Especial

- ¿En qué piensas?- la voz a su espaldas le distrae.

- El pasado... solo eso...- nunca deja sus singulares respuestas. Y quizás eso le encanta a YoonGi.

Luego de que JiMin regresara con los chicos, lo convencieron de quedarse junto a ellos, por eso mismo la relación con YoonGi fue algo que surgió luego de tanta tensión entre ellos dos. JiMin se dedicó a trabajar y levantar su propia empresa, hizo un restaurante que en menos de un año había ampliado su establecimiento. Sin dejar de lado la supervisión del trabajo que hacían JungKook y HoSeok.

YoonGi buscaba excusas para acercarse y mantenerse a su alrededor. Hasta que luego de dos años logró que JiMin aceptara una relación con él, dos años dónde YoonGi lo invitaba a salir o simplemente se quedaba a su lado por las noches cuando el insomnio atacaba al menor.

- ¿SunJi está dormida?- pregunta JiMin mirando fijamente al mayor antes que éste mismo le abrace por la espalda y sigan contemplando el cielo estrellado en los días de luna nueva.

- Lo está... pero tuve que dejarla junto a HonSu, para que durmiera por fin...- le menciona mientras se balancean con alguna melodía que solo escuchan con el alma.

Conquistar a una persona tan reservada y distante cómo JiMin fue todo un desafío para YoonGi.
Luego de que se quedara con ellos, el mayor pensó que lo suyo sería algo olvidado con el tiempo, que quizás ellos tomarían rumbos diferentes, pues la culpa no lo dejaba dormir, pero... no fue así.

Con el tiempo que tenían que compartir ya sea en la comida o en el aseo grupal que hacían todos juntos, YoonGi se daba cuenta de muchas facetas de JiMin, la forma en que se preocupaba por JungKook y HoSeok, incluso la inusual y extraña convivencia que pudo desarrollar con TaeHyung, talvez porque lo veía cómo alguien a quien cuidar también.

JiMin los protegía a todos a su manera. Incluso de su propio caracter. Cuándo preguntó por temas del pasado, casi recibe un golpe, no solo por parte de JiMin, sino también de parte de HoSeok y JungKook, el pasado de JiMin era intocable e inmencionable.

Siempre esquivaba el tema. Nunca podría saberlo... pero en una noche dónde el menor estaba con su pijama puesta y una copa de vino en manos con botella a medio camino, se acercó y se sentó a su lado. Poco a poco JiMin aprendió a confiar en él. Porque ese fue el primer paso de los muchos que vinieron después...

- Creo que es hora de entrar también...- menciona YoonGi y así abrazados caminan hasta llegar a su habitación. Cierran la puerta que da a la pequeña terraza que tienen y JiMin divisa, bajo la suave luz dentro de la habitación, a los dos pequeños dormidos en la cama que comparte con YoonGi desde hace cuatro años.

- Se ven bonitos dormidos...- menciona sonriendo y rápidamente quita sus zapatillas para acostarse al lado de sus dos hijos.

- ¿Qué puedo decir? Hacemos hijos hermosos... no hay dudas en tu lógica, amor...- YoonGi dice con cierta diversión. Toma el control para bajar las cortinas de las ventanas y la puerta que da al balcón, pues no quiere que la luz los despierte tan temprano.

JiMin suspira y deja ver una pequeña sonrisa. Si su yo de hace cinco años se viera así mismo en ese preciso instante se quedaría sorprendido, quizás hasta se desmayaría por verlo casado y con dos hijos.

Su relación con YoonGi fue algo inesperado, aunque conocía sus intenciones, y a pesar de haberlo besado en algunas ocasiones sin compromiso, no era parte de sus planes relacionarse de manera romántica con YoonGi, ni alguien especifico.

Aun bajo la poca, casi nula, iluminación, ambos se miran a los ojos...

En ellos pueden ver su historia...

Aun cuándo JiMin se negaba a aferrarse a alguien, YoonGi logró estremecerlo por completo, más allá de la tensión que manejaban entre ambos, era más que solo su deseo de besarse de vez en cuando.
Cuando por fin JiMin accedió a tener una relación formal con YoonGi, tenían citas y parecían un par de adolescentes en su primer amor.

Luego de un año, el tiempo había quizás decidido ser largo para ambos, se casaron. Por apresurado y loco que pudiera verse, las dudas no eran parte de ninguno de los dos, y decidieron permanecer juntos incluso más allá de la muerte.

Pero para JiMin, eso no fue ningun reto. Estaba seguro de los que sentía por YoonGi, por ese altanero y quizás egolatra hombre, que le había demostrado amor con caricias y besos, comprensión y apoyo en medio de las noches llenas de silencio.

El verdadero reto fue cuándo se enteró que estaba en espera...

JiMin casi se desmaya al confirmar sus sospechas, YoonGi lo veía inconforme e incómodo, le preguntó que sucedía, y recibió la respuesta que no estaba esperando... pero que había sido una posibilidad porque cuándo hicieron un viaje a Noruega en invierno, no se cuidaron, ninguno de los dos lo previó y tampoco es que hayan querido detenerse, no cuándo llevaban semanas sin intimidad por culpa del trabajo.

JiMin le dijo que iban a tener un bebé, que serían padres, pero YoonGi estaba preocupado porque JiMin lloraba y le preguntaba si acaso sería un buen padre o si sería lo más odiado que su hijo tendría. JiMin le explicó a YoonGi que él era huérfano, que la mujer que llamaba madre era una prostituta que lo encontró luego de que un hombre la abandonara en aquel callejón. YoonGi solo pudo brindarle unos brazos para que llorara, luego de calmar su pequeña crisis, decidieron relajarse sin pensarlo mucho... cuándo los chicos se enteraron por "accidente", HoSeok y JungKook lo felicitaron, y llenaron de regalos que JiMin calificaba como inncesarios en ese momento.

- Mira... aun dormida ella te busca...- YoonGi le dice mientras miran a SunJi, la pequeña bebé de ocho meses, que duerme al lado de su hermano mayor y con la mano de JiMin acariciando su pancita. Que poco a poco se acerca al calor corporal de su papi.- Ese es favoritismo...

- No lo es...- JiMin niega y deja que su pequeña busque el calor que genera, arropa mejor a HonSu y siente a su niña prenderse de su pezón sacandole un pequeño susto.- Ella hace eso... siempre...

YoonGi ríe por la bajo y asiente. Su hija es un poquito consentida en todo, su pequeña bebé que siempre busca mimos al despertar, que llama a JiMin con suaves balbuceos. HonSu era más independiente, aunque con tres años, era igual que su niña, su hijo buscaba el calor de JiMin y la protección que su pareja le daba con un abrazo.

- HonSu era igual...- YoonGi susurra- Además esa costumbre de dormir con la camisa abierta es tuya...

- Es más facil...- JiMin le dice con una sonrisa. Y mira a su pequeña comer dormida, quizás solo es por esa sensación de que está allí con ella.- Y me gusta estar cómodo cuándo duermo, y tu no te quejas... si tienes el mismo acceso a mi pecho cómo ellos...

YoonGi se sonroja levemente pero no quita la sonrisa.

- Eres un manjar, no encuentro fallas en mi lógica al respecto...- menciona sonriendo porque nota el pequeño estremecimiento que ha provocado en su pareja.

YoonGi agradece haber decidido escapar ese día, que JiMin los encontrara.

Quizás fue el destino el que decidió cruzar sus caminos de esa forma, para darle la alegría que ahora siente, para darle la oportunidad de conocer el amor en su más sublime expresión... YoonGi no se arrepiente de todo lo que tuvo que hacer sí todo eso le hizo llegar a ese preciso momento, con su esposo y sus dos pequeños hijos.

YoonGi se consideraba el hombre más afortunado del mundo, porque era el receptor de la mirada más profunda de JiMin, de esa mirada amorosa y coqueta, era el hombre escogido para ser merecedor de todo el amor que un ser cómo JiMin podría brindarle.

- De verdad... gracias por estar aquella noche en el bar...- susurra perdido en sus recuerdos. JiMin le mira un poco desconcertado- De no ser por tí, yo no sabría lo emocionante que mi vida ha sido todos estos años contigo... gracias, amor, por llegar...

- Creo que fue un rescate cómo en los cuentos...- le dice el menor. YoonGi asiente.

- Llegaste a rescatarme... y me diste las razones para seguir viviendo, me has amado y aún me sigues sosteniendo...- estira su mano y aparta los pocos cabellos que caen por la frente de JiMin.- Te amo tanto...

- También yo...- JiMin le dice, sujeta la mano que ahora acaricia su mejilla y besa delicadamente la palma del mayor.- Te amo, YoonGi...

Y es que aunque en el pasado, YoonGi quería escapar de algo que consideraba una condena, ahora... jamás querría alejarse de su familia y amigos... de su JiMin, de sus hijos, de los locos que llama amigos...

Agradece ser lo suficientemente valiente para abandonar todo aquello que le quitaba el sueño, porque ahora es feliz...

Feliz de tener aun hombre maravilloso a su lado y dos hermosos hijos...

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