agregar algunos párrafos más a la versión original. Así que ojalá puedan leer la edición que le hice y les agrade también.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top