Después de despedirse de su pueblo, Cloudy y Pokemon Gijinka se marcharon hacia el sur, donde la ruta continuaba por un camino montañoso. Pronto llegaron a la entrada de una cueva, con un letrero al lado que rezaba "Cascada Meteoro"

—¿Cascada?— se extrañó Ruby— Me parece más una cueva.

—Quizás haya una cascada adentro— supuso Brainy.

—Escucho mucha agua cayendo— indicó Fiercy.

—¿Pero por qué eso de meteoro?— se preguntó Kitten.

—Pues, mientras nos lleve al cuarto gimnasio, por mí está bien— Ruby se encogió de hombros— Vamos.

Todos entraron a la cueva. Hacía algo de frío, como en todos los grandes lugares techados. La roca ahí parecía estar hecha de un material morado, e incluso se veían unas cuantas escaleras construidas en las laderas de piedra.

—Birdy, tengo miedo— admitió Cloudy, acercándose al otro pájaro para confortarse.

—Tranquila— contestó este, sonrojado.

Entonces advirtió a Smoky y Fiercy frente a él, a punto de estallar en risas.

—El pequeño Birdy tiene novia— observó Fiercy.

—¿Y qué pasó con Peeko?— recordó Smoky.

—¿A quién le importa esa? ¿Qué es una simple Wingull comparada con una Swablu?

—Eso es algo cruel. Dale un poco de crédito a la pobre Peeko.

Ambos miraron otra vez hacia atrás, donde Birdy y Cloudy caminaban muy juntos, y volvieron a reír.

—Serán desgraciados— murmuró Birdy para sí.

—Aquí hay hartos Zubats— comentó Ruby, y sonrió— Je. No importa a dónde vayas, siempre encontrarás Zubats dentro de las cuevas.

—¿En Johto es lo mismo?— inquirió Brainy.

—Sí. Todos los entrenadores pokemon se quejaban de eso. "Siempre lleva repelentes", me decían.

—¿Repelentes? ¿Te refieres a repelentes de pokemon?— se extrañó Kitten— ¿Por qué los entrenadores pokemon necesitarían algo así? Creí que les gustaba capturar pokemon.

—Por lo general sí, pero...

Justo en ese momento apareció un Zubat descuidado que se golpeó contra la cara de Kitten.

—¡Oye!

—Lo siento, señorita.

El Zubat se levantó y se fue.

—Ahora entiendo por qué mi madre me decía que no fuera a las cuevas— observó Brainy— ¿Estás bien, Kitten?

—Sí, gracias.

Pero en ese momento otro Zubat apareció y se tropezó con Brainy.

—¡Aléjate!— alegó ella.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!— contestó este, desesperado, y se marchó.

—Rayos. Sí que son molestos— gruñó Kitten.

—Jeje. Nos toparemos con muchos mientras estemos aquí, así que prepárense.

De repente Cloudy apareció sobre la cabeza de Ruby, y se sentó sobre él a modo de sombrero.

—¿Y qué son esos?— inquirió, apuntando hacia un lado del camino.

Todos giraron su cabeza para encontrarse con un pokemon de mirada perdida, con un cuerpo pálido, lleno de cráteres y en forma de banana. El pokemon flotaba como si estuviera en trance.

Ruby sacó su pokedex para revisarlo.

—Se llama Lunatone— aclaró— Se ve un poco perdido.

—¡Malditos Zubats, miren por dónde vuelan!— alegó Fiercy, arrojando al Zubat que se había impactado en su cara— ¿Y ustedes qué hacen ahí parados? ¡Larguémonos de esta cueva cuanto antes!

—Te apoyo— le espetó Brainy.

—No lo sé...— Kitten miró al Lunatone, que se marchaba hacia la otra dirección— Me gusta cómo flota. Es relajante.

Continuaron caminando, intentando eludir a los Zubats descuidados. Cruzaron por un puente, bajaron por unas escaleras y de repente se encontraron con tres personas impidiéndoles el paso. Dos de ellos vestían uniformes rojos, iguales a los que habían visto en el teleférico.

—¡Ah, excelente!— exclamó uno de ellos— Con este meteorito, nosotros vamos a...

Pero en eso reparó en que su compañero le indicaba hacia atrás con su dedo. De inmediato se giró, y advirtió a Ruby.

—¿Quién eres?— sin pensarlo dos veces, se acercó al chiquillo de forma amenazante— ¿Cuánto has escuchado, niño?

—¿Yo?— Ruby le quitó importancia con un gesto de las manos— No, solo pasaba por aquí.

—¿Estás tratando de hacernos ver como tontos?— alegó el otro tipo uniformado, intentando parecer peligroso.

—No, en serio...

—¡Suficiente, mequetrefe!— exclamó el primero— ¡Seas quien seas, no eres rival para el equipo Magma! Yo mismo te haré una demostración.

El hombre sacó una pokebola para comenzar un combate. Ruby pensó en explicarle que no quería problemas, a la vez que sus pokemon se preparaban para saltar a defenderlo en cuanto comenzara la batalla. Quizás algo grande hubiera ocurrido, de no ser porque una voz llamó la atención de todos.

—¡Alto ahí, equipo Magma!— exclamó un hombre robusto y barbudo, apresurándose desde el otro lado.

—¡Chispas, es el equipo Aqua!— observó el soldado más alejado de Ruby— Oye, tenemos que irnos. Rápido.

—Tienes razón. Te salvó la campana, niño.

Ambos reclutas rodearon a Ruby y sus pokemon para subir las escaleras y largarse a toda marcha. Justo después, tres hombres vestidos en tonos azules aparecieron corriendo. Uno de ellos ya conocía a Ruby, y al verlo de nuevo se paralizó.

—¿Qué ocurre, jefe?— le preguntaron sus subordinados.

Entonces Ruby lo miró a él, y le sonrió.

—Ah, pero si es el jefe del equipo Aqua. Cuánto tiempo. Veo que también escapaste de prisión.

—Jefe ¿Conoce a este sujeto?— inquirió uno de sus hombres.

Pero el hombre barbudo no respondió. Simplemente se quedó ahí parado, con los brazos abiertos para impedir a sus muchachos de lanzarse hacia el terrorista delante de ellos.

—¿Qué haces tú aquí?— habló finalmente Aquiles— ¿Qué pretendes hacer? ¿Estás con el Equipo Magma?

—¿Esos tipos?— Ruby miró hacia donde habían escapado los aludidos— No, los acabo de conocer ¿Son amigos tuyos?

—¡No me jodas! ¡El equipo Magma pretende expandir la tierra del planeta hasta que ya no quede mar! ¡¿No comprendes lo que eso significaría para el ecosistema?!

—¿Ah?

—No, por supuesto ¿Cómo podrías entender?

Se formó una pausa ligera, hasta que uno de los miembros del equipo Aqua llamó a su jefe.

—Señor Aquiles, no hay tiempo. Tenemos que atrapar a esos del equipo Magma cuanto antes.

—Sí, tienes razón— entonces Aquiles se volvió hacia Ruby— Chiquillo, no pretendo pelear contigo esta vez, tan solo déjame pasar.

Ruby se encogió de hombros.

—No es que pretendiera quedarme en esta escalera por mucho tiempo.

El muchacho y sus pokemon abrieron paso, con lo que Aquiles y sus hombres pudieron subir tras el equipo Magma a toda velocidad.

—¿Quién era ese tipo?— inquirió Kitten, una vez que se perdieron de vista.

—¡Sí! ¿Quién era ese barbón?— repitió Cloudy.

—Es verdad, ustedes no estuvieron cuando lo encontramos— recordó Birdy— Fue el día que evolucioné.

Mientras Birdy les relataba el suceso, Ruby y el resto se fijaron en un amedrentado científico, quien había intentado permanecer desapercibido.

—Oye, tú— lo llamó Ruby.

El científico trató de ignorarlo, quizás pensando que Ruby lo dejaría en paz de esa forma. Pero al contrario de sus esperanzas, el chico marchó directamente hacia él y lo agarró del cuello de la camisa para levantarlo desde su escondite detrás de un cráter.

—Te hablo a ti ¿Cómo te llamas?

—Cozmo...— contestó con miedo— ¡Por favor, no me lastimes!

—¡Psss! Eso lo decido yo. Ahora dime ¿Qué querían esos sujetos?

—¡No lo sé! ¡Por favor, déjame en paz!

—¿Cómo que no sabes?

—Dijeron algo sobre un meteorito— recordó Fiercy.

—Meteorito ¿Eh?— Ruby sacudió al profesor Cozmo— ¿Qué ocurre con ese meteorito?

—¡No lo sé, en serio que ni yo lo sé! Solo me dijeron que iban al Monte Cenizo.

—¿Monte Cenizo? ¿Dónde está?

—¿Cómo que no sabes dónde está?

Ruby zarandeó más fuerte al profesor.

—¡Disculpa, no quise ofenderte!

—¡Dime dónde está!

—¡Sí, dile!— exclamó Cloudy, divertida— ¡Niñita!

—¡Está justo al este de aquí! ¡Es la montaña más alta de Hoenn! ¡En serio!

Ruby arrojó al profesor al suelo.

—Muchas gracias. Y también gracias por las MTs.

—¿Qué?— el científico se revisó los bolsillos de la bata, y al no encontrar nada se desesperó— ¡Espera, me costó mucho encontrar esas MTs! ¡Por favor, estuve días buscándolas!

—Les daré un buen uso. Vamos, niños.

Ruby y sus pokemon se marcharon, dejando al profesor Cozmo en el suelo.

Muy pronto llegaron a una pendiente pronunciada, cubierta totalmente por un líquido brilloso de color morado.

—¿Qué es eso?— se preguntó Kitten.

Ruby se agachó para examinar el líquido. Introdujo la yema de sus dedos y luego los frotó.

—Es... aceitoso. Un lubricante.

—Veo una luz al final— indicó Birdy— ¿Quizás deberíamos ir por allí?

—¡Pero está toda esta cosa extraña!— alegó Brainy.

—Tampoco es que tengamos muchas opciones— observó Ruby.

Los demás intentaron encontrar algún otro camino con la mirada, pero no había por ningún lado. Descender era su única salida.

—Rayos— Brainy se cruzó de brazos— Birdy y Cloudy lo tienen fácil. Ustedes pueden volar.

Los aludidos se miraron, pensativos.

—Pues, si todos se van a arrojar allá, iré con ustedes— indicó Birdy.

—Tírate, sabionda. No seas niñita.

—¿Qué es esa manera de hablar tan despectiva? Además, soy hembra. Pensé que estaba claro.

—Vamos todos juntos— sugirió Ruby— Parece entretenido.

Smoky y Fiercy asintieron, pensando en las posibilidades que aquella ladera deslizante podría otorgarles. Brainy miró a Kitten para buscar compañía, pero esta se rascaba la cabeza de forma resignada.

—Si no hay de otra, no me molesta ensuciarme un poco.

—A mí tampoco— alegó Brainy— Es que... no me gusta revolcarme en líquidos extraños.

—¡Vamos, princesita!— reclamó Fiercy— ¡No tenemos todo el día!

—Serás canalla...

—¡Fiercy!— exclamó Ruby, llamándole la atención— En este grupo no se sobre exige a los compañeros. Se les ayuda y se les da otras soluciones.

Fiercy no dijo nada, consternada de que Ruby la hubiera retado. Luego él ofreció su mano a Brainy para subirla a sus hombros.

—De esta forma no tendrás que tocarlo— le indicó.

—Yo... gracias— contestó una sonrosada Brainy.

Fiercy se cruzó de brazos, irritada.

—¿Todos listos?— preguntó Ruby.

—¡Sí!— contestaron sus pokemon a la vez, excepto Cloudy.

—¿Para qué?— preguntó ella de vuelta.

—¡Salten!

Todos despegaron a la vez, y cayeron dentro del área lubricada salpicando un poco. De inmediato resbalaron y cayeron de espaldas, con lo que hasta Brainy se empapó.

—¡Agárrense!— exclamó Ruby, mientras todos comenzaban a acelerar colina abajo.

Estiraron sus manos y piernas para detenerse, pero en ese lugar no había ni una roca sobre el resto de la que pudieran asirse. De pronto un desnivel los tomó por sorpresa, haciéndolos rodar en cualquier dirección. Se estrellaron todos contra todos, completamente desorientados mientras caían. Birdy intentó agarrar a Cloudy entre sus alas, pero esta solo reía y gritaba de emoción. Ruby quiso hacer lo mismo con Brainy y Kitten, pero la última era la única que podría alcanzar. Estiró su brazo hacia ella mientras rodaban, pero sin querer la empujó lejos del grupo.

—¡Kitten!— exclamó.

Esta se deslizó hacia un lado, sin poder hacer nada para acortar la distancia con sus amigos. De repente otro desnivel la arrojó contra la pendiente de piedra, pero en eso una cabeza blanca apareció flotando, contra la que se golpeó. Kitten perdió el conocimiento en el acto por la magnitud del golpe.

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Ruby y los demás llegaron finalmente a suelo plano. Cayeron uno sobre otro, formando una pila de la que no se movieron por un buen rato. Estaban demasiado adoloridos por los porrazos contra las rocas.

—¿Están todos bien?— les preguntó Ruby.

—¡Síiiiiiii!— exclamó Cloudy, mientras los demás emitían quejidos a modo de respuesta.

—¿Smoky?

—Aquí estoy

—¿Fiercy?

—Aquí

—¿Brainy?

—Presente.

—Birdy...

—Meh...

—Kitten... — Ruby levantó la cabeza, consternado. Con tanto golpe se le había olvidado que Kitten se había distanciado de ellos— ¿Kitten?

Todos se levantaron, nerviosos. Miraron por todos lados, pero no había rastro de Kitten.

—No... — Ruby se incorporó del todo, y urgió a sus pokemon para que hicieran lo mismo— Kitten se perdió. Tenemos que ir a buscarla. Birdy, Smoky y Brainy, vayan por la derecha. Fiercy, Cloudy, acompáñenme. Recorran todo lo que puedan, nos encontraremos en la salida.

Todos asintieron, y se marcharon hacia donde les fue indicado.

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Ruby y su equipo corrieron y corrieron por varios minutos, hasta que Cloudy descendió.

—Vi a alguien peleando por allá— indicó, apuntando un poco hacia arriba, por unas escaleras de piedra.

—¿Te refieres a una batalla pokemon?— inquirió Ruby.

—Sí, pero no me pareció ver a Kitten.

Cloudy se posó en la cabeza de Ruby, y junto con Fiercy se apresuraron hacia las escaleras, subieron a toda velocidad y llegaron a la zona indicada. Pero allí no había humanos, solo varios Lunatone y Solrock flotando en el aire, alrededor de una bella pokemon de vestimentas violetas. Se encontraba de espalda a ellos, hasta que oyó sus pasos sobre las escaleras. Entonces la vieron voltearse.

—Ah, tardaron menos de lo que pensé— admitió.

Ninguno contestó, sin saber qué decir. La pokemon era esbelta, atlética y con un algo que la hacía muy agradable a la vista. Sonreía confiadamente mientras se acercaba a ellos. Finalmente se les plantó en frente, las manos en las caderas.

—¿No tienen nada qué decirme?

Entonces Ruby miró su mano, y sonrió.

—Te ves hermosa, Kitten.

—¡¿Kitten?!— saltaron Fiercy y Cloudy.

—¿Cierto que sí?— la aludida se dio una vuelta para modelar— ¡Soy espectacular!

—¿Cómo evolucionaste?— inquirió Fiercy.

—No estoy muy segura. Estaba cayendo como ustedes, y de repente me pegué en la cabeza con ese tipo de ahí— indicó a uno de los Lunatone que flotaba con el resto— Y creo que quedé inconsciente por un par de minutos. Cuando me desperté, ya estaba así.

Ruby revisó su Pokedex, pero ahí no decía nada de la forma de evolucionar de los pokemon. Solo aprendió que a partir de ese momento Kitten era una Delcatty, y que se veía ligeramente más alegre. Y eso era bueno.

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Delcatty, el pokemon Cursi:

—Peso: 32,6 kg

—Altura: 1,1 m

—Observaciones:

-  Prefiere evitar peleas

-  No tiene un nido fijo

-  Es muy popular entre entrenadoras por su suave pelaje

-  Aborrece la suciedad, por lo que se acicala frecuentemente

...

Equipo de Ruby:

1._ Combusken: Mr. Smoky. Naturaleza Gentil

2._ Mightyena: Ms. Fiercy. Naturaleza Audaz

3._ Kirlia: Ms. Brainy. Naturaleza Impaciente

4._ Swellow: Mr. Birdy. Naturaleza Valiente

5._ Delcatty: Ms. Kitten. Naturaleza Audaz

6._ Swablu: Ms. Cloudy. Naturaleza Descarada