Reunión Urgente


Mientras se concentraba en el horizonte para permanecer lo menos mareado posible, Ruby no pudo evitar fijarse en una extraña escena junto a la que pasó el bote: Un Gyarados se retorcía al lado de un barco encallado, como si estuviera en un concierto de rock metal o algo por el estilo. El muchacho se extrañó del exótico baile, y se preguntó si ese pokemon estaría realizando algún ritual de apareamiento propio de la región de Hoenn, sin embargo comprendió que sus sospechas eran poco probables cuando sus amigos se le acercaron.

—¿Qué está haciendo ese Gyarados?— se extrañó Birdy.

—Parece que quiere bailar— supuso Fiercy.

—No, hay alguien sobre él— aseguró Brainy— Puedo sentir mucha emoción.

—¿Alguien?

Todos miraron al Gyarados con más detenimiento. A medida que se le acercaron, apreciaron con más claridad que sobre su lomo, aferrándose a sus bigotes para cabalgarlo, una niña de diez años con una enorme cabellera rubia gritaba y reía de alegría.

—¿Esa niña está jugando con ese Gyarados?— inquirió Ruby— ¿Qué comen los niños de hoy?

—¿No deberíamos ir a ayudarlo?— sugirió Smoky— Después de todo, es una humana maltratando a un pokemon.

Todos miraron de nuevo al Gyarados intentando desesperadamente sacudirse a la niña de diez años, quien no podría pasársela mejor.

—¡Jajajaja! ¡Shashe!— exclamaba ella, excitada— ¡Más rápido, más alto, más fuerte!

—Ñah, déjalos— Ruby se encogió de hombros, restándole importancia— No creo tener el estómago de maltratar a una niñita. Además, no ayudo a aquellos que ni siquiera intentan ayudarse a sí mismos.

A todos les pareció bien, por lo que decidieron ignorarlos.

—/—/—/—/—/—

Más adelante, después de unos cuantos días navegando, por fin lograron llegar a la playa de Ciudad Portual. Ruby saltó del bote, aliviado de pisar tierra al fin. Se arrodilló en la arena y la acarició feliz.

—Con esto he saldado mi deuda— musitó el señor Arenque, aunque Ruby lo escuchó de todas formas.

—Muchas gracias, viejo. Habría tenido muchos problemas en mi viaje de no ser por ti— le espetó— Ten un buen viaje de regreso.

—Gracias a ti, chico.

—¡Adiós, Ruby!— se despidió Peeko desde detrás del señor Arenque.

—Adiós, Peeko. Trata de no meterte en problemas otra vez. Puede que yo ya no pueda estar ahí para ayudarles.

—¡Eso es malo!— alegó ella— ¡Eres un grosero!

—Jeje.

Ruby dio media vuelta, y comenzó a caminar. Sin perder tiempo, el señor Arenque también preparó todo para regresar inmediatamente a casa.

—/—/—/—/—/—

Roxanne entró en el Gimnasio Petalia, maravillándose por la sencillez y el poder que desprendía; tal y como era el líder. Apenas dar un par de pasos, se encontró con un Vigoroth, que la condujo hacia la sala de reuniones.

Allí la esperaban los demás líderes, todos sentados a una larga mesa.

—¡Oh! ¿Llegué tarde?— se disculpó ella.

—No te preocupes— la reconfortó un hombre de aspecto refinado, con un fino bigote— Llegas justo a tiempo, Roxanne.

—Supongo que todos queríamos hablar sobre esto cuanto antes— comentó una mujer de aspecto severo, casi tanto como el de Norman, quien se mantenía con los brazos cruzados— Bien, ahora que estás aquí podemos comenzar nuestra reunión de líderes de Gimnasio ¿Todos listos?

Los nueve restantes asintieron, mientras Roxanne reclamaba el asiento faltante. Ahí se encontraban los nueve líderes de gimnasio de Hoenn, y un extra que no podían dejar afuera.

Winona, la líder de Gimnasio Arborada se puso de pie, apagó las luces y encendió un proyector para asistirse en sus explicaciones. La primera imagen que apareció en la pantalla fue la de un muchacho joven.

Se notaba que era una fotografía casera, puesto que se mostraba al muchacho abrazando a una señora de más edad, seguramente su madre, junto a una casa. Ambos le sonreían a la cámara, como si se encontraran en una celebración común y corriente.

—Este es Ruby, un niño de 17 años y sin habilidades destacables— pasó a otra imagen, la cara del profesor Birch, que todos los presentes conocían— Este es el profesor Birch. Se dedicaba a estudiar pokemon, hasta que fue asesinado por un Zigzagoon en el bosque, mientras investigaba. Sin embargo, muchos testigos aseguraron ver a Ruby pasando por el mismo lugar más o menos a la misma hora. Eso lo convierte en un sospechoso de homicidio.

—¿Y qué?— un tipo larguirucho de pelo azul se encogió de hombros— ¿Vinimos desde todos los rincones de Hoenn para esto? ¿No crees que sería mejor que la policía se encargara de él?

—Si me dejas terminar, Wallace, todos entenderán por qué les estoy mostrando esto en vez de a la policía— contestó Winona irritada.

Pasó a otra imagen, en donde se mostraba el Gimnasio Férrica rodeado de policías.

—Esto ocurrió no hace mucho. Roxanne, aquí, fue atacada en pleno día por un tipo que decía que quería desafiarla, Ruby. El chiquillo quebró varias reglas de los combates pokemon, y luego le robó su certificado de líder ¿No es así, Roxanne?

Todos miraron a la aludida, esta asintió roja de la vergüenza.

—¿No quisieras contarnos sobre ese día?— le pidió Winona.

—Ruby usó un martillo para atacar a los pokemon de mis alumnos, me acorraló con varios pokemon contra tres de los míos, y después me inmovilizó para robar mi certificado. Cuando la policía apareció, gritó que su equipo se llamaba "Pokemon Gi...", "Pokemon Gikinga"... algo así.

—Pokemon Gijinka— corrigió Brawly.

Todos dirigieron su mirada hacia él. Roxanne se sorprendió por las vendas y parches por todo su cuerpo, y se preguntó qué le habría ocurrido.

—En todo caso, siguiendo con el tema— continuó Winona— No mucho después, al este de la Ruta 116, se encontró otro cadáver, esta vez de un tipo sin importancia. Al principio esto no se relacionó con Ruby, pero después de varias investigaciones, los detectives han descubierto que él es el mayor sospechoso de su asesinato.

—¿Cómo murió?— inquirió Norman, súbitamente.

—Degollado.

Norman no dijo más. Se quedó de brazos cruzados como siempre, con su expresión de pocos amigos.

—Poco después, ocurrió esto— Winona cambió a otra imagen, para mostrarles un edificio en llamas— Hay varias evidencias que prueban la culpa de Ruby sobre esto, aunque nadie sabe por qué lo hizo.

Cambió de nuevo la imagen, esta vez mostrando al Gimnasio Azuliza.

—Cerca de dos semanas más tarde, apareció aquí para desafiar a Brawly.

—Entonces por eso está tan lastimado— pensó Roxanne.

Un anciano con barriga cervecera se echó a reír.

—¡Sí que te dieron una paliza, muchacho!

—Cállate, Wattson— le gruñó Brawly, irritado. Le había pedido a Winona que no le dijera a nadie sobre lo ocurrido.

—Esto es serio, Wattson— lo reprendió Winona— Este tipo no es un entrenador novato. Ya ha robado dos certificados de líder de gimnasio, y claramente no se detendrá porque se lo pidamos por favor— golpeó la mesa, para darle poder a sus palabras— Como líderes de gimnasio que somos, es nuestro deber detener a este terrorista.

—¿Y la policía no lo está buscando?— insistió Wallace.

—Sí, pero no basta con eso. Debemos enviar a nuestros discípulos a buscarlo, a vigilar cada esquina de cada ciudad, para evitar que cause problemas ¿O ya han olvidado sus responsabilidades como líderes de gimnasio?

Brawly golpeó la mesa, emocionado.

—La próxima vez que lo vea no saldrá parado. Lo juro.

—Yo tampoco lo perdonaré por lo que le hizo a mi ciudad— recalcó Roxanne.

—¿Y quién dice que ustedes estarán en esto?— les preguntó Norman.

Todos lo miraron, algo desconcertados con sus palabras.

—¿A qué te refieres?— alegó Brawly, a su lado.

—Ese chiquillo les robó a ambos sus certificados de líderes de gimnasio ¿No? Pues hasta donde yo sé, un certificado es lo que te convierte en un líder de gimnasio. Combatir contra novatos y dejarles ganar es una cosa, pero defender tu ciudad y perder completamente es otra cosa totalmente distinta. Así como lo veo, sin tu Certificado no eres un líder de gimnasio ¿Me equivoco?

—¡Norman! ¿Qué haces?— reclamó Winona— Ellos son tan líderes como tú o yo.

—Ellos eran líderes, hasta que un chiquillo cualquiera apareció y les robó aquello que les daba derecho a llamarse líderes de gimnasio. Ahora no son más que un par de incompetentes con lindos palacios.

—¡No permitiré que un viejo me diga incompetente!— exclamó Brawly, levantándose de su asiento de repente— ¿Quieres pelear? ¿Tienes algo conmigo, Norman?

—Sí, soy alérgico a los fracasados como tú ¿Te molestaría retirarte para quitarme esta picazón?

Brawly agarró a Norman del cuello de la camisa, y lo levantó dispuesto a callarlo con un puño en la cara.

—¡Suficiente, ustedes dos!— vociferó Winona, furiosa— ¡No soportaré que conviertan esta reunión en una pelea de gallos!

Todos guardaron silencio por un momento. Brawly soltó a Norman, y este se sentó sin decir nada.

—Aunque...— Wallace apoyó un codo en la mesa— Quizás Norman tenga razón.

—¡¿Qué?!— saltaron Roxanne y Brawly.

—¡Pero Wallace, soy tu amigo de surf!— le recordó Brawly

—Espera, espera. No lo digo porque lo desee, escúchenme primero. El objetivo de ese niño, Ruby, hasta donde sabemos es recolectar todos los certificados de líder, además de ir provocando desastres por aquí y matando gente por allá ¿Cierto?

Algunos asintieron, esperando su gran plan.

—Entonces podemos afirmar que por alguna razón no está conforme, por lo menos, con los líderes de gimnasio actuales. Quizás sea algo contra el título de líder de gimnasio o algo solo contra nosotros. Eso lo sabremos más adelante. El caso es: Si este tipo nos está cazando uno por uno, ya sabemos dónde nos lo encontraremos.

—¿Una emboscada?— supuso Winona— ¿Quieres que lo embosquemos en nuestros propios gimnasios?

—¿Por qué no?

—¿No es lo mismo que siempre hacemos?— alegó Wattson— Esperar a los entrenadores novatos y pelear con ellos...

—Pero recuerda que Ruby no pelea con métodos convencionales— indicó Winona— Wallace tiene razón, emboscarlo es buena idea.

—¿Y qué tiene eso que ver con nosotros?— alegó Roxanne.

—Ustedes tendrán un papel muy importante— Wallace les sonrió— Como ese niño ya les arrebató sus certificados de gimnasio, ninguno de ustedes podrá ejercer como líder de gimnasio hasta que puedan sacar otro certificado ¿Cierto? ¡Entonces están libres para buscar al fugitivo!— juntó sus manos, sintiéndose muy inteligente— ¿Qué les parece?

Todos meditaron un momento.

—Me parece excelente— concluyó Winona, al fin.

—Bien hecho, discípulo mío— lo felicitó el hombre refinado.

—Gracias, maestro.

—Bien, entonces está decidido— continuó Winona— Lo emboscaremos en nuestros propios gimnasios ¿Alguna objeción?

Nadie dijo nada. Todos estaban de acuerdo. En eso Winona miró a Norman, esperando algo, pero él no hizo nada. Ni siquiera se movió.

—Norman ¿Puedo contar con que lo capturarás a pesar de todo?

—Por supuesto. Desde que comencé a ser líder de gimnasio, nadie me ha vencido en una batalla pokemon. Él aún es un muchacho, y le queda un gran camino por recorrer.

—¿Qué ocurre con Norman?— inquirió una muchacha flaca y pelirroja, que hasta el momento no había tomado voz en la reunión.

—Ah, pues...— Winona se mordió el labio, temiendo haber hablado de más.

—Winona está preocupada porque piensa que puedo ayudar al terrorista en vez de capturarlo— indicó Norman.

La muchacha se extrañó de esto.

—¿Y por qué Norman ayudaría a ese tipo?

—Porque Ruby es su hijo.

Todos abrieron la boca de la sorpresa.

—¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!— exclamaron.

—¡Hay que encerrarlo a él!— alegó Brawly— ¿Por qué sigue siendo un líder de gimnasio? Voy a llamar a la policía...

—Brawly, siéntate— le ordenó Winona— El jefe de policía está al tanto de esto, así que no lo molestes.

—Ruby escapó de casa el mismo día que nos mudamos a Hoenn desde Johto— explicó Norman— Lo vi un par de días después, pero supuse que había comenzado una aventura pokemon como cualquier otro muchacho de su edad. De haber sabido qué había hecho, lo habría apresado en ese mismo instante.

—Ah, esto se pone más y más interesante— se dijo Wallace— Y si ese chico nos está cazando, entonces tarde o temprano llegará a ti, Norman.

—¿Y ese Ruby es bueno peleando con pokemon?— inquirió la muchacha pelirroja.

—Bastante para un chiquillo de su edad. Comprende todos los aspectos avanzados sobre entrenamiento y batallas pokemon, pero no pasará de mí. Eso te lo aseguro.

—Winona ¿Podrías mostrarnos la foto del chico otra vez?— le pidió la muchacha.

—Claro, aunque de todas formas se las entregaré al final de la reunión, Flannery.

La aludida contempló una vez más la cara del tierno muchacho en la foto, e intentó imaginárselo matando gente y destrozando edificios ¿Cómo podía ser la misma persona?

—/—/—/—/—0—\—\—\—\—

Vigoroth, el pokemon Mono Feroz:

—Peso: 46,5 kg

—Altura: 1,4 m

Curiosidades:

—Si es obligado a quedarse quieto, su nivel de estrés se dispara hacia las nubes.

—Cuando duerme, su sangre fluye a velocidades vertiginosas, por lo que debe echar a correr para calmarse

—Su corazón late diez veces más rápido que lo normal

Equipo de Ruby:

1._ Combusken: Mr. Smoky. Naturaleza Gentil

2._ Mightyena: Ms. Fiercy. Naturaleza Audaz

3._ Kirlia: Ms. Brainy. Naturaleza Impaciente

4._ Taillow: Mr. Birdy. Naturaleza Valiente

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top