《Advenimiento》
¿Cómo empezó todo? ¿Por qué el odio a esas bestias salvajes? Bueno, todo tiene un origen, una razón o causa. Un motivo.
Hace muchos años, los dragones no eran tan odiados hasta el punto de enfrentarse a ellos para matarlos y colgar su cabeza como trofeo junto alguna clase de honor en el techo de la casa. Antes, algunos eran temidos, otros los veneraban. Por que se decía que algunas especies de dragones eran terroríficas mientras que otras más tranquilas y benévolas. Éstos vendían siendo los dragones blancos, plateados y algunos rojos. Mientras que se acostumbraba que los negros eran mucho más peligrosos al igual que la magia que estos poseían. Los "benévolos" eran más reservados, a comparación de los temperamentales, éstos no causaban de alguna forma daño a los humanos. Se alejaban y por eso nuestra gente los consideraban "calmados".
Sin embargo, los dragones más bellos, poderosos y mágicos eran los dorados, está especie estaba casi extinta pues era demasiado raro que él ojo humano pudiera ver uno, puesto sabían esconderse demasiado bien. Por lo que muchos no sabían si eran "malos" o "buenos".
Habían dos razas de dragones; los europeos y los occidentales. Pero aquí en Gravity Falls era común ver los famosos europeos. Dragones que gran tamaño y grosor. Con alas que podían destrozar y proteger . Más difíciles de atacar o esconder, todo lo contrario a los occidentales. Delgados pero de un largo cuerpo. Como una serpiente con pequeñas patas y parecían volar por arte de magia. Aunque ambas especies tenían en común un poder místico. Bueno, no estoy aquí para dar más detalles sobre como es cada especie y la clase de magia, fuerza y fuego que utilizan, no. Les estoy contando por que el intenso odio y ganas de destruir por completo su especie.
Antes todo era una pequeña isla, en el centro un gran, hermoso e impotente castillo donde vivía el rey y la reina. Al rededor estaban las casas y demás. Las clases sociales parecían dominar incluso igual o más que los mismos Dragones, y lo siguen haciendo. La realeza, la nobleza y los plebeyos.
La Reina quedó embarazada, tendría un príncipe o una princesa.
Ella solía salir a las afueras del reino, con caballeros protegiéndola, cruzaban el mar. No tardaban ni hora para llegar a un bosque. Ella decía que quería estar sola con la naturaleza. Un nuevo ambiente y creía que protegido. Así fue por los próximos meses.
Hasta el día que dio a luz una hermosa criatura de cabellos rojos igual que ella, ojos grises pero tan claros con un tono azulejo. Como los de sus padres. La reina Anastacia tuvo un niño. Era el futuro rey de Gravity Falls.
Ese día festejaron.
Un mes después ella aún daba paseos por aquel bosque. Pero está vez sin sus fiables caballeros, se había ido a escondidas junto a su bebé para dar un agradable y más tranquilo paseo. Pero su esposo, el rey Brayan sospechó por lo que envío que un caballero de gran honor a que la vigilará sin que está lo notará. Empezaba a creer que le era infiel.
Mientras ella paseaba en el bosque, sin razón aparente, un Dragón tan blanco como la nieve la atacó hasta asesinarla. El caballero había intentado protegerla, pero no lo consiguió. Sólo pudo proteger al bebé y ver como aquel Dragón tan hermoso escapaba. Extrañamente, poseía una clase de plumas blancas como las de un ave en especifico por debajo de sus extremidades. Cerca de lo que se le podría considerar codos y brazos. Jamás se volvió a ver un dragón como aquel, con esas plumas extras en sus extremidades y, ojos tan rojos como la sangre de un cuerpo todo decapitado. Pero a la vez de escamas tan blancas que parecía puro.
El caballero regreso al reino, con el bebé en brazos y la reina encima de su hombro, sosteniendo a cada uno con un solo brazo pero pudo resistir hasta llegar al reino con el rey Brayan y contarle lo sucedido.
La tristesa, la furia y decepción se apoderó del hombre de cabellos oscuros como el carbón. Entonces decidió declararle la guerra a todos los dragones. Pues no sé podía confiar en ninguna especie en concreto. El ser humano se defendió y ellos atacaron. Así empezó la lucha por la sobrevivencia y el terreno. Todos los dragones se habían vuelto más agresivos. Por lo que el rey mandaba a los caballeros de la antigua edad con suficiente conocimiento sobre los dragones para que entrarán a nuevos jóvenes interesados en el combate y exterminación de esas bestias. La mayoría eran plebeyos pero eso no significaba que no habían nobles interesado en el tema. Matas a un dragón, te ganas una victoria, honor y la admiración de otro. Incluso respeto. Y aquello se incrementa más depende de cuantos y que especie es con la que acabas su vida.
Cuando el hijo del rey y la difunta reina, Jacob cumplió sus diez años, sucedió la mayor catástrofe que se pudo haber hecho después de la muerte de la reina, claro. Ella había sido una mujer tan amable y comprensiva como la mejor madre, y tan hermosa y deslumbrante como la más bella rosa de un enorme jardín de estás. Ella quería a sus súbditos como si de sus propios hijos fueran. Y el tener un bebé le fue una gran bendición.
Un dragón, quizás el más fiero. Fuerte, grande, impotente y sobre todo poderoso atacó el castillo. Atacó al reino y sus habitantes. Y no sólo era su fuerza y el ardiente fuego lo que se destaca del animal, oh claro que no.
Eran sus escamas. Su cuerpo y sus afiladas alas. Un dragón dorado. Celestial pero fiero. Hermoso pero peligroso. Él solo pudo lo que ningún otro dragón ha conseguido. Destruir el imperio. Causar muchas muertes aunque por fortuna la mayoría no fueron de recién nacidos o niños.
Nadie pudo detenerlo.
Los muy pocos que sobrevieron, incluyendo a la familia del rey y esté mismo junto a su hijo, salieron de la isla. Atravesando el mar y habitando en aquel bosque donde sólo hay flora y fauna inofensiva. Iniciando un nuevo lugar donde vivir. Un nuevo reino.
El dragón dorado se apoderó de la isla, del reino. Se quedó allí. Y a veces sale para cazar su comida, a veces no son frutos o animales. A veces son... Somos nostros. Carne humana. Aunque para suerte, no somos su platillo favorito. Pero si tiene la oportunidad, seguro no la desperdecia.
El rey envía cada cierto tiempo a los mejores hombres y mujeres, para que acaben con la bestia. Y aquel que acabe con la vida de la criatura tendrá un título de honor, riquezas y demás. Se ganará el profundo respeto y admiración de todos.
Desde aquello han sido catorce años. Y hasta ahora, el Dragón dorado sigue en el castillo, esperando por aquellos que osan atacarlo. Y por alguna razón desconocida, la criatura no sale de ahí para atacarnos y parece que prefiere esperar por nosotros. Pero eso no significa que los otros Dragones tampoco lo hagan. Aunque ninguno es tan poderoso como el dragón dorado. Y hasta ahora, todo aquel que vaya y entre al castillo no ha salido con vida.
Cerca del castillo hemos creado aldeas, tierra fuerte, hogares para la familia mientras seguimos luchando contra los dragones. En busca de la paz y la libertad. En busca de un nuevo lugar sin aquellas bestias. Entrenando para el combate. Con el propósito de matar a los dragones. Aquellos seres que se han vuelto peligrosos y destructivos, seres en lo que no hay que confiar. — cierra el libro de forro marrón con brusquedad mientras da un largo suspiro.
Aquel hombre observa ahora aquellos niños que lo miran emocionados y espectantes. Puso el libro en uno de los estantes, en un pequeño espacio donde antes se encontraba.
Luego dirige su mirada a las miradas emocionantes de los mellizos.
—Y es así como los Dragones son tan odiados para querer matarlos. — agrega el hombre cruzado de brazos. Ve a los castaños de casi catorce años de edad.
—¡Qué fantástica historia!, Cuando sea grande, seguro mataré a un Dragón. — exclama la chica dando saltos y en tono muy infantil. Sin embargo, ella puede llegar a ponerse seria si lo desea. A comparación de su hermano, quien solo sonríe y se mantiene en silencio.
Ambos disfrutaban escuchar esa historia desde sus seis años, cuando su madre se las contó por primera vez. Se sentían animados y con el poder de hacer cualquier cosa. Bueno, antes de que la mujer se haya muerto por culpa de un Dragón desde hace un par de años.
Según se dice, fue un dragón rojo quien enfureció y por desgracia, ella iba por la comida de sus adorados hijos cuando no evitó ser la presa de la especie de dragón más temperamental que hay. Ahora es su padre, el señor Juan quien los protegía y cuidaba.
—Hehe, eso es algo muy bueno calabazita. Ambos tienen que entrenar muy duro para enfrentar por lo menos a un Dragón blanco o rojo. Además de honrar al apellido Pines, después de todo, su padre es hermano del rey. — añade el mayor sonriendo complacido.
—Por supuesto tío Stan, ya verás como haremos sentir orgulloso a nuestro padre. — grita con emoción la castaña que tenía una radiante sonrisa que parece que absolutamente nada ni nadie hara que se desvanezca. La castaña mira a su mellizo con ilusión. — ¿Verdad, Dipper?
El mencionado asiente con una leve sonrisa afectuosa pero, un tanto emocionada. También quiere sentir las ganas y adrenalina de combatir con una bestia, ser el orgullo de la familia, o por lo menos ser respetado y alabado por algunos. Conseguir amigos o por lo menos, alguna novia. Quizás asesinar un dragón plateado podría tener alguna.
—Claro Mabel, papá estará orgulloso de nosotros. — dijo el Pines menor devolviendole la sonrisa a su hermana. Siempre ha pensado que las sonrisas de su hermana han sido muy contagiosas. Como sus alergias.
En la actualidad, la palabra asesinar incluso aunque sea a un animal sonará muy feo en bocas de jóvenes, pero en ésa época no es de sorprenderse que hasta un pequeño de cinco años dijera "Asesinar a un Dragón", al contrario.
Las ideas y costumbres de aquel lugar es eso.
El hijo del rey Brayan, Jacob no se metía mucho en eso de pelear con esas bestias y no era por ser cobarde o no estar preparado, más bien prefiere dejarle eso a la gente que en verdad esté interesada en pelear con esas bestias. Aunque si llegase el momento, tampoco se negaría a combatir alguno. Aunque, a comparación de su padre, Jacob no tenía algún rencor con esas bestias, sabiendo que su querida madre murió a manos de una.
El pelirrojo tiene como primos a los mellizos, Dipper y Mabel, y, aunque no tenga mucho contacto o hablará con ellos, eso no significa que tenga una mala relación con los gemelos, todo lo contrario.
Al llegar Juan, saluda a sus hijos, ellos corren emocionados.
Tratan de convencerlo que los llevarán a entrenar con sus tíos para combatir con dragones. El sueño de cualquier adolescente en ésos tiempos.
—Está bien. — sonrió el señor contento de ver a sus hijos tan interesados. Él quiere que sus mellizos salgan adelante. Fueran un gran orgullo y honor, y que mejor que entranar para combatir a una de las especies más detestadas de todas.
Está convencido que el futuro de ambos será el mejor.
Sin embargo, él no es un profeta o alguien que escribe el destino de las personas. Él no sabe el rumbo que tomarían las cosas.
En especial para uno de sus hijos.
[...]
Ha transcurrido más de un año desde la promesa de los mellizos Pines.
En Gravity Falls las cosas siguen "normal", sí se le define normal que los dragones sigan atacando a los pobladores y rovando parte de los ganados además que había gente que sigue entrenando para prepararse y en cierto tiempo ir aquel reinado donde vive el dragón más temido y quizás más peligroso del mundo. Viviendo en ése castillo que aún conserva algunas riquezas, sí. Las cosas siguen bastante normal.
Pero ésto se centrará en los mellizos Pines. Desde que entraron al lugar donde sus tíos abuelos enseñan a adolescentes como ellos a entrenar y combatir, ciertas cosas cambiaron.
Primero; ambos son los más jóvenes del grupo de adolescentes que entrenan. El resto posee dos o hasta tres años más que los Pines.
Segundo; Mabel pareció adaptarse bastante bien al nuevo entorno ya que, no sólo hizo nuevas amistades sino que también, parecía ser una de las personas más sobresaliente del grupo en los combates. Demostrando su fuerza, agilides, reflejos y resistencia. Una chica que ganó la atención de muchos jóvenes a su alrededor, tanto del sexo contrario como el mismo.
Tercero; al ser su melliza el centro de atención tanto por su atrayente personalidad, su habilidad para el combate y aparte que su desarollo como mujer y el ejercicio extra le era muy favorable en su físico.
Sí, en un comienzo a ambos se les hacía muy difícil los ejercicios físicos que les dejaban para entrenar, en especial Dipper que siempre ha sido de un cuerpo débil. Pero poco a poco se iban acostumbrando, y aunque Dipper fuera más resistente que antes, no es tan bueno como su hermana. Al castaño le es más fácil un ámbito donde puede crear estrategias o armas muy útiles para la cacería de los dragones y aunque eso no está nada mal, no era lo que sus compañeros o su padre esperan.
Sus tíos abuelos estan contentos con los dos gemelos. Mabel puede defenderse y ser una chica fuerte para sus quince años. Mientras que Dipper posee una resistencia igual a la de Mabel, aunque no la misma fuerza o velocidad que ella, sus conocimientos de aprendizaje podían serle muy útil.
Mabel se acostumbra más a entrenar horas extras y pasar un rato con sus amigos. Aunque a veces le molesta el hecho que ellos hablan mal de su hermano, y aunque les regaña por eso, sabe que sus amigos lo seguirán haciendo a sus espaldas. Admite que su hermano no era un buen partido, demasiado antisocial o quizás muy tímido para su edad. Pero ella siempre confiaría en él y lo apoyaría. Detesta que sus compañeros y alguien más se burle de su gemelo.
Dipper sólo se dedica más a estudiar. A leer los libros. A fabricar armas para ayudar a los guerreros más experimentados o adultos a pelear con esas bestias. Ignorado por chicos de su edad. Mayormente solo puesto su hermana siempre es rodeada de gente y no quiere ser algún mal tercio en el grupo. Y su padre sale mucho por el trabajo. Por lo tanto, su hermana no sabe el detalle que siempre es humillado por los compañeros de ésta, desde pesadas bromas hasta comentarios muy deprimentes. Por eso el trata de esforzarse aunque nunca será tan bueno como ella. Se siente muy mal. Y por si las cosas no fueran peor, lo que más le dolía era el trato de su propio padre a él.
El señor Pines nota que su hija era quien mas parece estar lista para el combate cuerpo a cuerpo con un dragón. La ve como una sombroso guerrera, fuerte y decida. Aunque sabe que le falta todavía más entrenamiento y seriedad, esta muy confiado de ella. Pero su hijo... En ocasiones suele darle avergüenza.
No le parece mal que pudiese fabricar armas para el combate o que estudiará todo sobre los dragones. O que no tuviera amigos más que su propia hermana. Lo que le molesta es que cuando su muerte le llegará, Dipper será el hombre de la casa pero que no pueda defenderse ni con un ladrón lo decepciona. Sabe que su hijo no tiene un físico como cualquier chico de su edad, es débil. Es diferente. Y sé reprocha por pensar esas cosas de su hijo.
Dipper llega a ser tan limpio y ordenado que sorprenden a cualquiera que lo llegase a conocer. Se acostumbra que los hombres no son así. Son bruscos, sucios, muy poco ordenados entre otras cosas. A excepción quizás amgunos de los de la realeza en ciertos aspectos aunque su hijo rompe todos los estereotipos. Dipper puede ser tan frágil y sutil. Además que Juan se entera de algunos rumores que dicen sobre su propio hijo. Detesta que hablen mal de su único hijo varón.
Todos los días se pregunta en que se había equivocado con él. Con su hija, Mabel no tenía mucho de que quejarse. Ella no es ni muy ordenada pero tampoco lo contrario. No es ni limpia ni sucia. Es más brusca que delicada, demasiado enérgica. Usa ropas mixtas. De hecho, ella come mucho en las tres comidas al día. En cambio, Dipper no come tanto o procura no hacerlo.
De hecho, es Dipper quién cocina y no Mabel. Él había heredado de alguna manera el talento para preparar comida al igual que su madre. No quiere decir que no hay hombres que cocinan. Sólo que Juan espera por parte del chico otra clase de pasatiempo aparte de leer libros. Pero de eso no se molesta mucho, digamos que su hijo es muy bueno cocinando y con eso puede comer perfectamente deliciosos platillos. Pero siempre se esperó que sería su hija quien se interesaría más por la cocina.
Por otro lado, aquellos que conocen a los mellizos tienen diferentes pensamientos.
Los adultos, en especial mujeres y algunos ancianos consideran a Dipper un chico muy educado, amable, limpio y tímido. Y Mabel una chica hermosa, fuerte y social.
En cambio, los de su edad, adolescentes y los hombres de familia consideran al castaño un inútil, torpe y débil. Diferente a cualquiera. Admiten que sus manos son muy hábiles para construir resistentes armas de casi cualquier tipo y tiene una inteligencia asombrosa pero eso no asombra a casi nadie en Gravity Falls. Eso no gana mucho respeto como el ser el héroe de la población al matar a un Dragón. Sin mencionar que es pésimo en alguna otra actividad como la ganadería y la pesca. Pero tratan de no comentar nada en público puesto es el sobrino del rey.
Por eso el Pines menor sufre mucho emocionalmente. Si no son sus compañeros quienes lo comparaban con su hermana, es su padre. Y aunque el trata de hacerse el fuerte, le duele. No ser como cualquier otro chico de su edad. No ser ser lo que su padre esperaba que fuese. Ser una completa decepción y burla para muchos.
Él quiere ser mucho más. Cambiar algo. Ser respetado o por lo menos no volver a sentir vergüenza de ser él.
¿Qué debe ser él para hacer sentir por lo menos orgulloso a su padre?
En realidad, la respuesta a esa pregunta es sencilla. Sólo debía matar a un Dragón.
[...]
Otro día de haber terminado el arduo entrenamiento. Dentro de unos días, muy pocos en realidad, él y su hermana cumplirían ya dieciséis años.
Es la hora de un descanso. Una merienda para los jóvenes aprendices en el combate. Como siempre, sentado solo en una de las mesas en la esquina. Y en otra lejos de ahí, su hermana rodeada de todos los jóvenes que entrenan.
Mabel ha intentado convencer a su mellizo de que comiera con ella y los otros, pero él se resigna a estar con ellos. Se sintiría muy incómodo. No sería divertido. Por eso prefiere estar solo. Además ya se ha acostumbrado.
—Hey muchacho. — escucha una voz familiar y agradable cerca de él. Sus orbes de un color roble o el cacao más combinado con un amarillo deleitoso como la miel, observa como aquel hombre de la tercera edad toma asiento a su lado.
—¿Qué sucede Ford? — pregunta sin evitar sonreír. La compañía del hombre siempre le parece de un enorme agrado. Cada cosa que sale de la boca de su familiar le resulta tan interesante y un misterio por resolver.
—Bueno, pronto será tu cumpleaños.
—Y el de mi hermana. — le recuerda a lo que el contrario hace una sonrisa no muy convencido.
—Sí... Bueno, quería darte ésto de adelantado. — estira su mano para entregarle una caja envuelta en un papel decorativo de color verde pasto. Dipper no ha notado lo que él hombre ha ocultado hasta ése momento. También puede notar a lo lejos como su hermana y grupo de amigos han terminado de merendar y se retiran del lugar. Le resulta extraño que Mabel no haya ido a saludar a su tío.
—¿Qué es?
—Descubrelo.
El chico asiente emocionado. Para romper el papel envoltorio a abrir la caja llevándose una grata sorpresa. Y como sólo estan ellos dos en el lugar, no evita gritar agradecido y alegre.
—¡Gracias!
—No hay de que. Espero te sirva. Sé que posiblemente no eres alguien con mucha resistencia, fuerte o rápido pero eres especial Dipper. Usa tu cerebro para crear grandes cosas. Aunque al principio nadie te escuche o te siga, con el tiempo admiran tus descubrimientos. Tus inventos e ideas. — alenta Ford sonriendo como un verdadero padre comprensivo que le apoyaría en casi cualquier decisión . Le revuelve con suavidad sus cabellos en muestra de afecto familiar.
—Gracias Tío... De verdad, eres uno de los muy pocos en quiénes confío y me apoya. — sonríe leve aún alegre por el regalo y siendo sincero con sus palabras.
—Bueno, ¿Ya terminaste de leer el del libro que te dí?, El de "como matar a tu Dragón". — dice haciendo un ademán de comillas en la última oración.
—Por supuesto. Me pareció muy interesante así como todos tus libros. Aunque... — se queda un poco pensativo, cosa que no pasó desapercibido a los ojos azules oscuros pero desgastados del mayor.
—¿Aunque...? ¿Qué ocurre?
—No encontré la suficiente información sobre los dragones dorados. — responde con una mueca inconforme. Pero esperando que su tío llenará su curiosidad.
—Bueno, eso se debe a que nadie ha sabido mucho de ellos. Y por el momento, sólo hemos confirmado la existencia de un salón Dragón con escamas doradas. Un hermoso animal pero el más peligroso de los de su especie y quizás, de cualquier otro animal o ser. Y sabemos que él único dragón dorado que hay ésta en...
—El castillo. — termina de decir el castaño recordando apenas aquella historia que solía contarles su madre desde pequeños y después, de vez en cuando le contaba su otro tío.
—Exacto. Y es muy fuerte y peligroso. No tenemos información de él. Milagrosamente no ha venido a las aldeas para atacarnos y destruir nuestros hogares como lo hizo antes cuando vivíamos en una sola isla.
—¿Nunca han sabido por qué ése Dragón quiso atacar el reino y todo lo que lo rodeaba? — pregunta. Sus ojos delatan la enorme curiosidad e intriga que sentía.
Recuerda que el libro sobre todas las especies de dragones, en la parte del dragón dorado sólo detallaba como es en la físico. Color de escamas, las garras y alas. Pero no sus ojos. Y agrega que es muy peligroso y poderoso. Ponía advertencias que si te encuentras con él sin ser un guerrero inexperto lo apropiado sería esconderse y huir de él. Un Dios del caos, le llaman muchos.
—No con exactitud. Hicimos teorías de que posiblemente pensaba muy diferente al resto de los dragones. Es muy astuto, listo y quizás quería sentirse poderoso quitando el gran terreno que teníamos. Sentirse el más fuerte de todos y claro que lo es. Pero también es muy misterioso por que hay muchas cosas que no sabemos de él a comparación de cualquier otro dragón. — explica con firmeza. Sus palabras precisas y claras. Confiadas.
Dipper lo admira mucho.
—Entiendo.
—¿Y qué harás ahora?
—Regresar a casa.
—¿Y tú hermana? — cuestiona el hombre dándose cuenta que ya no hay nadie alrededor.
—Posiblemente salga a divertirse con sus amigos. A papá no le molesta. Total, ella sabe defenderse.
—Bueno Dipper, me retiro. — dice para ponerse de pie y darle unas suaves palmadas en la espalda al chico quien asiente y le sonríe como un último gracias por el asombroso regalo.
Decir que le fascinó es muy poco.
—Adiós Ford.
El joven de cabellos castaños un poco más oscuros que su hermana, pero también con un ligero color rojizo que se podía apreciar al tacto con los rayos del sol, dando un hermoso color en su cabello, aunque muchos no se percataba de sensacional combinación. Por que muchos no les importa nada que tuviera que ver con aquel chiho Pines quién se vuelve a quedar en la soledad.
Sin embargo, se da ánimos para seguir adelante. Y no decaer en la depresión. Diciendo así mismo que pronto tendría alguna oportunidad. Que le demostraría a muchos lo equivocados que están con él por que apenas está empezando a crecer. Se volvería, quizás no más fuerte o rápido pero, se volvería un hombre que alguna día lograría matar a un dragón, callando esas bocas que hablan de más.
Se convencía que apenas termina una etapa de su vida que marca un punto. Y que después de ése punto, será escrito su verdadero y estupendo inicio. Empezaría sus aventuras y peligros que él podría enfrentar.
Un comienzo que le prometía grandes cosas, o al menos eso creé.
El comenzar de lo que su verdadero ser, la causa o razón por la que nació. Por que está ahí. Sabe que pronto lo descubriría. El advenimiento había comenzado.
Fin de la primera parte
No revisé bien la ortografía así que quizás luego la corriga cuando tenga tiempo.
Empezaré con algo suave, lento. Todavía no viene lo bueno. :v
Ésto es para que sepan como viven ellos y eso.
Fecha de publicación: Miércoles, 20 septiembre 2017.
Hora:
Entre las 4:48 y 5:00 de la tarde.
Parte:
1
Tendrán que ser muy pacientes, agradezcan a las chimichangas que actualice antes :v
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